El muerto ya hiede

Re: El muerto ya hiede

Jaaziel:
¿Cuando dices "ortodoxos en doctrina" a cual te refieres?

Luis:
A la doctrina de la Iglesia Católica.

Jaaziel:
porque la doctrina esta en la Palabra de Dios, y la dejaron debidamente fundamentada los Apostoles del Cordero ¿No?

Luis:
También está en la Tradición de la Iglesia

Jaaziel:
El Espiritu Santo vino a tu iglesia para revolucionarla, renovarla, levantarla. Pero sobre todo para dar a conocer a Jesus, eso es su unica meta, su unico fin, dar testimonio del Señor, dar Gloria al Señor.

Luis:
El Espíritu Santo lleva 20 siglos en mi Iglesia tal y como lo testimonian MILES y MILES de santos y mártires a lo largo de ese tiempo. Si, como parece, confundes la llegada del ES a mi Iglesia sólo con la aparición de la RCC es que no tienes ni repajolera idea de la cantidad de movimientos eclesiales que han aparecido en el último siglo y que son igualmente fruto de Él.

Jaaziel:
Ahora tu me dices que eres "moderador" del foro español.

Luis:
Desde hace un par de años, ¿pasa algo?

Jaaziel:
Ese es el problema de tu iglesia, cree que con estatutos y "corses", que con curas ortodoxos, y una "vigilancia especial", puede "moderar" ni mas ni menos que al Espiritu Santo de la promesa.

Luis:
Mi moderación, de carácter administrativo y no doctrinal, sólo está dirigida a evitar apariciones de indeseables que se dediquen a insultar a otros foristas o a la propia Iglesia Católica. Y hasta ahora no he tenido que echar a nadie. Así que te pasas de listo cuando dices lo de "moderar" al Espíritu Santo de la promesa. A Él no hace falta moderarlo porque ya sabemos que Dios es un Dios de orden y no de confusión, lo cual hace impensable que Él ande detrás de la confusión multidenominacional presente donde ya sabes.

Jaaziel:
Te aseguro que eso es sencillamente imposible. Desgraciadamente, y con temor y temblor, te aseguro tambien que si puede ser contristado.
Como siempre, delante vuestro "la maldicion y la bendicion"... vuestra es la elección.

Luis:
Mi elección es clara. Cristo y su Iglesia. Por ese orden. No Cristo y mi interpretación privada de la Biblia o Cristo y la congregación en la que me siento más cómodo, más a gusto o que congenia más con mi forma de entender el cristianismo. No, eso no. Cristo y su Iglesia, columna y baluarte de la verdad, Su plenitud, Su Cuerpo. Eso sí

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Tobi, como ya te ha respondido León a los típicos-tópicos que siempre acostumbras a sacar, yo paso de hacer incapié en lo mismo. Sólo comentarte una cosa. Dices:
Mientras entre nosotros vayan apareciendo hombre de la talla de Cesar Vidal tambien lo tenemos claro.

Digo:
Ojalá hubiera mil Césares Vidales en el protestantismo español. Lástima que sólo sea uno. Y lástima que durante décadas le hayáis desaprovechado miserablemente. Tú no sabes cuál es su historia dentro del protestantismo español y cuáles fueron sus movidas pasadas con la FEREDE y algunos de los fundadores de la misma. Yo sí. Por tanto, si él está donde está no es precisamente por el apoyo entusiasta de aquellos que han dirigido el protestantismo español durante los pasados 30 años. Está donde está por su inmensa capacidad de trabajo y, sobre todo, porque Dios así lo ha querido.


Dices:
Preguntate que es lo que se cuestionan vuestros bautizados agnósticos ante afirmaciones como las tuyas.

