"No existe una comunidad mas ciega que aquella que no quiere ver ni oir ni entender"
El gran problema de la raza humana es enteramente sobre Cristo.
La muerte de Cristo, la Obra magna de la Redención, la han transformado en algo sin importancia, un lugar común de la filosofìa religiosa, tanto como de la teología romanista, donde ocupa un lugar secundario, porque allí lo importante es el Sumo Pontìfice, la mariolatria, el culto a los muertos, la intercesión mútliple, hasta un individuo "canonizado" por este sistema corrompido, recibe el nombre de "San Antonio", encargado de interceder por los novios de las solteras.
Estas comunidades ciegas y sordas, no quieren, voluntariamente, ver ni oir sobre su compromiso aquí en la tierra, el cual, es enteramente sobre Cristo. Nada de compromisos con criaturas descendientes de Adán, ni con falsas intercesiones.
Cual vaya a ser el fin de aquellos que nunca han oído hablar de Cristo, no lo sabemos.
Pero las Escrituras no guardan reserva ni misterio con respecto a la porción del catolicismo romano, como un sistema corrompido que se sienta sobre muchas aguas, es decir, sobre muchas naciones.
La Obra de la Redención ha sido consumada y el cielo ha quedado abierto a los perdidos de la tierra. Y lo más asombroso de la misericordia divina, ha puesto la vida eterna al alcance de los mas asesinos y corrompidos de la tierra. Dios no está imputando los pecados sino ofreciendo el perdón de ellos. Y el único ser en el Universo que tiene el poder de castigar al culpable...está ahora en el Trono de Dios como Salvador, transformando, con su Presencia allí, el carácter de jucio de aquel trono en un trono de gracia.
No es por pertenecer a un sistema religioso que la persona es perdonada, esta es una gran mentira del diablo, veamosla:
El Papa Inocencio III,
Eius exemplo, 18 de dec. de 1208:
“Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no la de los herejes, sino
la santa Iglesia, Romana, católica y apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse.”
Es Cristo nuestro Salvador, todos nuestros pecados fueron puestos sobre su cuerpo en el altar de la cruz, no fueron puestos sobre marìa ni sobre ninguna criatura de la tierra. Fueron puestos sobre el Hijo de Dios.
El catolicismo romano es un camino pavimentado de engaños y herejías que conducen indefectiblemente al infierno, de ahí el clamor del Espíritu de Dios:
Rev 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía:
Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
De esta elección depende el destino eterno de cada católico sencillo y honesto, de ahí la virulencia con la cual es atacada la salvación en Cristo, solamente por la Fe en El.
Si la salvación en Cristo dependiese del Romanismo o del cualquier grupo en particular, no habría necesidad de Redención, solo con la afiliación o membresía sería suficiente.
Es cierto que existen en el romanismo católicos que tienen una devoción personal hacia el Señor y a los dogmas de su institución, en tanto que desprecian o le restan valor a las Escrituras. Pero cualquier persona reflexiva reconocerá que es solamente por medio de la Palabra escrita que podemos llegar a la Palabra Viva, al Verbo hecho carne. De ahí su declaración:
Joh 12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
De modo que las consecuencias de aceptar o rechazar al Cristo de las Escrituras son eternas.
"No existe una comunidad mas ciega que aquella que no quiere ver ni oir ni entender"
