IDOLATRIA 3D
La pieza sagrada contiene una gota de la sangre del recordado papa y santo polaco; la sustracción tuvo lugar en la Basílica del Santísimo Sacramento, en el barrio de Retiro
22 de noviembre de 202115:09
Mariano De Vedia
LA NACION
La reliquia expuesta en una celebración en la Basílica del Santísimo Sacramento, por el padre Jacek Twarog, rector de la Misión Católica PolacaBasílica del Santísimo Sacramento
La creciente inseguridad en la zona céntrica porteña no respeta cultos ni sitios sagrados. Lo sufre en carne propia el sacerdote
Rafael Cáceres Olave, párroco de la Basílica del Santísimo Sacramento, en el corazón del barrio de Retiro. Desde hace tres meses
recorre ferias y anticuarios para intentar encontrar rastros de una
reliquia del papa San Juan Pablo II que fue robada de ese templo a fines de julio.
“Estuve esperando que la persona que se la llevó
se arrepintiera y la devolviera. Pero hasta ahora eso no ocurrió. Lo más probable es que se la hayan llevado para comercializar en el mercado informal el bronce que acompañaba a la sagrada pieza”, explicó el sacerdote a
LA NACION.
La reliquia conservaba
una gota de sangre de Juan Pablo II enmarcada en un cuadro que reproduce en bronce su escudo papal y la leyenda
Totus tuus (todo tuyo), su lema episcopal. En el centro de ese escudo estaba el relicario.
La reliquia con la sangre de Juan Pablo II, robada de la Basílica del Santísimo SacramentoBasílica del Santísimo Sacramento
“Recorrí varios comercios de antigüedades y no encontré nada. En este barrio hubo muchos robos de piezas de bronce en edificios y en plazas y monumentos. Se llevan, incluso, las tapas de los desagües”, describió el padre Cáceres Olave, habituado ya a convivir con las secuelas del delito.
La insólita sustracción preocupó especialmente a la Congregación de los Padres Sacramentarios, que tienen a su cargo la parroquia, emplazada desde 1928 en San Martín 1039, y a los laicos que una vez por mes se reúnen en la basílica, como parte del Grupo de Oración Hijos Espirituales de Juan Pablo II. En ese sentido, transmitió su pesar por el robo el rector de la Misión Católica Polaca, padre
Jacek Twarog, de fuerte presencia en el templo.
La Basílica del Santísimo Sacramento está ubicada a metros de la Plaza San Martín y la sucesión de robos en el barrio desalentó al padre Cáceres Olave a la hora de formalizar una denuncia policial. Habló con un agente que custodiaba la zona el día de la sustracción, pero
no encontró mucha receptividad y desistió de hacerlo. “Preferí recorrer los locales de compraventa de antigüedades, pero no apareció nada”, contó.
La pieza sagrada se encontraba en la nave central del templo, a un costado del altar, desde hace cinco años. Fue donada por el arzobispo emérito de Cracovia,
cardenal Estanislao Dziwisz, quien fue secretario privado de Karol Wojtyla (luego Juan Pablo II), durante cuatro décadas. El 22 de octubre pasado, fecha en que la Iglesia celebra al santo polaco, la reliquia fue expuesta en el altar de la basílica para la veneración de los fieles.
El relicario estaba colgado debajo de un cuadro con la imagen de Juan Pablo II, que no sufrió daños. El padre Cáceres Olave informó que esa obra fue retirada en forma preventiva.
Según pudo saber
LA NACION, en septiembre de 2020 fue robada en la Catedral de Spoleto, en Umbría, Italia, una ampolla que contenía gotas de sangre de Juan Pablo II. Autoridades episcopales de ese país definieron ese hecho como “un acto grave que hiere la sensibilidad y la devoción de muchas personas”.