El reino de España no debe disculparse



EL MINISTRO ALBARES NOS HACE UNA AUTOCRÍTICA

No disertaré sobre la labor civilizadora de España en México, ni me detendré en la figura fascinante de Hernán Cortés, ni en las universidades, hospitales, catedrales, que el Imperio español fundó, ni en la labor de fijar las gramáticas de las lenguas precolombinas (antes que tuvieran la suya la inglesa, alemana o francesa), etc., sino que me limitaré a plantear ciertas cuestiones a la manera socrática, o sea, con preguntas (mayéuticas):

1. Tenochtitlán era la capital y el centro político, económico y religioso del Imperio azteca. Su caída supone el fin de este imperio. Y cae por la acción de 100.000 guerreros, de los cuales más de 99.000 eran indios, tlaxcaltecas, cholutecas, chichimecas, chalcas, totonacas y otros aliados de Hernán Cortés. ¿También ellos deben pedir perdón?
2. ¿Deben pedir perdón los aztecas (sus descendientes o representantes) por los sacrificios humanos que incluía canibalismo posterior (unos 50.000 al año) y que llevó a Escohotado a afirmar que “la sociedad más monstruosa que ha existido es la azteca”?
3. Si tomamos como referencia a los dos últimos presidentes de México (AMLO y Claudia Sheinbaum Pardo), ¿qué es más probable, que hayan sido sus antepasados los que cometieran cualquier tropelía con los indígenas o los antepasados de quien reside en España?
4. España es inconcebible sin su pasado griego, latino o cristiano. Pretender anular una parte tiene tanto sentido como disociar una hipotética `identidad digestiva´ de lo que se come. ¿Alguien puede explicar qué sería el México actual sin la huella hispana?
5. De hecho, el mismo valor que se da al `perdón´, ¿no supone ya el reconocimiento de una herencia inequívocamente cristiana y, por tanto, española?
6. Hay algo que sí estaba allí antes de la llegada de los españoles y es plenamente actual: la violencia (ahora no se sacrifican y comen a 50.000 al año, pero sí desaparecen 60.000 personas). No sé si pretenden vindicar esta violencia como seña de identidad nacional. Pero, ¿no constituye una manera infalible de perpetuarla buscar soluciones imaginarias que nada tienen que ver con sus causas objetivas?
7. México, después de la Independencia, perdió el 55% de su territorio a manos de EEUU (guerras, corrupciones, ventas…). ¿También deben pedir perdón los españoles por eso?
8. Antes de la Independencia, México era una grandísima potencia minera y comercial. Todo eso cambió a partir de entonces, iniciando un empobrecimiento acelerado. ¿Tuvieron la culpa los españoles del declive posterior?
9. Entre 1821 y 1855, México tuvo más de 50 gobiernos distintos, golpes de Estado, pronunciamientos y guerras civiles. Y la situación de Estado fallido se prolonga hasta la actualidad (megacorrupción, narcotráfico, feminicidos, etc.). ¿Es España responsable?
10. Esto no significa que el ministro Albares no deba pedir perdón. Claro que debe hacerlo. Pero no por hechos de hace medio milenio protagonizados por personas que nada tienen que ver con él. Debe pedir perdón a los españoles (y a los saharauis). Sobran los motivos.