EL ODIO SALVAJE DEL INFIERNO

16 Junio 2001
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Me encuentro mucha gente que no acaba de aceptar la existencia del infierno. Este hecho es una evidencia bíblica irrefutable. Tanto el Antiguo Testamento como el mismo Jesús confirman la existencia de ese lugar horrible al que van los malvados irreparables. "Pobre Judas, más te valdria no haber nacido", dijo el Mesías justo antes de iniciar su Pasión. Como explicar este hecho? Vayamos por partes. El hombre tiene toda una vida para buscar a Dios. Cuando lo encuentra, tiene hasta el último segundo de vida para arrepentirse de sus pecados y aceptar la misericordia divina. HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO, Dios esperará por el sí del hombre para entrar en Su reino. Si este sí, finalmente, no llega, entonces entramos en otra situación completamente diferente. Durante la vida, el hombre puede cambiar de santo a malvado y viceversa. Sin embargo, el alma es eterna e inmutable. Inmutable. Este hecho implica la imposibilidad de cambiar aunque se quiera. Si un asesino muere sin arrepentirse, permanecerá en su condición criminal ad perpetuam. Una vez aclarados estos puntos, la necesidad del infierno es evidente. Su duración ilimitada es consecuencia de la incorruptibilidad del alma. El castigo aplicado es proporcional a la condición malvada del alma, que, como dije, nunca cambia. Ahora entremos en el tema que nos ocupa. Tenemos un alma arrinconada en ese lugar del que Dios está ausente. Dios es amor, y el amor es Dios, dijo en alguna ocasión San Pablo. En consecuencia, el amor no existe en los abismos infernales. El odio es la ley imperante. Odio mortal contra Dios, contra los hombres, contra los diablos y contra uno mismo por existir. El dolor del castigo sufrido y la irreversibilidad de la situación acrecientan aún más el odio. Y cuanto más odio, más dolorosa se torna la existencia en el abismo, conformando un dantesco circulo vicioso del que no existe salida. Odio sobre odio. Las almas condenadas son almas odiantes. Un odio visceral que es superior incluso al dolor más brutal. La prueba de todo esto la ejemplifica Satanás. Este querubín malvado padece los rigores del infierno desde tiempos inmemoriales. El dolor es una constante en su existencia maldita. Pero lejos de ablandarse ante este sufrimiento -cosa imposible dada la inmutabilidad del alma- se dedica a extender el dolor y el odio por allí donde pasa. Y esto es posible por lo dicho anteriormente: el odio es tan salvaje que supera incluso a todo dolor que pueda inflingirsele. Por otro lado, este odio tiene otras connotaciones interesantes. Siempre me pregunté como podrian las almas celestiales vivir a gusto sabiendo que sus padres, sus hijos, sus amigos o sus allegados están sufriendo en el infierno. La respuesta es simple: si estos ángeles visitasen a sus familiares del infierno, no encontrarian en ellos más que un instinto asesino contra el universo entero del que no se salvarian ni ellos mismos.


pax
 
Re: EL ODIO SALVAJE DEL INFIERNO

Originalmente enviado por: apostolvs
Me encuentro mucha gente que no acaba de aceptar la existencia del infierno. Este hecho es una evidencia bíblica irrefutable. Tanto el Antiguo Testamento como el mismo Jesús confirman la existencia de ese lugar horrible al que van los malvados irreparables. "Pobre Judas, más te valdria no haber nacido", dijo el Mesías justo antes de iniciar su Pasión. Como explicar este hecho? Vayamos por partes. El hombre tiene toda una vida para buscar a Dios. Cuando lo encuentra, tiene hasta el último segundo de vida para arrepentirse de sus pecados y aceptar la misericordia divina. HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO, Dios esperará por el sí del hombre para entrar en Su reino. Si este sí, finalmente, no llega, entonces entramos en otra situación completamente diferente. Durante la vida, el hombre puede cambiar de santo a malvado y viceversa. Sin embargo, el alma es eterna e inmutable. Inmutable. Este hecho implica la imposibilidad de cambiar aunque se quiera. Si un asesino muere sin arrepentirse, permanecerá en su condición criminal ad perpetuam. Una vez aclarados estos puntos, la necesidad del infierno es evidente. Su duración ilimitada es consecuencia de la incorruptibilidad del alma. El castigo aplicado es proporcional a la condición malvada del alma, que, como dije, nunca cambia. Ahora entremos en el tema que nos ocupa. Tenemos un alma arrinconada en ese lugar del que Dios está ausente. Dios es amor, y el amor es Dios, dijo en alguna ocasión San Pablo. En consecuencia, el amor no existe en los abismos infernales. El odio es la ley imperante. Odio mortal contra Dios, contra los hombres, contra los diablos y contra uno mismo por existir. El dolor del castigo sufrido y la irreversibilidad de la situación acrecientan aún más el odio. Y cuanto más odio, más dolorosa se torna la existencia en el abismo, conformando un dantesco circulo vicioso del que no existe salida. Odio sobre odio. Las almas condenadas son almas odiantes. Un odio visceral que es superior incluso al dolor más brutal. La prueba de todo esto la ejemplifica Satanás. Este querubín malvado padece los rigores del infierno desde tiempos inmemoriales. El dolor es una constante en su existencia maldita. Pero lejos de ablandarse ante este sufrimiento -cosa imposible dada la inmutabilidad del alma- se dedica a extender el dolor y el odio por allí donde pasa. Y esto es posible por lo dicho anteriormente: el odio es tan salvaje que supera incluso a todo dolor que pueda inflingirsele. Por otro lado, este odio tiene otras connotaciones interesantes. Siempre me pregunté como podrian las almas celestiales vivir a gusto sabiendo que sus padres, sus hijos, sus amigos o sus allegados están sufriendo en el infierno. La respuesta es simple: si estos ángeles visitasen a sus familiares del infierno, no encontrarian en ellos más que un instinto asesino contra el universo entero del que no se salvarian ni ellos mismos.


