El poder en la iglesia evangélica

Tomas1

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24 Julio 2001
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El Hombre parece tener una necesidad innata de controlar el destino de sus congéneres y, claro está, las Iglesias Evangélicas no son inmunes a este efecto. Por desgracia muchas comunidades son ya pequeños calcos de lo que se cuece fuera de los muros de sus locales. Copiar la actitud que el mundo actual tiene frente a la vida es ya una constante demasiado extendida entre los creyentes.
Pero claro, ¿quién puede abstraerse completamente de su entorno?. No cabe duda que nuestra vulnerabilidad nos traiciona, poniendo de manifiesto la debilidad de nuestra fe.
Llegar a la conclusión de que todos somos responsables de esa situación no supone nada nuevo, de hecho asumo mi parte de culpa y ruego a Dios una vida más adecuada a Su Voluntad.

Sin embargo, me preocupa sobremanera el modo en como evolucionan quienes ostentan el "poder" en las iglesias. He visto con mis propios ojos como supuestos pastores o ancianos han destrozado la vida de hermanos de una manera incalificable. Lo peor es que sus actuaciones van amparadas en una auto-atribuida autoridad bíblica, que sólo existe en su imaginación y en la de quienes no se atreven a cuestionarles.
Es también preocupante la relación que existe entre el poder en la iglesia local y el dinero. Personalmente he asistido a reuniones de iglesia que, sin exagerar, eran verdaderos debates financieros. Sólo importaba el sueldo del pastor, el coste de comprar un local mejor, en dotarlo de más comodidades, en definitiva el coste de tener más y más. Justamente la máxima que recibimos diariamente de los medios de “manipulación”. Por desgracia el coste es siempre alto, pues son muchas las obras de verdad necesarias y necesitadas que se quedan sin recibir nada de ese tipo de comunidades.

Desconozco como está el panorama en otros países. En España existe ya una raza de supuestos pastores, ancianos u obreros que ostenta un poder “incuestionable” y perenne, que hace y deshace a su antojo. Alojados en consejos locales y en cargos vitalicios, son arropados por aquellos que llevados como un rebaño, les hacen la pelota con el triste fin de “lamer” un poco de “prestigio” evangélico-social.
Desde luego no creo que todos los pastores o ancianos pertenezcan a esa casta, sin embargo, ya son muchos los que amparados en un poder ficticio, se aprovechan (en todos los sentidos) de comunidades débiles, siendo capaces de doblegar su voluntad. Es entonces cuando convierten la bendita libertad de Cristo, en una esclavitud, que sólo pretende conseguir la obediencia incondicional de sus feligreses y por tanto mantenerles ocupados en lo que ellos desean.

Sería necesario que muchos pastores, ancianos u obreros entendiesen que su posición en el Cuerpo de Cristo no es superior desde el punto de vista jerárquico, sino que, como el resto de miembros, están al servicio del cuerpo, ejercitando los dones que han recibido del Espíritu Santo. Otros deberían ser desenmascarados como falsos pastores y como parásitos que viven a costa del Cuerpo.
Ruego a Dios para que nos ayude a distinguir el grano de la paja y también para que nos cubra con un manto de discernimiento, de forma que podamos ser luz y sal en este mundo y no una triste copia de la sociedad que nos rodea.

Dios les bendiga a todos grandemente.
Tomás.
 
Querido Tomás, me alegra verte por aquí, y haciendo autocrítica (que siempre va bien).

Solo una matización: Si los pastores abusan de su autoridad, yo creo que es porque la mayoría de las veces "los feligreses" dejan que sea así, porque a mayor responsabilidad pastoral, menos responsabilidad como individuos, que dicho sea de paso es la que nos pide Dios.

Hemos de orar para que el Señor nos humille a todos, pastores y no pastores; y a los que no tenemos responsabilidades y dones pastorales, el Señor nos levante dones de ayuda y exhortación a nuestros pastores.