Digo:
Pues de la misma manera que ha ocurrido con personas que eran protestantes y hoy son católicas, resulta que no es el primer agnóstico al que mis artículos han ayudado a reflexionar sobre las cosas del Señor y su Iglesia. Ante lo cual estoy agradecido a Dios por permitirme ser instrumento suyo en la medida de mis escasas posibilidades. La gente, aunque a ti no te lo parezca, busca convicciones firmes, no tibias. Buena parte de los que se han alejado de mi Iglesia lo hicieron cuando ésta se suponía que era más tolerante, más abierta, más etc. Sin embargo, qué curioso, ahora son los grupos más conservadores en su seno los que más están creciendo. En algunos casos exponencialmente. Los anticuerpos contra la enfermedad que ha paralizado al catolicismo español ya están haciendo su labor. Y cuando la Iglesia esté sana, podrá ser ella misma medicina para una sociedad enferma.
Mientras tanto, bien haríais algunos protestantes evangélicos españoles en aplicar al menos algún paño frío en la frente febril de esa sociedad en vez de estar tan pendientes de ir como perritos falderos detrás del Gobierno en su campaña contra el catolicismo y a favor del Islam. A menos, claro, que prefiráis una España musulmana a una España católica. Que todo puede ser. No es el caso de César, sin duda.
 
Re: El muerto ya hiede

Leon_I dijo:
Es curioso... al escribir esto, me di cuenta que nuestras diferencias son superficiales Jaaziel, talvez si te fijaras mas en que tenemos en comun, encontrarias algo mas hermoso que tus ataques.
Yo no ataca a nadie...
Yo solo sirvo al Señor, solo me someto al Señor y creo que su doctrina es clara y meridiana en su Palabra, definitiva fuente de atoridad. Soy parte de la Iglesia del Cordero, como todos los que han sido lavados y limpiados por la sangre de Jesus, porque lo recibi en mi corazon, y le confese y confieso con mi boca y corazon. Si tu crees todo esto, efectivamente, nuestras diferencias serian superficiales, si en algo no estas de acuerdo, te aseguro que la diferencia es de calado.
Leon_I dijo:
Jaaziel: El Espiritu Santo vino a tu iglesia para revolucionarla, renovarla, levantarla. Pero sobre todo para dar a conocer a Jesus, eso es su unica meta, su unico fin, dar testimonio del Señor, dar Gloria al Señor.

Leon: El Espiritu Santo, viene en la Iglesia Catolica no para revolucionarla, ni para renovalar, mucho menos para levantar, no, El espiritu Santo viene a la Iglesia y se posa en ella para que la Iglesia, que siendo una Santa Catolica y Apostolica, permanesca en la Doctrina Cristiana tal y como Cristo la lego a sus apostoles, sin innovaciones, sin añadidura. Por eso tiene una permanencia larga de 2000 años.
"Tal y como Cristo la lego a sus apostoles" y tal y como los apostoles del cordero, establecieron sus fundamentos. Asi es como siempre la hemos seguido los cristianos, y, si, para eso mismo esta el Espiritu Santo, para recordar todas las palabras que el Maestro nos dijo.
Leon_I dijo:
De esta manera, oficialmente se sabe que la linea de sucesion apostolica continuara despues de la muerte y resurreccion de Cristo nuestro Señor. Y el Espiritu Santo proveera al Vicario de Cristo, san Pedro, de Infabilidad en Materia de Fe y Moral, para que no se salga de la doctrina que Cristo les entregaria, porque asi como el Padre Celestial le mostro a Pedro, de forma y manera infalible que Jesus, era el Mesias, de igual manera lo haria para ver y dicernir lo correcto en la Iglesia naciente. Cristo es la "Piedra Angular" sobre la que está edificada la Iglesia; Pedro es piedra sólo por "participación", Cristo es la piedra verdaderamente firme. Pedro es firme por la virtud de aquella.
Vicario quiere decir delegado. El unico "vicario" de Cristo en la tierra es el Espiritu Santo. No hay otro.
Leon_I dijo:
Leon: Creo que confundes todo Jaaziel, por algo eres protestante, ja, pero dejame te digo que aca en México estamos pasando por lo mismo que en España, y mi general, como yo le dijo al lider de jovenes de mi parroquia tiene la misma idea de Luis Fernando, y a diferencia tuya, nosotros creemos que el Espiritu Santo sigue en nosotros, y que el Dios trino y perfecto nos habla, pero que somos tan ciegos y sordos que no vemos ni oimos, y que en nuestro afan de ser modernos, nos salimos de la ortodoxia, y es hora de volver a ella, y pedir perdon por eso, pero claro, tu que vas a saber de eso, solo te interesa ver a la Roma de Cristo, echada abajo, que pena.
A mi no me interesa ver a nadie "echado abajo". Solo me interesa ver a Cristo exaltado.
 
