EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Lo demás es todo un invento. Por más "paz y amor" que prediquen, hay tremendo engaño atrás. Y yo sé por donde viene ese engaño, y de donde viene.

Sr. Lenin.Nebadon, no ha hecho otra cosa que burlarse constantemente de la biblia, en defensa de su prosaico libro.
Podría convencer a algún fanático de Star Trek y de Matrix, pero no a alguien que se dedique a tener la cabeza y el corazón puestos en Cristo.


Amig@-Herman@ RENZ:

Yo no puedo, ni quiero convencer a nadie sobre la VERDAD del LU, solo´ el ESPIRITU DE LA VERDAD que mora en ti y todos los seres humanos pueden llevarte a la VERDAD (las enseñanzas de Jesús).


“Cuando venga el Consolador...él dará testimonio acerca de mí.” Juan 15:26.

“Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” Juan 16:13.

“El Consolador...a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:26.

“El nuevo ayudante que Jesús prometió enviar al corazón de los creyentes, para esparcirlo sobre toda la carne, es el Espíritu de la Verdad. Este don divino no es la letra ni la ley de la verdad, tampoco ha de funcionar como una forma o expresión de la verdad. El nuevo maestro es la convicción de la verdad, la conciencia y certeza de los verdaderos significados de los niveles espirituales reales. Y este nuevo maestro es el espíritu de la verdad viva y creciente, que se expande, se despliega, y se adapta.” (1949.3) 180:5.1




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Con Amor y Respeto Fraternal:
Lenin Linares
Santo Domingo, Rep. Dominicana
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Pues a mí me basto con leer una página para saber que era falso, falsísimo ese libro...
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Pues a mí me basto con leer una página para saber que era falso, falsísimo ese libro...

.....mira quien habla!!!!!!!


Mormonismo y poligamia

Las relaciones de la nueva secta del mormonismo así como de su fundador con la masonería resultaban, desde luego, inmejorables. Sin embargo, Joseph Smith distaba mucho - consideraciones sobre sus revelaciones aparte - de ser un modelo moral tal y como, presuntamente, exige la masonería de sus miembros. De hecho, en 1842, el profeta fue acusado de asesinato. Fuera o no cierto, la verdad es que salió bien parado en el procedimiento judicial e incluso se permitió declararse candidato a la presidencia de los Estados Unidos. No se saldría con la suya, pero el año siguiente recibiría otra revelación de enormes consecuencias. Su tema sería la poligamia. Al parecer antes de la canónica revelación de 12 de julio de 1843, Smith había tenido otras varias relativas a este tema, la diferencia estaba en que, hasta entonces, fueron privadas y generalmente iban dirigidas a convencer a la mujer ansiada (que podía ser tanto soltera como casada) de que Dios deseaba que se entregara al profeta Smith.

Si la mujer se convencía - cosa, al parecer, no muy difícil dado el poder de atracción de Smith - se celebraba un matrimonio secreto y, a partir de entonces, tenían lugar los encuentros sexuales de manera oculta. Ann Whitney, por citar sólo un ejemplo, se casó con Smith cerca de un año antes de la revelación de 1843 (1), pero la costumbre de perpretrar adulterios de manera constante, venía de muy lejos.

La primera acusación pública de adulterio formulada contra Smith procedió, nada menos, que de uno de los testigos del Libro de Mormón: Oliver Cowdery. Está documentado que, desde 1835, Smith mantuvo con una tal Fanny Alger una relación adulterina de la que no lograron disuadirlo ni siquiera algunos de sus colaboradores más cercanos (2). Pronto el número de amantes - esposas, según Smith - llegó a más de ochenta.

Al parecer, a Smith no le importaba mucho lo moral de sus actuaciones, pero sí el que su esposa Emma le pudiera descubrir . Esto, al menos, es lo que se desprende de una carta descubierta por Michael Marqwardt en el George Albert Smith Collection de la Biblioteca de la Universidad de Utah (3). Tanto le preocupaba la cólera de la esposa engañada que incluso, en algunas ocasiones, el profeta arregló casamientos fingidos entre sus "mujeres" y otros hombres (4), para cubrir una realidad más evidente: esas mujeres eran las amantes adulterinas de Smith. Desde luego, el sistema no deja de parecer una actitud curiosa si aceptamos la tesis de que Smith sólo hacía lo que Dios le ordenaba.

Como es de suponer, la lujuria del profeta pronto se convirtió en una pesadilla para muchos de sus adeptos. Tener una esposa hermosa era un riesgo porque, a buen seguro que, tarde o temprano, constituiría una tentación que Smith no podría ni querría resistir. Si una mujer le apetecía sexualmente, la tomaba sin el más mínimo problema de conciencia. Hay que decir, no obstante, que en algunas ocasiones estuvo dispuesto a aceptar un canje.

Un caso así fue el de Vilate Kimball, casada con el apóstol mormón Heber C. Kimball. La mujer debía tener un cierto atractivo físico y el profeta le comunicó que debía acceder a sus deseos sexuales. Ni a ella ni a su esposo les debió convencer - mucho menos honrar - la sugerencia. Finalmente, idearon una forma de escapar a tan alto honor. Kimball, con enorme tacto, preguntó a Smith si le daría igual tomar a la hija en lugar de la madre. El profeta aceptó el cambio (5).

