¿Es normal no encontrar frutales en el monte libre?
Al principio el ser humano vivía en el paraíso, era el paleolítico, se dice que el ser humano era cazador y recolector, vivía de los frutos que recolectaba de los árboles y de los animales mansos tipo koalas o perezosos, que cazaba fácilmente, ya que se alimentaban exclusivamente de fruta, también algún animal violento pero eran los menos. El campo estaba lleno de árboles frutales y de animalitos muy mansos. El ser humano iba por el monte y podía alimentarse con comida en abundancia, diferente y gratuitamente, la proporcionaba la misma naturaleza.
Hasta que al ser humano se le ocurrió la idea de que tenía que controlar la naturaleza, entonces llegó el neolítico, El ser humano se convirtió en agricultor y en ganadero, tanto los vegetales como la carne que comía los criaba el mismo ser humano y con ello se introdujo el comercio, que empezó con el trueque o intercambio, tú me das esto y yo a cambio te doy aquello, tú me haces este favor y yo a cambio te hago aquél.
Pero ¿Cómo iban a comprarle los vegetales y la carne, que el ser humano criaba, si el campo estaba lleno de ellos?
Pues la solución era ir destruyendo los frutales del monte paulatinamente, hasta que desaparecieran y con ello, también desaparecerían los animalitos más mansos, por hambre, al desaparecer su alimento primordial, la fruta. Así el ser humano podía comerciar con los animales y plantas que él criaba. Este es el inicio de todo.
En ese momento empezó a destruir poco a poco el monte y al mismo tiempo substituyendo los árboles frutales por pinos y eucaliptos.
El pino tiene hojas en forma de aguja, con lo que hace poca fotosíntesis, no aporta mucho oxigeno y no aporta nada al terreno, solo se aprovecha de él, ya que tiene la hoja perenne, desertiza el terreno.
El frutal aporta sus hojas, cuando caen, para enriquecer el terreno y las frutas que sobran, tiene hoja palmeada con lo que hace mucha fotosíntesis y enriquece mucho la atmósfera del preciado oxígeno.
El pino favorece la expansión de los incendios forestales y los extiende. En 2.009 ardieron 11.000 hectáreas de pino en un solo incendio. Cada incendio forestal es replantado con pinos.
Los frutales detienen la extensión de los incendios. Por ejemplo, en Sudamérica, cuando encuentran un laboratorio de cocaína, en la selva, lo rocían con gasolina y lo incendian, lo que no produce ningún tipo de incendio forestal, cuando se termina la gasolina, se apaga por sí mismo, en la naturaleza virgen, no existen incendios forestales, como es el caso de los pinos.
Al extinguirse los frutales y quedar sólo pinos y malas hiervas en el campo, los animales que se alimentaban de la abundante fruta que había, ya no se pueden alimentar, por consiguiente se extinguieron, sólo quedan animales que son unos verdaderos buscavidas en el monte, que para poder alimentarse de ellos y cazarlos, hay que utilizar al máximo el ingenio y la tecnología, con lo fácil que era anteriormente cazarlos.
Ahora con la ecología y como nos estamos dando cuenta de que se está desertizando el planeta, se ha iniciado la moda de plantar un árbol.
Planta un árbol en tu vida.
Este es el slogan que se utiliza para que las personas se sensibilicen y hagan lo propio. Pues el tema está cada vez peor, en vez de plantar un frutal, se planta un pino o un eucalipto que para el hecho es lo mismo, “una mala hierba”, podrían plantar un frutal, como un melocotonero, un manzano, un albaricoque, un peral, un níspero, etc.
En el paleolítico, los seres humanos, que estaban viviendo en el campo, podían comer todo tipo de frutas y animales que costaba poco cazar, ya que sólo se alimentaban de fruta, esto era el paraíso.
Hoy en día, si vas al campo a comer, lo que hay que hacer es supervivencia, o sea pasar hambre,
El pino, en medio virgen, se encuentra, como mala hierva que es, muy disperso y entre otra vegetación.
No es normal en la naturaleza el monocultivo de pinos, no se encuentra esto en ningún lugar de naturaleza virgen.
El pecado original es mentira, Eva no mordió la manzana, simplemente fue un negocio del ser humano, un intento de dominar brutalmente la naturaleza, en el que hoy en día, ya se ha visto que no puede ser.
Si intentas plantar un frutal en el monte, no compres semillas comerciales, ya que son estériles, o sea que los frutales no tendrán descendencia, intenta conseguir semillas ecológicas.
Las coníferas son como los pinos, y están repartidas por todo el “mundo civilizado”.
¡PLANTA UN ÁRBOL FRUTAL EN EL CAMPO!
