El pastor debe ser pobre!!!

Aslan

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6 Agosto 2002
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Muchos grupos cristianos, iglesias y organizaciones (misiones, casa de apoyo, etc.) someten a sus líderes a bajos salarios. Hay denominaciones, que le dan el poder a sus congregaciones por medio de asambleas y, en ellas, los pastores conocen su rumbo financiero. Poco salario y mucho trabajo. Parece ser que la consigna es que los pastores deben ser pobres!!!
En este tema vemos inmiscuído el asunto del diezmo, y de la "politiquería cristiana." Cuando digo esto, manifiesto mi desacuerdo con tal idea.
1.- Los pastores no deben ser pobres!
2.- Las iglesias (congregación) no deben, porque no es bíblico que así lo hagan, controlar al pastor de la iglesia a través de sus finanzas.
3.- Un pastor, debiera ser un hombre que dependiera de Dios, y por lo tanto, no forzosamente depender del mucho o poco dinero que una iglesia le pueda dar.
4.- Pero si la iglesia le puede mantener a él y asu familia. Eso sería lo mejor.
En el apóstol Pablo, aprendemos que él no rechazaba la ayuda de los hermanos y, sí, también trabajaba para cubriri sus gastos y necesidades.
Por otro lado, tenemos a los pastores autoritarios, que toman todos los diezmos para sí, se los gastan en asuntos personales; pero su (empresa) iglesia, no crece. Osea, vive de forma irresponsable y a costa de los fieles que si diezman en sus congregaciones...
La verdad es que un compañero de trabajo (Universidad) me dijo que él pensaba que el mejor negocio que pudiera haber era ser pastor y tener una congregación que aflojara el billete...
 
Ni ricos ni pobres, y a ser posible, pastores no asalariados, que se ganen la vida haciendo tiendas como Pablo, para no ser gravosos a la Iglesia.


Se pastor no es una profesión, sino un ministerio para Dios.


El pastorado "profesional" lo inventó el hombre, en concreto la iglesia católica. El modelo bíblico, no es ni unipastoral, ni de pastores a sueldo como regla mayoritaria. :no:
 
Oye Maripaz...

Oye Maripaz...

No conozco el nombre del autor del pensamiento que acabas de poner... ¿Quién es? ¿Qué hace?

Disculpas; pero no quiero pecar de ignorante!
 
Yo creo que hay que darles un sueldo a los pastores, pero en equilibrio con lo que entra en la congregacion, he conocidos unos que se lo lleban todo, y otros que a pesar de haber bastante le dan miserias...:(
creo que si el pastor se la pasa en un trabajo por ahi no va a tener tiempo para su propia familia si esta pastoreando...... creo que eso de que los Pastores se la tiene que pasar haciendo tiendas como Pablo es insano si el Pastor tiene una familia pero a la vez es mas que logico que si la congregacion no tiene ingresos mejor que tenga otro trabajo para subsitir!

Pero nunca nos olbidemos que un pastor tambien es un ser humano con familia, osea esposa e hijos , si uno no es casado es dificil entender claro.
 
Te contaré una especie de chiste, lamisionband

Dicen que una congregación escocesa se había quedado sin pastor y oraron pidiendo a un pastor que fueso pobre y rico en espíritu.
Durante meses no obtuvieron respuesta.
Entonces cambiaron de oración diciendo:
Danos un pastor profundamente espiritual, que de pobre ya nos encargaremos nosotros.
Ignoro la respuesta a tal petición.
 
EXACTAMENTE JEJEJEJEJE
 
Re: Oye Maripaz...

Re: Oye Maripaz...

Originalmente enviado por: Aslan
No conozco el nombre del autor del pensamiento que acabas de poner... ¿Quién es? ¿Qué hace?

Disculpas; pero no quiero pecar de ignorante!


Mi firma


¿Preguntas por John Nelson Darby? :confused:


Anglicano y el punto que inició un gran avivamiento en Inglaterra que terminó con la creación de los Hermanos libres o Hermanos Plymouth.


Algo de su historia:


JOHN NELSON DARBY
Su nacimiento, peregrinaje y muerte
Nota biográfica. (Gentileza de A. G.)