Re: El muerto ya hiede

Luis Fernando dijo:
Jaaziel:
¿Cuando dices "ortodoxos en doctrina" a cual te refieres?
Luis:
A la doctrina de la Iglesia Católica.
Jaaziel:
porque la doctrina esta en la Palabra de Dios, y la dejaron debidamente fundamentada los Apostoles del Cordero ¿No?
Luis:
También está en la Tradición de la Iglesia
¿Y que pasa cuando la "tradicion" entra en contradiccion con lo que dice la Palabra de Dios, lo que dijeron y practicaron los apostoles?
Luis Fernando dijo:
Jaaziel:
El Espiritu Santo vino a tu iglesia para revolucionarla, renovarla, levantarla. Pero sobre todo para dar a conocer a Jesus, eso es su unica meta, su unico fin, dar testimonio del Señor, dar Gloria al Señor.
Luis:
El Espíritu Santo lleva 20 siglos en mi Iglesia tal y como lo testimonian MILES y MILES de santos y mártires a lo largo de ese tiempo. Si, como parece, confundes la llegada del ES a mi Iglesia sólo con la aparición de la RCC es que no tienes ni repajolera idea de la cantidad de movimientos eclesiales que han aparecido en el último siglo y que son igualmente fruto de Él.
El Espiritu Santo lleva 20 siglos, llamando y despertando a todos los que deciden buscar y obedecer al Señor, tambien en muchos movimientos de los que tu llamas "tu iglesia", en infinidad de los que han amado al Señor, he leido y me deleito leyendo a Juan de la Cruz, a Teresa de Jesus (por cierto ellos tuvieron problemas con los "religiosos" de su epoca), no me cabe ninguna duda de que el Espiritu escribio algunos de aquellos versos. No tengo dudas de que es el Espiritu el que sostiene y da fuerzas a esos miles de misioneros catolicos en leproserias, orfanatos, hospitales, a los cuales admiro y respeto, no me cabe duda que son parte de la Iglesia del Señor (sin comillas) que son parte del pueblo de Dios.
Ahora, tengo inmensas dudas de que el Espiritu se pasee por palacios episcopales, entre besamanos, anillacos y pesadas cruces de oro, entre purpuras y pasillos de exquisito marmol.
Luis Fernando dijo:
Jaaziel:
Ahora tu me dices que eres "moderador" del foro español.
Luis:
Desde hace un par de años, ¿pasa algo?
No hombre no. ¿Que va a pasar?
Por cierto, no me has contestado. El inicio del movimiento conocido como "Renovacion Carismatica" dentro de la Iglesia Catolica ¿Empezo como he referido? ¿O no?
Luis Fernando dijo:
Jaaziel:
Ese es el problema de tu iglesia, cree que con estatutos y "corses", que con curas ortodoxos, y una "vigilancia especial", puede "moderar" ni mas ni menos que al Espiritu Santo de la promesa.
Luis:
Mi moderación, de carácter administrativo y no doctrinal, sólo está dirigida a evitar apariciones de indeseables que se dediquen a insultar a otros foristas o a la propia Iglesia Católica. Y hasta ahora no he tenido que echar a nadie. Así que te pasas de listo cuando dices lo de "moderar" al Espíritu Santo de la promesa. A Él no hace falta moderarlo porque ya sabemos que Dios es un Dios de orden y no de confusión, lo cual hace impensable que Él ande detrás de la confusión multidenominacional presente donde ya sabes.
No te preocupes, Luis, nosotros nos confundimos repetidamente, hasta tu y yo (te contare un secreto: no hay hombres infalibles). Pero ni Dios, ni Jesus, ni el Espiritu Santo se confunden. Nunca. en medio de la "confusion denominacional" como la llamas, sabemos que "El mira el corazon", y que "El conoce a los que son suyos". Fijate si los conoce, que aun dentro de lo que tu llamas "tu iglesia" hay "pueblo de Dios" y El los conoce, y los ama.
Luis Fernando dijo:
Jaaziel:
Te aseguro que eso es sencillamente imposible. Desgraciadamente, y con temor y temblor, te aseguro tambien que si puede ser contristado.
Como siempre, delante vuestro "la maldicion y la bendicion"... vuestra es la elección.
Luis:
Mi elección es clara. Cristo y su Iglesia. Por ese orden. No Cristo y mi interpretación privada de la Biblia o Cristo y la congregación en la que me siento más cómodo, más a gusto o que congenia más con mi forma de entender el cristianismo. No, eso no. Cristo y su Iglesia, columna y baluarte de la verdad, Su plenitud, Su Cuerpo. Eso sí
Yo creia que te habias ido a la iglesia catolica, porque te convencia su interpretacion (ciertamente particular) de la Biblia, porque te gusta mas, porque congenia con tu forma de entender el cristianismo, y porque te sientes a gusto.
 
