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CRITICA LITERARIA POR J. A. MONROY
<CENTER>El negocio de la Virgen
“El negocio de la Virgen”, por Moisés Garrido Vázquez, Ediciones Nowtilus, calle Doña Juana I de Castilla 44, 28027 Madrid 2004, 229 páginas.</CENTER>
El 13 de mayo de 1991 el Papa que todavía rige los destinos del Vaticano, Juan Pablo II, peregrinó a Fátima para dar las gracias a la Virgen por haber salido ileso del atentado que sufrió exactamente diez años antes en la plaza de San Pedro en Roma. Conocida es la devoción de este Papa por la Virgen Maria. Una lectura cuidadosa se sus escritos demostraría que en ellos cita más a la madre que al Hijo, mucho más. En aquella ocasión dijo: “María nos ha salvado a mi y a Europa”. ¿De qué ha salvado María a Europa? ¿De los horrores de la segunda guerra mundial o del hedonismo y el ateismo que privan en el viejo continente?
Antes que Juan Pablo II, otro Papa, Pio XII, de visita a España el 12 de octubre de 1954, llamó a nuestro país “la tierra de María Santísima”. No se equivocó el hombre. Por aquellos años se publicaron aquí tres libros que confirmaban las palabras de Pio XII, pero matizándolas. Ediciones Paulinas sacó un “Nuevo Diccionario de Mariología”, compuesto por el sacerdote Martín Descalzo. Taurus difundió un tomo de Marina Warner titulado “El mito y el culto de la Virgen María”, y Ramos Perera publicó en Mondadori “Las creencias de los españoles: La tierra de María Santísima”, con prólogo de Jesús Torbado, antiguo seminarista católico y ahora anticlerical.
Por el estudio de Perera nos enteramos que en España hay 50.000 vírgenes con nombres distintos. El país tiene su virgen nacional, otra virgen para cada una de las diferentes comunidades. Las capitales de provincias, los pueblos, las aldeas, tienen sus propias vírgenes. “Y que no me la toque nadie”, como dicen en Andalucía.
Entre tantas vírgenes la picaresca es inevitable. En un libro de investigación, que es puro periodismo de reportaje, Moisés Garrido analiza el trabajo simbólico, psicológico y parapsicológico de las supuestas apariciones de la Virgen, que vincula con los fenómenos OVNI (Objetos Volantes No Identificados).
Garrido es desde hace veinte años investigador y divulgador de los temas relacionados con fenómenos anómalos. Durante nueve años ha trabajado como co-director del programa “Frontera de lo Desconocido”, que se emitía por la emisora radial COPE (propiedad de la Iglesia católica) en Huelva. En la actualidad colabora en revistas y diarios con artículos sobre el mundo de las creencias y la milagrería popular.
El de Garrido Vázquez no es un trabajo improvisado escrito en cuatro días ni tampoco una obra de laboratorio. El autor afirma que las 227 páginas de este libro le han llevado 17 años de investigaciones. Ha estado, grabadora en mano, en los principales lugares de España donde se ha anunciado apariciones de vírgenes. Ha formado parte de la marea humana que acude al grito de una aparición. Ha entrevistado a videntes, a niñas y niños que afirmaban haber visto el rostro de la Virgen más allá de nunca se sabe dónde, proclamando siempre los mismos disparates. “He podido ser testigo de situaciones verdaderamente fanáticas, de grupos sectarios que protegen celosamente la integridad de determinadas apariciones, de amenazas milenaristas que tienen como fin coaccionar y mantener a raya a los fieles, y de oscuros negocios que mueven muchísimo dinero no controlado por el fisco”, dice el autor.
“El negocio de las Apariciones” se abre con una radiografía de las visiones. Como norma general, el o la vidente “pierde el control sobre su cuerpo, se desconecta de la realidad y la Virgen habla por su boca”. Es lo que dicen. Otras veces la persona en éxtasis afirma observar -casi siempre a gritos- “una figura femenina y luminosa flotando en el aire, que es identificada como la Virgen Maria”.
A lo largo del libro el autor examina los más destacados y conocidos focos de apariciones en España: El Palmar de Troya, Garabandal, El Escorial, Huelva, Sevilla, Cádiz, Denia, Baza, Alcira, Talavera de la Reina, Lepe, Marinaleda, Umbe, Huesca, y otros muchos, porque según se deduce de lo que proclaman unos y otros, la Virgen se ha dedicado en el último medio siglo a recorrer España de norte a sur, enviando mensajes que nunca coinciden, que carecen de sentido, que jamás se cumplen.
En mí libro de 1963 “El mito de las apariciones”, donde dedico 41 páginas a las supuestas apariciones de la Virgen a cuatro niñas en una aldea enclavada en los Picos de Europa, San Sebastián de Garabandal, reproduje una cita del Ministro de Culto en el Gobierno francés de 1858. En una carta dirigida al obispo de Tarbes a propósito de las apariciones en Lourdes, le decía: “Esas bendiciones de rosarios por las niñas, esas manifestaciones en las cuales pueden percibirse en primer rango a mujeres de vida equívoca, esos coronamientos de visionarios, esas ceremonias grotescas, verdaderas parodias de ceremonias religiosas... esas escenas escandalosas, están desprestigiando la religión ante los ojos de la población”. Por aquél entonces, el religioso conocido como Hermano Léobard, director general de las escuelas de Lourdes, se expresaba así: “El diablo ha hecho surgir una infinidad de visionarios, los cuales se entregan a las mayores extravagancias”.
¿En qué ha cambiado esta situación? Sólo en una cosa: en que las visiones se multiplican y el negocio de las apariciones ha ido en aumento hasta el punto de ser financiado por intereses políticos, por la agencia norteamericana CIA, caso ocurrido en el Palmar de Troya, según documenta Garrido Vázquez en su libro.
A todo esto, ¿qué dice, qué hace la Iglesia católica? Dejo la responsabilidad de la respuesta a Moisés Garrido, en una cita breve: “La Iglesia ha estado utilizando el fenómeno aparicionista como más ha convenido y siempre en beneficio propio: las apariciones resultan ser una buena propaganda católica para atraer feligreses a sus dominios... Niega el carácter sobrenatural de muchas apariciones, pero luego apoya el culto de unas cuantas que están situadas en puntos geográficos idóneos para propagar la fe católica”.
Juan Antonio Monroy es escritor y crítico literario.
© J. A. Monroy, ProtestanteDigital.com, 2005 (España)
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CRITICA LITERARIA POR J. A. MONROY
<CENTER>El negocio de la Virgen

“El negocio de la Virgen”, por Moisés Garrido Vázquez, Ediciones Nowtilus, calle Doña Juana I de Castilla 44, 28027 Madrid 2004, 229 páginas.</CENTER>
El 13 de mayo de 1991 el Papa que todavía rige los destinos del Vaticano, Juan Pablo II, peregrinó a Fátima para dar las gracias a la Virgen por haber salido ileso del atentado que sufrió exactamente diez años antes en la plaza de San Pedro en Roma. Conocida es la devoción de este Papa por la Virgen Maria. Una lectura cuidadosa se sus escritos demostraría que en ellos cita más a la madre que al Hijo, mucho más. En aquella ocasión dijo: “María nos ha salvado a mi y a Europa”. ¿De qué ha salvado María a Europa? ¿De los horrores de la segunda guerra mundial o del hedonismo y el ateismo que privan en el viejo continente?
Antes que Juan Pablo II, otro Papa, Pio XII, de visita a España el 12 de octubre de 1954, llamó a nuestro país “la tierra de María Santísima”. No se equivocó el hombre. Por aquellos años se publicaron aquí tres libros que confirmaban las palabras de Pio XII, pero matizándolas. Ediciones Paulinas sacó un “Nuevo Diccionario de Mariología”, compuesto por el sacerdote Martín Descalzo. Taurus difundió un tomo de Marina Warner titulado “El mito y el culto de la Virgen María”, y Ramos Perera publicó en Mondadori “Las creencias de los españoles: La tierra de María Santísima”, con prólogo de Jesús Torbado, antiguo seminarista católico y ahora anticlerical.
Por el estudio de Perera nos enteramos que en España hay 50.000 vírgenes con nombres distintos. El país tiene su virgen nacional, otra virgen para cada una de las diferentes comunidades. Las capitales de provincias, los pueblos, las aldeas, tienen sus propias vírgenes. “Y que no me la toque nadie”, como dicen en Andalucía.
Entre tantas vírgenes la picaresca es inevitable. En un libro de investigación, que es puro periodismo de reportaje, Moisés Garrido analiza el trabajo simbólico, psicológico y parapsicológico de las supuestas apariciones de la Virgen, que vincula con los fenómenos OVNI (Objetos Volantes No Identificados).
Garrido es desde hace veinte años investigador y divulgador de los temas relacionados con fenómenos anómalos. Durante nueve años ha trabajado como co-director del programa “Frontera de lo Desconocido”, que se emitía por la emisora radial COPE (propiedad de la Iglesia católica) en Huelva. En la actualidad colabora en revistas y diarios con artículos sobre el mundo de las creencias y la milagrería popular.
El de Garrido Vázquez no es un trabajo improvisado escrito en cuatro días ni tampoco una obra de laboratorio. El autor afirma que las 227 páginas de este libro le han llevado 17 años de investigaciones. Ha estado, grabadora en mano, en los principales lugares de España donde se ha anunciado apariciones de vírgenes. Ha formado parte de la marea humana que acude al grito de una aparición. Ha entrevistado a videntes, a niñas y niños que afirmaban haber visto el rostro de la Virgen más allá de nunca se sabe dónde, proclamando siempre los mismos disparates. “He podido ser testigo de situaciones verdaderamente fanáticas, de grupos sectarios que protegen celosamente la integridad de determinadas apariciones, de amenazas milenaristas que tienen como fin coaccionar y mantener a raya a los fieles, y de oscuros negocios que mueven muchísimo dinero no controlado por el fisco”, dice el autor.
“El negocio de las Apariciones” se abre con una radiografía de las visiones. Como norma general, el o la vidente “pierde el control sobre su cuerpo, se desconecta de la realidad y la Virgen habla por su boca”. Es lo que dicen. Otras veces la persona en éxtasis afirma observar -casi siempre a gritos- “una figura femenina y luminosa flotando en el aire, que es identificada como la Virgen Maria”.
A lo largo del libro el autor examina los más destacados y conocidos focos de apariciones en España: El Palmar de Troya, Garabandal, El Escorial, Huelva, Sevilla, Cádiz, Denia, Baza, Alcira, Talavera de la Reina, Lepe, Marinaleda, Umbe, Huesca, y otros muchos, porque según se deduce de lo que proclaman unos y otros, la Virgen se ha dedicado en el último medio siglo a recorrer España de norte a sur, enviando mensajes que nunca coinciden, que carecen de sentido, que jamás se cumplen.
En mí libro de 1963 “El mito de las apariciones”, donde dedico 41 páginas a las supuestas apariciones de la Virgen a cuatro niñas en una aldea enclavada en los Picos de Europa, San Sebastián de Garabandal, reproduje una cita del Ministro de Culto en el Gobierno francés de 1858. En una carta dirigida al obispo de Tarbes a propósito de las apariciones en Lourdes, le decía: “Esas bendiciones de rosarios por las niñas, esas manifestaciones en las cuales pueden percibirse en primer rango a mujeres de vida equívoca, esos coronamientos de visionarios, esas ceremonias grotescas, verdaderas parodias de ceremonias religiosas... esas escenas escandalosas, están desprestigiando la religión ante los ojos de la población”. Por aquél entonces, el religioso conocido como Hermano Léobard, director general de las escuelas de Lourdes, se expresaba así: “El diablo ha hecho surgir una infinidad de visionarios, los cuales se entregan a las mayores extravagancias”.
¿En qué ha cambiado esta situación? Sólo en una cosa: en que las visiones se multiplican y el negocio de las apariciones ha ido en aumento hasta el punto de ser financiado por intereses políticos, por la agencia norteamericana CIA, caso ocurrido en el Palmar de Troya, según documenta Garrido Vázquez en su libro.
A todo esto, ¿qué dice, qué hace la Iglesia católica? Dejo la responsabilidad de la respuesta a Moisés Garrido, en una cita breve: “La Iglesia ha estado utilizando el fenómeno aparicionista como más ha convenido y siempre en beneficio propio: las apariciones resultan ser una buena propaganda católica para atraer feligreses a sus dominios... Niega el carácter sobrenatural de muchas apariciones, pero luego apoya el culto de unas cuantas que están situadas en puntos geográficos idóneos para propagar la fe católica”.
Juan Antonio Monroy es escritor y crítico literario.
© J. A. Monroy, ProtestanteDigital.com, 2005 (España)
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