John Nelson Darby nació en Londres en 1800, en el seno de una acomodada familia irlandesa. Después de unos brillantes estudios en la Universidad de Dublín renunció a la carrera de abogado, para consagrarse al servicio de Dios. Un profundo trabajo de alma, antes de tener la paz por la simple fe en Cristo y en su obra, le preparó para este cometido. Consagrado como pastor anglicano en 1826, empezó su ministerio en una pobre y ruda comarca de Irlanda, dándose al mismo con ardor y plena dedicación. Allí adquirió la convicción de que no solamente la Iglesia anglicana se hallaba en un triste estado moral y espiritual, sino de que la existencia de múltiples iglesias y denominaciones religiosas de la cristiandad era, de hecho, la negación de la sola y única Iglesia a saber, el conjunto de los creyentes, unos en Cristo, de quien forman su Cuerpo sobre la tierra, unido a la Cabeza glorificada en el cielo.

Dimitió de sus funciones religiosas y entró en relación con otros cristianos, que, como él, se hallaban iluminados únicamente por la luz de las Escrituras.

Algunos empezaron a reunirse con él, fuera de toda organización, en la ciudad de Dublín. Otros grupos se formaron al mismo tiempo y a continuación en Inglaterra y en el Continente (Suiza, Francia y después Alemania), así como en Norteamérica.

J. N. Darby, que unía a una grande y humilde piedad una cultura intelectual de excepción, un espíritu abierto y una capacidad de trabajo sorprendente, se consagró por entero, hasta su muerte acaecida en 1882 (en Bournemouth: Inglaterra), a la propagación, por medio de su palabra y de su pluma, de las verdades que hallaba en la palabra de Dios. Anunciaba el evangelio a los inconversos, con un gran amor en favor de las pobres almas esclavas del pecado, pero en particular orientó su servicio en reunir a los creyentes alrededor del Señor, a esclarecerles sobre la excelencia de su posición ante Dios a consecuencia de la perfección de Cristo y de su obra, sobre la vocación celestial y la esperanza de la Iglesia, y sobre el sentido del testimonio de Dios en la tierra.

No cesó jamás de viajar, recorriendo amplias zonas de la Europa occidental (Francia, Suiza, Alemania, Italia, Holanda), y largas visitas a los Estados Unidos, Canadá, Antillas, Nueva Zelanda, etcétera.

Ha dejado un gran número de escritos, en su mayoría tratados y opúsculos relativamente breves. Han sido reunidos durante su vida y después de su muerte por la diligencia y los cuidados de William Kelly, y forman una colección ( Collected Writings) de treinta y cuatro volúmenes, más otros siete de Notas y comentarios sobre la Escritura.

Entre los más significativos podemos mencionar: La Iglesia según la Palabra (1850), El Culto según la Palabra (1848), La esperanza actual de la Iglesia y las profecías que la establecen (1840), numerosas publicaciones de controversia (pues tuvo que combatir a muchos contradictores y falsos maestros), comentarios escriturales, etc. Los estudios sobre la profecía: Notas sobre el Apocalipsis (1842). Estudios sobre Daniel (1840). También se ha publicado una voluminosa correspondencia (de la cual destacan tres tomos de cartas en inglés).

Pero sus obras capitales son, de una parte, los Estudios sobre la Palabra, publicados a partir de 1852 (primero en francés, después en inglés), y, de la otra, su traducción de la Biblia al francés, efectuada con la colaboración de hermanos calificados, obra de valor inestimable por su exactitud y por el respeto con el que ha sido tratado el texto sagrado. La traducción en francés, sirvió de base a la traducción alemana y a una versión inglesa.