En otros casos, como suele suceder en estas circunstancias con relativa frecuencia, el marido engañado por el profeta desconocía que su esposa - a la que consideraba un ejemplo de virtudes - había pasado a formar parte del harén de Smith (6). El conocimiento del secreto quedaba reducido a los protagonistas y a algunas personas muy cercanas.

Con todos los alicientes que el tener relaciones adúlteras con un supuesto profeta de Dios pudiera presentar para las mujeres, no puede decirse que aquella práctica hiciera especialmente felices a todas las de la secta. Cuando la poligamia se extendió a todos los varones del movimiento, no pocas adeptas se desesperaron y prefirieron suicidarse antes de allanarse a una conducta que las rebajaba de esa manera.

Naturalmente, todo aquello resultaba excesivo para la gente que vivía cerca de los mormones - nada pacíficos, por otro lado - y que temía verse desbordada por ellos (7). En el estado de Illinois la bigamia era un delito y Joseph Smith - en aquellos momentos en excelentes relaciones con la masonería - y su hermano Hyrum - el masón más importante de Nauvoo - fueron arrestados. Sin embargo, no fueron esos los únicos cargos presentados contra él. Las acusaciones iban desde gran inmoralidad a falsificación, pasando por encubrimiento y otros delitos. Hubiera sido de desear que compareciera ante un tribunal porque, quizá de esta manera, habría podido quedar establecido de manera legal cuál era el verdadero carácter de Smith. No fue así. Un grupo de unas ciento cincuenta personas hartas de los excesos de Smith asaltó la prisión de Carthage, en que estaba confinado, con ánimo de lincharlo.

Joseph Smith intentó salvarse realizando alguno de los gestos rituales de la masonería y profiriendo gritos de auxilio hacia posibles masones que pudieran encontrarse entre sus asaltantes. No podemos saber a ciencia cierta si había masones entre ellos, pero, en cualquiera de los casos, no le sirvió de nada. La turba disparó a través de la puerta de la cárcel y mataron instantáneamente a Hyrum. Joseph Smith disponía de un revólver y logró herir a cuatro de los atacantes. Sin embargo, cuando vio que la situación era desesperada, intentó escapar lanzándose por la ventana. Fue atrapado en la huída y asesinado.

(1) The Contributor, vol. 6, n. 4,enero de 1885, p. 131.
(2) Historical Record pg. 15, una fuente mormona da por verídico el dato.
(3) Reproducida en E. Decker y D. Hunt, Oc. P, 139.
(4) Cf. E. Decker y D. Hunt, Oc, p. 139 y ss.
(5) Dr. Wyl, Mormon Portraits, 1886, pp. 70-72.
(6) Tal como fue el caso de un tal H. B. Jacobs.
(7) Cf. No man knows my story, Fawn M. Brodie. 1945.


Mormonismo: la dudosa moralidad de Joseph Smith
La influencia de la masonería (VIII)

Joseph Smith en diversas ocasiones había declarado que "podía desafiar a la Tierra y al infierno (1)", que era el hombre más importante que hubiera vivido jamás, incluido Jesucriston (2), que era un abogado, un gran legislador y que abarcaba todo, el cielo, la tierra y el infierno y que iba a descubrir el conocimiento que cubriría a todos los otros abogados, doctores y cuerpos de letrados (3). Al fundar la iglesia mormona, Smith se había colocado por delante de todo profeta o apóstol anterior a él, incluyendo al propio Cristo: "Tengo más para jactarme de lo que haya tenido nunca ningún hombre. Soy el único hombre que ha sido capaz de mantener unida a toda una iglesia desde los días de Adán... Ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Jesús lo consiguieron nunca. Presumo de que ningún hombre hizo nunca un trabajo como el que yo hago. Los seguidores de Jesús se apartaron corriendo de El, pero los Santos de los Últimos Días nunca se apartarán de mí" (History of the Church, vol. 6, pp. 408-9).

Pretendía asimismo que él no era un siervo de Dios sino que, por el contrario, Dios era su mismo ayudante. Así lo dijo de manera indiscutible: "La tierra entera será testigo de que yo, como la roca elevada en medio del océano, que ha resistido la poderosa embestida de las olas durante siglos, soy invencible...

"Yo combato los errores de la Historia, me enfrento con la violencia de las masas; me las arreglo con los procedimientos ilegales de la autoridad; corto el nudo gordiano de los poderes y resuelvo los problemas matemáticos de las universidades, con la verdad, con la verdad primera: y DIOS ES MI HOMBRE DE CONFIANZA, MI MANO DERECHA".(4)

Su sueño megalómano concluyó aquel día al lado de la prisión de Carthage (que mencionamos en el artículo de la semana anterior). En el St. Clair Banner de 17 de septiembre de 1844 se publicó una declaración jurada de G.T.M. Davis en la que se revelaban los propósitos del profeta:

"El gran objetivo de Joseph Smith era evidentemente el de asumir poderes ilimitados - civiles, militares, eclesiásticos - sobre todos los que llegaran a ser miembros de su sociedad.
"... y para satisfacer a su gente... mostrando que la autoridad que Dios le había otorgado... se extendía sobre toda la raza humana y que los Santos de los Últimos Días, y las órdenes de Joe como rey y legislador iban a dominar a los gentiles y que obtendrían su sumisión mediante la espada". (5)

