"El Bautismo que ahora os salva"

2 Noviembre 2002
57
0
53
"Algunos declaran que nacer de agua y del espíritu quiere decir bautismo en agua.... El agua es un símbolo de LA PALABRA DE DIOS" (1).

Para apoyarse, el autor de este folleto cita la primera carta de Pedro: siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1, 23), y Pablo a los efesios: Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (Ef 5, 25-26).

Para los evangélicos, el Bautismo no es más que un signo externo de una conversión interna. Es nada más que un testimonio. No hace nada en el alma. El Bautismo para ellos no es tan importante en la salvación como veremos. Lo necesario es creer en Jesús, aceptarlo como "salvador personal", y con esto son "salvos". Si uno nunca se bautiza no es tan importante.

En los folletos distribuidos por los evangélicos leemos: "En el momento en que usted confía totalmente en Jesucristo como su salvador y Señor, en ese mismo momento Ud. es salvo para siempre." (Fellowship Tract League)

En el folleto Tesoros del cielo escrito por Mel Gerrard, se dice, "¿Recibiste a Jesús en tu corazón por fe? ¡Si así es, tú eres nacido de nuevo!".

En otra obra de R. A. Torrey y distribuida por "La Iglesia Evangélica Bautista" leemos: "Nadie puede ser salvo a menos que haya nacido de nuevo por el Espíritu de Dios. Somos nacidos de nuevo por el Santo Espíritu de Dios por medio de su palabra".

Aquí se ve que ser "salvo" consiste nada más en creer, confiar en Jesús. Es nacer del Espíritu por la Palabra de Dios. La Iglesia católica dice que la salvación es un don de Dios; pero implica más que solamente creer. Confiar es sumamente importante pero no es todo. Según la Biblia hay algo más.

Mientras que los hermanos dicen "En el momento de confiar... eres salvo". La Biblia dice otra cosa: El que creyere y fuere bautizado será salvo (Mr 16, 16). La Biblia añade "fuere bautizado". No dice el que cree será salvo y nacido de nuevo Y NADA MAS. Tampoco dice que "nacer de nuevo" es sólo nacer del Espíritu. La palabra de Dios dice que nacer de nuevo, (otra traducción posible es "nacer de arriba") es del agua y del Espíritu. Por ambos.



Nacer de arriba

Los evangélicos citan Juan 3, 3 para decir que se tiene que "nacer de nuevo" para salvarse (ver por ejemplo artículo "Nacer de Nuevo" por C. H. Spurgeon, La Buena Semilla 2 1995, p. 25): De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. La palabra que Jesús utiliza es ANOTHEN que puede significar "de nuevo" como lo entendió Nicodemo. ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (v. 4). Pero ANOTHEN tiene otro significado también: "de arriba", y esto es lo que quería decir Jesús: A menos que uno nazca de arriba no puede entrar en el reino de Dios. ¿Qué es "nacer de arriba" . Es bautizarse y que "desde arriba" descienda el Espíritu Santo. En Juan 1, 32 Jesús se bautizó y el Espíritu descendió desde arriba: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma . Todo el contexto de Juan 3 trata del bautismo. Por eso Jesús lo aclaró: Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que él que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios (Jn 3, 5). Para confirmar con sus acciones lo que acababa de decir, Jesús empezó a bautizar para que entendiéramos esta necesidad: Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba (Jn 3, 22). A veces, como Iglesia naciente, delegaba a sus discípulos hacerlo (4, 2) en su lugar para que la gente no pensara que lo hacía en imitación de Juan (Ver 3, 23 y 4, 1). Por eso el significado que en seguida Jesús utiliza para ANOTHEN en Jn 3, 31: El que de arriba (ANOTHEN), es sobre todo... el que viene del cielo es sobre todos. Nacer de nuevo entonces no es "aceptar a Jesús como mi Salvador personal" (2) sino bautizarse cuando el Espíritu Santo desciende de arriba.

Vemos las dos cosas: agua y Espíritu también en Tito 3, 5: Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento (bautismo en griego) de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.

Entonces la salvación es más que "solamente creer". (De hecho, según Santiago 2, 19 también los demonios creen, pero no son salvos). Las Escrituras nos muestran que, dentro del plan de Dios para nuestra salvación, entra el bautismo: Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura (He 10, 22).

Pedro no dijo, "Conviértanse...acepten a Jesús...nada más y serán salvos" sino: Arrepentíos, y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hch 2, 38). En este texto vemos que con el creer y el bautizar llega el perdón de los pecados y el don del Espíritu. Hablando con muchos evangélicos, me decían que el bautismo es nada más que un signo externo de su conversión a Cristo, que el bautismo no hace nada adentro del hombre. El bautismo no salva, según los evangélicos, pero en la Biblia leemos: El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva, no quitando las inmundicias de la carne (otras Biblias: "mancha física" o "limpiar el cuerpo" o "suciedad corporal") sino en la aspiración de una buena conciencia hacia Dios... (1 P 3, 21). En el Bautismo volvemos a nacer y somos renovados por el Espíritu Santo.

"La Confesión de Westminster formulada en 1646 ha llegado a ser la norma doctrinal de las iglesias presbiterianas. Aunque se acepta el bautismo por inmersión, la forma más usada es por aspersión....el bautismo no tiene nada que ver con la regeneración, más bien significa unión a Cristo y a su "cuerpo", es decir la Iglesia visible". Pbro, Les Thompson, El Cristianismo Romano y No Romano, Pub. El Faro, México, 1988, p. 76. ¿Que el bautismo no regenera? sólo hay que leer Tit 3, 5: el lavamiento de la regeneración... ¿Es verdad que el bautismo no hace nada en el alma y que es solamente un testimonio externo? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre (Hch 22, 16).

Con estos textos vemos la verdad de la enseñanza de la Iglesia católica. El bautismo es más que solamente una orden ("una ordenanza" dicen algunos protestantes). Es un sacramento que efectúa un lavamiento de pecados (3). Pablo pone el bautismo en la misma lista con "Señor" y "fe" (Ef 4, 5). ¡Esto indica su importancia! Juan Bautista dice que el bautismo de Jesús es con Espíritu y fuego (Mt 3, 11). ¿Por qué "fuego"? Esto indica que el bautismo de Jesús no sólo baña el exterior de la persona, sino que purifica interiormente, así como el fuego cuece también el interior de las cosas y no sólo lo exterior.

