El Bautismo según la Biblia

A lo mejor Colosenses 2,11-12 dice algo al respecto
 
José Luis

El anterior mensaje que puse para Karolusin también es para Tí.

No tuerzas la palabra de Dios, Jesucristo era claro y sencillo (el que creyere y fuere bautizado).

Errais ignorando las escrituras !!!!!

Lo demás son tradiciones de la iglesia católica, pensamientos y costumebres de seres humanos. Y no me salgas que el papa es infalible, él es un ser humano más, como tu y como yo, con dos ojos dos orejas y una naríz.

Ya no te aferres a tus tradiciones, sabias que el mismo Jesús habló de tí en su bendita palabra ?

Si no lo crees te lo voy a decir "Bien invalidais el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición" (Mateo 7:9).

Y no lo digo Yo lo, dice el mismísimo Jesucristo.

O que acaso le haces más caso a tu papa que al Santísimo Dios ???

P.D. Tu no podrás salvar por la fé de tus padres, te puedes salvar por tu fé.

Hace falta recobrar el primer amor.

Sabes cual es ??
QDTB
 
Karolusin,Quienes otros?
tambien ya te corregi que no son 25,000 denominaciones, te dije que volvieras a consultar con amatulli,ya que no se de donde el saco estos numeros.
 
Bueno, Luis Fernando, yo tenemos el texto, ahora danos una muestra de exégesis mencionando, entre otras cosas, hasta donde llega la "semejanza", en qué consiste???
Me encanta esto de la exégesis.
 
Este es un estudio bíblico realizado por un hermano protestante reformado de España al que aprecio mucho. Así quedará claro como desde la posición protestante se defiende el bautismo de infantes, el valor regenerativo de dicho bautismo e incluso la validez del bautismo por aspersión.
Desde el punto de vista católico habría muy poco que corregir a este estudio y NADA en lo referente a la doctrina bautismal del mismo.

Si alguno-a tiene interés en hacer un estudio igual de completo para demostrar la postura en contra del bautismo de infantes, ya sabe: a estudiar y a poner aquí las conclusiones de dicho estudio.
Es muy fácil el poner dos o tres versiculitos sacados a vuela pluma y luego todos los demás a reír y a dar palmaditas en la espalda. Otra cosa es hacer un estudio SERIO y CONCIENZUDO de la Palabra de Dios, como ha hecho este hermano.

Bendiciones

EL BAUTISMO:

Forma o modo del Bautismo.

La forma o modo es indiferente. La cantidad de agua empleada no determina su validez, como ocurre con la cantidad de pan y vino en la Santa cena.

El significado del vocablo BAPTO o “bautizar” no tiene significado único.
Los “bautismos” de los judíos: Era algo ordinario en sus vidas, se bautizaban (lavaban) antes de comer, y bautizaban las camas:

“Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.” (MARCOS 7:4.)

“Y el fariseo se asombró al ver que no se lavó antes de comer.” (LUCAS 11:38.)

Se bautizaban por tocar un cadáver: ECLESIÁSTICO 34:30 (este libro es apócrifo, católico - lo utilizamos para ver el significado de la palabra bapto.)

“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y
diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS 9:10.)

Había otros bautismos además del de arrepentimiento:

“Entonces él anduvo por toda la región alrededor del Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados.” (LUCAS 3:3.)

Los profetas bautizaban. El Mesías haría lo mismo cuando apareciese:

“Este es el testimonio de Juan cuando los judíos le enviaron de Jerusalén unos sacerdotes y levitas para preguntarle: --¿Quién eres tú? Él confesó y no negó, sino que confesó: --Yo no soy el Cristo.
Y le preguntaron: --¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: --No lo soy. --¿Eres tú el profeta? Y respondió: --No. Le dijeron entonces: --¿Quién eres?, para que demos respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices en cuanto a ti mismo? Dijo: --Yo soy la voz de uno que proclama en el desierto:
“Enderezad el camino del Señor” como dijo el profeta Isaías.
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. Le preguntaron y le dijeron: --¿Entonces, por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?” (JUAN 1:19-25.)
“Pero Jesús le respondió: --Permítelo por ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.
Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él.”
(MATEO 3:15-16.)

“Toda justicia” equivale a la purificación que la ley demandaba a todo sacerdote.

Los bautismos judíos no eran por inmersión.

La inmersión no está prescrita ni ordenada en la ley. A pesar de que aquellos “bautismos” fueron impuestos al pueblo.

“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS 9:10.)

En ningún lugar de la ley de Moisés se prescribe la inmersión. ¿Con que derecho se concluye que se hacían por inmersión, tratárese de personas o de enseres?

Los bautismos eran por aspersión, efusión o rociamiento:

“Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.” (NUMEROS 8:7.)

“Todo el que toque un cadáver, el cuerpo de alguien que ha muerto, y que no se purifica, contaminará el tabernáculo de Jehovah. Esa persona será excluida de Israel, por cuanto el agua para la impureza no fue rociada sobre
él. Aún queda impuro, y su impureza permanece sobre él.”
(NUMEROS 19:13.)

“Una persona que esté pura tomará hisopo y lo mojará en el agua. Luego rociará la tienda, todos los utensilios, a las personas presentes, y al que tocó un hueso o a uno que ha sido matado o un cadáver o una tumba. El que esté puro rociará sobre el impuro en el tercero y en el séptimo día. Después
de purificarlo en el séptimo día, éste lavará su ropa y lavará su cuerpo con agua; y al anochecer será puro.”
(NUMEROS 19:18-19.)

“Por otro lado, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos?
Si los muertos de ninguna manera resucitan, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos?” (1ª CORINTIOS 15:29.)

“En la misma hora se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres. Comía hierba como los bueyes, y su cuerpo era mojado con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águilas y sus uñas como las de las aves.” (DANIEL 4:33.)

Los 70 sabios hebreos que tradujeron la Septuaginta emplean la palabra bautizar para indicar que Nabucodonosor era rociado con rocío del cielo.

Bautizar equivale a lavar:

“Pues los fariseos y todos los judíos, si no se lavan las manos hasta la muñeca, no comen, porque se aferran a la tradición de los ancianos. Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y
de los utensilios de bronce y de los divanes.” (MARCOS 7:3-4.)

El versículo 3 dice lavar y el 4 bautizar, ambas palabras se usan permutablemente y como equivalentes.

“--¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.”
(MATEO 15:2.) “LAVAN”.

“Y el fariseo se asombró al ver que no se lavó antes de comer.” (LUCAS 11:38.) “BAUTIZADO”.

Estos lavamientos no podían ser por inmersión porque el rociamiento es impuesto por la ley.

El bautismo judío era un rito cotidiano se bautizaban o purificaban antes de comer, por las impurezas, por tocar cadáver, al volver de la plaza, bautizaban los lechos, los vasos... De ser practicado por inmersión se hacia imprescindible el baptisterio en cada casa judía. No era así. Sin embargo en las casas judías existían “tinajas dispuestas conformes al rito de la purificación de los judíos”.

“Había allí seis tinajas de piedra para agua, de acuerdo con los ritos de los judíos para la purificación. En cada una de ellas cabían dos o tres medidas.” (JUAN 2:6.)

Su capacidad, 80 a 120 litros, era muy grande para meter solo las manos, pero insuficiente para sumergir personas o cosas grandes. Pero servían perfectamente para sacar agua y rociarla sobre las personas o cosas a bautizar o purificar.

Casos en que la inmersión era imposible:

“Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.” (MARCOS 7:4.)

Los lechos fuesen camas mesas o “divanes” no podían sumergirse.

“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS
9:10.)

Esto corrobora que los bautismos judíos eran por aspersión. Por el contexto inmediato queda claro que los bautismos impuestos eran con la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociada a los impuros:

“Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo.” (HEBREOS 9:13.)

“Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo.”
(HEBREOS 9:19.)

“Y roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios del servicio.” (HEBREOS 9:21.)

La forma del bautismo cristiano deriva de la del judío.

En cuanto ceremonia en si no se distinguía del bautismo judaico. Se diferenciaba solo en significado y en que el bautismo cristiano se hacia en nombre de la Trinidad.

Idéntico significado del agua en los dos testamentos. El agua era emblema de purificación y consagración. Si la aspersión fue en el A.T. Suficiente para representar estas cosas ¿porque no habría de serlo ahora? ¿Es acaso mas significativo o eficaz un gran volumen de agua que una pequeña cantidad?

“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.”
(EZEQUIEL 36:25-26.)

Jesús no alteró en lo mas mínimo el significado y uso del agua, ni de la palabra “bautizar”.

Argumentos:

Cuando Jesús vino, halló a los judíos empleando la palabra “bautizar” para designar sus purificaciones por aspersión. Utilizó la misma palabra “bautizar” para nombrar a su propia ordenanza. Sin indicar que la forma de aspersión cambiaría. ¿Habría sido así de haber querido introducir en su
Iglesia una nueva forma de bautismo (la inmersión)?

Al usar la misma palabra (sin indicar cambio alguno) aceptaba para el bautismo cristiano la misma forma (aspersión, rociamiento) conque se venía realizando durante siglos los bautismos judaicos.

EJEMPLOS DE BAUTISMOS POR ASPERSÍON:

El bautismo del Espíritu Santo. Es representado en la Biblia como “derramamiento”.

“Porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.” (HECHOS 1:5.)

COMPARAR CON:

“Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.” (HECHOS 2:17.)

El elemento (agua) se aplica al sujeto y no al contrario:

“Juan les respondió diciendo: --Yo bautizo en agua, pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.”
(JUAN 1:26.)

“Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: “Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre él, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo.”
(JUAN 1:33.)

“Porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.” (HECHOS 1:5.)

“Entonces Pedro respondió: --¿Acaso puede alguno negar el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo, igual que nosotros?” (HECHOS 10:47.)
El bautismo del eunuco.

“Un ángel del Señor habló a Felipe diciendo: “Levántate y vé hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.” El se levantó y fue. Y he aquí un eunuco etíope, un alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, quien estaba a cargo de todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar, regresaba sentado en su carro leyendo el
profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro.”
Y Felipe corriendo le alcanzó y le oyó que leía el profeta Isaías. Entonces le dijo: --¿Acaso entiendes lo que lees? Y él le dijo: --¿Pues cómo podré yo, a menos que alguien me guíe? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase junto a él.
La porción de las Escrituras que leía era ésta:
Como oveja, al matadero fue llevado, y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación, se le negó justicia; pero su generación, ¿quién la contará? Porque su vida es quitada de la
tierra. Respondió el eunuco a Felipe y dijo: --Te ruego, ¿de quién dice esto el profeta? ¿Lo dice de sí mismo o de algún otro?
Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Mientras iban por el camino, llegaron a donde había agua, y el eunuco dijo: --He aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: --Si crees con todo tu corazón, es posible. Y respondiendo,
dijo: --Creo que Jesús, el Cristo, es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro. Felipe y el eunuco descendieron ambos al agua, y él le bautizó.
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Y el eunuco no le vio más, pues seguía su camino gozoso.” (HECHOS 8:26-39.)

Se pretende que las palabras “descendieron” y “subieron”, hablan de inmersión, pero se olvida que:

A) Los que “descendieron” y “subieron” del agua fueron “ambos”. ¿Fueron sumergidos ambos, rebautizandose el mismo Felipe?

El “descender” y “subir” ¿no se referirá mas bien a la situación donde el agua fue hallada (v.36), es decir, en una hondonada o depresión? ¿tenía que tratarse de inmersión precisamente? Téngase en cuenta que el lugar era desierto (v.36).

Bautismos cristianos “in situ”.

Cuando alguien creía, en el mismo lugar y momento eran bautizados, es difícil que hubiera sido así, de practicarse la inmersión. No se nos relata de una salida a un lugar adecuado para la inmersión, cambio de vestido...

La expresión aplicada a Juan el Bautista.

“Juan bautizaba en Enón... porque allí había muchas aguas”.
“Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados.” (JUAN 3:23.)

La expresión “muchas aguas” equivale a muchas fuentes o arroyos, que aunque insuficientes para la inmersión, servían para calmar la sed de las multitudes que acudían a oírle. De otra manera (si la inmersión era necesaria y Juan la practicaba) ¿por qué dejó el Jordán para trasladarse a Enón junto a Salin?

“Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él.” (JUAN 3:26.)

Pues en el Jordán no hay duda de que podría practicar mejor la inmersión.
Así pues Juan 3:23 no ofrece argumento fuerte en favor de la inmersión y por otra parte, en:

“Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.” (JUAN 3:25.)

Se define el bautismo como “purificación”.

Ni el bautismo de Juan ni el de los apóstoles era por inmersión.

¿Sumergía Juan? No, porque:

1.) Le hubiese faltado tiempo. En 18 a 24 meses que duró su ministerio no hubiese podido sumergir a las grandes multitudes que acudían a su bautismo (“Jerusalén y toda Judea y toda la provincia alrededor del Jordán.” Mateo 3:5.)

“Entonces salían a él Jerusalén y toda Judea y toda la región del Jordán, y confesando sus pecados eran bautizados por él en el río Jordán.” (MATEO 3:5-6.)

2) Se necesitan fuerzas sobrehumanas para permanecer tanto tiempo en el agua y sumergir a tales multitudes. Y no se sabe que Dios le auxiliara milagrosamente.

3) No sumergía porque no fue el quien introdujo la ceremonia del bautismo.
Era un rito de purificación practicado a diario por el pueblo.

4) Quien no esté persuadido de que Juan no bautizaba distintamente a como el pueblo se purificaba (por rociamiento), puede ser que cuando Juan se trasladó a Enón, y Cristo se quedó bautizando al otro lado del Jordán, se
suscitó una discusión entre los judíos y los discípulos de Juan “a cerca de la purificación”. Tenían también miedo o celos de que Jesús aparecido después, aventajara a Juan en número de purificaciones o bautismos.

“Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la tierra de Judea; y pasaba allí un tiempo con ellos y bautizaba.
Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados, ya que Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.
Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él! Respondió Juan y dijo: --Ningún hombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo.
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo”, sino que “he sido enviado delante de él”.
El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado de pie y le escucha, se alegra mucho a causa de la voz del novio. Así, pues, este mi gozo ha sido cumplido.
A él le es preciso crecer, pero a mí menguar.” (JUAN 3:22-30.)

Los apóstoles tampoco lo hacían. Ejemplo: Los tres mil bautismos del día de Pentecostés.

1) Todos estaban reunidos en un mismo lugar. Fueron bautizados (los Apóstoles) de lo ALTO por el derramamiento del E.S. Este Espíritu se derramó también sobre la multitud, luego fueron bautizados con agua ¿se sumergió a
estos tres mil convertidos? Para afirmarlo, solo cabe aferrarse al pretendido significado del vocablo “bautizar” (inmersión).

2) No hubo tiempo, once apóstoles ¿podían sumergir a 3.000 personas en una fracción del día?

3) No había lugar. Ni en el templo ni en sus alrededores para la inmersión.

4) Pentecostés fue en la época seca del año. En la siega.

5) No hay evidencia de que hicieran una excursión a algún lugar. (Movilizar a 3.000 personas en busca de agua hubiera sido un suceso notable que Lucas habría consignado.)
6) Ni el agua del Templo, ni de los depósitos públicos podía ser utilizada
para sumergir tal multitud. ¿Que hay del cambio de vestiduras? Con la aspersión no existen estos ni otros problemas semejantes.


Bautismos Neotestamentarios.

El bautismo de Saulo de Tarso:

“Entonces Saulo, respirando aún amenazas y homicidio contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas en Damasco, con el fin de llevar preso a Jerusalén a cualquiera
que hallase del Camino, fuera hombre o mujer.
Mientras iba de viaje, llegando cerca de Damasco, aconteció de repente que le rodeó un resplandor de luz desde el cielo. El cayó en tierra y oyó una voz que le decía:--Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: --¿Quién eres, Señor? Y él respondió: --Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Pero levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que te es preciso hacer.
Los hombres que iban con Saulo habían quedado de pie, enmudecidos. A la verdad, oían la voz, pero no veían a nadie. Entonces Saulo fue levantado del suelo, y aun con los ojos abiertos no veía nada. Así que, guiándole de la mano, le condujeron a Damasco. Por tres días estuvo sin ver, y no comió ni bebió. Había cierto discípulo en Damasco llamado Ananías, y el Señor le dijo
en visión: Ananías. El respondió: --Heme aquí, Señor.
El Señor le dijo: --Levántate, vé a la calle que se llama La Derecha y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Tarso; porque he aquí él está orando, y en una visión ha visto a un hombre llamado Ananías que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
Entonces Ananías respondió: --Señor, he oído a muchos hablar acerca de este hombre, y de cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén. Aun aquí tiene autoridad de parte de los principales sacerdotes para tomar presos a todos los que invocan tu nombre.
Y le dijo el Señor: --Vé, porque este hombre me es un instrumento escogido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.
Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Entonces Ananías fue y entró en la casa; le puso las manos encima y dijo: --Saulo, hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo. De
inmediato le cayó de los ojos algo como escamas, y volvió a ver. Se levantó y fue bautizado; y habiendo comido, recuperó las fuerzas. Saulo estuvo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.”
(HECHOS 9:1-19.)

Versículos 17 y 18. Circunstancias en contra de la inmersión:

1) Una lectura imparcial del relato nos sugiere que fue bautizado al instante, en la misma casa (v.18).

2) Que lo fue de pie.

3) No existe salida a lugar adecuado para la inmersión.

4) Allí, en la casa de Judas (v.11) había lo necesario para bautizarlo sin demora ni ninguna preparación.

5) (V.9 y 19). La debilidad física de Pablo hubiese sido también un impedimento a la salida para la inmersión.
Bautismo del carcelero de Filipos y su casa:

“Entonces él pidió luz y se lanzó adentro, y se postró temblando ante Pablo y Silas.
Sacándolos afuera, les dijo: --Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
Ellos dijeron: --Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa.
Y le hablaron la palabra del Señor a él, y a todos los que estaban en su casa. En aquella hora de la noche, los tomó consigo y les lavó las heridas de los azotes. Y él fue bautizado en seguida, con todos los suyos. Les hizo entrar en su casa, les puso la mesa y se regocijó de que con toda su casa
había creído en Dios.” (HECHOS 16:29-34.)

Fue convertido en la cárcel y en su casa (en seguida) se bautizaron sin esperar a hacer preparativos.

Fue convertido en la cárcel a altas horas de la noche. Fue bautizado con los suyos “en seguida” sin salir a ningún lugar. Suponer que salieron a algún río, o que había en la prisión o en la casa alguna instalación apropiada para la inmersión, es eso: suponer.

Bautismo de Cornelio y su casa.

“Mientras Pedro todavía hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían la palabra.
Y los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo fue derramado también sobre los gentiles.”
(HECHOS 10:44-45.)

“Entonces Pedro respondió: --¿Acaso puede alguno negar el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo, igual que nosotros?” (HECHOS 10:47.)
“Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.
Entonces me acordé del dicho del Señor, cuando decía: “Juan ciertamente bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo.” (HECHOS 11:15-16.)

Recibieron por derramamiento el bautismo del E.S. (Razón alegada por Pedro para no impedirles el agua, aunque fuesen gentiles.) Se hizo el bautismo en la casa. ¿Por qué no había de practicarse el bautismo del agua, en cuanto al modo, de igual manera que el del Espíritu del cual es figura?
La expresión “impedir el agua” habla de aplicar el agua al sujeto y no a la inversa.

Bautismo del eunuco por Felipe. HECHOS 8:26-39.

La pregunta: “Aquí hay agua ¿Que impide que yo sea bautizado? Implica que Felipe le habló del bautismo del agua.
El pasaje de Isaías 53 (aproximado, ya que antes no había división en capítulos y versículos) sirvió de base para la predicación de Felipe. ¿Se habla en este pasaje de la inmersión? No. Pero sí de aspersión o rociamiento. Las cláusulas “descender del agua” y “subir del agua”, no pueden expresar inmersión y emersión total del agua, porque fueron ambos los que descendieron y ambos los que subieron. ¿Fue también Felipe sumergido? -también indica un bajar y subir hacia y desde el lugar donde fue hallada el agua en cuestión.
El versículo 26 dice que el lugar del bautismo era desierto lo cual hace
improbable que la cierta agua del ver.36 fuese en cantidad tal como para practicar la inmersión.
Conclusión al modo del Bautismo.

Aunque el modo no es esencial para la validez del bautismo, es la aspersión o rociamiento la autentica forma bíblica del bautismo. También la más edificante y la mas práctica, puesto que puede realizarse en cualquier lugar, momento, época, estación, edad, condición física, etc...