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Resumen itinerante tomado
de su correspondencia
(Todo este resumen es aproximado)
Desde 1832 hasta 1839 toda su correspondencia está dirigida desde Irlanda o desde Inglaterra, pero el 22 de noviembre de 1839 hallamos su primera carta fechada en Neuchâtel (Suiza), país donde permaneció hasta 1843, circunscribiéndose al área o cantones de lengua francesa (Lausana y Ginebra principalmente). Regresa a Inglaterra, donde reside hasta el año siguiente, y en marzo del mismo (1844) escribe su primera carta desde Francia (Montpellier). Después de una breve estancia en este país, regresa a Londres, y desde allí viaja a numerosas ciudades de Inglaterra. En enero de 1847 escribe desde la isla de Guernesey (canal de la Mancha). En la primavera de este mismo año visita nuevamente Montpellier, en donde permanece poco tiempo. Regresa a Inglaterra en octubre, y en enero de 1848 volvemos a encontrarle en Montpellier, desde donde vuelve a regresar a Inglaterra (casi siempre a Plymouth), desde donde escribe en mayo. Viaja por Inglaterra, ocupado constantemente en el ministerio, y a finales de año fecha sus cartas en Ginebra, después en Vernoux (en marzo de 1849), en abril desde Montpellier, y en mayo desde Orthez (Bearne). La obra empieza a tomar cuerpo en Francia. Regresa a Montpellier, y en octubre lo detectamos en Nîmes. A continuación, después de permanecer bastantes semanas en esta población (tres meses por lo menos), lo hallamos en Lausana (Suiza) en julio de 1850; en febrero de 1851 en Montpellier, y desde Londres escribe el 14 de julio del mismo año. El Sr. Darby tiene ya cincuenta años cumplidos.

Viaja por Inglaterra durante bastante tiempo (casi dos años), y en 1853 otra vez a Montpellier. Lo reencontramos en Irlanda en mayo de 1854, y en Londres el mismo mes, hasta agosto. A principios de 1855 se desplaza a Elberfeld (Alemania), parece ser que por primera vez; en el mes de abril aún escribe desde allá. (Alemania llenó una no pequeña parte de su ministerio, con grande bendición). En el mes de noviembre lo hallamos en Inglaterra y en junio de 1856, nuevamente en Francia, en el Gard (Nîmes).

En septiembre de 1857 inicia sus primeros contactos con creyentes holandeses y escribe desde Rotterdam. Desde esta ciudad se traslada otra vez a Alemania, y a primeros de 1858 regresa a Londres. Permanece en Inglaterra, pero en octubre de 1859 escribe desde Dublín; en abril de 1860 otra vez desde Nîmes (Francia); en agosto desde Saint-Agréve (Ardeche), y llega a Lausana en octubre, en donde queda tres o cuatro meses. Los años van sucediéndose. J. N. Darby ha cumplido sus sesenta años con una gran labor de ministerio oral y escrito en favor de las almas en tinieblas y entre los hijos de Dios. El Maestro le dirige, y él gobierna su vida, en la dependencia a los dictados de arriba.

En octubre de 1861 escribe nuevamente desde Elberfeld (Alemania), y en diciembre le hallamos nuevamente en Londres. Después de visitar numerosas comarcas del país (pues la obra en Inglaterra es importante: la nación número uno), en otoño de 1862 lo hallamos en Canadá. Allá permanece un año, aproximadamente, visitando numerosas ciudades, y lugares inverosímiles entre los indios, los leñadores, lugares que hasta poco —dice él— eran el dominio de los osos y de los lobos.

Noviembre de 1863: otra vez en Londres, pero en febrero de 1864 lo tenemos nuevamente en Lausana. (En la Suiza de lengua francesa la obra fue muy bendecida. Podemos casi asegurar que proporcionalmente al número de habitantes —unos novecientos mil en la actualidad— es donde mayor número de asambleas locales existen. algunas de ellas bastante numerosas, y también mayor número de almas vinculadas al testimonio).

En marzo de 1864 visita nuevamente Pau (fue el lugar en donde se realizó la mayor parte del trabajo de traducción del Nuevo Testamento en su versión francesa). En agosto del mismo año escribe desde Zurich (es la primera vez que seguramente visita la Suiza de habla alemana.) En octubre le hallamos nuevamente en Londres, y en diciembre ha efectuado ya su segunda travesía del Atlántico y escribe desde Montreal. A mediados de 1865 deja el Canadá y por tierra se traslada a los Estados Unidos. Entra en contacto con diversos creyentes, principalmente oriundos de Europa (franceses y suizos). Visita Nueva York y Boston, desde donde probablemente regresa a Europa; llega en octubre del mismo año, y después de visitar la Isla de Wight, Dublín en Irlanda, y Glasgow en Escocia, regresa a Londres, en donde fecha una carta en enero de 1866. Se traslada nuevamente a Dublín en donde permanece hasta mayo, y desde allí se dirige a París para regresar nuevamente a Londres, desde donde volvemos a tener noticias en junio del mismo año.