Ahora podemos contestar la afirmación del Sr DeHann citada arriba que el agua mencionada en Juan 3, 5 es sólo un símbolo de la Palabra de Dios y no agua de verdad. Cuando Pablo habla del lavamiento del agua por la palabra (Ef 5, 2. 6) está hablando de la formula trinitaria que tiene que acompañar el bautismo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 38, 19). El solo hecho de meter a alguien en agua sin estas palabras no es bautismo. Es mojarse, no más. En cuanto al texto de Pedro de ser renacidos por la Palabra (1 P 1, 23), leyendo el contexto vemos que se trata de haber creído en la predicación de la Palabra de Dios que permanece para siempre de tal forma que la persona confiesa a Jesucristo y se bautiza en su nombre. Su fe, más el bautismo le hace renacer. En Mt 3,11 se añade bautizar con FUEGO porque el bautismo purifica interiormente.

Mira lo que pierdes al no ser bautizado: ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos.... así también nosotros andemos en vida nueva (Ro 6, 3-4. Ver Col 2, 12). Es triste que los evangélicos rebauticen a los católicos que convierten a su iglesia. Cristo murió y fue sepultado una sola vez y el bautismo es participar en su muerte. Por eso no se repite, porque hay una fe, un bautismo (Ef 4, 5).

Es verdad que el malhechor perdonado por Jesús no fue bautizado. Pero, ¿cómo hubiera podido hacerlo en su situación?

Todos ustedes, al ser bautizados en Cristo, se revistieron de Cristo (Gá 3, 26 versión Latinoamérica). Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos (Reina-Valera). O sea, que no es solamente aceptar a Jesús como mi salvador personal lo que me une a Él, sino el bautizarme también. Y no son dos bautismos porque Ef 4,5 dice que hay "un solo bautismo". Bautizar con agua y con Espíritu va unido.

Yo te digo hermano que he aceptado a Jesucristo como mi Salvador y Señor personal pero no por eso he nacido de nuevo. Nací de nuevo por lo que Cristo, nuestra Vida y Salvación, hizo por medio del Espíritu Santo cuando fui bautizado. Es importantísimo aceptar a Cristo como Salvador y Señor, pero no es lo que Jesucristo dijo a Nicodemo.

El bautismo es tan importante que solamente hay uno dice Ef 4, 5. (Por eso lo antibíblico de rebautizarse cuando uno deja el catolicismo y se bautiza otra vez) (4).

A lo mejor me preguntas ¿por qué bautizan a los niños? Sigue leyendo por favor.



¿Y los niños?

"No bautizamos a los bebés, pero animamos a los padres a dedicar sus niños al Señor en un servicio de adoración pública" (p. 21). Asemblies of God, Who we are and what we believe, Gospel Publishing House (revised edition 1985).



He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto... Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo... todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré sus culpas (Jer 31, 31-34).

Los hermanos dicen que se tiene que ser adulto (o por lo menos tener uso de razón) para poder ser bautizado. Usan el ejemplo de Jesús, que era adulto cuando fue bautizado por Juan. Pero EL BAUTISMO DE JUAN NO ES EL DE LOS CRISTIANOS. El bautismo que recibió Jesús no fue porque él se arrepintió. Tampoco fue para recibir el Espíritu Santo, lo tuvo desde siempre. Juan el Bautista nos enseña la diferencia entre los dos bautismos: Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo (Mr 1,8. Ver también Hch 11, 16 y 19, 3-5). Juan no bautizó en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Jesús se bautizó para manifestar su autoridad: Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia (Mc 1, 10-11). El bautismo de Juan era el bautismo judío que era solamente un rito exterior que no purifica interiormente. Todo buen judío, como Jesús, lo hacía.

Es claro que si uno piensa que el bautismo es solamente un signo externo de la conversión y nada más, es razonable solamente bautizar a los adultos que han aceptado a Cristo. ¿Es cierto que el bautismo es nada más que esto? Vimos que no lo es. En la lista de Efesios 4,5 el bautismo aparece junto con "un Señor" y "una fe". ¡Es importantísimo! ¿Es correcto seguir el modelo del bautismo de Jesús como norma? Tampoco.

La Iglesia reconoce lo importante de bautizar a los adultos. El rito se llama Rito de Iniciación Cristiana de Adultos. Es un proceso de estudio, reflexión y oración con la Biblia, por lo menos durante un año. También es claro que, desde el principio, los cristianos bautizaron a los bebés como veremos luego.



Las razones para bautizar niños

Juan 3, 5 dice que para entrar en el Reino de Dios se tiene que nacer del agua. No dice que esta regla sea solamente para adultos. Entonces el niño tiene el derecho de entrar en el reino porque de ellos es el reino (Lc 18, 16). Según el Salmo 51, 5-7 (y Ro 3, 10 y 23) somos todos pecadores desde que comienza nuestra existencia: He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. Somos pecadores, por naturaleza hijos de ira (Ef 2, 3). Por cuanto la muerte entró por un hombre... en Adán todos mueren...en Cristo todos serán vivificados (1 Co 15, 21-22). ¿Y cómo se realiza esto?: por la fe y por el bautismo.

Por dos mil años, desde el tiempo de Abraham hasta la venida de Cristo, Dios mostró a su pueblo que quería que los niños pertenecieran al Antiguo Pacto con Él: Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo... guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones (Gn 17, 7,9-10). En el AT, la señal de entrar en el convenio con Dios era la circuncisión: Será circuncidado TODO varón de entre vosotros (Gn 17, 10). Se hacía ocho días después de nacer (Ver Isaac en Gén 21, 4 y Pablo en Flp 3,5).

Con Cristo la señal cambió al bautismo. El Nuevo Pacto es ahora una circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo: En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos (Col 2, 11-12).

Como vimos nos acercamos a Jesús por el bautismo (Gá 3,27) y Cristo ordenó que los niños participaran: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos (Mt 19, 14).

Los niños judíos formaron parte del Antiguo Pacto por la circuncisión: Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros y con vuestros descendientes (Gn 9, 8-9). Por eso pues ahora dice Jehová...Tocad trompeta en Sión, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman... (Jl 2, 12-16). ¿Será que el Nuevo Pacto, que no es solamente para los judíos sino para todas las naciones, es más limitado que el Antiguo? La familia de Dios incluye a todos. La promesa es para sus hijos también (Hch 2, 39).

Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndole ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová. Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto (2 R 23, 1-3). Dice que TODO el pueblo confirmó el pacto. Entre el pueblo estaban "desde el más chico" (en esta sociedad, no sólo por su edad el niño era "pequeño" sino por el lugar que ocupaba en ella). Seguramente los papás tuvieron que confirmar el pacto en su nombre.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto....Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.... todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré sus culpas (Jer 31, 31-34).

La Biblia dice: Creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia (Ro 4, 3), y el signo de la fe del judío adulto era la circuncisión a semejanza de Abraham (Ro 4, 11-12). Y sin embargo, Dios mandó circuncidar a los niños para que formaran parte de la familia de Dios (Lev 12, 3 y Éx 12, 48).