En cuanto a la objeción basada en el significado de Romanos 6:4 y Colosenses
2:12 (únicos pasajes).

“Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.” (ROMANOS 6:4.)

“Fuisteis sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados juntamente con él, por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos.” (COLOSENSES 2:12.)

Contestamos:

Es falso que la idea o significado exclusivo del bautismo sea el de muerte y resurrección, apuntado en Romanos y Colosenses. El bautismo no solo es muerte en Cristo es uno de los significados que la Biblia atribuye al bautismo, no es el único.

Otro significado es ser “revestidos de Cristo”.

“Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo.” (GÁLATAS 3:27.)

Es obvio que este “revestimiento” puede expresarse con el derramamiento mejor que con la inmersión.
Otro significado es “ser identificados con Cristo”.

“Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección.” (ROMANOS 6:5.)


Otro: “Crucificado con Cristo”.

“Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para
que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.”
(ROMANOS 6:6.)

Para expresar crucifixión, en forma gráfica tanto la inmersión como el rociamiento son insuficientes.

El significado de cualquier ordenanza será el que Dios le quiera dar, puédase expresarse gráficamente o no, con el modo de utilizar el elemento.

Ejemplo: Sacramento (promesa y señal) es el arco iris. Su significado es: no mas diluvio sobre la tierra. Pero no se ve como tal idea puede expresarse gráficamente con el arco. El arco pues, tiene este significado, simplemente porque Dios se lo ha querido dar.
Pero también el significado de muerte y resurrección puede expresarse también por el rociamiento:

a) La muerte y resurrección espiritual no es otra cosa que la regeneración.

b) La regeneración es simbolizada por el derramamiento y la aspersión, nunca por la inmersión.

“Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.” (TITO 3:5.)

“A fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con
la palabra, para presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta.”
(EFESIOS 5:26-27.)

“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Pondré mi Espíritu dentro de vosotros y haré que andéis según mis leyes, que guardéis mis decretos y que los pongáis por obra.” (EZEQUIEL 36:25-27.)

c) Es mas, la regeneración, de no haber sido instituido el bautismo cristiano podría ser simbolizado hasta por la circuncisión:

“Jehovah tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a Jehovah tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.”
(DEUTERONOMIO 30:6.)

Pero la idea básica sobre las que todos los significados del bautismo descansan, es la de purificación:

“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos.” (EZEQUIEL 36:25.)

“Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él!” (JUAN 3:25-26.)

“El bautismo, que corresponde a esta figura, ahora, mediante la resurrección de Jesucristo, os salva, no por quitar las impurezas de la carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios.” (1ª PEDRO 3:21.)

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” (HECHOS 22:16.)

“Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.” (TITO 3:5.)

“De otra manera, ¿no habrían dejado de ser ofrecidos? Porque los que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no tendrían más conciencia de pecado.”
(HEBREOS 10:2.)

Y la purificación se expresa o simboliza en la Biblia por el rociamiento, nunca por la inmersión:

“Después rociará siete veces al que se purifica de la lepra y le declarará puro. Luego soltará el pájaro vivo en el campo abierto.” (LEVÍTICO 14:7.)

“Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.” (NUMEROS 8:7.)

“Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto, el cual Dios os ha ordenado.
Y roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios del servicio; pues según la ley casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.” (HEBREOS 9:19-22.)

“Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.”
(HEBREOS 10:22.)

“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos.” (EZEQUIEL 36:25.)

La Escritura no prescribe la inmersión como única forma valedera del bautismo:

La palabra “baptizo” empleada por Cristo, no significa necesariamente sumergir, sino purificar por medio de lavamiento o rociamiento.

No hay pues ni un solo caso, y en especial en el N.T, en que la inmersión sea absolutamente segura (única).

SUJETOS APROPIADOS AL BAUTISMO.

Los creyentes adultos que creen en la Palabra de Dios. Pero no solo los creyentes deben ser bautizados sino también sus hijos.

Nos oponemos totalmente al rebautismo. La razón primordial para bautizar a los niños es que Dios incluye a los tales con su pueblo.

La Iglesia Cristiana no es una institución totalmente nueva que aparece en el N.T. Sino que es la continuación del pueblo de Israel.

Aunque hay diferencias entre las iglesias de Israel y la Cristiana, estas diferencias son las mismas que existen en el hombre, que es el mismo en su niñez, en su juventud y en su vejez, aunque el aspecto y circunstancias hayan cambiado.

Los extremos del antipaidobautismo.

En su insistencia en la absoluta separación de lo viejo y lo nuevo, han llegado a negar que las Escrituras del A.T. Sean parte de nuestra fe, colocando su énfasis en media Biblia el N.T. En todas estas citas se habla literalmente del A.T. Ya que el Nuevo, cuando se dijeron, no estaba aun completado:

“Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas, las mismas obras que hago dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.” (JUAN 5:36.)

“Por esta causa, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. Permaneced, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz.
Y sobre todo, armaos con el escudo de la fe con que podréis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Tomad también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” (EFESIOS 6:13-17.)

“Pero él respondió y dijo: --Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
(MATEO 4:4.)

“Entonces respondió Jesús y les dijo: --Erráis porque no conocéis las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios.”
(MATEO 22:29.)

“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
(HEBREOS 4:12.)

“Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra
ávidamente, escudriñando cada día las Escrituras para verificar si estas cosas eran así.”
(HECHOS 17:11.)

“Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza, a fin de que por la perseverancia y la exhortación de las Escrituras tengamos esperanza.”
(ROMANOS 15:4.)

“Porque ya algunas se han extraviado en pos de Satanás. Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, cuídelas. No sea carga para la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que realmente son viudas.” (1ª TIMOTEO 5:15-16.)

Encuentran un antagonismo y no una complementación entre ambos testamentos.
Como resultado de creer en una Biblia partida creen en una Iglesia rota.

Veamos algunas consideraciones que establecen la UNIDAD DE LA IGLESIA EN
AMBOS TESTAMENTOS:

“Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa de Jehovah será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él los pueblos.”
(MIQUEAS 4:1.)

“Si la primicia es santa, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas y has sido hecho copartícipe de la raíz, es decir, de la abundante savia del olivo, no te jactes contra las demás ramas.
Pero aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz, sino la raíz a ti.
Entonces dirás: “Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.”
Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas.
Pero tú por tu fe estás firme. No te ensoberbezcas, sino teme; porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.
Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; pero la bondad para contigo, si permaneces en su bondad. De otra manera, tú también serás cortado. Y ellos también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; porque Dios es poderoso para
injertarlos de nuevo.
Pues si tú fuiste cortado del olivo silvestre y contra la naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¡cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo! Hermanos, para que no seáis sabios en vuestro propio parecer, no quiero que ignoréis este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.” (ROMANOS 11:16-25.)

“Digo, pues, que Cristo fue hecho ministro de la circuncisión a favor de la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los patriarcas, y para que las naciones glorifiquen a Dios por la misericordia, como está escrito:
Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, y cantaré a tu nombre.
Y otra vez dice: Alegraos, naciones, con su pueblo.
Y otra vez: Alabad al Señor, todas las naciones; y ensalzadle, pueblos todos. Y otra vez dice Isaías: Vendrá la raíz de Isaí, y el que se levantará para gobernar a las naciones; y las naciones esperarán en él.” (ROMANOS 15:8-12.)

“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, erais llamados incircuncisión por los de la llamada circuncisión que es hecha con mano en la carne.
Y acordaos de que en aquel tiempo estabais sin Cristo, apartados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, estando sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, quien de ambos nos hizo uno. El derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad; y abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo así la paz.
También reconcilió con Dios a ambos en un solo cuerpo, por medio de la cruz, dando muerte en ella a la enemistad.
Y vino y anunció las buenas nuevas: paz para vosotros que estabais lejos y paz para los que estaban cerca, ya que por medio de él, ambos tenemos acceso al Padre en un solo Espíritu.
Por lo tanto, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Habéis sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo Jesucristo mismo la piedra angular.
En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor. En él también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”
(EFESIOS 2:11-22.)

“A saber: que en Cristo Jesús los gentiles son coherederos, incorporados en el mismo cuerpo y copartícipes de la promesa por medio del evangelio.”
(EFESIOS 3:6.)

“Y ya que sois de Cristo, ciertamente sois descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa.”
(GÁLATAS 3:29.)

LA IGLESIA CRISTIANA.

1º) La componían cristianos judíos (en el principio).

2º) Conservaban las Escrituras (A.T.) y apelaban o recurrían a ellas como fuente de autoridad.

3º) Habían recibido al Mesías prometido a la Iglesia judía (Israel).

4º) Reclamaban para si todas las promesas hechas a Sión (Israel), como herencia que les correspondía:

“Por lo tanto, sabed que los que se basan en la fe son hijos de Abraham.”
(GÁLATAS 3:7.)

5º) Todos los apóstoles eran judíos.

6º) Durante un tiempo solo hablaron la Palabra a los judíos:

“Entre tanto, los que habían sido esparcidos a causa de la tribulación que sobrevino en tiempos de Esteban fueron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin comunicar la Palabra a nadie, excepto sólo a los judíos.” (HECHOS 11:19.)

7º) Fue por indicación Divina que abrieran la puerta a los gentiles, dándoles a conocer el evangelio o buena nueva que ya conocía Abrahán:

“Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo:

“En ti serán benditas todas las naciones.” (GÁLATAS 3:8.)

La identidad de la Iglesia en ambas dispensaciones es la razón principal de la inclusión en ella de los niños:

1º) El objeto de adoración y culto en ambos testamentos es el mismo: el Dios verdadero.

2º) Los que rinden este culto verdadero deben pertenecer a una misma Iglesia.

3º) El camino de la salvación es el mismo en ambos testamentos: Fe en Cristo.

“Por esto contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la Piedra del ángulo, escogida y preciosa. Y el que cree en él jamás será avergonzado.”
(1ª PEDRO 2:6.)

“Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: “En ti serán benditas todas las naciones.”
(GÁLATAS 3:8.) Leer Isaías capitulo 53.

4º) Las ceremonias y ritos del A.T. Simbolizaban a Cristo: los sacrificios
de los corderos.

“Abraham, vuestro padre, se regocijó de ver mi día. El lo vio y se gozó.”
(JUAN 8:56.)

“Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo.”
(1ª CORINTIOS 10:4.)

5º) Los creyentes del A.T. Eran tan cristianos como nosotros, aunque no se les llamaba así.

6º) En ambas dispensaciones se depende por completo del E.S.

“Entonces me explicó diciendo: --Esta es la palabra de Jehovah para Zorobabel: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehovah de los Ejércitos.”
(ZACARÍAS 4:6.)

La Iglesia en su constitución original incluía a la simiente de los justos (hijos), la cual goza todavía de este privilegio a no ser que se demuestre que está excluida.

¿Con que autoridad se les excluye ahora? Si en el A.T. Fueron contados dentro, ¿dijo algo el Señor o sus apóstoles para ahora dejarlos fuera?

Los anabaptistas piden de nosotros que les digamos donde dice en las Escrituras “Así dice el Señor” para que podamos admitir a los hijos de los creyentes en la Iglesia. Nosotros demandamos de ellos un testimonio igualmente explícito para su exclusión.

Un nuevo mandamiento para incluir a los niños no era necesaria, porque así se venía haciendo por orden divina desde Abrahán.

¿Dónde está la modificación de este mandato en el N.T.?

¿O donde la anulación de esta práctica?

Los anabaptistas dicen que no hay un caso explícito de bautismo de un niño en el N.T. Pero el silencio, aun admitiéndole, no lo excluye. Tampoco vemos un caso explícito de una mujer comulgando. Pero para admitirlas a la Santa Cena no se necesita un mandamiento en el N.T. Sino que tal mandato se necesita para rechazarlas.

El mandato que instituye la membresía de los niños en la Iglesia (400 años antes de Moisés) no ha sido abolido. La circuncisión es independiente de la ley ceremonial levítica por tanto cuando esta ley es abolida en el N.T. Su abolición no afecta a la circuncisión:

“Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre yo y tú, y tu descendencia después de ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Este será mi pacto entre yo y vosotros que guardaréis tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado.” (GÉNESIS 17:7,10.)

COMPARAR CON:

“Esto, pues, digo: El pacto confirmado antes por Dios no lo abroga la ley, que vino 430 años después, para invalidar la promesa.” (GÁLATAS 3:17.)

Si Cristo o sus apóstoles habían de introducir un cambio tan importante como
excluir a la mitad de la membresía (niños) de la Iglesia, lo menos es esperar en el N.T. Una mención especifica de tal cambio.

¿Fue tal cambio producido? No porque:


a) No hubiera pasado inadvertido a amigos y enemigos.—Habría en la Biblia mención de ello.

b) Los judíos puntillosos en sus leyes tenían en alta estima su relación con
Abrahán (el Pacto). Hubieran notado el cambio, también los apóstoles que eran judíos. Los cristianos procedentes del judaísmo hubieran pedido explicación del porqué al hacerse cristianos, sus hijos perderían los privilegios que tenían en la Iglesia judía.

c) ¿Debían ahora los niños, perder su relación peculiar con Dios y su Iglesia, y ser colocados en igualdad de condición con los paganos y sus hijos?

d) Entonces, si todo tenía que continuar igual con respecto a los niños no es necesario que el N.T. De su mandato para admitirles, sino que simplemente haga alusiones circunstanciales del uso o costumbre en los días apostólicos de admitir a los niños que es lo que precisamente hallamos en el N.T.

El N.T. Confirma que los hijos de creyentes son miembros de la Iglesia.

“Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos cuantos el Señor nuestro Dios llame.” (HECHOS 2:39.)

Explicación: Es extraño que Pedro menciona al principio de su ministerio de relación pactal que tienen los niños con Dios y su Iglesia, si tal relación no fuera a continuar en la dispensación cristiana. Esta era la ocasión propicia para manifestar el cambio del status de los niños en la Iglesia, si es que tal cambio habría de tener lugar.

“Porque el esposo no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el creyente. De otra manera vuestros hijos serían impuros, pero ahora son santos.”
(1ª CORINTIOS 7:14.)

Explicación: ¿En que sentido, aparte de relación pactal, pueden ser santos los hijos de los creyentes? Este pasaje soluciona una dificultad práctica que surgió en la Iglesia primitiva cuando uno solo de los padres era cristiano.

En tal caso los hijos debían ser considerados también santos.

Tal dificultad no debió darse si, de todas maneras (aunque los dos padres fuesen creyentes), los hijos habrían de ser excluidos.

“Pero Jesús los llamó diciendo: “Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis, porque de los tales es el reino de Dios.”
(LUCAS 18:16.)

Explicación: (Los niños aquí mencionados son de pecho “Brefos”, que significa niño de pecho. Si el Reino de los Cielos (o de Dios) que es la Iglesia invisible pertenece según dijo Cristo, a los niños del Pacto, ¿como podrán ser excluidos de la Iglesia visible?

Esta era también una ocasión propicia para anunciar el cambio (si es que había de haber cambio) de privar a los hijos de los creyentes de su privilegio del Pacto. Estas alusiones accidentales, a falta de otras que las contradigan, deben pesar para considerar que la posición de los niños en el Pacto, sigue siendo la misma.

La práctica de la Iglesia primitiva.

El N.T. Menciona el bautismo de las familias enteras de: Cornelio, Lidia, Estéfanos el carcelero de Filipos, y habla de Crispo, Onesiforo, Aristóbulo y Narciso, como de familias de creyentes, y por tanto bautizadas.

Es difícil pensar que no hubiera niños, pero si los había, fueron bautizados.

“Como ella y su familia fueron bautizadas, nos rogó diciendo: “Ya que habéis juzgado que soy fiel al Señor, entrad en mi casa y quedaos.” Y nos obligó a hacerlo.” (HECHOS 16:15.)

La descripción de Hechos 16:15 (el bautismo de Lidia) parece indicar una costumbre prevaleciente en tiempos apostólicos, como si el bautismo de la familia fuera tan natural como el del cabeza de la casa.

Esta costumbre, también se predicaba en la época del A.T. (Cuando un gentil se convertía al judaísmo eran circuncidados él y sus hijos), y constituye la base de estos bautismos familiares.

Objeciones al Bautismo infantil.

1º) Los anabaptistas niegan el bautismo a los niños basándose en que para bautizarse hay que creer y arrepentirse. Condiciones impuestas por la Biblia que un niño no puede reunir.

Pero estas condiciones no solo se exigen para el bautismo sino también para la salvación:

“Testificando a los judíos y a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.” (HECHOS 20:21.)

“Os digo que no; más bien, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (LUCAS 13:3.)

“El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”
(JUAN 3:18.)

Estas condiciones, preguntamos, ¿Excluyen a los niños de la salvación? ¡No! Porque son condiciones exigidas a los adultos.

Así el arrepentimiento y la fe son también condiciones para el bautismo exigidas a los adultos; no para el bautismo de niños.

Las condiciones del bautismo (como para la salvación) varían según se trate de adultos o de niños: a los adultos se les exige arrepentimiento y fe; a los niños pertenecer al Pacto.
Es un absurdo aplicar a los niños textos referidos a los adultos. “ El que no trabaje que no coma.” ¿Debe privarse a los niños el alimento?

“Aún estando con vosotros os amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
(2ª TESALONICENSES 3:10.)

En el A.T. Se exigía a los adultos fe y sumisión a Dios para entrar en el Pacto. Aunque sus hijos eran incapaces de realizar tales actos, eran igualmente recibidos por la autoridad del Pacto y reciben también su sello (la circuncisión). ¿Porqué no hemos ahora de actuar del mismo modo, no existiendo en el N.T. Nada que abrogue tal práctica?

2º) Los anabaptistas objetan: ¿Que bien puede reportar a los niños el bautismo?

Respondemos: ¿Y que bien les reportaba la circuncisión? No debemos acusar a Dios de instituir ceremonias inútiles.

Nuestra incapacidad para descubrir la utilidad de la ordenanza no prueba que esté desprovista de valor.

Las ordenanzas son siempre medio de bendición.

3º) Los anabaptistas argumentan pretendiendo que el bautismo se aplique a los niños, varones, como ocurría con la circuncisión.

Respondemos:

Las hembras, aunque por su imposibilidad física no eran circuncidadas, participaban sin embargo de la circuncisión del varón. Por esto llama la Escritura a todo Israel “pueblo circunciso, circuncisión, etc...” Término que se aplica a la totalidad (no a la mitad: los varones) del pueblo de Dios. La Escritura considera así a la mujer como circuncidada.
El sello del Pacto podía haber consistido en alguna marca etc... en cualquier parte del cuerpo y así las hembras hubieran participado de esta señal, materialmente hablando. Pero se hacia en el miembro procreador para enseñar la realidad del Pacto y su proyección de generación en generación.

Otra objeción anabaptista es exigir que la “circuncisión cristiana” (el bautismo) tendría que practicarse en el octavo día. Esto se deriva de: Tal exigencia, en el A.T. Se dio en atención a la propia vida del niño, pero además tenía el siguiente significado: el octavo día equivale al primero de la siguiente semana al nacimiento. Siendo así un símbolo del domingo.

Así como el bautismo está relacionado con la resurrección de su Hijo que habría de tener lugar en domingo.

Eran circuncidados al octavo día: o sea en Cristo y su resurrección, igual que hoy es bautizado.

Después que Cristo resucitara en el octavo día, cualquier día en que se bautice a una persona, equivale a hacerlo en el octavo día, en la resurrección del Señor.

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Aquí he traído los primeros 14 versículos de Romanos 6. ¿Qué dice este pasaje acerca del bautismo?:

1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?

2En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

3¿O no sabéis (saben)que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

5Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;

6sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

7Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

8Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;

9sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.

10Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.

11Así también vosotros consideraos (ustedes considérense)muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

12No reine, pues, el pecado en vuestro (su)cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis (obedezcan)en sus concupiscencias;

13ni tampoco presentéis vuestros (presenten sus) miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos (preséntenss ustedes) mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros (sus) miembros a Dios como instrumentos de justicia.

14Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros (ustedes); pues no estáis (están)bajo la ley, sino bajo la gracia.
 
Romanos 6:3

¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Pregunta: ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Respuesta: Sí, sabemos que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte.

Entonces: Ser bautizados en Cristo Jesús = ser bautizados en su muerte.

¿Más comentarios?
 
Originalmente enviado por: Ezequiel Romero:

Romanos 6:3

¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Pregunta: ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Respuesta: Sí, sabemos que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte.

Entonces: Ser bautizados en Cristo Jesús = ser bautizados en su muerte.

¿Más comentarios?