En el mes de agosto vuelve a atravesar el Atlántico por tercera vez; ha llegado al Canadá, por donde viaja durante tres meses de un lugar a otro (Hamilton, Toronto, Guelph), para dirigirse desde allí a Nueva York en el mes de noviembre, donde se hospeda dos meses. En febrero de 1867 lo detectamos en Boston por poco tiempo y de allí regresa a Nueva York, desde donde, después de permanecer otros dos meses, se traslada a Massachusetts, y desde Boston (capital del estado) escribe en mayo. En junio le hallamos en Guelph (Canadá), lugar en donde se daban las conferencias anuales, con la asistencia de hermanos canadienses y norteamericanos. Se traslada a Toronto, donde permanece por un tiempo, y otra vez desde allí a Nueva York hasta finales de 1868. Regresa nuevamente al Canadá en marzo de 1869 (Montreal), y en julio le tenemos ya de regreso en Irlanda. Escribe desde Dublín, y un mes más tarde desde Londres, en donde reside hasta el 17 de noviembre. Nuevamente cruza el Atlántico por cuarta vez, y a fines de año visita por primera vez la Guayana Inglesa, las pequeñas Antillas (Barbados, San Vicente), y Jamaica en las grandes Antillas. Pasan los meses y escribe cartas desde Georgetown, Kingston, etc., hasta mayo de 1869. Regresa a Londres, desde donde fecha una carta el 5 de junio. En agosto otra vez le hallamos en Ginebra; a continuación en Pau (Francia), y en noviembre en Elberfeld (Alemania). En esta población permanece bastante tiempo, tal vez cinco meses. Desde allí escribe mucho. En mayo de 1870 el Sr. Darby se encuentra en Londres. Alcanza un hito en su pasaje terrenal: tiene ya setenta años. (Sal. 90:10).

En julio de 1870 (año de la guerra Franco-Prusiana, en que tantas circunstancias penosas sufrieron los franceses del norte en particular y entre los tales bastantes hermanos), el Sr. Darby se traslada al Canadá, atravesando el océano por quinta vez. Escribe desde Guelph, reembarca en agosto, según se deduce por su carta, y en septiembre escribe desde Londres. Su permanencia en el continente americano ha sido muy breve. Seguramente cambió sus planes al producirse la declaración de guerra por parte de Napoleón III el día 15 de julio. En esta fecha se hallaba en Guelph y podemos creer que su corazón sufría. Tanto en Francia como en Alemania había hermanos que debieron enrolarse en los respectivos ejércitos. Esto es un desastre para los verdaderos hijos de Dios en las circunstancias del desierto. En sus cartas de esta época nos daremos cuenta de cómo trata todo este asunto, los derivados y las consecuencias. Como siempre, dirige el corazón de los santos, por encima de lo que es terrenal, con aquella sabiduría y tierna delicadeza en favor de los que podían verse involucrados por sentimientos nacionales.

Desde septiembre de 1870 le seguimos por sus cartas y nos damos cuenta que esta vez ha permanecido en Inglaterra unos seis meses. En junio de 1871 le hallamos en Dublín, en agosto lo encontramos en Belfast, desde donde regresa a Londres el mismo mes. En septiembre escribe desde la Suiza de habla francesa (Vevey). Leemos varias cartas de fecha imprecisa y en noviembre lo hallamos en Turín (Italia). Allí permanece hasta enero de 1872; entra en Francia por Niza, de allí se traslada a Nimes, desde donde recorre el Gard. En abril está en París, desde donde regresa a Londres en el mismo mes. Pero he aquí que en junio lo hallamos nuevamente en Boston, en su sexta travesía del Atlántico. De Boston se traslada a St. Louis, Chicago, Springfield, y de allí nuevamente a Chicago a final de año. Parece increíble tanta actividad, a sus años y en su tiempo. Desde el Estado de Kentucky escribe en enero del 1873, en marzo desde Montreal (Canadá), y a renglón seguido, regresa a Estados Unidos (Boston), yendo a continuación a Nueva York (abril). El mes de julio de 1873 fecha sus cartas desde Inglaterra: Leeds, Ryde, Ventnor, Bath, Hereford, Londres, Edimburgo (Escocia), otra vez Leeds, Londres, Dublín (Irlanda), hasta finales de año.