No resulta, por lo tanto, extraño que Joseph Smith enseñara y ordenara a sus adeptos que practicaran el robo, el saqueo y el asesinato de aquellos que se les enfrentaban. Esta conducta - que difícilmente podría denominarse cristiana, pero que cuenta con paralelos en procesos sociales impulsados por la masonería - era etiquetada con el término de "despojar a los gentiles". Como ha reconocido el escritor mormón Leland Gentry se consideraba que "había llegado el tiempo en que las riquezas de los gentiles debían ser consagradas a los Santos".(6)

La muerte de Smith provocó el lógico problema sucesorio. Originalmente, Joseph Smith había deseado que fuera un hijo suyo el que le sucediera a la cabeza de la secta ocultista fundada por él. Un manuscrito fechado el 17 de enero de 1844 y firmado por Joseph Smith apenas cinco meses antes de su muerte establece:

"Bendición dada por Joseph Smith Jr. A Joseph Smith III... Bendito del Señor es mi hijo Joseph III. porque él será mi sucesor en la Presencia del Alto sacerdocio; un vidente, un revelador, un profeta para la Iglesia; su designación le pertenece a él por mi bendición; y también por derecho".

Así lo quería el profeta, pero no le sirvió de nada. Uno de sus lugartenientes, Brigham Young, se autonombró sucesor suyo y el heredero oficial tuvo que conformarse con formar otra secta aparte. El 24 de julio de 1847, la primera caravana de mormones al mando de Brigham Young entraba en el Valle de Salt Lake. Más del sesenta por ciento de los mormones que llegaban a un territorio que pronto sería suyo eran masones, entre ellos toda la jerarquía de la secta. En los años venideros, los rituales del templo mormón de Salt Lake City - supuestamente procedentes del templo de Salomón - serían tomados de manera directa y apenas modificada de los de la masonería.

(1) Carta fechada el 22 de julio de 1844 de Sarah Scott en la que se describe las pretensiones de Smith.
(2) History of the Church, vol. 6, p. 408.
(3) Idem, vol. 5, p. 467.
(4) Idem, vol. 6, p. 78.
(5) Citado por J. Y S. Tanner - Mormonism - Shadow or Reality?. Pp. 415-6.
(6) L. Gentry, A History of Alter Day Saints in Norteen Missouri form 1836-1839, UBY, 1965, p. 32.
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?



.....mira quien habla!!!!!!!

Te falta discernimiento espiritual hermano...



Mormonismo y poligamia

Las relaciones de la nueva secta del mormonismo así como de su fundador con la masonería resultaban, desde luego, inmejorables. Sin embargo, Joseph Smith distaba mucho - consideraciones sobre sus revelaciones aparte - de ser un modelo moral tal y como, presuntamente, exige la masonería de sus miembros. De hecho, en 1842, el profeta fue acusado de asesinato. Fuera o no cierto, la verdad es que salió bien parado en el procedimiento judicial e incluso se permitió declararse candidato a la presidencia de los Estados Unidos. No se saldría con la suya, pero el año siguiente recibiría otra revelación de enormes consecuencias. Su tema sería la poligamia. Al parecer antes de la canónica revelación de 12 de julio de 1843, Smith había tenido otras varias relativas a este tema, la diferencia estaba en que, hasta entonces, fueron privadas y generalmente iban dirigidas a convencer a la mujer ansiada (que podía ser tanto soltera como casada) de que Dios deseaba que se entregara al profeta Smith.

Si la mujer se convencía - cosa, al parecer, no muy difícil dado el poder de atracción de Smith - se celebraba un matrimonio secreto y, a partir de entonces, tenían lugar los encuentros sexuales de manera oculta. Ann Whitney, por citar sólo un ejemplo, se casó con Smith cerca de un año antes de la revelación de 1843 (1), pero la costumbre de perpretrar adulterios de manera constante, venía de muy lejos.

La primera acusación pública de adulterio formulada contra Smith procedió, nada menos, que de uno de los testigos del Libro de Mormón: Oliver Cowdery. Está documentado que, desde 1835, Smith mantuvo con una tal Fanny Alger una relación adulterina de la que no lograron disuadirlo ni siquiera algunos de sus colaboradores más cercanos (2). Pronto el número de amantes - esposas, según Smith - llegó a más de ochenta.

Al parecer, a Smith no le importaba mucho lo moral de sus actuaciones, pero sí el que su esposa Emma le pudiera descubrir . Esto, al menos, es lo que se desprende de una carta descubierta por Michael Marqwardt en el George Albert Smith Collection de la Biblioteca de la Universidad de Utah (3). Tanto le preocupaba la cólera de la esposa engañada que incluso, en algunas ocasiones, el profeta arregló casamientos fingidos entre sus "mujeres" y otros hombres (4), para cubrir una realidad más evidente: esas mujeres eran las amantes adulterinas de Smith. Desde luego, el sistema no deja de parecer una actitud curiosa si aceptamos la tesis de que Smith sólo hacía lo que Dios le ordenaba.