Entonces ahora sabemos que somos bautizados en Jesucristo (esto es diferente de lo que Julio defiende: ser bautizado en el Nombre de Jesús y no en nombre de la Santísima Trinidad). Bautizarse en Jesús es ser lavado por su preciosa sangre. El bautismo significa 'lavamiento'. Somos lavados en la sangre de Cristo y por su sangre. Bautizarse significa morir en Cristo, es decir, dejar el viejo hombre y comenzar una nueva vida en Cristo Jesús. ¿Qué significa esto? Ponerse bajo la autoridad de Dios, según su revelación escrita en la Biblia, la Palabra de Dios, su Voluntad.
 
Luis Fernando

Pasé para acá la contestación a la pregunta que me hiciste respecto a si el bautismo es una señal o es para salvación en el epigrafe "el verdadero evangelio según karolusión"; pense que era mejor colocarlo aquí y esperar tu opinión ¿de acuerdo? Gracias:



quote:
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Originalmente enviado por: Luis Fernando:
Oso, ¿tú aceptas que el bautismo es válido para el perdón de los pecados? ¿o es sólamente un acto simbólico?
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Saludos Luis Fernando.

Lo diré mejor en esta forma:

Imaginemos un tribunal en el que todos nuestros actos son vistos, conocidos y sabidos. Hay un fiscal que siempre nos está acusando, pero un juez poderoso amoroso y justo al frente de todo esto.

El juez y el abogado desean que seas libre de todo cargo, sin embargo se requiere dar cuenta exacta al fiscal para que no quede en netredicho el nombre del Juéz-ese es el trabajo de la parte acusadora-para que no objete en ningun modo la posibilid de ser librado de los cargos en forma "injusta"

Ahora bien, el Señor anhela bautizarnos, pero no con agua, sino con su Santo Espiritu y dispone en su bondad y justicia que el que lo recibe tenga conciencia de lo trascendente de este pacto con Dios, creo que si estamos por recibir el mas importante invitado que jamás hombre alguno pueda recibir debemos comprender la trascendencia de "limpiar" y adornar la casa.

Jesús es Dios y Dios es amor y en este increible pacto de amor por nosotros lo menos que debemos hacer es arrepentirnos y "limpiar" simbólicamente con agua nuestro mortal cuerpo por un lado pero tambien como un acto de obediencia y de justicia para con Dios...no nos ha impuesto una carga mayor para recibirle.

Tomemos el caso del ladrón que fué crucificado junto a Jesús, el no fué bautizado en agua, pero Jesús mismo en su amor y su perdón le dió su salvación. Así es Dios, es parte de su caracter el obrar por y con amor y contra esta ley ni el fiscal ni el alguacil pueden objetar absolutamente nada.

Nos pide dos cosas, tan solo dos cosas: arrepentirnos y bautizarnos con la fé puesta en el autor y consumador de la fé. ¿Es un mero símbolo? No, no lo creo...es mas que eso. ¿es suficiente ser bautizado sin haberse arrepentido o tener la intención de hacerlo? No, no lo creo, el bautismo es mucho mas que eso.

En el concierto de Dios creo saber que sucederá con Juanito, niño prematuro quien al nacer apenas empezaba a respirar cuando exhaló su último aliento, ante mi mirada atónita una buena mujer se acercó tomó agua y pidiendole a la madre el nombre de la criatura lo bautizó en el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo...

En el tribunal de Dios en donde el amor rebaza todas ls barreras del tiempo y del espacio ¿que podrá objetar el fiscal o el acusador de nuestras almas?

Jesús mismo fué bautizado sin tener que hacerlo, mas así convenía le explicó a Juán. Callar la boca del acusador por amor a la obra perfecta de Dios es uno de los actos mas tangibles en el ministerio terrenal de Jesús nuestro eterno salvador.

El bautismo se vuelve en una representación unicamente, si la costumbre y la falta de conciencia son los protagonistas, pero se vuelve perfecto ante los ojos de Dios cuando estan presentes sus dos muy justas peticiones: arrepentirse y bautizarse (añado: creer en el evangelio para bautizarse).

Así lo percibo yo, bendiciones.
 
OSO, tus palabras son bonitas e interesntes. Te ruego que reflexiones de lo que la Palabra de Dios dice, específicamente en la Carta a los Romanos, capítulo 6, versículos del 1 al seis. Queremos crecer en el conocimiento de la Palabra de Dios. Sigue mi consejo, y quedarás encantado.

Your friend,

Bear
 
Yo fuí bautizada de niña, y luego "bajé a las aguas del bautismo" para dar testimonio de mi fe y obedecer el mandamiento de Cristo, una vez que creí.

Mi pregunta: ¿Para Dios, cual de mis dos bautismos es el que Cristo instituyó?
Yo lo tengo claro. El que fue efectuado despues de haber creído; pero ninguno de los dos me dió la salvación, ni me quitó un solo pecado; quien quitó mis pecados fue Cristo en la cruz del Calvario; a Él sea toda la gloria por los siglos de los siglos. Amén


Maripaz
 
Originalmente enviado por: Ezequiel Romero:


OSO, tus palabras son bonitas e interesntes....
Your friend,

Bear


Hola Ezequiel, perdón pero creo que me equivoqué otra vez...en este epígrafe nos pides que hablemos del bautismo DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS..PARA CRECER...No de nuestro ronco pecho y tienes toda la razón, yo adjunté una respuesta de mi percepción una vez huve filtrado en este mi latoso corazón humano entre otras cosas lo que dices tú, lo que dice Maripaz, Luis Fernando, yo...en fín, creo sinceramente haber metido fuera de lugar una inoportuna reflexión muy pero muy personal en el lugar equivocado, pero lo que sucede es que no encontré a Luis Fernando y se me hizo fácil ponerl la respuesta aquí."sorry"

Ahora en cuanto a el sabio consejo que me das respecto a lo que ahora sí la palabra de Dios nos dice en el capítulo No. 6 del libro de los Romanos, pues estoy encantado en releerlo y espero simultaneamente leer este epígrafe para edificación mía primeramente y espero en Dios de todos cuanto lo lean.

Por cierto el cuestionamiento de Maripaz está de lo mas interesante ¿tu que opinas?

El tema que has planteado es sumamente importante e interesante...aclaro: aquí juegan maestros, aficionados, pequeñines, en fín. Creo en honor a la verdad que el tema debe dar para todos y la honra y la gloria sólo apra Dios, ¿te parece?

Tu amigo, OSO.
 
Originalmente enviado por: OSO:
Hola Ezequiel, perdón pero creo que me equivoqué otra vez...en este epígrafe nos pides que hablemos del bautismo DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS..PARA CRECER...No de nuestro ronco pecho y tienes toda la razón, yo adjunté una respuesta de mi percepción una vez huve filtrado en este mi latoso corazón humano entre otras cosas lo que dices tú, lo que dice Maripaz, Luis Fernando, yo...en fín, creo sinceramente haber metido fuera de lugar una inoportuna reflexión muy pero muy personal en el lugar equivocado, pero lo que sucede es que no encontré a Luis Fernando y se me hizo fácil ponerl la respuesta aquí."sorry"

Ahora en cuanto a el sabio consejo que me das respecto a lo que ahora sí la palabra de Dios nos dice en el capítulo No. 6 del libro de los Romanos, pues estoy encantado en releerlo y espero simultaneamente leer este epígrafe para edificación mía primeramente y espero en Dios de todos cuanto lo lean.

Por cierto el cuestionamiento de Maripaz está de lo mas interesante ¿tu que opinas?

El tema que has planteado es sumamente importante e interesante...aclaro: aquí juegan maestros, aficionados, pequeñines, en fín. Creo en honor a la verdad que el tema debe dar para todos y la honra y la gloria sólo apra Dios, ¿te parece?

Tu amigo, OSO.

Oso, ¡que agradable leer tus palabras! Así es, mi intención es extraer de la Palabra de Dios lo que ella dice. A mí me gustaría que de la Palabra de Dios extrajéramos lo que ella tiene, lo que ella dice. Generalmente, le ponemos a la Palabra de Dios o las doctrinas que traemos o pensamientos de otras personas o pensamientos nuestros. Tenemos la liberta para hacer y todo lpo que querramos, pero si queremos saber exactamente lo que ella dice, tenemos que ir lentamente averiguando lo que ella dice acerca de un tema.

Bueno, OSO, a mí me parece que, según Pablo, en su carta a los Romanos, capítulo 6, que él nos quiere decir que bautizarse es ser bañado en su sangre, en su muerte. En contexto, esto es a través de la fe que pongamos en él. Pienso que es el concepto básico del bautismo cristiano. Históricamente hemos dado mayor importancia a la ceremonia, al rito, y nos hemos olvidado de la esencia del bautismo.
 
Originalmente enviado por: Ezequiel Romero:
¿Por qué no hablamos acerca del Bautismo según la Palabra de Dios, la Biblia?

Acepto su invitación, y ahí le va este escrito que preparé originalmente en inglés para otro foro, y ahora traduje al español.
Fraternalmente, en Cristo,
Jetonius

Bautismo


El verbo griego baptizö es una forma intensiva de baptö y significa primariamente sumergir; secundariamente puede significar “lavar” o “hacer perecer.” En la antigua versión griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta, se emplea de la inmersión séptuple de Naamán el sirio en las aguas del Jordán (2 Reyes 5:14). G.R. Beasley-Murray explica: “Pese a las afirmaciones contrarias, parece que baptizö, tanto en contextos judíos como cristianos, normalmente significaba ‘sumergir’ y que aún cuando se tornó un término técnico para el bautismo, la idea de inmersión permanece... Los usos metafóricos del término en el Nuevo Testamento parecen dar esto por sentado; por ejemplo, la profecía de que el Mesías bautizaría en Espíritu [Santo] y fuego, como un líquido (Mateo 3:11), el “bautismo” de los israelitas en la nube y el mar (1 Corintios 10:2) y la noción de la muerte de Jesús como un bautismo (Marcos 10:38-39, baptisma; Lucas 12:50...). La representación paulina del bautismo como la sepultura y la resurrección con Cristo es consistente con esta opinión, aunque no la exija.” [1].