Re: El muerto ya hiede

En primer lugar, Amigo Leon I dudo de la veracidad de los datos pretendidamente históricos del tambien pretendido historiador aleman.
En segundo lugar, dígame: ¿Cuál fué el número de asesinados entre los Valdenses, cátaros, albigenses, hugonotes, templarios y demás?
¿A uno por año?

Que protestantes cometieron barbaridades, de acuerdo. Pero hay una diferencia: Jamás hubo un papa o una iglesia que los santificase con santas inquisiciones.
¿Sabes quien fué el primero que se levantó en contra del tráfico de esclavos africanos? ¿Lo sabes? Fué un hombre llamado David Livingstone y, por cierto. todos los historiadores romanistas lo presentan como explorador y esconden que fué un misionero protestante. Búscalo en enciclopedias católicas y lo verás.
Así, que, no nos vengas con uno por año ya que los masacrados se cuentan por miles de millares.

Todo eso sin contar a los asesinados por vuestro nacional catolicismo en España y no es siglos pasados, sino hace menos de 30 años. La mayoría de ellos lo fueron no por haber cometido desmanes, sino por el simple hecho de pensar de una manera diferente. Esta es una de las causas de que el pueblo español, siendo bautizados por vosotros, nos haya vuelto la espalda.
Vuestra Santa Inquisición y con el beneplácito de los Pios XI y XII volvió a actuar. ¿Y que? ¿Tambien uno por año?
 
Re: El muerto ya hiede

Jaaziel:
¿Y que pasa cuando la "tradicion" entra en contradiccion con lo que dice la Palabra de Dios, lo que dijeron y practicaron los apostoles?

Luis:
¿Y quién juzga tal cosa y en base a qué? ¿tú en base a tu interpretación privada de la Escritura?
En cualquier caso, no es ese el tema de este epígrafe

Jaaziel:
Por cierto, no me has contestado. El inicio del movimiento conocido como "Renovacion Carismatica" dentro de la Iglesia Catolica ¿Empezo como he referido? ¿O no?

Luis:
Yo he escuchado diferentes versiones sobre cómo empezó la Renovación en la Iglesia. Pero no es ese el tema de este epígrafe

Jaaziel:
Yo creia que te habias ido a la iglesia catolica, porque te convencia su interpretacion (ciertamente particular) de la Biblia, porque te gusta mas, porque congenia con tu forma de entender el cristianismo, y porque te sientes a gusto.