pax




Pues parece que el Papa, hizo declaraciones hace algún tiempo un tanto "comprometedoras" sobre lo que es el infierno , y que este NO ES UN LUGAR FISICO, sino un ESTADO





«Mas que un lugar fisico, el infierno es el estado de aquellos que libre y definitivamente se separan a ellos mismos de Dios, fuente de toda vida y alegria», dijo el Pontifice.
 
El Infierno Es Verdadero



Hoy en día hay muchas opiniones y enseñanzas acerca del Infierno. Las Sagradas Escrituras, inspiradas divinamente, tienen la respuesta.
1. 1. El infierno es un lugar consciente.
"Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá" (Lucas 16:23-26).
A. El rico en el infierno podía ver.
"Y en el Hades alzó sus ojos...y vio de lejos a Abraham" (v. 23)
B. El rico en el infierno sentía el tormento.
"porque estoy atormentado en esta llama" (v.24)
C. El rico en el infierno tenía memoria.
"Hijo, acuérdate..." (v..25)
D. El rico en el infierno podría oír.
"Pero Abraham le dijo..." (v.25)
E. El rico en el infierno tenía un cuerpo con todos los sentidos.
1. 2. El infierno es un lugar de tormento.
"Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama...Porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento" (Lucas 16:24,28).
3. El infierno es un lugar de obscuridad y tinieblas.
"Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mateo 8:12).
"Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mateo 22:13).
"Fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas" (Judas 13).
4. El infierno es un lugar de separación eterna.
"Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos" (Lucas 13:28).
Los incrédulos van a estar separados de sus seres queridos que han aceptado a Cristo por toda la eternidad. Los incrédulos en el Infierno estarán separados eternamente de la presencia de Dios.
"Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2Tesalonicenses 1:7-9).
El tormento es para toda la eternidad y no hay ninguna manera, ni por misas u oraciones de salir jamás.
5. En el infierno no hay ninguna salida o escape.
"Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (Mateo 25:41).
"E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46).
6. En el infierno la memoria atormenta a los perdidos por toda la eternidad.
"Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado" (Lucas 16:25).
7. Los que van al infierno tienen que pasar toda la eternidad con los perversos.
"Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Apocalipsis 21:8). Vea también Mateo 25:41.
8. El infierno es un lugar de eterno fuego donde los cuerpos no serán consumidos.
"Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (Marcos 9:45-46).
9. En el infierno no hay descanso día ni noche.
"Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre" (Apocalipsis 14:11).
10. En el infierno ya no hay ninguna esperanza para los condenados.
"Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del impío perecerá" (Job 8:13).
¿Qué tiene que hacer el hombre para ir al infierno?
¡NADA! La persona que no ha aceptado a Cristo como el Señor y Salvador ya es condenada sin hacer nada. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36). "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24).
¿Hay esperanza de evitar ir al infierno?
"Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16:30-31).
¿Tengo yo que reconocerme pecador perdido y condenado antes de ser salvo del infierno?
¡Sí! El hombre tiene que reconocer que es un pecador impío y perdido y que ha pecado contra un Dios justo.
"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
"Porque la paga del pecado es muerte; mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
¿Quiere Dios ver al hombre condenado al infierno?
¡NO! "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).
"Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1:18).
"El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1Timoteo 2:4).
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9).
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INSTITUTO EDUCATIVO CRISTIANO
Apartado # 215
Oaxaca, Oaxaca 68001 MEXICO


"Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios." (Hechos 20:24)
Gabriel Mario Criseo
 