El bautismo de Juan

El antecedente inmediato del bautismo cristiano es el bautismo que realizaba Juan hijo de Zacarías, más conocido como Juan el bautista. A su vez, Juan podría haber sido influenciado por los lavamientos ceremoniales de los grupos predominantes del judaísmo o de Qumran (esenios, secta del Mar Muerto). Sin embargo, esta clase de limpieza ritual no se realizaba una única vez, sino de manera reiterada y periódica [2]. Un antecedente más interesante o al menos un paralelo (no está claro cual vino primero) es el bautismo de los prosélitos, es decir, de personas de origen gentil que se convertían al judaísmo [3]. Allá por el primer siglo de nuestra era, cuando los judíos habían adoptado una decidida actitud proselitista (ver Mateo 23:15) los convertidos de la gentilidad que se convertían no solamente debían ser circuncidados como mandaba la Ley a todos los varones, sino que además se les exigía un lavamiento o bautismo, el cual simbolizaba la limpieza de la inmundicia pagana.
El desafío impuesto por el bautismo de Juan es que él no solamente llamaba a los prosélitos, sino y muy particularmente a los judíos de nacimiento, a bautizarse. Juan estaba diciendo con esto que no sólo los paganos, sino también los “hijos de Abraham” debían arrepentirse y volverse a Dios. El bautismo de Juan fue entonces, sobre todo, un llamado al arrepentimiento por los pecados (Mateo 3:11 y paralelos) y una expresión del anhelo de ser perdonado por Dios.
¿Por qué era esto necesario? Porque, como Pablo diría más tarde, “todos pecaron” , y a Juan se le había dado la misión de ser el precursor del Mesías y el heraldo del reino de los cielos (Mateo 3:1-3; Juan 1: 15-23). La predicación y el bautismo de Juan fueron por tanto una preparación para la manifestación definitiva de Dios en gloria para traer recompensa y juicio, y todos debían prepararse para este acontecimiento que Juan describió como un bautismo con el Espíritu Santo y con fuego (Mateo 3: 7-12).
A la luz de lo que precede, parece extraño que Jesús le pidiese a Juan que lo bautizase, y el primero en sorprenderse fue el mismo Juan. Sin embargo, la razón de la solicitud de Jesús ha de hallarse en su identificación con aquéllos a quienes venía a salvar. Había nacido de mujer, y bajo la Ley (Gálatas 4:4) y dio este paso “para que se cumpla toda justicia” (Mateo 3:15). En este acontecimiento fundamental, Jesús, quien jamás pecó (2 Corintios 5:21; Hebreos 4:15), se identificó a sí mismo con la humanidad pecaminosa y de este modo inició formalmente su ministerio. Esto queda claro por lo que aconteció inmediatamente después del bautismo de Jesús: Fue declarado por el Padre como su Hijo amado y ungido por el Espíritu Santo (Mateo 3:17). La Voz celestial le declaró Rey Mesías y Siervo sufriente; cf. Salmo 2:7 e Isaías 42:1. Es significativo que cuando la autoridad de Jesús fue cuestionada, él respondió con otra pregunta: “El bautismo de Juan, ¿era de Dios o de los hombres?” (Marcos 11: 27-33 y paralelos). Esta no fue una manera astuta de evadir la pregunta “¿Con qué autoridad haces esto?” , sino que tenía una relación crucial con ella, Si el bautismo de Juan era del cielo, la inescapable conclusión sería que la autoridad de Jesús provenía de la misma fuente, ya que la unción de Jesús ocurrió tras haber sido bautizado por Juan [4].

El bautismo cristiano

En su carácter de último y más grande de los profetas en sentido veterotestamentario, Juan anunció el juicio venidero. Juan proclamó lo que Dios le dijo que proclamase. Y desde luego, estaba en lo cierto. Pero Jesús introduce un nuevo elemento, el cual ciertamente estaba presente en la profecía del Antiguo Testamento (Isaías 42, 49, 50, 53) pero no había sido entendido por los judíos, a saber: que el reino de los cielos no habría de ser introducido con la violencia de un conquistador guerrero, sino a través de la obra de un humilde Siervo. Y este Siervo, que no era otro que Jesús mismo, debía someterse a otro “bautismo” del cual el de Juan no fue sino una señal (Lucas 12: 49-50). Él hablaba, claro está, de su sacrificio en la cruz.
Luego de resucitar, Jesucristo les dijo a sus discípulos:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 18-20).
Jesucristo anunció también el bautismo en el Espíritu Santo, que habría de superar el bautismo de Juan (Hechos 1:5). Desde luego, esto no descarta simplemente el bautismo cristiano en agua, pero le otorga una nueva e insospechada significación: Como Jesús se identificó a sí mismo con nosotros en el bautismo de Juan, nosotros debemos identificarnos con Él mediante el bautismo cristiano (Romanos 6, etc.).

¿Quién debe bautizarse?

Es claro que todos cuanto crean en Cristo deben bautizarse. Aquellos que llegan a ser sus discípulos deben ser bautizados y se les debe ensañar todo lo que Jesús mandó (Mateo 28: 16- 20). Después de que Pedro hubo proclamado las buenas nuevas de salvación en el día de Pentecostés, les preguntaron a él y a los demás Apóstoles: “Hermanos, ¿qué haremos?”. La respuesta de Pedro fue: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2: 37-38). Como dice Brooks:
“Los sermones cristianos más primitivos, ..., convocaron al bautismo como el acto externo que representaba la decisión interna. La exigencia de Pedro del bautismo [cristiano] tenía continuidad con el bautismo de Juan pues ambos expresaban la nueva relación del individuo con Dios y su reino. La diferencia significativa, empero, era la relación que Pedro estableció con la vida, la muerte y la resurrección de Jesús.” [5]
La misma secuencia, es decir, primero creer y a continuación ser bautizado, se observa en Samaria y en el caso del ministro etíope (Hechos 8:12, 26-39). Lo mismo se observa luego de que Pedro predicase el Evangelio en casa del centurión Cornelio (Hechos 10: 44-48). Allí el Apóstol exclamó: “¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?”

¿Qué hay del bautismo de bebés?

En comparación con el claro mandato de bautizarse para quienes se arrepienten y creen en Jesús, la cuestión de si los niños demasiado pequeños como para entender el Evangelio han de ser bautizados. Este ha sido tema de controversia por siglos [6].
Debe tenerse en cuenta que la mayor parte de las Iglesias cristianas históricas, como la de Roma, las Orientales, la Luterana, la Reformada, la Presbiteriana y otras, practican el bautismo infantil. Una de las mejores defensas del bautismo infantil es la escrita por Michael Green [7]. Los principales argumentos a favor de esta práctica son:

1. El bautismo es un signo o sacramento del Nuevo Pacto, como la circuncisión lo era del Antiguo Pacto. Ya que todos los bebés varones eran circuncidados, de igual modo y por analogía todos los hijos de cristianos deben ser bautizados.
2. Jesús llamó hacia sí a los niños pequeños y amonestó con extrema severidad a los discípulos por intentar impedírselo (Marcos 10: 13-16).
3. En el libro de Hechos hay varios casos de personas que creyeron y se dice que fueron bautizados “con toda su casa” (Lydia, Hechos 16: 14-15; el carcelero de Filipos, Hechos 16: 30-34); compárese también 1 Corintios 1:16, “la casa de Estéfanas.”
4. El bautismo infantil es testimoniado en la Iglesia por lo menos a partir de principios del tercer siglo, y es practicado por muchas denominaciones cristianas.

Por otra parte, quienes nos oponemos al bautismo infantil señalamos que:


1. El Nuevo Pacto tiene tanto similitudes como diferencias con el Antiguo Pacto. Por tanto, hay que ser muy cauteloso con el razonamiento por analogía. Por ejemplo, una diferencia obvia es que la circuncisión era aplicable sólo a los varones, en tanto que el bautismo cristiano es para hombres y mujeres por igual. Además, los mismos que invocan esta analogía habitualmente rechazan la noción de que el bautismo deba diferirse, como la circuncisión, hasta el octavo día de vida. Finalmente, si bien los hijos de padres cristianos en un sentido participan de las bendiciones de éstos (Hechos 2:38; 1 Corintios 7:14), no queda en absoluto claro que ello sólo se cumpla a condición de que los niños sean bautizados.
2. Jesús ciertamente llamó hacia sí a los niñitos, pero no los bautizó ni mandó que fuesen bautizados. De hecho, es obvio y sugestivo que no existe ninguna instrucción explícita acerca del bautismo infantil en todo el Nuevo Testamento. Quienes propician esta práctica deben basarse en conjeturas y presuposiciones.
3. Hay que notar que en los textos que hablan de Lidia, Cornelio o Estéfanas la palabra griega oikia (“casa”) indica más que los familiares, ya que habitualmente se incluye también los sirvientes. Quienes propician el bautismo infantil suponen que había pequeñitos en las “casas” de Lidia, Cornelio o Estéfanas, pero no hay ningún indicio cierto de que esto fuese así. Nada sabemos del estado civil de Lidia. En casa de Cornelio, Pedro dijo que debían bautizarse quienes habían creído, y sobre quienes había manifiestamente descendido el Espíritu Santo. Ignoramos si el carcelero de Filipos tenía hijos y si así era, qué edades tenían. De todos modos, Lucas afirma en Hechos 16:34 que el hombre se regocijó “con toda su casa que había creído en Dios”, lo cual obviamente no es aplicable a los bebés.
4. Se sabe que en tiempos post-apostólicos se introdujeron prácticas bautismales que eran propias del período apostólico. Una fue la costumbre de demorar el bautismo hasta que la muerte fuese inminente (por la noción errónea de que no tendría perdón ningún pecado cometido después del bautismo). Otra fue la introducción de un largo período de instrucción entre la profesión de fe y el rito bautismal, juntamente con complejos ritos carentes de respaldo neotestamentario. Por tanto, el solo hecho de que se practicase el bautismo infantil hacia fines del segundo o principios del tercer siglo no es fundamento suficiente como para considerar tal práctica de origen apostólico. La primera indicación clara acerca del bautismo infantil –a favor- se encuentra en el tratado sobre prácticas eclesiásticas de Hipólito de Roma titulado “La Tradición Apostólica” [8]. Pero la segunda alusión , en contra de tal práctica, aparece en el escrito deTertuliano de Cartago, “Sobre el bautismo” [9]. Ambos documentos datan del siglo III.

¿Qué significa el bautismo?