Con cariño.


Maripaz
 
DTB TOMAS


FELICIDADES, por tu valiente comentrio.
Tristemente creo que no solo en España se ve esto que dices, tal vez alla sea "novedad" por ser los Evangelicos una minoria pequeña, pero eso se ve dese hace mucho en donde ya son mayoria, o minorias significativas, lo mismo ha ocurrido en la ICA, la IO etc.
Me uno a la opinion de MARIPAZ.
Reza un refran Cada pueblo tiene el gobierno que se merece asi pues quienes hoy luchamos por la Libertad, por la Democracia, por la Justicia etc. en nuestros paises, tenemos que luchar por lo mismo y mas en nuestras congregaciones.

Respetuosamente tu hno. en XTO, karolusin
 
Estimados Maripaz y Karolusin, gracias por vuestras aportaciones.

No sólo estoy de acuerdo con vuestras opiniones, sino que pienso habéis dado en el blanco.
Realmente, si existen “profesionales” de la “fe” que abusan y dañan, es porque las membresías permiten tal práctica.
Sin embargo, el panorama actual no permite solucionar el problema, al menos a corto plazo. Salvo claro está que Dios tome las riendas de este asunto y por lo pronto creo que nos va dejar hacer a nosotros (bajo su constante y misericorde vigilancia). Por otra parte ya nos avisó en cierto modo, a través de Su Palabra, que ocurriría lo que está pasando.

Así llego a la conclusión de que la existencia de una clase inapropiadamente “poderosa” y hasta déspota dentro de nuestras comunidades, es en realidad el reflejo de nuestras propias deficiencias como cristianos.

Pero ante esa realidad evidente ¿qué hacer?:

1. Permanecer inactivos y pasivos pero siempre consumidos por un constante debate infructuoso y erosivo.

2. Asumir que no hay para tanto (que todo no puede ser perfecto) y permitir que cada vez se corrompan más quienes ostentan el control* y mantener a la vez un grupo de “satélites” aduladores cada vez más nutrido.

3. Denunciarlo públicamente aún a riesgo de ser excomulgados y considerados paranoicos.

4. Renegar de las comunidades y emprender la carrera por libre, con todo los riesgos que ello implica (esta podría ser la consecuencia del punto 3)

5. Dejarlo correr todo.

6. Auto-anestesiarse espiritualmente y vivir en comunidad como si todo fuese maravilloso (síndrome de la avestruz).

7. Dado que es inadmisible que la Iglesia contenga patrones tan descaradamente mundanos y que muchos se apunten “a chupar del bote” , luchar hasta las últimas consecuencias, no aceptando la excomunión u otras medidas de presión, por carecer sus promulgadores de autoridad.


Confieso que considero el punto 7 como más apropiado, pues ¿porqué conformarse con la situación? ¿Acaso el Señor Jesús no irrumpió en Su templo para limpiarlo de parásitos que sólo buscaban negocio o una forma de ganarse la vida a costa de la fe?

Yo no deseo una iglesia a mi gusto, es más, entiendo que debemos convivir en armonía aceptando nuestras diferencias, siempre y cuando el patrón Bíblico esté por encima de todo. Creo también firmemente que la interpretación Bíblica no a generado la proliferación de captadores de “poder”, sino más bien la influencia social que recibimos del mundo, ya que ese es justamente su modus operandi.

Llego también a la conclusión de que Dios espera de nosotros algo más que lamentaciones o simples denuncias. Creo firmemente que espera ver en funcionamiento todas las enseñanzas que nos muestra Su Palabra y vernos andar como adultos en la fe.

Pero honestamente, confieso que salvo acudir a Dios en humilde oración (que sin duda es lo más importante), no sé por dónde empezar. Entiendo que Dios espera de nosotros algo más que peticiones para que Él nos solucione todos lo problemas.

Que Dios nos ilumine con Su sabiduría y profundo amor y a Él sea toda la gloria.

