EL LIMBO NO ES DOCTRINA CATOLICA.

Primero palabras de:

Joseph Ratzinger:

"El limbo nunca fue una verdad de fe definida. Personalmente, hablando más que nunca como teólogo, y no como Prefecto de la Congregación, yo abandonaría esta que siempre fue apenas una hipótesis teológica. Se trata de una tesis secundaria, al servicio de una verdad que es absolutamente primaria para la fe: la importancia del bautismo. Para decirlo con las palabras mismas de Jesús a Nicodemo: "En verdad, en verdad te digo, si alguien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3,5). Abandónese, pues, el concepto de "limbo", si fuera necesario (además, los propios teólogos que lo defendían afirmaban, al mismo tiempo, que los padres podrían evitarlo para el hijo por el deseo del bautismo de él y por la oración); mas no se abandone la preocupación que lo sustentaba. El bautismo jamás fue y no será jamás algo accesorio para la fe".

despues de:

Juan Pablo II, dirigiéndose a las mujeres que han abortado:

“Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor.” (Evangelium Vitae, n° 99)

y por fin del catecismo catolico:
El Catecismo de la Iglesia Catolica, #1261:
En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los
hombres se salven y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10, 14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo.