Coincidencias significativas fortalecen aún más la coyuntura…
Coincidencias significativas fortalecen aún más la coyuntura…
¡Gracias por tus palabras de amor en Cristo y por la gentileza de brindarme tu amistad! Habiendo ya tomado nota de tu número telefónico, en el Señor esperaré el momento en que Él quiera que me comunique contigo. ¡Espero que sea muy pronto!
Tu presencia por estos predios me estimula a continuar caminando con GRAN ALEGRÍA el camino que nuestro PAPÁ ha trazado para mí desde antes de la fundación del mundo.
Sería un insulso lugar común decir que tú no sabes [¡TÚ SÍ QUE SABES!] lo difícil que me es en muchas oportunidades apartar la palabra de muerte [del mundo] que mi alma pone delante mío a cada instante. Mi alma, como tú bien lo sabes, quiere que yo me exprese, que hable, que escriba en LA CARNE. Ésta es la batalla del día a día, del instante a instante. Definitivamente, he de decir que no puedo con esto mas el CRISTO VIVO que mora en mí, SÍ QUE PUEDE. ¡Él ya triunfó por mí y por ti, hermano! ¡Aleluya! De modo que a través de Él, sólo de Él, puedo superar los embates de mi esclavizada carne, de mi alma rebelde.
A través de tus pocos y lacónicos [¡me impresiona muy gratamente cómo el Señor en pocas palabras se expresa certero a través de tu persona!] escritos, soy testigo de la de la agraciada expresión de tu corazón que está inmensamente HAMBRIENTO y SEDIENTO por el Señor Jesucristo. ¡Gloria a Dios por esto, hermano!
Unidos estamos en un SÓLO ESPÍRITU que nos administra el MANÁ que el PADRE se goza en enviarnos instante a instante de acuerdo a las particulares necesidades de cada uno de nosotros —células del Cuerpo de Cristo. ¡Sea para el Señor toda la gloria! ¡Amen!
¡Alégrate alma mía por compartir con uno de los miembros del Sagrado Cuerpo de tu Señor! Me alegro mucho de coincidir contigo en este sitio. La satisfacción es doble. PRIMERO: Porque se cumple la voluntad de Dios al proveerme contacto, comunión, con otro de mis hermanos. MUY SECUNDARIAMENTE: A través de tal conocimiento se reduce el indecible clamor de mi alma, esa que vive constantemente hostilizándome y pidiéndome pruebas. Hoy, una vez más mi alma tiene que someterse a la poderosa presencia del Espíritu de Vida en mi existencia. Hoy vuelve a quedar demostrado, una vez más, que yo NO SOY EL ÚNICO LOCO. ¡Amen!
En Cristo
Caleb Joshua
Coincidencias significativas fortalecen aún más la coyuntura…
Amado hermano Pepito:las coyunturas
Joshua C.
Alabo al Señor por las coyunturas de su Cuerpo
atravez de las cuales soy grandemente bendecido
para la edificacion del Cuerpo de Cristo.
¡Gracias por tus palabras de amor en Cristo y por la gentileza de brindarme tu amistad! Habiendo ya tomado nota de tu número telefónico, en el Señor esperaré el momento en que Él quiera que me comunique contigo. ¡Espero que sea muy pronto!
Tu presencia por estos predios me estimula a continuar caminando con GRAN ALEGRÍA el camino que nuestro PAPÁ ha trazado para mí desde antes de la fundación del mundo.
Sería un insulso lugar común decir que tú no sabes [¡TÚ SÍ QUE SABES!] lo difícil que me es en muchas oportunidades apartar la palabra de muerte [del mundo] que mi alma pone delante mío a cada instante. Mi alma, como tú bien lo sabes, quiere que yo me exprese, que hable, que escriba en LA CARNE. Ésta es la batalla del día a día, del instante a instante. Definitivamente, he de decir que no puedo con esto mas el CRISTO VIVO que mora en mí, SÍ QUE PUEDE. ¡Él ya triunfó por mí y por ti, hermano! ¡Aleluya! De modo que a través de Él, sólo de Él, puedo superar los embates de mi esclavizada carne, de mi alma rebelde.
A través de tus pocos y lacónicos [¡me impresiona muy gratamente cómo el Señor en pocas palabras se expresa certero a través de tu persona!] escritos, soy testigo de la de la agraciada expresión de tu corazón que está inmensamente HAMBRIENTO y SEDIENTO por el Señor Jesucristo. ¡Gloria a Dios por esto, hermano!
Unidos estamos en un SÓLO ESPÍRITU que nos administra el MANÁ que el PADRE se goza en enviarnos instante a instante de acuerdo a las particulares necesidades de cada uno de nosotros —células del Cuerpo de Cristo. ¡Sea para el Señor toda la gloria! ¡Amen!
¡Alégrate alma mía por compartir con uno de los miembros del Sagrado Cuerpo de tu Señor! Me alegro mucho de coincidir contigo en este sitio. La satisfacción es doble. PRIMERO: Porque se cumple la voluntad de Dios al proveerme contacto, comunión, con otro de mis hermanos. MUY SECUNDARIAMENTE: A través de tal conocimiento se reduce el indecible clamor de mi alma, esa que vive constantemente hostilizándome y pidiéndome pruebas. Hoy, una vez más mi alma tiene que someterse a la poderosa presencia del Espíritu de Vida en mi existencia. Hoy vuelve a quedar demostrado, una vez más, que yo NO SOY EL ÚNICO LOCO. ¡Amen!
En Cristo
Caleb Joshua