EL DON DE LENGUAS
“Pero hágase todo decentemente y con orden”.
(1 Corintios 14: 40)
Con el propósito de poder llevar la buena nueva del evangelio eterno a toda persona, a la llegada del Santo Espíritu este trajo consigo la maravilla del don de lenguas, que le permite a los cristianos en el momento que Dios así lo dispone, poder comunicarse con todos los hombres de cualquier país para que estos recibieran las palabras de vida eterna del Salvador del mundo.
Al igual que en nuestros días, en la iglesia primitiva muchos daban mal uso a este don, el cual en variados cultos no hacía la función que debía hacer, debido a la visión errónea en muchos de los primeros creyentes sobre este bien espiritual. Por eso el apóstol Pablo se vio en la necesidad de escribirle a estos creyentes de las iglesias apostólicas la verdadera forma de usar este don (1 Corintios 14).
En este capítulo se exhorta a usar esta dádiva de Dios en las congregaciones solo cuando pueda edificar a los demás integrantes de la iglesia. Porque si una persona adora a Dios mediante este don, esto no sirve de mucho provecho para quienes lo escuchen, “a menos que haya un intérprete de parte de Dios”, como dice el apóstol, que le traduzca el mensaje a los demás para su beneficio.
Este don se manifiesta de dos formas. Una es para adorar a Dios en el Espíritu mediante una lengua angelical que solo la entienden el Creador y el creyente cuando está en el Espíritu, lo cual poner al ser humano en una adoración angelical mediante el Espíritu, en su relación recíproca con su Dios. La otra forma es la que se manifestó en el Pentecostés, mediante la cual el cristiano habla en su lengua y el Espíritu hace que este mensaje llegue a oyentes de diferentes países en su propio idioma.
En nuestros días tenemos muchos grupos religiosos que dicen usar este don divino en sus cultos y adoraciones. En estas reuniones generalmente predomina el desorden; porque mientras desde el púlpito sus dirigentes predican, en las filas hay quienes hablan en lenguas, otros saltan, caen, tocan panderos y tamboras, bailan danzas parecidas a la de los indios apaches, se oyen ocho o quince niños llorando sin que sus padres por su concentración o desorientación en su “adoración de Dios” le pongan freno; y así estas supuestas asambleas cristianas, pentecostales y carismáticas contradicen los escritos divinos que dicen por medio del apóstol “hágase todo decentemente y con orden”.
La mayoría de los religiosos corren y se desbordan hacia los lugares donde hayan ocurrido u ocurran algunas manifestaciones sobrenaturales de cualquier índole, y casi siempre creen que por ser algo que se sale de los razonamientos científicos, viene de Dios. Es bueno recordar que también los millones de ángeles que cayeron con el Dragón usan de prodigios y poderes, los cuales son parte de la naturaleza con que fueron creados y que al
caer en pecado los administran para conquistar y pervertir a los hombres, dirigiendo sus caminos en contra de las verdaderas costumbres y prácticas de adoración establecidas por el Señor.
“Mas que comunión hay entre la luz y las tinieblas?”.
Muchas de estas congregaciones en las que se manifiesta el don de lenguas y otros prodigios, se caracterizan por la enseñanza y sostenimiento de doctrinas y normas anti-bíblicas, por la práctica de idolatría, al hincarse y adorar estatuas e imágenes de diferentes materiales, consagradas a muertos, ángeles y supuestos profetas resucitados; por el sostenimiento del supuesto rapto secreto de la iglesia, lo cual se opone a los enunciados literales de los versículos referentes a la venida del Señor; por arrastrar leyes mosaicas para hacer que su congregación sustente su secularismo.
Entonces estos dones derramados en muchos de estos grupos podemos de seguro afirmar que no vienen de Dios, sino de los demonios, para perdición de quienes los usan y de los que confían en ellos. Cómo puede ser Divino este poder, si aún estando la persona en abierta violación de leyes repetidas en todos los libros de la Biblia, estos dones se manifiestan sobre ellos noche tras noche?.
“No hay comunión entre Cristo y Satanás, entre la luz y las tinieblas” El ser humano que voluntaria e ignorantemente viole algunas de las leyes eternas del Señor, no es un candidato apto para que el Santo Espíritu derrame sobre él dones que solo caen sobre quienes llegan a un arrepentimiento que los encamine a escudriñar y dejar cada día sus malos hábitos, sus vicios, y cese de idolatrar y adorar a las criaturas en ves de al Creador.
QUIERES HABLAR EN LENGUAS?
(Poesía)
Oh que don tan maravilloso
aquel del pentecostés.
donde hubo gran alboroto
y aumento de la fe.
El Espíritu se derramó
a ciento veinte personas.
Con fuego les dio el don
que estremeció aquella zona.
Y les entendían los griegos,
los de Fenicia también;
gente de cerca y de lejos
con ellos decían amén.
Lenguas angelicales
les dio el Espíritu Santo;
dones que curan sus males,
todos sus muchos quebrantos
Pero no supieron muchos
usar el don correctamente.
Dejaba al pueblo confuso
su éxtasis de repente.
Y el apóstol les decía
en la iglesia no oren así,
porque de que les servía,
si no hay quien traduzca aquí.
Las lenguas angelicales
son para en el Espíritu adorar,
pero de nada les vale,
no sirven para enseñar.
A todos mandaba Pablo,
callar si intérprete no había,
a permanecer callados
ante la feligresía.
Hoy, cual indios apaches
se alborotan las congregaciones,
les llegan lenguas y ataques,
caen y se dan girones.
No importa sí su religión
este en idolatría,
reciben todos el don
con mucha alegoría.
También a muchísimas doñas
que masacran al vecino,
de noche ellas pregonan:
Hablé en lengua mi amigo.
Creen que el Espíritu Santo
se derrama como sea;
aunque se violen mandatos,
y en la Biblia no se crea.
Mas nos dice la Palabra,
que nunca habrá comunión,
entre lo que el Santo haga
y lo que ame el pecador.
Hablar en lengua no asegura
que por Dios seas movido,
aunque mi alma no sea pura,
por Satanás pude haber sentido.
Muchos disfraces de cordero
nos fueron profetizados,
por eso la Biblia leo,
y a todos los he probado.
En el día riquezas buscan
y se olvidan del amor;
de noche se oye la turba
pidiendo lenguas a Dios.
Se le oye un lenguarage
de lo alto, según ellos
“con el Espíritu caen”
hablar en lengua es su anhelo.
Lo que acaba de leer el lector es un pequeño fragmento del libro SALID DE ELLA, PUEBLO MIO, de Félix Lantigua Paulino.
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