
Con el pequeño gran detalle que quien autoriza el proceso es el Obispo. Después de un largo proceso de interrogatorios entre el demandante y su Presbítero.
No es que dices "Voy a estudiar Derecho Canónico en la Universidad y pondré un bufette para nulidades matrimoniales".
NO
La nulidad del matrimonio es un proceso doloroso. Feo. Triste. Si hay hijos, es peor. Si comulgastes o te confesastes durante esa relación que fue nula, cometistes
sacrilegio. Estás fuera de la Iglesia, hermano...
La gente te ve como algo raro. Estás destinado al ostracismo. La gente desconfía de ti. Difícilmente alguien se casará contigo. Se burlarán de tus hijos en la escuela.
Ufff... realmente quien se mete en eso, se mete en algo bien complicado.
A veces es fácil. Se anula tu matrimonio porque tu mujer era lesbiana y no lo sabías. O porque estaba drogada y no lo sabía. Cosas así...