Solo he tenido una experiencia extraordinaria con Dios en mi vida. Hace veinte años, mientras dormía, sentí que Dios me decía que mi padre iba a morir. Como nunca me había pasado una cosa así no sabía cómo reaccionar. Al día siguiente, por la tarde, mi padre falleció en accidente de tráfico. Dios me había preparado.
Años después, en Jerusalén, iba por la Vía Dolorosa, haciendo el recorrido que hacía Jesús. Jerusalén no es tan grande pero aun así la distancia que recorrió Jesús era mayor de la que uno puede deducir leyendo el Evangelio. Simón de Cirene tuvo que ayudarle. Me detuve entonces junto a las escaleritas de una casa para reflexionar sobre estas cosas. El cielo estaba ligeramente encapotado. De repente se abrió un hueco y un rayo de luz incidió sobre las escaleritas que estaban enfrente mío. Y una paloma vino y se posó sobre las escaleritas. No creo que fuera un hecho extraordinario, simplemente me mosqueó.
La única experiencia extraordinaria de diálogo con Dios la he tenido en sueños, con lo de mi padre.
No sé si habéis tenido experiencias de diálogo extraordinarias con Dios.
Años después, en Jerusalén, iba por la Vía Dolorosa, haciendo el recorrido que hacía Jesús. Jerusalén no es tan grande pero aun así la distancia que recorrió Jesús era mayor de la que uno puede deducir leyendo el Evangelio. Simón de Cirene tuvo que ayudarle. Me detuve entonces junto a las escaleritas de una casa para reflexionar sobre estas cosas. El cielo estaba ligeramente encapotado. De repente se abrió un hueco y un rayo de luz incidió sobre las escaleritas que estaban enfrente mío. Y una paloma vino y se posó sobre las escaleritas. No creo que fuera un hecho extraordinario, simplemente me mosqueó.
La única experiencia extraordinaria de diálogo con Dios la he tenido en sueños, con lo de mi padre.
No sé si habéis tenido experiencias de diálogo extraordinarias con Dios.