Luis:
Las causas por las que me hice de nuevo católico las he explicado convenientemente en este foro y las puedes leer en mi página personal y en otras webs de la red. Pero tampoco son el tema de este epígrafe.
No pienso debatir acá temas que ya he debatido en epígrafes que trataban de dichos temas, así que ahórrate la molestia de responderme si vas a seguir por esa línea.
 
Re: El muerto ya hiede

Me he acordado de una vieja experiencia que, con las debidas diferencias tanto de calidad como de personaje, son un calco de las posiciones de L.F.P.

Visita y diálogo con un historiador.
El sujeto de mi relato vivía solo. En un caserón que rayaba con el ensanche, en su parte cercana al añejo barrio de Gracia, Barcelona. Estaba llena de papeles y libros su mansión. Libros grandes y chicos, en pergamino y en pasta, en folio y en octavo, se amontonaban en los pasillos, en las salas, sobre las sillas. . De pronto, tras un montón de infolios surgió ante mí la figura del historiador. Estaba rojo, congestionado. Con un volumen en la mano, a manera de arma, vociferaba:
-¿Ha visto usted? ¿Hay nada más absurdo? -gritaba-. No se puede creer. Cada vez están más desatinados. Eso no es un partido; es un atajo de locos. Les falta dirección. No tienen cabezas. Tras un desatino cometen otro. Han perdido el sentido de las proporciones. ¡Absurdo! ¡Increíble! ¡Enorme!
-Calma, calma, don J... -le decía yo- Tiene usted razón. En ese partido falta una dirección inteligente. Van dando bandazos a la deriva.
-¡Y tan a la deriva! Ensoberbecidos, desvanecidos, engreídos, no saben lo que hacen. ¡Y es una lástima! ¿No es verdad que es una lástima?
-¡Naturalmente, don J...! ¿Quién lo duda?
-Pues eso -continuaba el historiador- es lo que me saca a mí de quicio. Que siendo un partido razonable, bueno, justo, humano, eche a perder todas estas excelentes condiciones ¿No hemos estado todos con ellos al principio? ¿No hemos reconocido todos la justicia de sus reivindicaciones? Pues ya ve usted la distancia a que estamos de sus primeros ideales. Unos ideales de justicia, aceptados por todo el mundo, aplaudidos por España entera, se han convertido en unos ideales de guerra y odio.
-Exacto, exacto, don J... -corroboraba yo-
-¡Ah! -continuaba el historiador- Y lo malo es la serie de pasiones, de intereses, de concupiscencias que llevan todos estos jefes consigo. No puedo pensar en esto. No puedo conformarme con que un movimiento tan justo y generoso se resuelva en ambición de cargos, de empleos, de sinecuras, de granjerías para sus jefes.
-Cosas de la vida, don J... -proferí yo filosóficamente-
-¿Cómo cosas de la vida? -replicó él, dando con el volumen un fuerte golpazo sobre la mesa- ¿Cómo cosas de la vida? Pero esas cosas están bien y son pasaderas en los negociantes y logreros. En estos hombres que nos predican un ideal tan generoso; en estos hombres que se afanan de inmaculados; en estos hombres que luchan contra la tiranía y la explotación, ¡ah!, eso no puede ser. Los hombres que defienden la justicia deben ser puros. Cuando se levante partido contra la explotación los rectores de este partido deben ser los primeros que den ejemplo.
-¡Sí, si, es verdad! -dije yo para paliar mi anterior inadvertencia.
-Eso es lo razonable -siguió él- Y todo lo demás es logomaquia. Pero es que aquí, si la causa es justa, si fue en sus comienzos plausible, se juntan ahora la concupiscencia y la ineptitud. ¿Usted ha visto nunca campaña más desastrosamente llevada?
-Mal la llevan, don J... -comente yo para no disgustarle.
-¿Mal? ¡Archimal! ¡Cuánto error de táctica! ¿A cuantos estamos hoy? ¡A 22 de abril?! Si, a 22. Pues mañana 23, mañana es la derrota; mañana es el gran fracaso; mañana se van a tocar las consecuencias de tantos yerros.
-¿Mañana dice usted? -pregunté desconcertado.
-¡Claro, mañana! El 23 de abril de 1521 fue el desastre de Villalar.
-¿De Villalar? -pregunte asombrado.
-¡De Villalar! Al rayar el día 23 de abril de 1521 fue cuando las tropas de comuneros salieron de Torrelobatón para ser vencidas por los imperiales en Villalar. Esa salida fue la postrera gran equivocación.. Y allí acabó todo.

