A lo que me refiero es que lo decía de manera humorística. El se reía y todos nos reíamos. Por supuesto que lo hacía para que reflexionáramos, pero la forma de captar nuestra atención era mediante el chiste.Si eso dijo el evangélico, mintió, pues no conozco un solo evangélico que pare de trabájar los siete días de la semana.
Aunque lo llames chiste no lo es, pues el cristiano debe serlo todos los días y esto nada tiene que ver con si se debe respetar o no respetar el cuarto mandamiento, referente al sábado.
Totalmente de acuerdo que esto nada tiene que ver con la doctrina de la observancia del sábado, sino sobre vivir nuestra fe todos los días.