Empezamos el 1874, y en enero lo hallamos en Belfast (Irlanda del Norte), después viajando hacia París y en febrero en Milán (Italia). En abril aún está allí y el mismo mes se traslada a Vevey (Suiza de habla francesa). Escribe mucho desde allí, y en junio lo encontramos en Dillenburg, después en Siegen, Elberfeld (todo esto en Alemania), para volver a Londres en julio.

A mitad del 1874, aproximadamente (Darby tiene ya 74 años), emprenderá su séptimo y último viaje al Canadá y Estados Unidos. Pero esta vez atravesará el Continente americano de Este a Oeste, y desde San Francisco de California, después de haber pasado cinco días y seis noches en ferrocarril, embarcará hacia Nueva Zelanda. Más de treinta días de buena navegación le llevarán a Auckland, la más importante de las ciudades neozelandesas, enclavada en la isla Norte (una de las dos grandes islas del archipiélago); pero sigamos la ruta de sus cartas.

En el mes de septiembre de 1874 escribe desde Boston, en noviembre desde Nueva York. Vuelve a Boston, donde permanece todo el mes de marzo. Entre Concord, Nueva York y Filadelfia, el mes de abril y en Chicago hasta junio. En agosto lo hallamos ya en San Francisco, a orillas del Pacífico. De esta ciudad embarca ruta Nueva Zelanda, a donde llega después de cinco semanas de navegación. Escribe su primera carta desde Auckland, la segunda desde Nelson, en la Isla Sur, en octubre de 1875, en donde permanece unas semanas. En febrero de 1876 lo hallamos otra vez en la isla Norte, esta vez en Wellington (la capital), y en marzo en Christchurch, la ciudad más importante de la isla Sur. Desde esta ciudad escribe que se propone trasladarse a Melbourne (Australia) para asistir a una conferencia, y de allí a Sydney, para embarcarse de regreso a San Francisco (EE.UU.). Efectivamente: el 9 de junio de 1876 escribe ya desde esta ciudad.

Desde Brandford (Canadá), en el mes de julio, escribe a un hermano de Francia: «Nueva Zelanda me ha tenido un poco alejado de la obra de Europa; del cuerpo de la obra, no del corazón. Ahora estoy ya de regreso, esperando encontrarme allá antes del invierno. Cuando recibí su carta acababa de atravesar el Pacífico; treinta y un días de mar, debiendo añadir a esto cinco días y seis noches de ferrocarril. Salvo el calor de estos dos últimos días, bastante fatigoso, me encuentro muy bien por la bondad de Dios, y gracias a Él he hallado a los hermanos de aquí gozosos y en paz. Puede que sean un poco negligentes en relación con los de fuera, pero son espirituales, piadosos, unidos, teniendo solicitud los unos por los otros.»

Desde San Francisco (antes de trasladarse a Brandford para asistir a una conferencia que reunió a numerosos hermanos del Canadá y de los Estados Unidos) fue a Chicago, en donde empezó a escribir la carta cuyo extracto queda indicado anteriormente, y de allí a Hamilton, desde donde escribe a mediados de julio. En Toronto fecha una carta el 20 de agosto; en Belleville, en septiembre. Después se traslada a Quebec; en noviembre escribe desde allí, y a finales de este mes también desde Boston, en Estados Unidos. En diciembre aún permanece en esta ciudad, no sé hasta cuando, pero el hecho es que no ha regresado a Europa antes del invierno, como tenía previsto. A principios de marzo de 1877 está en Nueva York y el día 21 del mismo mes en Halifax, donde continúa por algún tiempo. El 4 de junio escribe desde Ottawa —la capital administrativa del Canadá—. Después, parece ser que desde Quebec, regresó a Inglaterra, y que de allí se trasladó a Dublín, según una carta fechada el 23 de junio.

Ha estado ausente de Europa desde septiembre de 1874 hasta junio de 1877 (casi tres años), visitando los países nombrados. Aún tiene bastante energía, pero, según confiesa, siente el peso de la vejez, aunque también el de gloria. Se halla más desligado de la tierra y más cerca del Señor. Sus cartas tienen cada vez un sabor más celestial. Las hay que parecen venir de otro mundo, y de estar escritas por un hombre de otra raza: realmente es así.