Pablo entendió el paso por el Mar Rojo como prefiguración del Bautismo: Porque no quiero hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar... (1 Co 10, 1-2). ¿Fueron solamente los adultos los que pasaron por el Mar Rojo?

El bautismo es nacer de nuevo en la familia de Dios (Ef 2, 6-19) y los papás toman la decisión de llevar al niño a esta familia. Cuando un niño nace en una familia, él no hace antes un arreglo con sus papás. ¿Acaso tenemos que esperar a ser conscientes para ser verdaderos hijos de nuestros padres? Los Apóstoles siguieron la misma idea. Pedro dice en el día de Pentecostés: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos (Hch 2, 38-39).

El niño tiene derecho de ser revestido por Cristo (Gá 3, 27) y participar en su muerte (Ro 6, 3-4). Por eso la Iglesia bautizó a los niños desde el principio, siguiendo en eso a los Apóstoles. Pablo dijo: el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos (1 Co 7, 14). Al argumento evangélico de que un bebé no puede ser un cristiano porque no tiene una relación personal con Cristo le falta reflexión. Consideramos la relación paralela entre la criatura y su mamá. Esta es claramente una relación personal que el bebé tiene con ella aunque no puede conceptualizar quiénes son sus parientes. Sus padres le cuidan, le aman, le sostienen aún antes de que el bebé pueda reciprocar. El bebé definitivamente tiene una relación con ellos: ¡Son sus papás!. Pasa lo mismo en su relación con Dios. Es SU hijo.



Toda la familia bautizada

En el NT vemos que la familia entera fue bautizada: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa (Hch 16, 31). Fíjate que el amo de la casa toma la decisión para todos, es decir que Pablo le dice "cree" no "crean" (toda la familia): Se bautizó él con todos los suyos (Hch 16, 33). Esta frase tendría que referirse a sus hijos porque siendo carcelero, una posición humilde en la sociedad, era casi imposible que tuviera sirvientes. Si no tuviera hijos diría "él y su esposa fueron bautizados".

Pablo bautizó a toda la familia de Estéfanas (1 Co 1, 16), y en Hechos leemos que: el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles... (Hch 10, 44-48). Este "todos" incluiría también a los bebés de la casa y a los niños llevados por sus papás y no dejados solos (Ver v. 24).

Mira Hechos 18, 8 donde encontramos a Crispo, un hombre rico que probablemente tenía una familia grande y muchos sirvientes: Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.

En Hechos vemos la misma idea: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú Y TODA TU CASA (1,14. Ver 10,44 y 48).

Para los enfermos

El pecado es una enfermedad del alma, es un malestar en mi relación con Dios y también una esclavitud: Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado (Jn 8, 34). Y Jesús vino para los pecadores que él describe como enfermos: Al oír esto, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos (Mc 2, 17). Los niños nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original. Por la rebeldía de Adán, esta naturaleza está "enferma" y necesita la sanación de Jesús a través del lavamiento por el bautismo (1 P 3, 21). ¿Qué padre, cuyo hijo está enfermo, le diría, "Tú eres un niño y no puedes decidir por tí mismo, entonces no te voy a llevar al hospital hasta que seas mayor y puedas decidir si quieres ir"? ¡El niño podría morir!

¿Recuerdas que al bautizarnos nos vestimos con Cristo? ¿No se preocupan los padres de que su hijo que tenga comida, medicina y todo tipo de cuidado? ¿Se le pregunta antemano al niño si quiere vestirse antes de ponerle la ropa?, por su puesto que no.

El bautizar a los niños demuestra que la unión con Dios es iniciativa de Él antes que del hombre, porque un niño no sabe nada. La historia de la salvación nos muestra que Dios siempre toma la iniciativa al relacionarse con nosotros: cuando éramos débiles... siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios, por la muerte de su Hijo (Ro 5, 6 y 10). "Éramos su enemigo" y Dios actuó por medio de Jesucristo sin pedirnos nuestra opinión o esperar que le pudiéramos responder. Sin que reconocieran a Jesús: Los papás traían a él los niños para que los tocase (Lc 18, 15). (Según dice el griego, eran bebés). La total gratuidad de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños.

Jesús nunca ordenó bautizar solamente a los adultos: Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado (Mt 28, 19-20). El orden de las palabras es interesante. Jesús dice "bautizar" ANTES de "enseñar". Mientras algunos evangélicos dicen que se tiene que enseñar la persona para que crea antes de bautizarlo, -por eso un niño no puede ser bautizado porque no puede aprender-, los padres católicos les bautizan y se comprometen a enseñarles después. La fe que se requiere para el bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está llamado a desarrollarse. Los padres y padrinos prometen acompañar al niño en su crecimiento en la fe y maduración en su relación con Jesucristo. Si unos no cumplen su promesa, es otro problema.

Los metodistas bautizan a los niños por inmersión, o por derramar o rociar agua. Los presbiterianos no consideran el bautismo necesario para la salvación sin embargo urgen el bautismo de niños.

Termino con una carta de unos padres a su niño bautizado: (5)

"Querido hijo:

Hoy hemos querido bautizarte en Cristo Jesús, sumergirte en la muerte y resurrección del Dios en el que nosotros creemos.
En esta carta, que tú podrás leer más tarde, queremos explicarte el porqué.

No es por imponerte una opción por lo que hemos querido bautizarte, sino para abrir delante de ti un camino de libertad que, el día de mañana, podrás libremente elegir de nuevo y tomarlo.

Nosotros hemos querido darte lo mejor que teníamos. Creemos que esta pequeña semilla de la fe, sembrada, hoy en el jardín de tu corazón, germinará, a la luz del día y en las tinieblas de la noche, en lo más secreto de tu vida.

Te sumergimos hoy en el océano de amor de Jesucristo para darte una fuerza nueva, mayor que nosotros y mayor que tú. Ella será el valor de tus combates, la lucidez de tus opciones, la luz de tus pasos. Será tu esperanza y tu alegría, para vencer las fuerzas del mal.

Hemos querido bautizarte en Cristo, para que llegues a ser un hombre libre y que se mantiene en pie, en medio de este mundo un tanto loco a veces. Y sobre todo, para que llegues a ser un hermano que construye, con Dios, el futuro de nuestra tierra....

Lo mismo que María cuando ofreció a su Hijo Jesús en el Templo, también nosotros hemos querido conducirte al umbral de la Casa de Dios....

Pues es Jesús, y sólo él, tu Salvador y tu Señor, quien trazará mañana un camino de paz y de libertad para ti. Por encima de tus angustias y de tus miserias, él te abrirá la Casa de su Padre y, en tu muerte, hará brotar su eternidad".



¿Qué dice la Iglesia Primitiva?