Re: EL ODIO SALVAJE DEL INFIERNO

Originalmente enviado por: apostolvs
Me encuentro mucha gente que no acaba de aceptar la existencia del infierno. Este hecho es una evidencia bíblica irrefutable. Tanto el Antiguo Testamento como el mismo Jesús confirman la existencia de ese lugar horrible al que van los malvados irreparables. "Pobre Judas, más te valdria no haber nacido", dijo el Mesías justo antes de iniciar su Pasión. Como explicar este hecho? Vayamos por partes. El hombre tiene toda una vida para buscar a Dios. Cuando lo encuentra, tiene hasta el último segundo de vida para arrepentirse de sus pecados y aceptar la misericordia divina. HASTA EL ÚLTIMO ALIENTO, Dios esperará por el sí del hombre para entrar en Su reino. Si este sí, finalmente, no llega, entonces entramos en otra situación completamente diferente. Durante la vida, el hombre puede cambiar de santo a malvado y viceversa. Sin embargo, el alma es eterna e inmutable. Inmutable. Este hecho implica la imposibilidad de cambiar aunque se quiera. Si un asesino muere sin arrepentirse, permanecerá en su condición criminal ad perpetuam. Una vez aclarados estos puntos, la necesidad del infierno es evidente. Su duración ilimitada es consecuencia de la incorruptibilidad del alma. El castigo aplicado es proporcional a la condición malvada del alma, que, como dije, nunca cambia. Ahora entremos en el tema que nos ocupa. Tenemos un alma arrinconada en ese lugar del que Dios está ausente. Dios es amor, y el amor es Dios, dijo en alguna ocasión San Pablo. En consecuencia, el amor no existe en los abismos infernales. El odio es la ley imperante. Odio mortal contra Dios, contra los hombres, contra los diablos y contra uno mismo por existir. El dolor del castigo sufrido y la irreversibilidad de la situación acrecientan aún más el odio. Y cuanto más odio, más dolorosa se torna la existencia en el abismo, conformando un dantesco circulo vicioso del que no existe salida. Odio sobre odio. Las almas condenadas son almas odiantes. Un odio visceral que es superior incluso al dolor más brutal. La prueba de todo esto la ejemplifica Satanás. Este querubín malvado padece los rigores del infierno desde tiempos inmemoriales. El dolor es una constante en su existencia maldita. Pero lejos de ablandarse ante este sufrimiento -cosa imposible dada la inmutabilidad del alma- se dedica a extender el dolor y el odio por allí donde pasa. Y esto es posible por lo dicho anteriormente: el odio es tan salvaje que supera incluso a todo dolor que pueda inflingirsele. Por otro lado, este odio tiene otras connotaciones interesantes. Siempre me pregunté como podrian las almas celestiales vivir a gusto sabiendo que sus padres, sus hijos, sus amigos o sus allegados están sufriendo en el infierno. La respuesta es simple: si estos ángeles visitasen a sus familiares del infierno, no encontrarian en ellos más que un instinto asesino contra el universo entero del que no se salvarian ni ellos mismos.


pax
Para Apostolvs:

Primero que nada debo decir que coincido con la esencia misma de lo que Usted ha comunicado. Por otro lado su escrito me preocupa o me intriga bastante. Exactamente me refiero al lenguaje teológico impreciso que usted usa, en algunas ocasiones hasta erróneo.

He aquí algunos ejemplos:

1) Su segunda oración puede dejar la impresión de que solo los malvados irreparables van al infierno. La idea es que los extremadamente malos son los únicos. Tengo la impresión que ya he escuchado algo parecido.

2) En cuanto a que el hombre encuentra a Dios primero y una vez que lo encuentra tiene hasta el último segundo de su vida para arrrepentirse y aceptar la misericordia divina, debo decir que encontrar a Dios, según la Biblia, significa hallar la salvación. No hay necesidad de arrepentirse toda la vida, en el sentido judicial de la salvación. Su postura ya la he escuchado antes. Coincide con la posición de Roma -- el hombre nunca sabe si es salvo hasta que pasa el umbral.

3) Su expresión de que el hombre puede cambiar de malvado a santo y viceversa toda su vida, coincide con el punto # 2. Esto no es bíblico -- posicionalmente nunca cambiamos de salvos a no salvos ( o santos a no santos).

4) El alma no es eterna como usted dice, sino inmortal. Hay una diferencia esencial entre los dos términos.

5) "Dios es Amor" no es de San Pablo, sino San Juan.

6) Tengo duda de lo que usted intenta decir cuando expresa que el querubín malvado sufre los rigores del infierno desde tiempos inmemoriales. En realidad Saanás no sufre mucho que digamos porque ni siquiera está en el infierno. Quizá usted se refiera a lo del odio cuando dice "rigores del infierno". Si es así, lo entiendo.

7) Otro punto es que realmente no podemos decir que Dios no está en el infierno. Esto suprimiría su atributo de omnipresencia. Yo diría que Dios sí esta allí pero en su expresión de juicio, ejecutando justicia. Pero ese es otro tema.

8) Otra cosa que me confunde es que usted llama "ángeles" a aquellos humanos que están el cielo.

A menos que su lenguaje sea totalmente poético y libre para la interpretación, creo que su escrito puede confundir a mucha gente

Con todo respeto

Pablo