Viaja y escribe desde Leeds, y regresa a Londres, donde permanece por un tiempo. A finales de año se halla en Dublín, lugar donde le sorprenden los albores de 1878. Escribe; siempre escribe. Muchos días responde a trece o catorce corresponsales, pero no es todo. Tenemos el compendio de su grandiosa obra escrita, que ha ido creciendo a través de los años, y que gracias a Dios tenemos a nuestra disposición. Todo esto no ha sido obra de gabinete (aunque también haya ocupado mucho tiempo en él), sino viajando de aquí para allá, levantándose a las cuatro de la mañana y trabajando hasta las once de la noche, un día y otro día, un mes y otro mes; un año tras otro. Con la fatiga de la vida, las enfermedades, los accidentes. Las largas correrías, los viajes a caballo, la diligencia y el ferrocarril de aquel tiempo. La alimentación, tan dispar según los países, con lo que esto lleva aparejado (peligro de constantes trastornos digestivos), etc. No es comprensible —naturalmente hablando— su proliferación de trabajo, tanto de cuerpo como de espíritu, si hacemos abstracción de la energía, la guía y el poder del Espíritu Santo. Durante semanas, predicando cada día seis y siete veces. Los estudios con los hermanos; las visitas por las casas, el tráfago de la lucha, la contradicción de los incrédulos; el racionalismo que invadía Inglaterra. ¡Siempre en la brecha!

En mayo de 1878 —este anciano— se desplaza aún a Elberfeld (Alemania), a Zurich, Ginebra y Berna (todo esto en Suiza), y en septiembre otra vez de regreso a Londres.

A principios de 1879 —ahora es preciso contar los meses muy despacio, lo hallamos en Pau (Francia). Se hospeda durante seis meses en casa del amado hermano Schlumberger, trabajando para completar la versión francesa de la Biblia, o tal vez la revisión del Antiguo Testamento, pues el Nuevo hacía años que se había publicado. En julio escribe desde Londres, en donde permanece un par de meses, y vuelve a trasladarse a Francia (siempre amó mucho la obra de ese país). En septiembre escribe desde Les Ollieres (Ardeche), y después desde Vernoux y Montpellier en octubre. El mismo mes, regresa a Pau, desde donde se dedica a escribir mucho y donde permanece tres meses con alguna salida por los alrededores, y a Burdeos en diciembre de 1879, pero en enero de 1880 escribe aún desde Pau.

A primeros de febrero fecha una carta desde Londres. En abril otra desde Reading, donde creo que existían dificultades serias en la asamblea local. En mayo está en Dublín, en junio en Belfast, y en julio regresa otra vez a Dublín. En septiembre se desplaza a Escocia (Edimburgo, Aberdeen), y en octubre regresa a Londres.

Ha cumplido los 80 años, y no puede desplazarse como hasta entonces (Sal 90:10).

En Londres permanece alrededor de medio año, hasta mayo de 1881, pero siempre con sus plenas facultades mentales e intelectuales, trabajando en su gabinete, o en la cama, o como sea. El 28 de junio escribe desde Croydon (cerca de Londres), en donde permanece dos meses, y regresa a Londres, desde donde, a continuación, vuelve a Croydon, y escribe también desde Ventnor en el mes de octubre.

En el mes de enero de 1882 —año de su fallecimiento— escribe aún desde Londres, y desde Croydon en febrero, regresando a Londres nuevamente, desde donde fecha una carta el 28 de este mes.

El 10 de marzo el Sr. Darby se halla ya en Bournemouth —último viaje de peregrino y lugar donde terminó su carrera terrestre. El día 11 se despide (por mano de otro, pues no puede ya escribir) de su amado P. Schlumberger de Pau, «deseándole la bienvenida en el otro mundo».

Aún leemos otra carta con fecha 28 de marzo, y el 29 de abril de 1882 partió para estar con su Señor, después de una carrera pletórica de un trabajo bendecido.

http://www.sedin.org/propesp/ignorado.htm



En esta web podemos encontrar muchos escritos suyos. Examinemos todo y retengamos lo bueno. :leyendo:

http://www.sedin.org/spanind.htm#1
 
Ahora entiendo...!!

Ahora entiendo...!!

Gracias Maripaz, entiendo que sí estás documentada y me sirve par ampliar el concepto.