Como es de suponer, la lujuria del profeta pronto se convirtió en una pesadilla para muchos de sus adeptos. Tener una esposa hermosa era un riesgo porque, a buen seguro que, tarde o temprano, constituiría una tentación que Smith no podría ni querría resistir. Si una mujer le apetecía sexualmente, la tomaba sin el más mínimo problema de conciencia. Hay que decir, no obstante, que en algunas ocasiones estuvo dispuesto a aceptar un canje.

Un caso así fue el de Vilate Kimball, casada con el apóstol mormón Heber C. Kimball. La mujer debía tener un cierto atractivo físico y el profeta le comunicó que debía acceder a sus deseos sexuales. Ni a ella ni a su esposo les debió convencer - mucho menos honrar - la sugerencia. Finalmente, idearon una forma de escapar a tan alto honor. Kimball, con enorme tacto, preguntó a Smith si le daría igual tomar a la hija en lugar de la madre. El profeta aceptó el cambio (5).

En otros casos, como suele suceder en estas circunstancias con relativa frecuencia, el marido engañado por el profeta desconocía que su esposa - a la que consideraba un ejemplo de virtudes - había pasado a formar parte del harén de Smith (6). El conocimiento del secreto quedaba reducido a los protagonistas y a algunas personas muy cercanas.

Con todos los alicientes que el tener relaciones adúlteras con un supuesto profeta de Dios pudiera presentar para las mujeres, no puede decirse que aquella práctica hiciera especialmente felices a todas las de la secta. Cuando la poligamia se extendió a todos los varones del movimiento, no pocas adeptas se desesperaron y prefirieron suicidarse antes de allanarse a una conducta que las rebajaba de esa manera.

Naturalmente, todo aquello resultaba excesivo para la gente que vivía cerca de los mormones - nada pacíficos, por otro lado - y que temía verse desbordada por ellos (7). En el estado de Illinois la bigamia era un delito y Joseph Smith - en aquellos momentos en excelentes relaciones con la masonería - y su hermano Hyrum - el masón más importante de Nauvoo - fueron arrestados. Sin embargo, no fueron esos los únicos cargos presentados contra él. Las acusaciones iban desde gran inmoralidad a falsificación, pasando por encubrimiento y otros delitos. Hubiera sido de desear que compareciera ante un tribunal porque, quizá de esta manera, habría podido quedar establecido de manera legal cuál era el verdadero carácter de Smith. No fue así. Un grupo de unas ciento cincuenta personas hartas de los excesos de Smith asaltó la prisión de Carthage, en que estaba confinado, con ánimo de lincharlo.

Joseph Smith intentó salvarse realizando alguno de los gestos rituales de la masonería y profiriendo gritos de auxilio hacia posibles masones que pudieran encontrarse entre sus asaltantes. No podemos saber a ciencia cierta si había masones entre ellos, pero, en cualquiera de los casos, no le sirvió de nada. La turba disparó a través de la puerta de la cárcel y mataron instantáneamente a Hyrum. Joseph Smith disponía de un revólver y logró herir a cuatro de los atacantes. Sin embargo, cuando vio que la situación era desesperada, intentó escapar lanzándose por la ventana. Fue atrapado en la huída y asesinado.

(1) The Contributor, vol. 6, n. 4,enero de 1885, p. 131.
(2) Historical Record pg. 15, una fuente mormona da por verídico el dato.
(3) Reproducida en E. Decker y D. Hunt, Oc. P, 139.
(4) Cf. E. Decker y D. Hunt, Oc, p. 139 y ss.
(5) Dr. Wyl, Mormon Portraits, 1886, pp. 70-72.
(6) Tal como fue el caso de un tal H. B. Jacobs.
(7) Cf. No man knows my story, Fawn M. Brodie. 1945.


Mormonismo: la dudosa moralidad de Joseph Smith
La influencia de la masonería (VIII)

Joseph Smith en diversas ocasiones había declarado que "podía desafiar a la Tierra y al infierno (1)", que era el hombre más importante que hubiera vivido jamás, incluido Jesucriston (2), que era un abogado, un gran legislador y que abarcaba todo, el cielo, la tierra y el infierno y que iba a descubrir el conocimiento que cubriría a todos los otros abogados, doctores y cuerpos de letrados (3). Al fundar la iglesia mormona, Smith se había colocado por delante de todo profeta o apóstol anterior a él, incluyendo al propio Cristo: "Tengo más para jactarme de lo que haya tenido nunca ningún hombre. Soy el único hombre que ha sido capaz de mantener unida a toda una iglesia desde los días de Adán... Ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Jesús lo consiguieron nunca. Presumo de que ningún hombre hizo nunca un trabajo como el que yo hago. Los seguidores de Jesús se apartaron corriendo de El, pero los Santos de los Últimos Días nunca se apartarán de mí" (History of the Church, vol. 6, pp. 408-9).

Pretendía asimismo que él no era un siervo de Dios sino que, por el contrario, Dios era su mismo ayudante. Así lo dijo de manera indiscutible: "La tierra entera será testigo de que yo, como la roca elevada en medio del océano, que ha resistido la poderosa embestida de las olas durante siglos, soy invencible...

