EL CRISTO QUE YO CONOZCO.

26 Abril 2009
16
0
EL CRISTO QUE YO CONOZCO.


Con diáfana mirada de inmensa ternura,
camina por el mundo cargando nuestras penas,
escucha nuestros ruegos y con inmensa dulzura,
mitiga los dolores y rompe las cadenas.

¡ Oh! Cristo noble mi Dios omnipotente,
eres tardo en la ira cual padre amoroso,
es por ello que mi innoble alma penitente,
se indigna de contemplar tu rostro hermoso.

Señor de señores que gobiernas el mundo,
solo tú eres digno de toda alabanza
y cual inmaculado cordero de amor profundo,
perdonas nuestras culpas y das vida en abundancia.

Solo tú Señor eres consuelo eterno,
pregón de sacrificio ternura y bondad,
pilar de esta fe que llevo muy adentro,
eres la meta sagrada que pretendo alcanzar.

Por eso yo te pido en mi oración mas sentida,
fortalezcas mi alma si está por claudicar,
no me desampares y en los afanes de esta vida,
extiéndeme tu mano para a ti poder llegar,

No sé si por amarte la vida he de perder,
ni el terrenal dolor de la carne doblegará mi fe
mi espíritu que es vida y parte de tu ser,
te alabará por siempre, por doquiera que esté.

Autor : Víctor A. Arana.
(VICTOR SANTA ROSA)
Chicago Illinois Marzo 2002.
 
Re: EL CRISTO QUE YO CONOZCO.

EL CRISTO QUE YO CONOZCO.


Con diáfana mirada de inmensa ternura,
camina por el mundo cargando nuestras penas,
escucha nuestros ruegos y con inmensa dulzura,
mitiga los dolores y rompe las cadenas.

¡ Oh! Cristo noble mi Dios omnipotente,
eres tardo en la ira cual padre amoroso,
es por ello que mi innoble alma penitente,
se indigna de contemplar tu rostro hermoso.

Señor de señores que gobiernas el mundo,
solo tú eres digno de toda alabanza
y cual inmaculado cordero de amor profundo,
perdonas nuestras culpas y das vida en abundancia.

Solo tú Señor eres consuelo eterno,
pregón de sacrificio ternura y bondad,
pilar de esta fe que llevo muy adentro,
eres la meta sagrada que pretendo alcanzar.

Por eso yo te pido en mi oración mas sentida,
fortalezcas mi alma si está por claudicar,
no me desampares y en los afanes de esta vida,
extiéndeme tu mano para a ti poder llegar,

No sé si por amarte la vida he de perder,
ni el terrenal dolor de la carne doblegará mi fe
mi espíritu que es vida y parte de tu ser,
te alabará por siempre, por doquiera que esté.

Autor : Víctor A. Arana.
(VICTOR SANTA ROSA)
Chicago Illinois Marzo 2002.

ALELUYA ,