En las catacumbas

En las catacumbas antiguas de Roma donde enterraban a los primeros mártires cristianos, leemos las inscripciones sobre las tumbas de los niños fallecidos. Una de ellas dice, "Aquí descansa Arquilla, recién bautizada; tenía un año y cinco meses cuando falleció el día 23 de febrero".

Entre otros epitafios encontrados encontramos lo siguientes:

"149. Nacido con el nombre de Pascasio Severo el jueves de Pascua, día anterior a las nonas de abril... quien vivió seis años, recibió la gracia el 11 de las calendas de mayo y depuso sus albas bautismales en el sepulcro la octava de Pascua.

"151. Aquí está puesta Veneriosa, recién bautizada, que vivió seis años, finó el 8 de las idus de agosto.

"152. A Domisio inocente, recién bautizado, que vivió tres años, treinta días".

¿Tenemos que ser bautizados por inmersión?

Hemos visto que el bautismo de Jesús en el río Jordán por Juan Bautista no es el modelo para nosotros, pero los hermanos lo apuntan para justificar que el nuestro tiene que ser por inmersión. Algunos dicen que debe ser en un río.

El teólogo protestante, James W. Dale escribió una obra de cinco tomos investigando el uso de la palabra baptizo (griego) en la Biblia y en la Iglesia primitiva y concluyó que el significado de la palabra indica que no se tiene que bautizar por inmersión.

Desde el principio el bautismo por inmersión ha sido solamente una opción. También los primeros cristianos bautizaron por rociar, como dice la Didajé cuando menciona que los seguidores de Cristo bautizaban no sólo por inmersión sino por rociar la cabeza: Acerca del bautismo, bautizad de esta manera: Dichas con anterioridad todas estas cosas bautizad en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo en agua viva. Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua; si no puedes hacerlo con agua fría, hazlo con caliente. Si no tuvieres una ni otra, derrama agua en la cabeza tres veces en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Didajé, año 60 - 90 d.C. 7:1-3) (6).

Hubo un tiempo en que los presbiterianos bautizaban por rociar el agua, igual el fundador de los bautistas, Roger Williams. Se bautizó a sí mismo en 1639 por no encontrar, según él, a nadie con la autoridad de bautizar.

Hechos 2, 41 dice que más de 3000 personas fueron bautizadas en Jerusalén, allí donde no hay río y el agua era escasa. Sería ilegal sumergir a 3000 mil personas en el pozo público de donde se sacaba el agua para tomar ¿Es lógico concluir que fueron bautizadas por inmersión?

Hablamos del carcelero que fue bautizado en la noche (Hch 16, 33). Es difícil creer que hubieran caminado hasta el río para ser bautizados porque era peligroso salir después de la puesta del sol. No había policías ni luces para las calles.

Obligar al bautismo por inmersión nos hace pensar en algunos lugares difíciles como el Polo Norte donde todo está congelado, y en personas paralizadas que no pueden levantarse de la cama. Si el bautismo es tan importante, como dice Jesús (Mc 16, 16) ¿por qué hacerlo tan difícil? No todos los hermanos que insisten en que éste sea por inmersión, utilizando el bautismo de Jesús en el río como modelo, son consistentes en su creencia porque bautizan a sus conversos en albercas y piscinas donde el agua no corre como en un río. Si tenemos que ser absolutamente fieles a este modelo tendríamos que esperar hasta los 30 años, bautizarnos en el río Jordán, no hacerlo en el nombre de la Trinidad, y vestirnos como Jesús y Juan (quién sería el modelo para el pastor que bautiza).

Los hermanos citan Hechos 8, 39 de Felipe y el etíope eunuco: descendieron ambos al agua... le bautizó. Cuando subieron del agua... Pero "descender al agua" y "subir del agua" no necesariamente implica inmersión total. Podría implicar que estuvieron en al agua hasta la rodilla, o la cintura, y que Felipe (o en el caso del bautismo de Jesús, Juan) le echó agua en la cabeza. Luego, subieron del agua. El bautismo por inmersión es un buen símbolo de "morir con Cristo" pero por razones prácticas la Iglesia no lo obliga universalmente.


¿Qué Dijo la Iglesia Primitiva?

1) Nacer de nuevo por agua y Espíritu

Como interpretar Jn 3, 5:

Muchos hermanos dicen que el bautismo es solamente un símbolo. Niegan que Jesús hablaba del bautismo en Jn 3, 5. "El agua", dicen ellos, es la palabra de Dios. Si miramos a lo que los primeros cristianos decían en cuanto a este versículo, todos están de acuerdo que se refiere al bautismo. ES IMPOSIBLE ENCONTRAR algún Padre de la Iglesia que diga que Jn 3, 5 se refiere a otra cosa .

Justino Mártir: Primera Apología, 61.

Ireneo: Fragmento, 34.

Tertuliano: Sobre el Bautismo, 12:1.

Recognitiones Clementinas, (221 d. C.), 6:9.

Cipriano: Cartas, 71 (72):1.

Séptimo Concilio de Cártago (año 256 d.C.).

Cirilo de Jerusalén (350): Lecturas Catequéticas, 3:4.

2) Sobre la existencia del Pecado Original

Hermas, El Pastor, 9:16:2.

Teófilo de Antioquía (181): A Autólico, 2:25.

Ireneo (180-190): Contra las herejías, 3:23:2 y 5:16:3.

Tertuliano (199): Del alma, 3:2 y Contra de Marción,5:9:5.

Orígenes: Comentarios sobre Romanos, 5:9 y Homilías sobre Jeremías, 8:1.

3) El bautismo salva y regenera

Hermas, El Pastor, 4:3:1-2 y 9:16:2-4.(III, 7): las aguas del bautismo nos salvan. (IV, 3): Bajamos al agua por nuestros pecados.

Epístola de Bernabé (70), 11:1-10.

Justino Mártir (entre 148- 155), Apología, 61:14-17.(I, 61): "Obtenemos en el agua el perdón de nuestros pecados. Somos regenerados. El lavamiento se llama iluminación" (PHOTISMOS en griego). (66): El bautizar es ser lavados para remisión de los pecados.

Teófilo (181), A Autólico, 12:16.

Tertuliano (200-206): El Bautismo, 1:1, 5:6 y 7:2.

Clemente de Alejandría (200), El Pedagogo, 1:6:26:1,

Orígenes (245): Homilías sobre Números, 7:2.Comentarios sobre Romanos, 5:9.

Cipriano (246): A Donato, 4.

Afraates (336-345): Tratados, 6:14:4.

Cirilo de Jerusalén (350): Lecturas Catequéticas, 3:10:12.