"Yo combato los errores de la Historia, me enfrento con la violencia de las masas; me las arreglo con los procedimientos ilegales de la autoridad; corto el nudo gordiano de los poderes y resuelvo los problemas matemáticos de las universidades, con la verdad, con la verdad primera: y DIOS ES MI HOMBRE DE CONFIANZA, MI MANO DERECHA".(4)

Su sueño megalómano concluyó aquel día al lado de la prisión de Carthage (que mencionamos en el artículo de la semana anterior). En el St. Clair Banner de 17 de septiembre de 1844 se publicó una declaración jurada de G.T.M. Davis en la que se revelaban los propósitos del profeta:

"El gran objetivo de Joseph Smith era evidentemente el de asumir poderes ilimitados - civiles, militares, eclesiásticos - sobre todos los que llegaran a ser miembros de su sociedad.
"... y para satisfacer a su gente... mostrando que la autoridad que Dios le había otorgado... se extendía sobre toda la raza humana y que los Santos de los Últimos Días, y las órdenes de Joe como rey y legislador iban a dominar a los gentiles y que obtendrían su sumisión mediante la espada". (5)

No resulta, por lo tanto, extraño que Joseph Smith enseñara y ordenara a sus adeptos que practicaran el robo, el saqueo y el asesinato de aquellos que se les enfrentaban. Esta conducta - que difícilmente podría denominarse cristiana, pero que cuenta con paralelos en procesos sociales impulsados por la masonería - era etiquetada con el término de "despojar a los gentiles". Como ha reconocido el escritor mormón Leland Gentry se consideraba que "había llegado el tiempo en que las riquezas de los gentiles debían ser consagradas a los Santos".(6)

La muerte de Smith provocó el lógico problema sucesorio. Originalmente, Joseph Smith había deseado que fuera un hijo suyo el que le sucediera a la cabeza de la secta ocultista fundada por él. Un manuscrito fechado el 17 de enero de 1844 y firmado por Joseph Smith apenas cinco meses antes de su muerte establece:

"Bendición dada por Joseph Smith Jr. A Joseph Smith III... Bendito del Señor es mi hijo Joseph III. porque él será mi sucesor en la Presencia del Alto sacerdocio; un vidente, un revelador, un profeta para la Iglesia; su designación le pertenece a él por mi bendición; y también por derecho".

Así lo quería el profeta, pero no le sirvió de nada. Uno de sus lugartenientes, Brigham Young, se autonombró sucesor suyo y el heredero oficial tuvo que conformarse con formar otra secta aparte. El 24 de julio de 1847, la primera caravana de mormones al mando de Brigham Young entraba en el Valle de Salt Lake. Más del sesenta por ciento de los mormones que llegaban a un territorio que pronto sería suyo eran masones, entre ellos toda la jerarquía de la secta. En los años venideros, los rituales del templo mormón de Salt Lake City - supuestamente procedentes del templo de Salomón - serían tomados de manera directa y apenas modificada de los de la masonería.

(1) Carta fechada el 22 de julio de 1844 de Sarah Scott en la que se describe las pretensiones de Smith.
(2) History of the Church, vol. 6, p. 408.
(3) Idem, vol. 5, p. 467.
(4) Idem, vol. 6, p. 78.
(5) Citado por J. Y S. Tanner - Mormonism - Shadow or Reality?. Pp. 415-6.
(6) L. Gentry, A History of Alter Day Saints in Norteen Missouri form 1836-1839, UBY, 1965, p. 32.
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?



.....mira quien habla!!!!!!!


Mormonismo y poligamia

Las relaciones de la nueva secta del mormonismo así como de su fundador con la masonería resultaban, desde luego, inmejorables. Sin embargo, Joseph Smith distaba mucho - consideraciones sobre sus revelaciones aparte - de ser un modelo moral tal y como, presuntamente, exige la masonería de sus miembros. De hecho, en 1842, el profeta fue acusado de asesinato. Fuera o no cierto, la verdad es que salió bien parado en el procedimiento judicial e incluso se permitió declararse candidato a la presidencia de los Estados Unidos. No se saldría con la suya, pero el año siguiente recibiría otra revelación de enormes consecuencias. Su tema sería la poligamia. Al parecer antes de la canónica revelación de 12 de julio de 1843, Smith había tenido otras varias relativas a este tema, la diferencia estaba en que, hasta entonces, fueron privadas y generalmente iban dirigidas a convencer a la mujer ansiada (que podía ser tanto soltera como casada) de que Dios deseaba que se entregara al profeta Smith.

Si la mujer se convencía - cosa, al parecer, no muy difícil dado el poder de atracción de Smith - se celebraba un matrimonio secreto y, a partir de entonces, tenían lugar los encuentros sexuales de manera oculta. Ann Whitney, por citar sólo un ejemplo, se casó con Smith cerca de un año antes de la revelación de 1843 (1), pero la costumbre de perpretrar adulterios de manera constante, venía de muy lejos.

La primera acusación pública de adulterio formulada contra Smith procedió, nada menos, que de uno de los testigos del Libro de Mormón: Oliver Cowdery. Está documentado que, desde 1835, Smith mantuvo con una tal Fanny Alger una relación adulterina de la que no lograron disuadirlo ni siquiera algunos de sus colaboradores más cercanos (2). Pronto el número de amantes - esposas, según Smith - llegó a más de ochenta.