La significación del bautismo podría resumirse como sigue:

1. Es un acto de obediencia que todo cristiano debe tomar muy seriamente. Jesucristo mandó que todo aquel que llegase a ser su discípulo fuese bautizado (Mateo 28: 16-20).
2. Es un acto que expresa el propósito de ser limpio del pecado y puro para con Dios (1 Pedro 3:21).
3. Es un acto que nos identifica con Jesucristo en su muerte y en su nueva vida de resurrección (Romanos 6).
4. Es un acto que significa ser incorporado al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, y da entrada a la paticipación plena en la fraternidad cristiana (Efesios 4:4-6).

Asimismo, y teniendo en cuenta todo lo anterior, el bautismo puede considerarse un testimonio público de nuestro compromiso de seguir a Cristo.

Relación entre la regeneración, el bautismo con agua y el bautismo en el Espíritu Santo

Ya que el bautismo es un signo externo de una gracia interior, no hay una relación simple y unívoca entre estos acontecimientos. En el Nuevo Testamento, quienes se arrepienten y creen en Cristo son bautizados, pero ya que tanto la confesión como el rito del bautismo en sí mismo son actos externos, ellos no garantizan de manera absoluta que la obra interna de la gracia esté presente. Por ejemplo, no fue así en el caso de Simón el Mago (Hechos 8:13-25). Los samaritanos fueron bautizados en agua primero y recibieron el Espíritu Santo después. Por el contrario, Cornelio y los suyos primero recibieron el Espíritu Santo y luego fueron bautizados.
Sin embargo, por el modo en que el asunto se presenta en la predicación apostólica, F.F. Bruce está en lo cierto al afirmar: “El bautismo es el signo externo y visible del arrepentimiento y la fe. En la era apostólica el signo externo estaba en general tan inmediatamente asociado con la gracia interior y espiritual que se podía hablar de ambos como partes componentes de una única experiencia, o por una especie de metonimia, lo que era estrictamente cierto de una podía predicarse de la otra.” [10]
Esto permite explicar pasajes como Hechos 22:16, donde Pablo narra su propia experiencia de conversión; se le dijo: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.” Bruce observa: “Pablo, siendo un hombre inteligente, sabría que la aplicación externa de agua a su cuerpo no podría, en sí misma, quitar sus pecados; entendería que su bautismo en agua era la señal externa y visible de su purificación del pecado, interior y espiritual , por la gracia de Dios, una purificación que hizo propia por la fe.” [11]
De igual modo, Tito 3:4-7 puede entenderse en el mismo sentido: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con la humanidad, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración, y por la renovación en el Espíritu Santo [griego, dia loutrou palingenesias kai anakainöseös pneumatos hagiou], el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. “ (ver también Romanos 5 y 8).

¿Es el bautismo necesario para la salvación?

La Iglesia Católica Apostólica Romana es el defensor más conspicuo de la noción de que el bautismo es necesario para la salvación. El reciente “Catecismo de la Iglesia Católica” (1992) afirma: “El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu (‘ vitae spiritualis ianua’) y la puerta que abre el acceso a otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.” [12].
Según la doctrina romana, los sacramentos en general no son solamente signos externos de la gracia interior, sino que son los medios por los cuales se confiere la gracia; es decir que contienen en sí la gracia que simbolizan, cuando se los imparte y recibe apropiadamente [13]. En lo que se refiere al bautismo, el nuevo Catecismo sostiene que “El Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (cf Jn 3,5).” [14]. Sin embargo, el sincero anhelo de ser bautizado es considerado equivalente, a los efectos de la salvación, al sacramento mismo en los casos en que éste es imposible. Tal el caso, por ejemplo, de quien muere mártir sin posibilidad de bautizarse –es el llamado “bautismo de sangre”- o el de un adulto que es impedido por la muerte o un obstáculo insuperable, pero que de veras deseaba bautizarse [15].
El problema del destino de los niñitos que mueren sin haber sido bautizados no es respondido de manera consistente por el romanismo. En efecto, el nuevo Catecismo afirma que la Iglesia “sólo puede confiarlos a la misericordia divina”, confiando “en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo” [16]. Esta declaración es muy sorprendente, ya que por siglos se ha sostenido como doctrina de fe que “las almas que salen de esta vida en estado de pecado original están excluidas de la visión beatífica de Dios” [17]. En otras palabras que las almas de los niños que morían en pecado original –es decir, sin ser bautizados- quedaban excluidas de la bendición de contemplar a Dios. Adicionalmente, al menos dos concilios generales de occidente (llamados ecuménicos por Roma), a saber el IV Concilio de Lyon (1274) y el Concilio de Florencia (1438-1445) establecieron dogmáticamente que quienes mueren en pecado original van al infierno: “Pero las almas de aquellos que mueren en pecado mortal actual o con solo el original, bajan inmediatamente al infierno, para ser castigadas, si bien con penas diferentes” [18]. Hasta hace muy poco, se enseñaba que los niños sin bautizar iban a un lugar, el limbo (limbus infantium) donde podrían gozar la mayor felicidad natural, pero eran excluidos de la presencia de Dios. He aquí lo que dice un compendio publicado en 1973:
“EL LIMBO. – Los párvulos que han muerto sin el bautismo no van al paraíso terrenal (Benedicto XII, [Denzinger] 534), sino al llamado «limbo de los párvulos» (Pío VI, [Denzinger] 1526 ). Carecen de la visión de Dios, pero no sufren la pena de fuego (Inocencio III, [Denzinger] 410).” [19]
Sin embargo, ahora la Iglesia de Roma soslaya silenciosamente su enseñanza de siglos y se limita a declarar que solamente confía a los niñitos a la misericordia de Dios. El hasta ahora famoso limbo ni aparece en el índice alfabético del nuevo Catecismo firmado por Juan Pablo II.
En realidad. importantísimo como es el bautismo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se lo declara como necesario para la salvación. Los requisitos que son consistentemente presentados como imprescindibles son el arrepentimiento del pecado y la fe en Jesucristo.


Juan 3:5

Este texto es el apoyo más importante para la doctrina de la regeneración bautismal, esto es, la noción de que el sacramento mismo del bautismo efectúa la regeneración o nuevo nacimiento en Cristo. Por tanto, es conveniente examinar cuidadosamente este texto.

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, dignatario de los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo:
- Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Le respondió Jesús:
- De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo [o de lo alto] no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó:
- ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús:
- De cierto, de cierto te digo que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: «Os es necesario nacer de nuevo». El viento sopla de donde quiere y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu.
Le preguntó Nicodemo:
- ¿Cómo puede hacerse esto?
Jesús le respondió:
- Tú, que eres maestro de Israel, ¿no sabes esto? ...” (Juan 3: 1-10).

El contexto inmediato de este encuentro es la primera Pascua celebrada durante el ministerio terrenal del Señor (Juan 2:13-25). Jesús acababa de anunciar veladamente su resurrección (versículo 19). Nicodemo se convenció de que Dios estaba con Cristo y fue a verle de noche.
Jesús le dijo que aquellos que desean entrar en el reino de Dios deben nacer “de nuevo” o “de lo alto.” El texto griego dice “ean më tis gennëthei anöthen” (si uno no recibe el nacimiento de lo alto, versículo 3) y “gennëthëi ex hydatos kai pneumatos” (nacimiento de agua y Espíritu, versículo 5). La palabra anöthen puede significar tanto “de nuevo” (Gálatas 4:9), como “de lo alto” (Santiago 1:17; 3: 15,17). Evidentemente Nicodemo entendió lo expresado por Jesús en el primer sentido, pero las palabras del Señor en el versículo 31 indican que él quiso decir primariamente “de lo alto.” En otros términos, nada menos que un nacimiento de lo alto, es decir, de Dios mismo, puede permitirle a alguien tener parte en el reino de los cielos.
El mismo pensamiento se encuentra en Juan 1:12-13, “Mas a todos los que le recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Estos no nacieron de sangre, ni por voluntad de carne, ni por voluntad de varón, sino de Dios.” También aparece reiteradamente en la primera epístola de Juan (1 Juan 2:29; 3:9; 4:7; 5:1,4,18).
Quienes afirman que las palabras de Jesús eran fundamentalmente una referencia al bautismo con agua pasan por alto los siguientes hechos:

1. El propio bautismo de Jesús en ninguna parte se pone como modelo para el bautismo de sus discípulos. Como se demostró antes, el bautismo del Señor fue una señal de su identificación con la raza humana, preparatoria de la obra de redención que él cumpliría más tarde en la cruz.
2. Es notable que el Evangelio de Juan sea el único que no contiene un relato del hecho preciso del bautismo de Jesús. Por tanto, su propio bautismo no es parte del contexto inmediato del pasaje.
3. Jesús se dirigió a Nicodemo teniendo en cuenta que éste era un maestro, alguien bien versado en el Tánaj (el Antiguo Testamento: el Pentateuco, los Profetas y los Escritos). De aquí que la declaración del Señor de la absoluta necesidad de nacer del agua y del Espíritu debe entenderse en esta luz, y debería haber traído a la mente de Nicodemo textos como Zacarías 13:1; Jeremías 33:8; Isaías 43:20, 55: 1, y sobre todo Ezekiel 36: 25-27,
“Esparciré sobre vosotros agua limpia y seréis purificados de todas vuestras impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.“
Mientras que el bautismo cristiano en agua no es enseñado como tal en el Antiguo Testamento, ningún escriba o maestro hebreo podría haber ignorado estos textos proféticos tan importantes acerca de la purificación espiritual. Por esta razón Jesús reconviene a Nicodemo de este modo: “Tú, que eres el maestro de Israel, ¿no sabes esto?” Como alguien que estaba bien versado en las Escrituras, era de esperarse que Nicodemo entendiese la alusión de inmediato.
En conclusión, las palabras de Jesús a Nicodemo no tienen como referencia primaria el bautismo en agua, sino la renovación espiritual anunciada por los profetas del Antiguo Testamento. Como notamos antes, este es un tema reiterado en los escritos de Juan. De igual modo, es significativo que también Pedro vincule el nuevo nacimiento o regeneración (griego anagennaö, “nacer de nuevo”) con el poder purificador de la Palabra de Dios antes que con el bautismo por inmersión en agua:
“Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos los unos a los otros entrañablemente, pues habéis renacido [anagegennëmenoi] , no de simiente corruptible. por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1 Pedro 1: 22-23).
Asimismo el Apóstol Pablo, quien no bautizó a muchos cristianos en Corinto (1 Corintios 1:14-17), declaró enfáticamente “en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio” (1 Corintios 4:15).
Tal regeneración o nuevo nacimiento espiritual no es producido por el bautismo en agua; éste es un signo o sacramento de la regeneración, pero en modo alguno reemplaza, ni mucho menos produce, la gracia interior que representa.