Ahora hago el ejercicio de cambiar don J.... por LFP.

-¿Pero usted se refería a los comuneros, querido don J...? -dije yo atónito.
-¿Pues a quien me había de referir? Perdone usted; estoy obseso; sufro una alucinación. No pienso día y noche más que en mi obra sobre los comuneros. No vivo en el siglo XX, (fecha de esta rememoración) sino en el XVI. Y mi alucinación me lleva a referirlo todo a aquel movimiento.
-Pero lo que decía usted parecía como del presente y posterior a la llamada transición franquista.
-No sé cuál es el presente. No me importa ahora saberlo. ¿Es que ahora hay un partido que corre desalentado hacia su Vilallar? No lo sé.

Los hay que están anclados en las mismas fechas que mi caro amigo, el no citado, historiador. Solo que en lo religioso. Las fechas son bastante coincidentes (abril de1521, diciembre de 1545) con el concilio de Trento.
LFP parece que nos habla de hoy. Pero sufre de la misma obsesión que sufría mi buen amigo historiador. Claro que cabe preguntarse: ¿Solo él?

¿Hablar hoy de fundamentalismo con el más puro estilo islámico?
 
Re: El muerto ya hiede

De la “Santa” Inquisición...
y de todas las inquisiciones




UNO: “En la opinión pública la imagen de la Inquisición representa el símbolo del escándalo y de lo opuesto al testimonio. ¿En qué medida esta imagen es fiel a la realidad? Antes de pedir perdón, es necesario tener un conocimiento exacto de los hechos y situar las faltas respecto a las exigencias evangélicas allí donde efectivamente se encuentren” .

Lo dijo, no ha mucho, Juan Pablo II en una carta leída en la rueda de prensa donde se presentaba un libro que recoge las ponencias del Simposio Internacional sobre la Inquisición celebrado en Roma en 1998. En la misiva, Wojtyla declaraba haber “elevado a Dios una plegaria de perdón” (sic) por todo el daño hecho... pero, claro, como puede deducirse de lo dicho, hasta para pedir perdón hay que ser comedido y no pasarse. O, dicho en otras palabras, objetivemos el daño, reduzcámoslo a la mínima expresión posible, a lo estrictamente innegable y quedará “perdonen Vds., ma non troppo” . Borrón y cuenta nueva. Pasemos página y dejémonos ya de remilgos y de culpabilidades que dañan mucho la autoestima y no son éstos tiempos para autocríticas sino para arengas.

DOS: “El recurso a la tortura y las condenas a muerte no fueron tan frecuentes como se ha creído durante mucho tiempo. Como ejemplo puede aducirse que de 1540 a 1700 los tribunales inquisitoriales españoles celebraron 44.674 juicios por herejía de los que sólo se siguieron un 1.8% de ejecuciones mientras un 1.7 % sólo se cumplieron en efigie”.

Lo puntualiza Agostino Borromeo , recopilador de las intervenciones que recoge el libro antes mencionado. Si llamamos en nuestro auxilio a los números y nos ceñimos estrictamente a los muertos de cuerpo presente (que no son demasiados), hechos empíricos y mensurables que constan en los propios archivos inquisitoriales, quedará claro que la cosa estuvo mal pero no fue para tanto (no hay que olvidar que, en ese mismo periodo, los muy piadosos alemanes dieron matarile a cerca de 25000 “brujas”). No hubo suficientes muertos como para justificar tanta leyenda negra y tanta secular maledicencia. Si nos fijamos sólo en las víctimas directas, los árboles no nos dejarán ver el bosque pero el mal quedará reducido a tamaño manejable y digerible. Es una extraña forma de arrepentimiento, un perdón que llega, como siempre, demasiado tarde.