Al parecer, a Smith no le importaba mucho lo moral de sus actuaciones, pero sí el que su esposa Emma le pudiera descubrir . Esto, al menos, es lo que se desprende de una carta descubierta por Michael Marqwardt en el George Albert Smith Collection de la Biblioteca de la Universidad de Utah (3). Tanto le preocupaba la cólera de la esposa engañada que incluso, en algunas ocasiones, el profeta arregló casamientos fingidos entre sus "mujeres" y otros hombres (4), para cubrir una realidad más evidente: esas mujeres eran las amantes adulterinas de Smith. Desde luego, el sistema no deja de parecer una actitud curiosa si aceptamos la tesis de que Smith sólo hacía lo que Dios le ordenaba.

Como es de suponer, la lujuria del profeta pronto se convirtió en una pesadilla para muchos de sus adeptos. Tener una esposa hermosa era un riesgo porque, a buen seguro que, tarde o temprano, constituiría una tentación que Smith no podría ni querría resistir. Si una mujer le apetecía sexualmente, la tomaba sin el más mínimo problema de conciencia. Hay que decir, no obstante, que en algunas ocasiones estuvo dispuesto a aceptar un canje.

Un caso así fue el de Vilate Kimball, casada con el apóstol mormón Heber C. Kimball. La mujer debía tener un cierto atractivo físico y el profeta le comunicó que debía acceder a sus deseos sexuales. Ni a ella ni a su esposo les debió convencer - mucho menos honrar - la sugerencia. Finalmente, idearon una forma de escapar a tan alto honor. Kimball, con enorme tacto, preguntó a Smith si le daría igual tomar a la hija en lugar de la madre. El profeta aceptó el cambio (5).

En otros casos, como suele suceder en estas circunstancias con relativa frecuencia, el marido engañado por el profeta desconocía que su esposa - a la que consideraba un ejemplo de virtudes - había pasado a formar parte del harén de Smith (6). El conocimiento del secreto quedaba reducido a los protagonistas y a algunas personas muy cercanas.

Con todos los alicientes que el tener relaciones adúlteras con un supuesto profeta de Dios pudiera presentar para las mujeres, no puede decirse que aquella práctica hiciera especialmente felices a todas las de la secta. Cuando la poligamia se extendió a todos los varones del movimiento, no pocas adeptas se desesperaron y prefirieron suicidarse antes de allanarse a una conducta que las rebajaba de esa manera.

Naturalmente, todo aquello resultaba excesivo para la gente que vivía cerca de los mormones - nada pacíficos, por otro lado - y que temía verse desbordada por ellos (7). En el estado de Illinois la bigamia era un delito y Joseph Smith - en aquellos momentos en excelentes relaciones con la masonería - y su hermano Hyrum - el masón más importante de Nauvoo - fueron arrestados. Sin embargo, no fueron esos los únicos cargos presentados contra él. Las acusaciones iban desde gran inmoralidad a falsificación, pasando por encubrimiento y otros delitos. Hubiera sido de desear que compareciera ante un tribunal porque, quizá de esta manera, habría podido quedar establecido de manera legal cuál era el verdadero carácter de Smith. No fue así. Un grupo de unas ciento cincuenta personas hartas de los excesos de Smith asaltó la prisión de Carthage, en que estaba confinado, con ánimo de lincharlo.

Joseph Smith intentó salvarse realizando alguno de los gestos rituales de la masonería y profiriendo gritos de auxilio hacia posibles masones que pudieran encontrarse entre sus asaltantes. No podemos saber a ciencia cierta si había masones entre ellos, pero, en cualquiera de los casos, no le sirvió de nada. La turba disparó a través de la puerta de la cárcel y mataron instantáneamente a Hyrum. Joseph Smith disponía de un revólver y logró herir a cuatro de los atacantes. Sin embargo, cuando vio que la situación era desesperada, intentó escapar lanzándose por la ventana. Fue atrapado en la huída y asesinado.

(1) The Contributor, vol. 6, n. 4,enero de 1885, p. 131.
(2) Historical Record pg. 15, una fuente mormona da por verídico el dato.
(3) Reproducida en E. Decker y D. Hunt, Oc. P, 139.
(4) Cf. E. Decker y D. Hunt, Oc, p. 139 y ss.
(5) Dr. Wyl, Mormon Portraits, 1886, pp. 70-72.
(6) Tal como fue el caso de un tal H. B. Jacobs.
(7) Cf. No man knows my story, Fawn M. Brodie. 1945.


Mormonismo: la dudosa moralidad de Joseph Smith
La influencia de la masonería (VIII)

Joseph Smith en diversas ocasiones había declarado que "podía desafiar a la Tierra y al infierno (1)", que era el hombre más importante que hubiera vivido jamás, incluido Jesucriston (2), que era un abogado, un gran legislador y que abarcaba todo, el cielo, la tierra y el infierno y que iba a descubrir el conocimiento que cubriría a todos los otros abogados, doctores y cuerpos de letrados (3). Al fundar la iglesia mormona, Smith se había colocado por delante de todo profeta o apóstol anterior a él, incluyendo al propio Cristo: "Tengo más para jactarme de lo que haya tenido nunca ningún hombre. Soy el único hombre que ha sido capaz de mantener unida a toda una iglesia desde los días de Adán... Ni Pablo, ni Juan, ni Pedro, ni Jesús lo consiguieron nunca. Presumo de que ningún hombre hizo nunca un trabajo como el que yo hago. Los seguidores de Jesús se apartaron corriendo de El, pero los Santos de los Últimos Días nunca se apartarán de mí" (History of the Church, vol. 6, pp. 408-9).