Al principio el ser humano vivía en el paraíso, era el paleolítico, se dice que el ser humano era cazador y recolector, vivía de los frutos que recolectaba de los árboles y de los animales mansos tipo koalas o perezosos, que cazaba fácilmente, ya que se alimentaban exclusivamente de fruta, también algún animal violento pero eran los menos. El campo estaba lleno de árboles frutales y de animalitos muy mansos. El ser humano iba por el monte y podía alimentarse con comida en abundancia, diferente y gratuitamente, la proporcionaba la misma naturaleza.
Hasta que al ser humano se le ocurrió la idea de que tenía que controlar la naturaleza, entonces llegó el neolítico, El ser humano se convirtió en agricultor y en ganadero, tanto los vegetales como la carne que comía los criaba el mismo ser humano y con ello se introdujo el comercio, que empezó con el trueque o intercambio, tú me das esto y yo a cambio te doy aquello, tú me haces este favor y yo a cambio te hago aquél.
Pero ¿Cómo iban a comprarle los vegetales y la carne, que el ser humano criaba, si el campo estaba lleno de ellos?
Pues la solución era ir destruyendo los frutales del monte paulatinamente, hasta que desaparecieran y con ello, también desaparecerían los animalitos más mansos, por hambre, al desaparecer su alimento primordial, la fruta. Así el ser humano podía comerciar con los animales y plantas que él criaba. Este es el inicio de todo.
En ese momento empezó a destruir poco a poco el monte y al mismo tiempo substituyendo los árboles frutales por pinos y eucaliptos.
El pino tiene hojas en forma de aguja, con lo que hace poca fotosíntesis, no aporta mucho oxigeno y no aporta nada al terreno, solo se aprovecha de él, ya que tiene la hoja perenne, desertiza el terreno.
El frutal aporta sus hojas, cuando caen, para enriquecer el terreno y las frutas que sobran, tiene hoja palmeada con lo que hace mucha fotosíntesis y enriquece mucho la atmósfera del preciado oxígeno.
El pino favorece la expansión de los incendios forestales y los extiende. En 2.009 ardieron 11.000 hectáreas de pino en un solo incendio. Cada incendio forestal es replantado con pinos.
Los frutales detienen la extensión de los incendios. Por ejemplo, en Sudamérica, cuando encuentran un laboratorio de cocaína, en la selva, lo rocían con gasolina y lo incendian, lo que no produce ningún tipo de incendio forestal, cuando se termina la gasolina, se apaga por sí mismo, en la naturaleza virgen, no existen incendios forestales, como es el caso de los pinos.
Al extinguirse los frutales y quedar sólo pinos y malas hiervas en el campo, los animales que se alimentaban de la abundante fruta que había, ya no se pueden alimentar, por consiguiente se extinguieron, sólo quedan animales que son unos verdaderos buscavidas en el monte, que para poder alimentarse de ellos y cazarlos, hay que utilizar al máximo el ingenio y la tecnología, con lo fácil que era anteriormente cazarlos.
Ahora con la ecología y como nos estamos dando cuenta de que se está desertizando el planeta, se ha iniciado la moda de plantar un árbol.
Planta un árbol en tu vida.
Este es el slogan que se utiliza para que las personas se sensibilicen y hagan lo propio. Pues el tema está cada vez peor, en vez de plantar un frutal, se planta un pino o un eucalipto que para el hecho es lo mismo, “una mala hierba”, podrían plantar un frutal, como un melocotonero, un manzano, un albaricoque, un peral, un níspero, etc.
En el paleolítico, los seres humanos, que estaban viviendo en el campo, podían comer todo tipo de frutas y animales que costaba poco cazar, ya que sólo se alimentaban de fruta, esto era el paraíso.
Hoy en día, si vas al campo a comer, lo que hay que hacer es supervivencia, o sea pasar hambre,
El pino, en medio virgen, se encuentra, como mala hierva que es, muy disperso y entre otra vegetación.
No es normal en la naturaleza el monocultivo de pinos, no se encuentra esto en ningún lugar de naturaleza virgen.
El pecado original es mentira, Eva no mordió la manzana, simplemente fue un negocio del ser humano, un intento de dominar brutalmente la naturaleza, en el que hoy en día, ya se ha visto que no puede ser.
Si intentas plantar un frutal en el monte, no compres semillas comerciales, ya que son estériles, o sea que los frutales no tendrán descendencia, intenta conseguir semillas ecológicas.
Las coníferas son como los pinos, y están repartidas por todo el “mundo civilizado”.
¡PLANTA UN ÁRBOL FRUTAL EN EL CAMPO!