La doctrina actual de la Iglesia dice que mientras es normativamente necesario ser un católico para ser salvo, es posible en algunas circunstancias que sean salvas las personas que no han sido iniciados completamente en la Iglesia católica, éstos por el bautismo de deseo o bautismo de sangre (recuerda que ninguno es un bautismo sacramental). La Iglesia primitiva decía lo mismo::

Ignacio (107): Carta a los Filadelfos, 3:3-4:1.

Justino Mártir (151): Primera Apología, 46.

Teófilo de Antioquía (180): A Autólico.

Ireneo (189): Contra de las Herejías, 3:24:1

Tertuliano (203): Sobre el Bautismo, 16:1.

Clemente de Alejandría (209): Stromata, 1:5.

Orígenes (248): Contra Celso, 4:7 y Homilías sobre Josué, 3:5.

Cipriano (249-255): Cartas, 61 (4):4 y 51 (55):24 y Sobre la Unidad de la Iglesia Católica, 6. Cartas 72 (73):21-22.

Lactantio (307): Institutos Divinos, 4:30:11-13.

Cirilo de Jerusalén (350): Lecturas Catequetas, 3:10.

4) Bautizar a los niños

Ireneo (180): Contra las herejías, 2:22:4.

Hipolito (215): La Tradición Apostólica, 21:16.

Orígenes (244): Homilías sobre Levítico, 8:3 y Comentarios sobre romanos , 5:9.

Cipriano (251): Carta a Fido, 64:2 y 64:5.

Concilio de Cártago: Condena posponer el bautismo.

Orígenes: Comentarios sobre Romanos, 5:9, La Iglesia recibió de los Apóstoles la tradición de bautizar a los niños.

5) Como bautizar

La Iglesia primitiva admitía tres maneras de bautizarse: inmersión, rociar y vertir el agua

Didajé (7): "Bautizar de esta manera: En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo en agua corriente. Si no tienes agua corriente, derrama tres veces agua sobre la cabeza".

Hipólito (215): La Tradición Apostólica, 21.

Orígenes (250): Comentario sobre Romanos, 5:8-9.

Cornelio I (251): Carta a Fabio de Antioquía, 6:43.

Cipriano (254): Carta a un cierto Magno 69 (76):12 y Carta a Jubiano 73:18.


--------------------------------------------------------------------------------



Notas



1. Religión o Cristo, M. R. DE HANN, Las Américas, Puebla, México, tercera edición,1990, p. 42. Este libro se contradice sobre el tema de la religión. Primero nos hace entender que "religión" es mala (como expresa el título), y que cada vez que se menciona la palabra religión en la Biblia está asociada con obras que son malas también (p. 5). Luego habla de la "religión pura" de Abel que es buena (p. 28). ¿Son todas las religiones malas entonces? Después vuelve al tema de religión como algo malo: "¿Qué tiene usted hoy, RELIGIÓN O CRISTO? ¿Puede ustede decir, SÉ QUE ESTOY SALVO? Si no es así, entonces, olvide sus afanes religiosos..." (p. 36). ¡Qué pasó con la religión pura de Abel entonces!

2. ¡No encontramos estas palabras en Juan 3, 3-5!

3. El famoso erudito bíblico protestante A. T. Robertson admitió que Hch 2, 38 puede significar regeneración para remisión de los pecados. Ver Word Pictures in the New Testament, Tenn, Broadman Press, 1932, 3:391-92 citado en The King's Highway, p. 165 por Ken Guindon, (ex pastor bautista ahora católico). También ver The Interpretatión of Acts of the Apostoles por el luterano R.C.H. Lenski (Augsburg Publishing House, 1961), p. 909

4. ¡Conozco un ex-pastor bautista que fue bautizado cuatro veces!

5. Citado en Guía de las Dificultades de la Fe Católica, PIERRE DESCOUVEMONT, Edit. DDB, España, 1992, p. 546. Es interesante saber que algunos evangélicos hacen cosas que no están en la Biblia como por e. j: el "llamamiento al altar" y "la oración del pecador que salva para siempre". No encontramos esta oración en la Palabra de Dios.

6. "No. 13 Año 1311 D.C. EL BAUTISMO. En el Concilio de Ravena, fue sustituido el Bautismo verdadero de inmersión, por el de Infusión o Ablución". Pequeña Recopilación de Estudios Bíblicos Elementales. Un manual hecho por la Iglesia La Luz del Mundo para los obreros evangelistas.

La fórmula trinitaria para bautizar "Padre, Hijo y Espíritu Santo" que la Didajé menciona (escrito de tiempos del Apóstol Juan) demuestra claramente que La Luz del Mundo NO ES LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA PRIMITIVA porque ellos bautizan solamente en el nombre de Jesús. Lo que el hermano Aarón recibió se supone por revelación. (Aunque tenemos prueba que no hubo tal revelación. Ver el libro Cuando la Luz Obscurece). Algunos pentecostales bautizan solamente "en el nombre del Señor" porque dicen que "padre, hijo, espíritu santo" son solamente títulos y no nombres. Compara Juan (16, 23-24) con Mt 6, 9 (y Lc 11, 2). Jesús nos invita a orar en su nombre pero actualmente enseña el padrenuestro. Entonces si oramos en la manera que Jesús nos enseñó no estamos rezando sólo "en el nombre de Él".
 
Todo eso lo has escrito tu??

WOW!!!

Tu si que sabes...

Oye!! porque no nos ahorramos palabras y pasamos a la acción??

stake.gif
 
En estos foros, hay al menos 300 epígrafes hablando de este tema:

Un ejemplo, aportado por Jetonius :

El verbo griego baptizö es una forma intensiva de baptö y significa primariamente sumergir; secundariamente puede significar “lavar” o “hacer perecer.” En la antigua versión griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta, se emplea de la inmersión séptuple de Naamán el sirio en las aguas del Jordán (2 Reyes 5:14). G.R. Beasley-Murray explica: “Pese a las afirmaciones contrarias, parece que baptizö, tanto en contextos judíos como cristianos, normalmente significaba ‘sumergir’ y que aún cuando se tornó un término técnico para el bautismo, la idea de inmersión permanece... Los usos metafóricos del término en el Nuevo Testamento parecen dar esto por sentado; por ejemplo, la profecía de que el Mesías bautizaría en Espíritu [Santo] y fuego, como un líquido (Mateo 3:11), el “bautismo” de los israelitas en la nube y el mar (1 Corintios 10:2) y la noción de la muerte de Jesús como un bautismo (Marcos 10:38-39, baptisma; Lucas 12:50...). La representación paulina del bautismo como la sepultura y la resurrección con Cristo es consistente con esta opinión, aunque no la exija.” [1].