Pretendía asimismo que él no era un siervo de Dios sino que, por el contrario, Dios era su mismo ayudante. Así lo dijo de manera indiscutible: "La tierra entera será testigo de que yo, como la roca elevada en medio del océano, que ha resistido la poderosa embestida de las olas durante siglos, soy invencible...

"Yo combato los errores de la Historia, me enfrento con la violencia de las masas; me las arreglo con los procedimientos ilegales de la autoridad; corto el nudo gordiano de los poderes y resuelvo los problemas matemáticos de las universidades, con la verdad, con la verdad primera: y DIOS ES MI HOMBRE DE CONFIANZA, MI MANO DERECHA".(4)

Su sueño megalómano concluyó aquel día al lado de la prisión de Carthage (que mencionamos en el artículo de la semana anterior). En el St. Clair Banner de 17 de septiembre de 1844 se publicó una declaración jurada de G.T.M. Davis en la que se revelaban los propósitos del profeta:

"El gran objetivo de Joseph Smith era evidentemente el de asumir poderes ilimitados - civiles, militares, eclesiásticos - sobre todos los que llegaran a ser miembros de su sociedad.
"... y para satisfacer a su gente... mostrando que la autoridad que Dios le había otorgado... se extendía sobre toda la raza humana y que los Santos de los Últimos Días, y las órdenes de Joe como rey y legislador iban a dominar a los gentiles y que obtendrían su sumisión mediante la espada". (5)

No resulta, por lo tanto, extraño que Joseph Smith enseñara y ordenara a sus adeptos que practicaran el robo, el saqueo y el asesinato de aquellos que se les enfrentaban. Esta conducta - que difícilmente podría denominarse cristiana, pero que cuenta con paralelos en procesos sociales impulsados por la masonería - era etiquetada con el término de "despojar a los gentiles". Como ha reconocido el escritor mormón Leland Gentry se consideraba que "había llegado el tiempo en que las riquezas de los gentiles debían ser consagradas a los Santos".(6)

La muerte de Smith provocó el lógico problema sucesorio. Originalmente, Joseph Smith había deseado que fuera un hijo suyo el que le sucediera a la cabeza de la secta ocultista fundada por él. Un manuscrito fechado el 17 de enero de 1844 y firmado por Joseph Smith apenas cinco meses antes de su muerte establece:

"Bendición dada por Joseph Smith Jr. A Joseph Smith III... Bendito del Señor es mi hijo Joseph III. porque él será mi sucesor en la Presencia del Alto sacerdocio; un vidente, un revelador, un profeta para la Iglesia; su designación le pertenece a él por mi bendición; y también por derecho".

Así lo quería el profeta, pero no le sirvió de nada. Uno de sus lugartenientes, Brigham Young, se autonombró sucesor suyo y el heredero oficial tuvo que conformarse con formar otra secta aparte. El 24 de julio de 1847, la primera caravana de mormones al mando de Brigham Young entraba en el Valle de Salt Lake. Más del sesenta por ciento de los mormones que llegaban a un territorio que pronto sería suyo eran masones, entre ellos toda la jerarquía de la secta. En los años venideros, los rituales del templo mormón de Salt Lake City - supuestamente procedentes del templo de Salomón - serían tomados de manera directa y apenas modificada de los de la masonería.

(1) Carta fechada el 22 de julio de 1844 de Sarah Scott en la que se describe las pretensiones de Smith.
(2) History of the Church, vol. 6, p. 408.
(3) Idem, vol. 5, p. 467.
(4) Idem, vol. 6, p. 78.
(5) Citado por J. Y S. Tanner - Mormonism - Shadow or Reality?. Pp. 415-6.
(6) L. Gentry, A History of Alter Day Saints in Norteen Missouri form 1836-1839, UBY, 1965, p. 32.


Te falta discernimiento espiritual hermano...
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Ambnos, el mormonismo y el libro de urantia hacen mención a que el ser humano pasará por diversos niveles de progresión espiritual hasta alcanzar la perfección.
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Pregunta para Lenin.Nebadon:

¿El Libro de Urantia admite o sostiene la Teoría de la Evolución de las especies de Darwin?

Desde ya gracias por la respuesta, en lo posible concisa.
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Pregunta para Lenin.Nebadon:

¿El Libro de Urantia admite o sostiene la Teoría de la Evolución de las especies de Darwin?

Desde ya gracias por la respuesta, en lo posible concisa.

Cualquiera que conozca la respuesta a mi pregunta puede responder...
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Tengo otra pregunta para lo entendidos en el libro URANTIA.
Este libro,¿Contiene profecías apra los años venideros?.tengo entendido que el libro se escribió por el año 1940...
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Pues a mí me basto con leer una página para saber que era falso, falsísimo ese libro...

Yo en cambio del libro de Mormón tuve que leer como el 25%.

