> (3) <> UN TEÓLOGO CATÓLICO ESPAÑOL, EL PRIMER HEREJE DEL SIGLO XXI
- El Vaticano condena al teólogo Juan José Tamayo sin que haya podido
defenderse
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<< MADRID, 10 enero 2003 (El País/ICPress). El año 325 el Concilio de Nicea
tachó de hereje, condenó y excomulgó al obispo Arrio, por mantener que
Jesucristo no era Dios. Y el emperador Constantino lo desterró a Iliria.
1678 años después la historia se repite y el Vaticano anatematiza por
arriano al teólogo español Juan José Tamayo, secretario de la progresista
Asociación de Teólogos Juan XXIII.>>
=== «La diferencia es que a Arrio se le escuchó, se dialogó con él durante
muchos años e, incluso después de condenado, volvió a ser readmitido como
obispo en la Iglesia. A mí, en cambio, me condenaron en ausencia y sin
escucharme para nada. Algo que no había ocurrido hasta ahora. Ni siquiera
con Leonardo Boff o con Hans Küng», explica el teólogo represaliado por
Roma.
=== Y eso que el estudio de la obra de Juan José Tamayo por parte del
guardián de la ortodoxia romana, cardenal Joseph Ratzinger, duró tres años.
Sin que el interesado se enterara. El teólogo proscrito sólo supo que estaba
siendo investigado el pasado 30 de diciembre. Ese día, monseñor Romero Pose,
presidente de la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe, le llamó a su
despacho y le dijo: «Roma ha hecho una investigación de toda tu obra. La
Permanente va a publicar una nota y no me parece de recibo que te enteres
por la prensa. El día 7 de enero se te entregará la nota».
=== Al final la nota se le entregó el día 9, junto al amplio informe
realizado por Roma, así como una carta del secretario del episcopado,
monseñor Asenjo, en la que se le invitaba a dialogar, «si muestras
conformidad con el contenido del informe vaticano». Algo que, evidentemente,
el teólogo no hizo.
=== La nota de los obispos españoles advierte que su obra es «incompatible
con la fe católica», descalifica sus «presupuestos metodológicos
insuficientes», dado que, según la jerarquía, rechaza frontalmente la
tradición de la Iglesia católica en sus definiciones cristológicas y
selecciona arbitrariamente los pasajes del Evangelio que utiliza en sus
estudios. Más en concreto, le acusan de negar la divinidad de Cristo, de
presentar a Jesús «como un mero hombre» y de negar «el carácter histórico y
real de la resurrección». El asegura que no niega nada de eso, sino que
pretende explicar los misterios de la fe y hacerlos asequibles a la cultura
moderna.
=== En tiempos de Arrio hubiese significado el destierro, la pérdida de
todos sus derechos, la colocación de todas sus obras en el Indice de los
Libros Prohibidos y el infierno en vida. Hoy, por el contrario, la condena
vaticana le da prestigio y fama. Sus libros se venderán como churros y
pasará a formar parte de los grandes teólogos rebeldes, estrellas de los
medios, como Boff o Küng.
=== Para Enrique Miret, presidente de la citada Asociación teológica,
«intentan desautorizarnos ante la opinión pública católica más conservadora,
porque saben que somos una organización no de la Iglesia, pero sí cristiana
y ecuménica. Se trata de tapar las pocas bocas libres que quedan. Pero no lo
van a conseguir, porque esta es una asociación muy arraigada, con más de 100
miembros y unos 2.000 simpatizantes en toda España», algunos de ellos
protestantes, añadió.
Tobi añade:
¡¡¡Es que no aciertan ni una!!!
- El Vaticano condena al teólogo Juan José Tamayo sin que haya podido
defenderse
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<< MADRID, 10 enero 2003 (El País/ICPress). El año 325 el Concilio de Nicea
tachó de hereje, condenó y excomulgó al obispo Arrio, por mantener que
Jesucristo no era Dios. Y el emperador Constantino lo desterró a Iliria.
1678 años después la historia se repite y el Vaticano anatematiza por
arriano al teólogo español Juan José Tamayo, secretario de la progresista
Asociación de Teólogos Juan XXIII.>>
=== «La diferencia es que a Arrio se le escuchó, se dialogó con él durante
muchos años e, incluso después de condenado, volvió a ser readmitido como
obispo en la Iglesia. A mí, en cambio, me condenaron en ausencia y sin
escucharme para nada. Algo que no había ocurrido hasta ahora. Ni siquiera
con Leonardo Boff o con Hans Küng», explica el teólogo represaliado por
Roma.
=== Y eso que el estudio de la obra de Juan José Tamayo por parte del
guardián de la ortodoxia romana, cardenal Joseph Ratzinger, duró tres años.
Sin que el interesado se enterara. El teólogo proscrito sólo supo que estaba
siendo investigado el pasado 30 de diciembre. Ese día, monseñor Romero Pose,
presidente de la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe, le llamó a su
despacho y le dijo: «Roma ha hecho una investigación de toda tu obra. La
Permanente va a publicar una nota y no me parece de recibo que te enteres
por la prensa. El día 7 de enero se te entregará la nota».
=== Al final la nota se le entregó el día 9, junto al amplio informe
realizado por Roma, así como una carta del secretario del episcopado,
monseñor Asenjo, en la que se le invitaba a dialogar, «si muestras
conformidad con el contenido del informe vaticano». Algo que, evidentemente,
el teólogo no hizo.
=== La nota de los obispos españoles advierte que su obra es «incompatible
con la fe católica», descalifica sus «presupuestos metodológicos
insuficientes», dado que, según la jerarquía, rechaza frontalmente la
tradición de la Iglesia católica en sus definiciones cristológicas y
selecciona arbitrariamente los pasajes del Evangelio que utiliza en sus
estudios. Más en concreto, le acusan de negar la divinidad de Cristo, de
presentar a Jesús «como un mero hombre» y de negar «el carácter histórico y
real de la resurrección». El asegura que no niega nada de eso, sino que
pretende explicar los misterios de la fe y hacerlos asequibles a la cultura
moderna.
=== En tiempos de Arrio hubiese significado el destierro, la pérdida de
todos sus derechos, la colocación de todas sus obras en el Indice de los
Libros Prohibidos y el infierno en vida. Hoy, por el contrario, la condena
vaticana le da prestigio y fama. Sus libros se venderán como churros y
pasará a formar parte de los grandes teólogos rebeldes, estrellas de los
medios, como Boff o Küng.
=== Para Enrique Miret, presidente de la citada Asociación teológica,
«intentan desautorizarnos ante la opinión pública católica más conservadora,
porque saben que somos una organización no de la Iglesia, pero sí cristiana
y ecuménica. Se trata de tapar las pocas bocas libres que quedan. Pero no lo
van a conseguir, porque esta es una asociación muy arraigada, con más de 100
miembros y unos 2.000 simpatizantes en toda España», algunos de ellos
protestantes, añadió.
Tobi añade:
¡¡¡Es que no aciertan ni una!!!