TRES: “La Iglesia no teme a la verdad...Cuando se estudia en nuestro archivo se saca una imagen más positiva del Santo Oficio”.

Lo afirma Alejandro Ligeres , director del Archivo de la Doctrina de la Fe en declaraciones vertidas a un diario local(1). Al fin y al cabo, según acababa diciendo, mucha de esa imagen “más negativa” no era sino el producto del falso mito creado por la “malintencionada propaganda protestante” (sic), injusticia que la Santa Madre no supo, ay, contrarrestar con la eficacia que merecía tamaña calumnia.

Tras esta andanada y aún sin dejarse llevar por paranoias conspirativas, uno acaba sospechando que nos hallamos ante una campaña de revisionismo histórico, orquestada en toda regla y lanzada a varios frentes, cuya finalidad no es sino un lavado de imagen que busca, entre otras cosas, reducir al mínimo la consideración que tenga la opinión pública acerca del daño producido por el augusto Tribunal. Nos hallamos ante un claro ejemplo de cómo la supuesta objetividad busca ocultar la verdad diluyéndola.

DILUYENDO LA VERDAD

Circulando ya por ese, cada vez más ancho carril, el sacerdote Vicente Cárcel Ortí , no tiene empacho (ni vergüenza) en subtitular “Cómo forjó el cristianismo el alma española a lo largo de los siglos” una obra, de marcado carácter apologético (“ Breve Historia de la Iglesia en España”, Planeta, 2003), en la que, entre otras cosas, también abunda en la humanísima y bienintencionada actuación del Santo Oficio tan poco comprendida hoy debido a análisis anacrónicos cuando no a la mala fe o a la ignorancia. Y sin embargo, ahí, en esas palabras, está la clave de todo: en la forja, en el producto final, en el objetivo último real perseguido y conseguido. En la magnífica edición que Muchnik Editores hizo en 1996 del Directorium inquisitotorum (Manual de Inquisidores ) del dominico Nicolau Eymeric (1376) anotado por el canonista Francisco Peña (en 1578), el propio Peña afirma taxativamente: “La finalidad de los procesos y de las condenas a muerte no es salvar el alma del acusado sino mantener el bienestar público y aterrorizar al pueblo” . Más claro, agua. Es eso, precisamente, lo que da cuenta de la terrible cosecha que la siembra inquisitorial buscó y produjo.

Y es que el crimen principal e incalculable en su magnitud que cometió aquí (y no sólo aquí) el Santo Tribunal tiene que ver, ante todo, con las víctimas indirectas, las que no se contabilizan, los daños colaterales que no dejaron impreso testimonio en las actas. Ese crimen fue la degradación, la muerte moral, civil e intelectual (y espiritual, por supuesto) de todo un pueblo durante siglos y cuyas consecuencias aún colean. Un ambiente envenenado por la sospecha, la delación y el terror, del que muy pocos supieron/pudieron sustraerse y en el que se llegó al punto de vivir tan asustados los perseguidores como los perseguidos (Caro Baroja dixit ). Una sociedad policial trufada de delatores, un panorama desolador e irrespirable que esterilizó, aterrorizó y volvió paranoicos a prácticamente todos sus miembros, todos potenciales víctimas y potenciales victimarios, todos con miedo de hablar en público, todos con miedo de comprometer sus carreras y aún sus vidas, todos carceleros, todos esclavos, todos censores, todos censurados. Algo en verdad infinitamente más dañino e ignominioso que lo que puedan indicar las meras, frías y parcas cifras del balance final con las que el Vaticano quiere cerrar, de una vez, el molesto (más que sinceramente doloroso) capítulo. Hasta el doctor Marañón, nada menos, atribuía el origen de, lo que él consideraba, la cobardía y la mezquindad del carácter hispano a la impronta indeleble de la Inquisición.