En ese tiempo leía la Biblia porque pensaba que era de Dios, y también leía el libro de Mormón porque me habían dicho que era de Dios, hasta que me di cuenta que no era.
Solo me di cuenta que no era de Dios, porque no me comunicaba nada espiritual como sí lo hacía la Biblia, aunque mucho no entendía de la Biblia en ese entonces.
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Amig@-Herman@ maxicastag:

Antes de todo quiero disculparme por la demora de mi repuesta, tengo un trabajo algo complicado q me consume mucho tiempo y no siempre puedo entrar al foro para aprender y compartir sobre nuestro amado Jesucristo y todo lo que le rodea. Si alguien sabe como activar las notificaciones vía email le agradecería q me explicara como notificarme a mi email cada vez q alguien responde a un Tema especifico del foro….gracias!!!!

Con relación a tu pregunta, el LU (Libro de Urantia) admite parcialmente la Teoría de la evolución de las especies. Digo parcialmente porque recordemos que La gran contribución de Darwin a la ciencia NO HA sido la introducción del concepto evolutivo en la formulación de una teoría compatible con la descripción conocida del mundo orgánico, lo cual se debe, principalmente, a Buffon y Lamarck, sino la proposición del mecanismo de selección natural, por medio del cual puede ocurrir la evolución.

El LU en los documentos que habla sobre el origen de la vida en la Tierra (Urantia) -documentos números 57 al 65- se puede apreciar que la teoría más acertada con las explicaciones del LU son la Teoría Neodarwinista, esta teoría es la que realmente se adapta mejor en esos documentos (57 al 65). En esta nueva teoría reforzada los fenómenos evolutivos se explican básicamente por medio de las mutaciones y la producción de nuevas especies por reproducción sexual, mecanismos que darían origen a las variaciones, preservadas luego por acción de la selección natural de los portadores de dotación genética más favorable para hacer frente a las presiones ecológicas; estos portadores tienen una probabilidad de supervivencia y de procreación más alta que el resto de la población.

Pero OJO, el LU aunque aprueba esta teoría (Teoría Sintética de la evolución) también enseña y advierte lo siguiente, y cito:

La evolución siempre entraña un propósito y no es nunca fortuito. (730.7) 65:0.7

Todos los mundos que habitan los seres mortales son de origen y naturaleza evolucionarios. (559.1) 49:0.1

La vida es tanto mecanicista como vitalista —material y espiritual. (403.6) 36:6.1

Los científicos no podrán jamás producir organismos vivientes; la vida no es inherente en la materia. (403.6) 36:6.1

Los seres intermedios han recopilado más de cincuenta mil datos de la física y la química que son incompatibles con las leyes del azar en la evolución humana. (665.6) 58:2.3

La raza humana no tiene ningún ancestro superviviente entre la rana y el esquimal. (732.5) 65:2.7

Desde 1934 d. de J.C., el nacimiento de los primeros seres humanos ocurrió hace 993.419 años. (707.7) 62:5.1



Con gusto responderé todas las preguntas que estén a mi alcance,…..saludos!!!

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Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Tengo otra pregunta para lo entendidos en el libro URANTIA.
Este libro,¿Contiene profecías apra los años venideros?.tengo entendido que el libro se escribió por el año 1940...

Amig@-Herman@ arieldeuruguay:

El LU (Libro de Urantia) NO contiene profecías.

El Libro fue publicado por vez primera en idioma inglés bajo los derechos de autor internacionales el 12 de Octubre de 1955.


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Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?



Mas falso que un euro de goma

 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Mas falso que un euro de goma


Amig@-Herman@ Plataforma:

Es muy fácil calumniar, hasta un tonto puede hacer eso,... por qué mejor no tratas de demostrar que es falso?,.... por qué no buscas citas del libro en donde podamos apreciar su falsedad??......... busca tus pruebas en el libro de Urantia en donde concluyas que es falso (un invento del hombre para engañar a los fieles) y yo responderá al respectos sobre las mismas.

Estas en todo tu derecho de rechazar el libro, lo respecto y aun así seremos hermanos en la Fe y es muy probable que nos encontremos en el futuro lejano, en EL PARAISO, la morada física de Dios, el Padre Universal.


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Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

[h=2]DOCUMENTO 16[/h][h=2]LOS SIETE ESPÍRITUS RECTORES[/h](184.1) 16:0.1 LOS siete Espíritus Rectores del Paraíso son las personalidades primarias del Espíritu Infinito. En esta acción creadora séptuple de autoduplicación, el Espíritu Infinito agotó las posibilidades asociativas matemáticamente inherentes a la existencia del hecho de las tres personas de la Deidad. Si hubiese sido posible producir un número mayor de Espíritus Rectores, éstos habrían sido creados, pero tan sólo existían siete posibilidades asociativas, y sólo siete, inherentes en las tres Deidades. Y esto explica por qué el universo se opera en siete grandes divisiones, y por qué el número siete es básicamente fundamental en su organización y administración.

No entendi nada
 
Re: EL LIBRO DE HURANTIA ¿FALSO O CIERTO?

Estimado Lenin-Nebadon:
¿Que profetiza el libro de Urantia para este siglo XXI?
Si lo anunciado para el siglo que pasó no se cumplió, ya sabemos que es otro invento mas....