El bautismo de Juan
El antecedente inmediato del bautismo cristiano es el bautismo que realizaba Juan hijo de Zacarías, más conocido como Juan el bautista. A su vez, Juan podría haber sido influenciado por los lavamientos ceremoniales de los grupos predominantes del judaísmo o de Qumran (esenios, secta del Mar Muerto). Sin embargo, esta clase de limpieza ritual no se realizaba una única vez, sino de manera reiterada y periódica [2]. Un antecedente más interesante o al menos un paralelo (no está claro cual vino primero) es el bautismo de los prosélitos, es decir, de personas de origen gentil que se convertían al judaísmo [3]. Allá por el primer siglo de nuestra era, cuando los judíos habían adoptado una decidida actitud proselitista (ver Mateo 23:15) los convertidos de la gentilidad que se convertían no solamente debían ser circuncidados como mandaba la Ley a todos los varones, sino que además se les exigía un lavamiento o bautismo, el cual simbolizaba la limpieza de la inmundicia pagana.
El desafío impuesto por el bautismo de Juan es que él no solamente llamaba a los prosélitos, sino y muy particularmente a los judíos de nacimiento, a bautizarse. Juan estaba diciendo con esto que no sólo los paganos, sino también los “hijos de Abraham” debían arrepentirse y volverse a Dios. El bautismo de Juan fue entonces, sobre todo, un llamado al arrepentimiento por los pecados (Mateo 3:11 y paralelos) y una expresión del anhelo de ser perdonado por Dios.
¿Por qué era esto necesario? Porque, como Pablo diría más tarde, “todos pecaron” , y a Juan se le había dado la misión de ser el precursor del Mesías y el heraldo del reino de los cielos (Mateo 3:1-3; Juan 1: 15-23). La predicación y el bautismo de Juan fueron por tanto una preparación para la manifestación definitiva de Dios en gloria para traer recompensa y juicio, y todos debían prepararse para este acontecimiento que Juan describió como un bautismo con el Espíritu Santo y con fuego (Mateo 3: 7-12).
A la luz de lo que precede, parece extraño que Jesús le pidiese a Juan que lo bautizase, y el primero en sorprenderse fue el mismo Juan. Sin embargo, la razón de la solicitud de Jesús ha de hallarse en su identificación con aquéllos a quienes venía a salvar. Había nacido de mujer, y bajo la Ley (Gálatas 4:4) y dio este paso “para que se cumpla toda justicia” (Mateo 3:15). En este acontecimiento fundamental, Jesús, quien jamás pecó (2 Corintios 5:21; Hebreos 4:15), se identificó a sí mismo con la humanidad pecaminosa y de este modo inició formalmente su ministerio. Esto queda claro por lo que aconteció inmediatamente después del bautismo de Jesús: Fue declarado por el Padre como su Hijo amado y ungido por el Espíritu Santo (Mateo 3:17). La Voz celestial le declaró Rey Mesías y Siervo sufriente; cf. Salmo 2:7 e Isaías 42:1. Es significativo que cuando la autoridad de Jesús fue cuestionada, él respondió con otra pregunta: “El bautismo de Juan, ¿era de Dios o de los hombres?” (Marcos 11: 27-33 y paralelos). Esta no fue una manera astuta de evadir la pregunta “¿Con qué autoridad haces esto?” , sino que tenía una relación crucial con ella, Si el bautismo de Juan era del cielo, la inescapable conclusión sería que la autoridad de Jesús provenía de la misma fuente, ya que la unción de Jesús ocurrió tras haber sido bautizado por Juan [4].
El bautismo cristiano
En su carácter de último y más grande de los profetas en sentido veterotestamentario, Juan anunció el juicio venidero. Juan proclamó lo que Dios le dijo que proclamase. Y desde luego, estaba en lo cierto. Pero Jesús introduce un nuevo elemento, el cual ciertamente estaba presente en la profecía del Antiguo Testamento (Isaías 42, 49, 50, 53) pero no había sido entendido por los judíos, a saber: que el reino de los cielos no habría de ser introducido con la violencia de un conquistador guerrero, sino a través de la obra de un humilde Siervo. Y este Siervo, que no era otro que Jesús mismo, debía someterse a otro “bautismo” del cual el de Juan no fue sino una señal (Lucas 12: 49-50). Él hablaba, claro está, de su sacrificio en la cruz.
Luego de resucitar, Jesucristo les dijo a sus discípulos:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 18-20).
Jesucristo anunció también el bautismo en el Espíritu Santo, que habría de superar el bautismo de Juan (Hechos 1:5). Desde luego, esto no descarta simplemente el bautismo cristiano en agua, pero le otorga una nueva e insospechada significación: Como Jesús se identificó a sí mismo con nosotros en el bautismo de Juan, nosotros debemos identificarnos con Él mediante el bautismo cristiano (Romanos 6, etc.).

¿Quién debe bautizarse?

Es claro que todos cuanto crean en Cristo deben bautizarse. Aquellos que llegan a ser sus discípulos deben ser bautizados y se les debe ensañar todo lo que Jesús mandó (Mateo 28: 16- 20). Después de que Pedro hubo proclamado las buenas nuevas de salvación en el día de Pentecostés, les preguntaron a él y a los demás Apóstoles: “Hermanos, ¿qué haremos?”. La respuesta de Pedro fue: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2: 37-38). Como dice Brooks:
“Los sermones cristianos más primitivos, ..., convocaron al bautismo como el acto externo que representaba la decisión interna. La exigencia de Pedro del bautismo [cristiano] tenía continuidad con el bautismo de Juan pues ambos expresaban la nueva relación del individuo con Dios y su reino. La diferencia significativa, empero, era la relación que Pedro estableció con la vida, la muerte y la resurrección de Jesús.” [5]
La misma secuencia, es decir, primero creer y a continuación ser bautizado, se observa en Samaria y en el caso del ministro etíope (Hechos 8:12, 26-39). Lo mismo se observa luego de que Pedro predicase el Evangelio en casa del centurión Cornelio (Hechos 10: 44-48). Allí el Apóstol exclamó: “¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?”
¿Qué hay del bautismo de bebés?