Tomás.

(*) Reitero que no todos los pastores, ancianos u obreros son como los citados. Es más muchos de ellos son verdaderos servidores del Cuerpo de Cristo y son por tanto de incalculable valor espiritual para quienes tienen la bendición de encontrarse con ellos.
 
Tomás: Mi consejo.

Pide a Dios sabiduría y "arrima tu hombro" al del pastor que creas que anda según los caminos de Dios; gózate con los hermanos de tu congregación y haz que esta funcione como un "cuerpo perfecto" del cual tu eres miembro.

¿La palabra clave?; tu la has dicho: ORACIÓN

Con amor en Cristo.

Maripaz
 
De acuerdo Maripaz, la oración es el primer y más importante paso. En cuanto a lo de arrimarme a un pastor, no soluciona el problema, pues como mucho me hará bien a mí pero el motivo de este epígrafe permanecerá.

No sé porqué siento la responsabilidad de denunciar tanto abuso y tanta hipocresía. Reconozco que no soy precisamente un modelo a seguir, pero ni quiero engañar a nadie ni tampoco a mí mismo. Por esa razón prefiero pastores que no escondan sus debilidades frente a aquellos otros que predican una cosa para luego hacer otra, teniendo además la osadía de “cargar” emocionalmente a su rebaño, cada día más frustrado por sus arengas. Me niego a que mi vida cristiana sea la voluntad de otros hombres.

Me sigo preguntando: ¿No deberíamos pasar a la acción? ¿Quién lo hará sino?
¿Acaso estoy gritando al viento?

Como un día oró una hermana estupenda (por cierto era y es síndrome de down): “Yo no aspiro a nada más que a estar en Tu presencia.” Amen.

Tomás.
 
Me aúno a las opiniones de Tomás, Karolsin, y Maripaz, fuertemente.

¡Qué lástima que los romanistas nos tomen tanto de nuestro tiempo en la nefastas doctrinas que ellos han heredado! Si no fuera así, a mí gustaría tratar temas como los de Tomás que abarcan a todas las iglesias cristianas. Muchas de las críticas que le hacemos a la del Vaticano, se las podríamos hacer a otras instituciones llmadas cristianas. Muchas de las críticas que les hacemos a los curas, se las podríamos aplicar a muchos pastores y líderes religiosos de la vertiente protestante.
 
DTB EZEQUIEL RAMIREZ

No te hagas la victima, los temas en contra de la ICA NO los iniciamos los Catolicos sino Uds., cuando de MILAGRO, como en este Epigrafe un Evangelico hace una autocritica, los Catolicos poco entramos y cuando lo hacemos NO es para "echarles tierra" sino para reconocer lo que "aca" tambien pasa, con respeto y sin burlarnos ni nada por el estilo, para prueba lee lo que aqui he aportado sobre lo expuesto por TOMAS.

Saludos de tu hno. en XTO, karolusin
 
Todavía no he visto a un solo católico hacer una verdadera autocrítica.

Los católicos no pueden, su "lider" se lo prohíbe.

Sin embargo si he visto muchos católicos criticando lo que han dicho evangélicos (en actitud de autocrítica) y poniendolo como argumentos para decir que estamos desunidos y cosas similares.


Maripaz
 
Maripaz, esto me recuerda otra sindonizada, le pregunté a un forista católico que en qué cosas él consideraba errada a la ICR, y no me contestó. Lástima que no recuerdo dónde lo puso.
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por karolusin:
DTB EZEQUIEL RAMIREZ

No te hagas la victima, los temas en contra de la ICA NO los iniciamos los Catolicos sino Uds., cuando de MILAGRO, como en este Epigrafe un Evangelico hace una autocritica, los Catolicos poco entramos y cuando lo hacemos NO es para "echarles tierra" sino para reconocer lo que "aca" tambien pasa, con respeto y sin burlarnos ni nada por el estilo, para prueba lee lo que aqui he aportado sobre lo expuesto por TOMAS.