Por cierto, yo creo que los pastores primero que nada deben estar convencidos de su llamado. Ahora que, hay pastores que trabajan en denominaciones y cual entrenadores de un equipo de futbol los cambian cuando al cuerpo directivo se le antoja o "cuando Dios dice que es el tiempo."
Actualmente, en México está abundando otro tipo de pastores. Conozco a uno en particular. Llegó a ser pastor porque fue la única persona que estuvo dispuesta a llevar la carga de dirgir a un grupo de personas. De hecho, no estudio en un seminario o instituto. El grupo surgió en su casa, donde él se limitaba a prestar el lugar para que la gente se reuniera. Pasado un tiempo, como muchas congregaciones, creció y el grupo de ser 10 pasó a ser de 150 personas. Llegó, pues, el momento de decidir de quién se hacía cargo de ese grupo. Allí se encontraban personas que habían estudiado en Universidades cristianas en EEUU, y en insitutos e, incluso quienes ya habían tenido experiencia pastoreando.
En la junta que llevaron a cabo para decidir (después de orar, por supuesto) llegaron a un momento en que no sabían que decisión tomar... Y después de pensarlo este hombre del que les platico, dijo: "Bueno, como nadie de los que puede ser pastor de este grupo quiere, entonces el que los dirija a ustedes voy a ser yo. Finalmente, están en mi casa y de aquí hemos mandado a varios de ustedes para que se preparen (lo que quiere decir que obedecerán a mí)y no sienten que deban hacerlo, entonces YO LO HARE!"
Actualmente es una congregación de 10,000 congregantes y su pastor no es pastor, dicho por el mismo. Le dice a su gente ¿saben qué? a mí díganme doctor (es cirujano dentista) y no me digan pastor, pues nonme preparé para eso. Soy doctor, díganme doctor y ya.
Les platico esto, porque ahora, es un ministerio grande. Pero en sus inicios hace 25 aÑOS era un grupo pequeño. El doctor ganaba más como dentista que como pastor y al paso del tiempo, esta congregación es muy poderosa en todos los sentidos (icluyendo el económico, por supuesto).
Estoy de acuerdo, un pastor debe ser sabio en como se hace llegar de sus ingresos y también en como los utiliza.
Y sin embargo, hay pastores que se aprovechan de su poder de referncia y actúan en mal plan. Hacen negocios con los miembros de sus congregaciones, en aras de tener más dinero. Y otros, son asalariados y cambiados de acuerdo al cuerpo gobernante en turno.
Debe haber un estándar, pienso. De lo contrario habrán muchos doctores, siendo pástores, por el simple hecho de que están obedeciendo a Dios en una necesidad.
¿Qué hay del llamado para los pastores<?
 
He aquí una frase de Aslan
Por otro lado, tenemos a los pastores autoritarios, que toman todos los diezmos para sí, se los gastan en asuntos personales; pero su (empresa) iglesia, no crece. Osea, vive de forma irresponsable y a costa de los fieles que si diezman en sus congregaciones...
La verdad es que un compañero de trabajo (Universidad) me dijo que él pensaba que el mejor negocio que pudiera haber era ser pastor y tener una congregación que aflojara el billete...
Tobi


Cabe suponer, Aslan que que tu compañero de trabajo y tu sois tal para cual. Ambas opiniones respecto al pastorado han sido muy claras.
Yo no se en otros paises, pero en el mio aún no he conocido a un pastor que no me haya dicho que el pastorado es el peor negocio de su vida. Especialmente a uno que antes de ser pastor veraneba durante un més en lo mas selecto de la Costa Brava. Llevado de su vocación estudió e ingreso en el pastorado. Se le acabó la buena vida, pero no dió marcha atras y te aseguro que pudo hacerlo en muchas ocasiones.
El signo de su economía siempre ha sido el de
PRECARIEDAD
 
Sucede Tobi, que...

Sucede Tobi, que...

No sé si entendí bien tu apunte... Indudablemente que es digno de reconocimiento aquella persona que siendo una persona de dinero, decida ser pastor, y siendo pastor, y ano tenga el mismo nivekl de ingresos. Eso es digno de tomarse en cuenta y reconocerse SI!

Pero... también conozco a los que tienen un pastorado-negocio, sin llamado. Les preocupa que la gente que venga a su congregación sea gente de buen nivel económico y no les predican a los que tienen escasos recursos.