En comparación con el claro mandato de bautizarse para quienes se arrepienten y creen en Jesús, la cuestión de si los niños demasiado pequeños como para entender el Evangelio han de ser bautizados. Este ha sido tema de controversia por siglos [6].
Debe tenerse en cuenta que la mayor parte de las Iglesias cristianas históricas, como la de Roma, las Orientales, la Luterana, la Reformada, la Presbiteriana y otras, practican el bautismo infantil. Una de las mejores defensas del bautismo infantil es la escrita por Michael Green [7]. Los principales argumentos a favor de esta práctica son:
1. El bautismo es un signo o sacramento del Nuevo Pacto, como la circuncisión lo era del Antiguo Pacto. Ya que todos los bebés varones eran circuncidados, de igual modo y por analogía todos los hijos de cristianos deben ser bautizados.
2. Jesús llamó hacia sí a los niños pequeños y amonestó con extrema severidad a los discípulos por intentar impedírselo (Marcos 10: 13-16).
3. En el libro de Hechos hay varios casos de personas que creyeron y se dice que fueron bautizados “con toda su casa” (Lydia, Hechos 16: 14-15; el carcelero de Filipos, Hechos 16: 30-34); compárese también 1 Corintios 1:16, “la casa de Estéfanas.”
4. El bautismo infantil es testimoniado en la Iglesia por lo menos a partir de principios del tercer siglo, y es practicado por muchas denominaciones cristianas.
Por otra parte, quienes nos oponemos al bautismo infantil señalamos que:

1. El Nuevo Pacto tiene tanto similitudes como diferencias con el Antiguo Pacto. Por tanto, hay que ser muy cauteloso con el razonamiento por analogía. Por ejemplo, una diferencia obvia es que la circuncisión era aplicable sólo a los varones, en tanto que el bautismo cristiano es para hombres y mujeres por igual. Además, los mismos que invocan esta analogía habitualmente rechazan la noción de que el bautismo deba diferirse, como la circuncisión, hasta el octavo día de vida. Finalmente, si bien los hijos de padres cristianos en un sentido participan de las bendiciones de éstos (Hechos 2:38; 1 Corintios 7:14), no queda en absoluto claro que ello sólo se cumpla a condición de que los niños sean bautizados.
2. Jesús ciertamente llamó hacia sí a los niñitos, pero no los bautizó ni mandó que fuesen bautizados. De hecho, es obvio y sugestivo que no existe ninguna instrucción explícita acerca del bautismo infantil en todo el Nuevo Testamento. Quienes propician esta práctica deben basarse en conjeturas y presuposiciones.
3. Hay que notar que en los textos que hablan de Lidia, Cornelio o Estéfanas la palabra griega oikia (“casa”) indica más que los familiares, ya que habitualmente se incluye también los sirvientes. Quienes propician el bautismo infantil suponen que había pequeñitos en las “casas” de Lidia, Cornelio o Estéfanas, pero no hay ningún indicio cierto de que esto fuese así. Nada sabemos del estado civil de Lidia. En casa de Cornelio, Pedro dijo que debían bautizarse quienes habían creído, y sobre quienes había manifiestamente descendido el Espíritu Santo. Ignoramos si el carcelero de Filipos tenía hijos y si así era, qué edades tenían. De todos modos, Lucas afirma en Hechos 16:34 que el hombre se regocijó “con toda su casa que había creído en Dios”, lo cual obviamente no es aplicable a los bebés.
4. Se sabe que en tiempos post-apostólicos se introdujeron prácticas bautismales que eran propias del período apostólico. Una fue la costumbre de demorar el bautismo hasta que la muerte fuese inminente (por la noción errónea de que no tendría perdón ningún pecado cometido después del bautismo). Otra fue la introducción de un largo período de instrucción entre la profesión de fe y el rito bautismal, juntamente con complejos ritos carentes de respaldo neotestamentario. Por tanto, el solo hecho de que se practicase el bautismo infantil hacia fines del segundo o principios del tercer siglo no es fundamento suficiente como para considerar tal práctica de origen apostólico. La primera indicación clara acerca del bautismo infantil –a favor- se encuentra en el tratado sobre prácticas eclesiásticas de Hipólito de Roma titulado “La Tradición Apostólica” [8]. Pero la segunda alusión , en contra de tal práctica, aparece en el escrito deTertuliano de Cartago, “Sobre el bautismo” [9]. Ambos documentos datan del siglo III.
¿Qué significa el bautismo?

La significación del bautismo podría resumirse como sigue:
1. Es un acto de obediencia que todo cristiano debe tomar muy seriamente. Jesucristo mandó que todo aquel que llegase a ser su discípulo fuese bautizado (Mateo 28: 16-20).
2. Es un acto que expresa el propósito de ser limpio del pecado y puro para con Dios (1 Pedro 3:21).
3. Es un acto que nos identifica con Jesucristo en su muerte y en su nueva vida de resurrección (Romanos 6).
4. Es un acto que significa ser incorporado al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, y da entrada a la paticipación plena en la fraternidad cristiana (Efesios 4:4-6).
Asimismo, y teniendo en cuenta todo lo anterior, el bautismo puede considerarse un testimonio público de nuestro compromiso de seguir a Cristo.
Relación entre la regeneración, el bautismo con agua y el bautismo en el Espíritu Santo
Ya que el bautismo es un signo externo de una gracia interior, no hay una relación simple y unívoca entre estos acontecimientos. En el Nuevo Testamento, quienes se arrepienten y creen en Cristo son bautizados, pero ya que tanto la confesión como el rito del bautismo en sí mismo son actos externos, ellos no garantizan de manera absoluta que la obra interna de la gracia esté presente. Por ejemplo, no fue así en el caso de Simón el Mago (Hechos 8:13-25). Los samaritanos fueron bautizados en agua primero y recibieron el Espíritu Santo después. Por el contrario, Cornelio y los suyos primero recibieron el Espíritu Santo y luego fueron bautizados.
Sin embargo, por el modo en que el asunto se presenta en la predicación apostólica, F.F. Bruce está en lo cierto al afirmar: “El bautismo es el signo externo y visible del arrepentimiento y la fe. En la era apostólica el signo externo estaba en general tan inmediatamente asociado con la gracia interior y espiritual que se podía hablar de ambos como partes componentes de una única experiencia, o por una especie de metonimia, lo que era estrictamente cierto de una podía predicarse de la otra.” [10]
Esto permite explicar pasajes como Hechos 22:16, donde Pablo narra su propia experiencia de conversión; se le dijo: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.” Bruce observa: “Pablo, siendo un hombre inteligente, sabría que la aplicación externa de agua a su cuerpo no podría, en sí misma, quitar sus pecados; entendería que su bautismo en agua era la señal externa y visible de su purificación del pecado, interior y espiritual , por la gracia de Dios, una purificación que hizo propia por la fe.” [11]
De igual modo, Tito 3:4-7 puede entenderse en el mismo sentido: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con la humanidad, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración, y por la renovación en el Espíritu Santo [griego, dia loutrou palingenesias kai anakainöseös pneumatos hagiou], el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. “ (ver también Romanos 5 y 8).