Saludos de tu hno. en XTO, karolusin
[/quote]

En ningún momento me he hecho la victima, Karolusito. ¡Tú sí que estás a la ofensiva! Pareces un infante con bayoneta calada.

Por supuesto, eso está demás decir, los temas en contra de la ICA los iniciamos los Cristianos.

No es de MILAGRO (¿sabes qué es un milagro?), la cosa es que la impertinencia de llamar a la ICV (V=Vatiquense)la Iglesia que Cristo fundó, nos hace distraer la atención a otros temas. La prédica constante de que las tradiciones romanistas están a la par de la Biblia, nos hace desenvainar nuestras espadas y usar nuestras municiones en contra de algo ya superado pero que los romanistas están queriendo hacer resucitar. Y, como decía, Mario Moreno Cantiflas, 'eso no se lo vamos a permitir; no, señor'. (¿Recuerdas el Padrecito?)

Pero, hijo mío, ¿de qué nos van a criticar los católicos? Los que tienen rabo de paja no pueden meterse al fuego.

Karolusin, tú eres muy hidalgo. Eres un caballero. Por eso te queremos. Si a veces te digo cosas duras, lo hago para que reacciones, para que abras los ojos y dejes lo que tantos otors ya han dejado.

No me vengas con cuentos cuando dices que no te burlas, ja ja ja. Si tú eres un artista para burlarte, pero tienes estilo. Ser bufón no es fácil. Es un arte.

Saludos de tu futuro hermano, en la fe de Jesucristo, Ezequiel
 
Muy estimado Tomas, creo que suele suceder que cuando estamos un poquito heridos o sentidos con algunas personas, empezamos a magnificar sus errores y hasta veces inconsientemente, puede ser que exista esos errores que tu dices, ojala que no los estes viendo sentimentalmente.

Respecto a la correccion del problemas mencionados, como acertadamente se reconocio el poder de la oracion, pudiera ser que fuera importante poder sin sentimentalismos hablar con esas personas, hacerles notar lo que nosotros creemos que anda mal, o lo que nosotros considerariamos que pudiera resultar mas acertado.

Rrecordemos lo que la Biblia dice que debemos hacer cuando una persona "anda mal"
dice que debemos hablar con esa persona y con testigos, no estaria por demas hechar una buena platicadita con esos pastores .
 
En primer lugar permitidme pediros que evitemos las confrontaciones ICR – Protestantes en este epígrafe. Por favor. Os lo ruego.

Referente a lo que el hermano Pancholín comenta, debo decir que tiene en verdad mucho sentido y que en multitud de ocasiones es el resentimiento o el sentirse herido lo que lleva a planteamientos como el mío. Reitero que es totalmente cierto, pues yo mismo he visto como hermanos han proyectado sus problemas y frustraciones sobre la comunidad a modo de “cabeza de turco”.

Pero el planteamiento de éste tema no tiene ese condicionante. Por otra parte en mi experiencia con los pastores o ancianos que he conocido ha habido de todo, muy buenas experiencias y otras más negativas, sería injusto que plantease este tema por motivos personales y más cuando ahora vienen a mi memoria hermanos que han supuesto una gran ayuda y guía. Es más, en este momento me encuentro lo suficientemente en paz como para prescindir de este tema. Sin embargo “algo” en mi interior me induce a plantearlo.

Con el fin de reconducir el tema, propongo poner a examen los siguientes puntos y analizar si son ciertas y objetivas las siguientes consideraciones respecto del "poder” y funcionamiento social en las comunidades evangélicas:

1. Formación cada vez más evidente de un grupo de “profesionales de la fe” que consideran la fe en Cristo como una profesión más y por tanto un medio para ganarse la vida (no me refiero en absoluto al sostenimiento de obreros que dedican su tiempo a la obra de Dios), favoreciendo con ello la inactividad en la membresía (al tener un profesional que “ya se ocupa”) y también su posibilidad de ser solidaria con los más necesitados (al ver mermados sus ingresos, a veces, casi por completo).