Debo decirte, Tobi, que lo que me dices de precario, aquí en México era muy común hasta los años 80. Ser pastor era sinónimo de pobre y aveces de miserable. Ahora, sigue habiendo de esos pastores; pero abundan los que traen carro último modelo, hijos en escuelas privadas (de paga), continuos viajes a otros países y, por supuesto sus obligadas vacaciones... Con dinero de los diezmos o con dinero de negocios mal habidos...

Eso... me parece que debe ser condenable, en contraparte del ejemplo que me acabas de dar. ¿Si?
 
Allá cada cual respecto a su responsabilidad delante de Dios.
Pero lo que no se debe hacer es generalizar y tu lo hiceste. Eso es lo inadmisible.
No todos los que han dedicado su vida al pastorado han abandonado una posición económica enviadiable, ni todos los que estan en el ministerio tienen coches último modelo.
Sin duda hay casos de aprovechados pero no son los más, sino los menos. Y aún esos menos se debería ver si estan dentro de lo lícito o no. En todos los casos hay que saber distinguir entre lo puramente profesional y lo que verdaderamente es vocacional.
Bendiciones.
 
Re: Sucede Tobi, que...

Re: Sucede Tobi, que...

Originalmente enviado por: Aslan
No sé si entendí bien tu apunte... Indudablemente que es digno de reconocimiento aquella persona que siendo una persona de dinero, decida ser pastor, y siendo pastor, y ano tenga el mismo nivekl de ingresos. Eso es digno de tomarse en cuenta y reconocerse SI!

Pero... también conozco a los que tienen un pastorado-negocio, sin llamado. Les preocupa que la gente que venga a su congregación sea gente de buen nivel económico y no les predican a los que tienen escasos recursos.

Debo decirte, Tobi, que lo que me dices de precario, aquí en México era muy común hasta los años 80. Ser pastor era sinónimo de pobre y aveces de miserable. Ahora, sigue habiendo de esos pastores; pero abundan los que traen carro último modelo, hijos en escuelas privadas (de paga), continuos viajes a otros países y, por supuesto sus obligadas vacaciones... Con dinero de los diezmos o con dinero de negocios mal habidos...

Eso... me parece que debe ser condenable, en contraparte del ejemplo que me acabas de dar. ¿Si?

La escritora norteamericana y premio nobel de literatura , Pearl Buck , hija y esposa de misioneros , tiene un libro ( novela ) llamado " Hombres de Dios " , donde confronta la actitud de dos amigos pastores , y cada uno con la actitud opuesta al del otro : Son tal y como tu lo has explicado .

Es que hay de todo amigo . Mas yo solo conozco a los pobres . Los otros , no he tenido el disgusto .
 
El asunto es el llamado...

El asunto es el llamado...

En este punto me llama la atención algo importante. ¿Qué hay del llamado?
La Biblia dice en Romanos 11:29:

29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Quiero entender que por eso los ministros que se hacen ricos a costa de su feligresía siguen siendo usados por Dios. No es toy muy seguro; pero pienso que sí. Ahora bien,también conozco pastores pobres, que no lo son solamente en el sentido económico, sino en el sentido espiritual (escasez de visión y amor a Dios), y en el sentido de la actitud.

¿Conocen ustedes las actitudes pobres? ¿La mente pobre?

Y bueno, yo aceptaría más a un pastor que sea rico en todos los sentidos, que a un pastor pobre, sin visión y sin estrategia de Dios para ganar almas. Vaya, habrá que hacer obra de evangelista. Aunque, por supuesto, no acepto a los que abusan de sus congregaciones. Ningún tipo de abuso. No alos abusos emocionales, sexuales, económicos y hasta espirituales de los pastores.

Si sería bueno saber su opinión acerca de cómo debe ser un pastor. O cuáles son las marcas que identifican a un pastor.

Algún pastor que conocí, me dio mucha tristeza porque siendo Maestro en Divinidades, egresado de la Universidad como Lic. n Psicología, casado y con dos hijos (en ese momento), resultó seductor de una adolescente de 13 años. Eso, me parece un abuso.

Otro pastor (pobre en lo económico, por cierto), egresado del Seminario y con una congregación pequeña de 35 personas, tan sólo. Resultó que violó a una niña de 12 años. Eso es una violación. Y los testimonios son devastadores... A los dos los conocí... y me da mucha tristeza con mezcla de coraje...