Diciembre de 1999

Notas

[1] G.R. Beasley-Murray, Baptism. En Colin Brown, Ed.: New International Dictionary of New Testament Theology. Grand Rapids: Zondervan, 1975-1978, 1: 144.
[2] James C. Vanderkam, The Dead Sea Scrolls Today. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1994, p. 168-170.
[3] C. Perrot, Los movimientos bautistas. En Augustin George y Pierre Grelot, Dir.: Intoducción Crítica al Nuevo Testamento. Barcelona: Herder, 1983; 1: 177-180.
[4] Joachim Jeremias, Teología del Nuevo Testamento. I. La predicación de Jesús, 4ª Ed. Salamanca: Sígueme, 1980, p. 73-74.
[5] Oscar S. Brooks, The Drama of Decision: Baptism in the New Testament. Peabody: Hendrickson, 1987, p. 160.
[6] Donald Bridge y David Phypers, The Water that Divides – The Baptism Debate. Leicester: InterVarsity Press, 1977.
[7] Michael Green, Baptism: Its purpose, practice and power. Downers Grove: InterVarsity Press, 1987. Véase también Oscar Cullmann, Baptism in the New Testament (London: SCM Press, 1950) y Andrés Manrique. O.S.A., Teología Bíblica del Bautismo – Formulación de la Iglesia Primitiva (Madrid: Editorial Biblia y Fe, 1977).
[8] Hipólito de Roma, La Tradición Apostólica, 21 (61).
[9] Tertuliano, De Baptismo, 18.
[10] F.F. Bruce, Answers to questions. Exeter: The Paternoster Press, 1972, p. 76
[11] Ibid., p. 84.
[12] Catecismo de la Iglesia Católica. Edición preparada bajo la presidencia del Arzobispo José Manuel Estepa Llaurens. Santo Domingo: Librería Juan Pablo II, 1992, # 1213 (p. 284).
[13] “Si alguno dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no contienen la gracia que significan, o que no confieren la gracia misma a los que no ponen óbice, como si sólo fueran signos externos de la gracia o justicia recibida por la fe y ciertas señales de la profesión cristiana, por las que se distinguen entre los hombres los fieles de los infieles, sea anatema.” (Concilio de Trento, Sesión VII del 3 de marzo de 1547; Cánones sobre los sacramentos en general, Canon 6). Según Enrique Denzinger, El Magisterio de la Iglesia – Manual de los símbolos, definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres. Traducción de Daniel Ruiz Bueno. Barcelona: Herder, 1963, # 849 (p. 241).
[14] Catecismo de la Iglesia Católica, # 1257 (p. 292).
[15] Ibid, # 1258-1260 (p. 292- 293).
[16] Ibid., # 1261 (p. 293).
[17] Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, 6ª Ed. Barcelona: Herder, 1969, p. 191-192.
[18] Eugenio IV – Concilio de Florencia; Decreto para los griegos de la Bula “Laetentur coeli” del 6 de julio de 1439; Denzinger # 693 (p. 201).
[19] Antonio Royo Marín, O.P., La Fe de la Iglesia – Lo que ha de creer el cristiano de hoy, 2ª Ed. Madrid: BAC, 1973, # 352 (p. 232).
 
Transcribo lo que pues en otro foro, esperando sea de bendición.


"Confiesome haber sido hipocrita muchos años.
Yo me bautice en una congregacion bautista por los años de 1988, a partir de entonces comparti los elementos de la eucaristia cada mes.... sin embargo en realidad mi vida espiritual estaba muerta.
Durante mucho tiempo muerta, cero lectura de la palabra, cero oración personal, cero entendimiento de la palabra.
Los elementos que yo tomaba cada domingo por la noche no fueron durante mucho tiempo mas que elementos religiosos, para seguir una religiosidad que en NADA reflejaban la vida nueva que Jesucristo ofrece.

No fue sino hasta 1994 que clame, me quebrante, ante un Señor que había significado para mi algo semejante a un pedazo hueco de ostia, y le pedí que me mostrara la realidad de su vida.
Esa noche, al borde del suicidio, le pedí muchas cosas que autentificaran que mi oración llegaba al Dios Vivo. Principalmente cosas dirigidas a que atesestiguara un cambio verdadero en mi interior.
Cuando el me fue respondiendo y generando los cambios, que el psicoanalisis, la Psiquiatria, ni la regligión habián podido hacer, entonces me di cuenta que estaba yo tratando frente a frente con el verdadero Pan Vivo, aquel que da Vida.
Desde entonces no me he preocupado en mucho por los "elementos religiosos" como el pan y el vino que decoran las costumbre de templos protestantes. Cuando voy a iglesias que me piden compartir el pan y el vino, les acepto por amor a ellos, pero mas que otra cosa el alimento que llena mi espíritu es mi relación personal con mi Señor JesusCristo y su palabra diaria que llega a mi vida como un torrente de renovación y perdón. Eso es para mi la verdadera Eucaristia.

Que el Señor les acompañe en su pregrinaje. www.geocities.com/aronbn "
 
Antón:

Gracias por tu testimonio, creo que es lo más esclarecedor(sobre la práctica) que he escuchado nunca en relación al bautismo.


Maripaz
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por anton:
Transcribo lo que pues en otro foro, esperando sea de bendición.


Los elementos que yo tomaba cada domingo por la noche no fueron durante mucho tiempo mas que elementos religiosos, para seguir una religiosidad que en NADA reflejaban la vida nueva que Jesucristo ofrece.

No fue sino hasta 1994 que clame, me quebrante,

me di cuenta que estaba yo tratando frente a frente con el verdadero Pan Vivo, aquel que da Vida.
Desde entonces no me he preocupado en mucho por los "elementos religiosos" como el pan y el vino que decoran las costumbre de templos protestantes.

...pero mas que otra cosa el alimento que llena mi espíritu es mi relación personal con mi Señor JesusCristo y su palabra diaria que llega a mi vida como un torrente de renovación y perdón. Eso es para mi la verdadera Eucaristia.

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Así es hermano, no es por costumbre.

Creo que aún asistiendo a una iglesia protestante no se es necesariamente cristiano, se puede ser simplemente "nominal", lo importante ahora es esa relación personal con "el pan vivo", con el Señor Jesucristo.

Aún así, nos piede que lo hagamos en su memoria recordemos y anunciemos su resurección y que debemos discernir el cuerpo de Cristo (tu, yo, su iglesia) y no menospreciarlo y que bueno que lo haces por amor.

Siento todo el mal que te causó toda aquella religiosidad, aun esas heridas han sido sanadas en tu nueva vida precisamente por ese encuentro personal con Cristo Jesús.

Me alegro por tu encuentro personal con el autor y consumador de la fé, Cristo Jesús.

Bendiciones.
 
Estimados hermanos y contertulios...

Si me permiten una pregunta:
¿Que pecado llevan los brefos(niños recien nacidos?.

Llevan su pecado personal o llevan el pecado
de la generación(raza humana).

Es evidente que no llevan ningún pecado personal,pues aún no han pecado y no deben arrepentirse porque tampoco pueden hacerlo;ya que donde no hay Ley no hay conocimiento del pecado ,ya que el conocimiento del pecado es por el conocimiento de la Ley,pues la Ley dice no harás.

El Señor de que pecado puede pedir cuentas a los brefos.De ninguno pues no conocen el pecado de manera consciente.Y si El Señor a los brefos no les recrimina pecado,entonces según El Señor pertenecen a Su Reino mas que el santo adulto mas santo que nunca haya existido.

“Pero Jesús los llamó diciendo: “Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis, porque de los tales es el reino de Dios.”
(LUCAS 18:16.)

Es imposible para un cristiano del A.T. o del N.T.no comprender de manera muy cierta que El Señor es su Señor y el de sus hijos;
pues bien claro se ve en El Pacto de Gracia de Dios con Abraham que esta cuestión es asi y no de otra manera.

El bautismo es señal externa de una vivencia interna,personal,familiar o colectiva;el bautismo es un lavamiento que en si mismo puede ser rutinario y de carazter higienico,pues de todos es conocido lo saludable que es bautizar los muebles y la casa(digo bautizarla no inundarla).

Esta señal externa no depende en su eficacia de la cantidad de agua que se aplique,según el sentido común nos informa en la Escritura.

Por lo que veo que esta señal del Pacto de Gracia puede ser dada por inmersión y por aspersión sin ninguna carga de conciencia y con toda libertad;y percibo en la Escritura que se puede aplicar a familias enteras por la fe otorgada por el Señor al padre y a la madre y tambien se debe aplicar a individuos mayores por la fe personal que Dios les a otorgado como individuos.Ambos casos son escriturales si no perdemos de vista El Pacto.

Si ,siempre en la iglesia se ha circuncidado y se ha bautizado a los niños recien nacidos
a los pocos dias de nacer;y así lo han hecho
Lutero y Calvino como a buen propósito conviene;independientemente de que a la sombra de la Reforma se diesen los abusos,por todos conocidos de los anabaptistas;abusos doctrinales y de práctica,y de esos anabaptistas hoy han emanado verdaderos hermanos de buena formación doctrinal.
Personalmente y en conciencia delante de Dios creo que aquellos que proceden de la romana y han sido bautizados por ella y a posteriori son convertidos por Dios Nuestro Señor,no se les debe presionar ni exigir un
posterior rebautismo,ya que el bautismo que
recibieron de pequeños fué hecho en el NOMBRE
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,por lo que ese bautismo es válido.

Ruego acepten esta opinion sin ánimo de contienda sino solo como una exposición sincera.

Respetuosamente en Jesucristo.
 
Re: El Bautismo según la Biblia

Para estudiar el 'bautismo cristiano', como he sugerido, tenemos que considerar los sigientes elementos:

(1) Romanos 6.
(2) Romanos 1-8
(3) Romanos
(4) Cartas paulinas.
(5) Cartas no paulinas.
(6) Nuevo Testamento.
(7) La Biblia.

Aquí he dibujado imaginariamente siete círculos concéntricos. El siguiente es el contexto del anterior, y el anterior es la base del siguiente. Sólo así entenderemos profuda y seriamente la doctrina del bautismo cristiano.

Den su recomendaciones, advertencias y preguntas, por favor.

Veremos,

Ezequiel Romero

cual es el bautismo biblico??

y como es ?