2. Que debido a lo expuesto en el punto 1, están apareciendo un número cada vez más nutrido de oportunistas los cuales simplemente desean “sacar tajada” de algunos ingenuos, que seducidos por un lenguaje más o menos “evangélico” dicen amén a todo.

3. Que muchos de los obreros a todo tiempo se han apoltronado llegando a alcanzar niveles de vida de directivo de empresa y que, además, vetan la entrada a nuevos colaboradores, como si protegiesen un coto privado de caza.

4. Que el funcionamiento social de las iglesias se parece, en ocasiones, demasiado al modo de actuar de la sociedad. Favoreciendo de ésta manera la formación de jet-sets en las comunidades y por tanto también grupos de hermanos de “clase baja” (estratificación social de la membresía).

5. Que en muchas ocasiones la autoridad eclesial se ejerce con despotismo dictatorial y con una total falta de amor cristiano hacia la membresía.

Si todo lo que arriba he escrito (y más que podría decirse) no sólo es cierto sino que se está convirtiendo en una práctica cada vez más extendida, ¿acaso no deberíamos actuar? ¿o debemos dejarlo como está?

No os descubro nada al indicaros que en la Biblia se dedican muchisimas páginas a denunciar casos similares y a establecer una pedagogía para atajarlos. Sin ir más lejos, las epístolas del apóstol Pablo suponen un claro ejemplo de cómo Dios es sensible al “mantenimiento” de las comunidades establecidas. Todos sabemos que el Hombre dista mucho de ser perfecto y que sólo a través de Jesús puede lograr la reconciliación con el Padre, pero una cosa es ser imperfecto y otra lo descrito en los puntos arriba indicados.
Quizá lo más espeluznante de todo sea la pasividad de los creyentes ante tantas tropelías.

Que Dios nos muestre el camino y ante todo, Su voluntad.

Bendiciones.
Tomás.
 
Apreciado hermano TOMÁS:¡Cuánto me ha bendecido el leer tus mensajes! Tras más de
tres semanas de ausencia, retorno al Foro,
recorro todas sus páginas, leo los títulos
de todos los tópicos, y he aquí que como
quien halla un oasis en un árido desierto
me encuentro con este epígrafe.
Si imprimiera tus mensajes y los diera a mis
amigos diciéndoles que yo los escribí, ellos
al leerlos así lo creerían, salvo que les
llamaría la atención la superiodidad de
estilo y la certeza de los conceptos que
manejas con tanta maestría.
Hablas de pasar a la acción ¡y estoy de
acuerdo!, pero creo que de algún modo tú ya
has emprendido una acción tan importante
como efectiva al ingresar en el Foro todo
ésto. Por cada uno de los que te hemos ahora
respondido, quizá hay veinte o más que han
captado tu idea, despertando a la cruda
realidad que estamos viviendo. No todos
tienen todavía la madurez o el valor para
saltar a la palestra, pero de todos modos se
va creando conciencia de una realidad a la
que se la quiera sofocar con la ficción que
se vive en muchas iglesias.
Apruebo y respaldo cuanto has dicho, y siendo
que constato lo mismo en mi país que vives
tú en el tuyo, bastante lejano al mío, creo
que con mi testimonio apenas contribuyo a
conferirle más credibilidad de la que ya
tiene, a lo que ha sido tu exposición en este
tema.
Algo más agregaré desde mi propia óptica:
mucho me temo que no son pocas, sino ya
demasiadas, las iglesias que existen en
función de su pastor y familia, que aquellas
en las que sus pastores existen en función
de las iglesias que pastorean.
El Señor te siga bendiciendo e inspirando
de esta manera, combatiendo por la verdad.
Ricardo.