¿Antes de pedir perdón, es necesario tener un conocimiento exacto de los hechos? Pues bien, ahí los tienen. Atrévanse a encararlos en su terrorífica magnitud porque ese es el fruto podrido (y, ciertamente, inmensurable) de su Inquisición señores romanos. De la suya...y de la nuestra, de sus inquisidores y de los nuestros, de los de ayer, de los de hoy, de los de siempre que en el mundo son y han sido y que, con métodos bastante más incruentos, aún pululan, entre ustedes...y entre nosotros. Ese fruto reseco no es resultado de la fe sino de la devastación del pensamiento, de la abdicación de la dignidad, del nepotismo, la adulación y el servilismo que produce el terror (y el interés) inducido por un sistema que, si entonces mataba poco era, sencillamente, porque no necesitaba más para someter a todos. Pocas armas hay más poderosas que el miedo, el arma de destrucción masiva por excelencia. Ya se sabe: Basta incinerar a uno (aunque sea figuradamente) y la voz corre como aviso de navegantes acobardando y manchando a todos. Envilecidos, asustados, deshonestos (y por tanto amorales), gregarios, educados para la claudicación y para saber mirar hacia otro lado. Listas negras, anatemas, estigmatizaciones, rumores, insidias, puñaladas de guante blanco disfrazadas con palabras piadosas. Es el triunfo apoteósico del fariseo que, irónicamente (o justicia poética, vaya usted a saber), tampoco tiene garantías de no acabar decapitado también por las minas antipersonal que él mismo sembró ya no recuerda cuándo ni dónde. Guardianes de la sana ortodoxia “llenos de fervor y celo por la verdad religiosa, por la salvación de las almas y por la extirpación de la herejía (...) que en sus ojos brillasen el amor a la verdad y la misericordia...” , que así es como se definía al inquisidor ideal en muchos manuales; unos angelitos, vaya. Ese es su verdadero legado, el daño inmenso (no diré imperdonable) que causaron y causan todos los inquisidores, los suyos y los nuestros, los religiosos y los políticos: el envilecimiento de la comunidad toda, culpables e inocentes convertidos ahora todos en culpables por la infamia y la complicidad del miedo, presas todos de un diabólico síndrome de Estocolmo. Es el principio básico del terrorismo...y funciona. Yo soy testigo.

CONCLUSIÓN: ABYECCIÓN

Todo eso es, deliberadamente, lo que, a toro pasado, todas las inquisiciones quieren que se ignore o que se olvide, alegando que son subproductos subjetivos y no cuantificables, no computables como “datos exactos”. Toma forma así no ya el sincero deseo de perdón sino el descarado intento de perpetrar la amnesia colectiva que conviene a unos tiempos que han cambiado. El producto combinado de hechos de antaño y pretensiones de hogaño sólo puede tener un nombre: abyección.

Pero los muertos mal enterrados tienen la macabra costumbre de rondar el mundo de los vivos. Así, pues, quien tenga oídos para oir, oiga...y que no olvide. No por denegación del perdón, no. No por deseos de hurgar en la secular herida, no. Sólo para evitar con la memoria viva, el triunfo final de todos los asesinos de la conciencia. Es por ahí por donde no debemos estar dispuestos a pasar. Sólo quedaría, quizá, el valor de salir fuera y llorar amargamente su mal y el nuestro. Puede ser que sea allí donde nos encontremos, pero no en otro sitio.

En el prólogo del “Manual de Inquisidores” de Eimeric, citado antes, Luis Sala-Molins recapitula sus conclusiones sobre la Inquisición y las inquisiciones con esta demoledora y “ecuménica” frase: “Nada une tanto como lo que divide” . Quizá sea porque todos, llevamos un inquisidor dentro.

Juan Francisco Muela es teólogo, presbítero en Bilbao,y Consejero de Medios de Comunicación del Consejo Evangélico del País Vasco.



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El Correo Español del Pueblo Vasco, Bilbao, 4 de julio de 2004

(c) JF Muela, ProtestanteDigital.com, España, 2004
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