Puede alguien negar lógicamente la existencia de Dios? Ésta es una buena pregunta, y que es ciertamente pertinente al tema que estamos tratando. Es la creencia de este autor que uno no puede negar a Dios en buena lógica. Esto puede parecer ridículo de entrada, pero unas reflexiones pondrán esto en claro.
Uno tendría que ser un dios para negar a Dios. Theodore Christlieb escribió: "La negación de la existencia de Dios involucra una hipótesis absolutamente monstruosa; cuando se mira más de cerca, es una presuposición inconsciente. Antes que uno pueda decir que el mundo no tiene un Dios, tiene ante todo que haber llegado a conocer perfectamente todo el mundo". En otras palabras, "sería necesario conocer todo antes que uno pudiera afirmar dogmáticamente que no hay Dios, porque si no se conociera todo, aquella misma cosa que pudiera haber escapado a la detección es Dios".
El ateo, a fin de negar lógicamente a Dios, tendría que investigar cada rincón del universo. Tendría que mirar detrás de cada estrella de manera simultánea, estar en todo lugar al mismo tiempo y conocerlo todo. "Si hay una cosa que no sepa, aquella cosa podría ser que Dios existe". El ateo tiene que estar familiarizado con todas las fuentes de verdad, conocer todas las causas de la existencia, y explicar todo lo que ha sucedido en el curso de la historia antes que pueda decir que no hay Dios. "En conclusión", concluía Christlieb, "para poder afirmar autorizadamente que no existe Dios alguno, el que lo hace tiene que ser omnisciente y omnipresente, esto es, él mismo tiene que ser Dios, y entonces, después de todo, habría uno".
Roger E. Dickson, "El ocaso de los incrédulos", CLIE (1982) págs. 68-69
Uno tendría que ser un dios para negar a Dios. Theodore Christlieb escribió: "La negación de la existencia de Dios involucra una hipótesis absolutamente monstruosa; cuando se mira más de cerca, es una presuposición inconsciente. Antes que uno pueda decir que el mundo no tiene un Dios, tiene ante todo que haber llegado a conocer perfectamente todo el mundo". En otras palabras, "sería necesario conocer todo antes que uno pudiera afirmar dogmáticamente que no hay Dios, porque si no se conociera todo, aquella misma cosa que pudiera haber escapado a la detección es Dios".
El ateo, a fin de negar lógicamente a Dios, tendría que investigar cada rincón del universo. Tendría que mirar detrás de cada estrella de manera simultánea, estar en todo lugar al mismo tiempo y conocerlo todo. "Si hay una cosa que no sepa, aquella cosa podría ser que Dios existe". El ateo tiene que estar familiarizado con todas las fuentes de verdad, conocer todas las causas de la existencia, y explicar todo lo que ha sucedido en el curso de la historia antes que pueda decir que no hay Dios. "En conclusión", concluía Christlieb, "para poder afirmar autorizadamente que no existe Dios alguno, el que lo hace tiene que ser omnisciente y omnipresente, esto es, él mismo tiene que ser Dios, y entonces, después de todo, habría uno".
Roger E. Dickson, "El ocaso de los incrédulos", CLIE (1982) págs. 68-69