¿Es el bautismo necesario para la salvación?
La Iglesia Católica Apostólica Romana es el defensor más conspicuo de la noción de que el bautismo es necesario para la salvación. El reciente “Catecismo de la Iglesia Católica” (1992) afirma: “El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu (‘ vitae spiritualis ianua’) y la puerta que abre el acceso a otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.” [12].
Según la doctrina romana, los sacramentos en general no son solamente signos externos de la gracia interior, sino que son los medios por los cuales se confiere la gracia; es decir que contienen en sí la gracia que simbolizan, cuando se los imparte y recibe apropiadamente [13]. En lo que se refiere al bautismo, el nuevo Catecismo sostiene que “El Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (cf Jn 3,5).” [14]. Sin embargo, el sincero anhelo de ser bautizado es considerado equivalente, a los efectos de la salvación, al sacramento mismo en los casos en que éste es imposible. Tal el caso, por ejemplo, de quien muere mártir sin posibilidad de bautizarse –es el llamado “bautismo de sangre”- o el de un adulto que es impedido por la muerte o un obstáculo insuperable, pero que de veras deseaba bautizarse [15].
El problema del destino de los niñitos que mueren sin haber sido bautizados no es respondido de manera consistente por el romanismo. En efecto, el nuevo Catecismo afirma que la Iglesia “sólo puede confiarlos a la misericordia divina”, confiando “en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo” [16]. Esta declaración es muy sorprendente, ya que por siglos se ha sostenido como doctrina de fe que “las almas que salen de esta vida en estado de pecado original están excluidas de la visión beatífica de Dios” [17]. En otras palabras que las almas de los niños que morían en pecado original –es decir, sin ser bautizados- quedaban excluidas de la bendición de contemplar a Dios. Adicionalmente, al menos dos concilios generales de occidente (llamados ecuménicos por Roma), a saber el IV Concilio de Lyon (1274) y el Concilio de Florencia (1438-1445) establecieron dogmáticamente que quienes mueren en pecado original van al infierno: “Pero las almas de aquellos que mueren en pecado mortal actual o con solo el original, bajan inmediatamente al infierno, para ser castigadas, si bien con penas diferentes” [18]. Hasta hace muy poco, se enseñaba que los niños sin bautizar iban a un lugar, el limbo (limbus infantium) donde podrían gozar la mayor felicidad natural, pero eran excluidos de la presencia de Dios. He aquí lo que dice un compendio publicado en 1973:
“EL LIMBO. – Los párvulos que han muerto sin el bautismo no van al paraíso terrenal (Benedicto XII, [Denzinger] 534), sino al llamado «limbo de los párvulos» (Pío VI, [Denzinger] 1526 ). Carecen de la visión de Dios, pero no sufren la pena de fuego (Inocencio III, [Denzinger] 410).” [19]
Sin embargo, ahora la Iglesia de Roma soslaya silenciosamente su enseñanza de siglos y se limita a declarar que solamente confía a los niñitos a la misericordia de Dios. El hasta ahora famoso limbo ni aparece en el índice alfabético del nuevo Catecismo firmado por Juan Pablo II.
En realidad. importantísimo como es el bautismo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se lo declara como necesario para la salvación. Los requisitos que son consistentemente presentados como imprescindibles son el arrepentimiento del pecado y la fe en Jesucristo.

Juan 3:5
Este texto es el apoyo más importante para la doctrina de la regeneración bautismal, esto es, la noción de que el sacramento mismo del bautismo efectúa la regeneración o nuevo nacimiento en Cristo. Por tanto, es conveniente examinar cuidadosamente este texto.
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, dignatario de los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo:
- Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Le respondió Jesús:
- De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo [o de lo alto] no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó:
- ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús:
- De cierto, de cierto te digo que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: «Os es necesario nacer de nuevo». El viento sopla de donde quiere y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu.
Le preguntó Nicodemo:
- ¿Cómo puede hacerse esto?
Jesús le respondió:
- Tú, que eres maestro de Israel, ¿no sabes esto? ...” (Juan 3: 1-10).
El contexto inmediato de este encuentro es la primera Pascua celebrada durante el ministerio terrenal del Señor (Juan 2:13-25). Jesús acababa de anunciar veladamente su resurrección (versículo 19). Nicodemo se convenció de que Dios estaba con Cristo y fue a verle de noche.
Jesús le dijo que aquellos que desean entrar en el reino de Dios deben nacer “de nuevo” o “de lo alto.” El texto griego dice “ean më tis gennëthei anöthen” (si uno no recibe el nacimiento de lo alto, versículo 3) y “gennëthëi ex hydatos kai pneumatos” (nacimiento de agua y Espíritu, versículo 5). La palabra anöthen puede significar tanto “de nuevo” (Gálatas 4:9), como “de lo alto” (Santiago 1:17; 3: 15,17). Evidentemente Nicodemo entendió lo expresado por Jesús en el primer sentido, pero las palabras del Señor en el versículo 31 indican que él quiso decir primariamente “de lo alto.” En otros términos, nada menos que un nacimiento de lo alto, es decir, de Dios mismo, puede permitirle a alguien tener parte en el reino de los cielos.
El mismo pensamiento se encuentra en Juan 1:12-13, “Mas a todos los que le recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Estos no nacieron de sangre, ni por voluntad de carne, ni por voluntad de varón, sino de Dios.” También aparece reiteradamente en la primera epístola de Juan (1 Juan 2:29; 3:9; 4:7; 5:1,4,18).
Quienes afirman que las palabras de Jesús eran fundamentalmente una referencia al bautismo con agua pasan por alto los siguientes hechos:
1. El propio bautismo de Jesús en ninguna parte se pone como modelo para el bautismo de sus discípulos. Como se demostró antes, el bautismo del Señor fue una señal de su identificación con la raza humana, preparatoria de la obra de redención que él cumpliría más tarde en la cruz.
2. Es notable que el Evangelio de Juan sea el único que no contiene un relato del hecho preciso del bautismo de Jesús. Por tanto, su propio bautismo no es parte del contexto inmediato del pasaje.
3. Jesús se dirigió a Nicodemo teniendo en cuenta que éste era un maestro, alguien bien versado en el Tánaj (el Antiguo Testamento: el Pentateuco, los Profetas y los Escritos). De aquí que la declaración del Señor de la absoluta necesidad de nacer del agua y del Espíritu debe entenderse en esta luz, y debería haber traído a la mente de Nicodemo textos como Zacarías 13:1; Jeremías 33:8; Isaías 43:20, 55: 1, y sobre todo Ezekiel 36: 25-27,
“Esparciré sobre vosotros agua limpia y seréis purificados de todas vuestras impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.“
Mientras que el bautismo cristiano en agua no es enseñado como tal en el Antiguo Testamento, ningún escriba o maestro hebreo podría haber ignorado estos textos proféticos tan importantes acerca de la purificación espiritual. Por esta razón Jesús reconviene a Nicodemo de este modo: “Tú, que eres el maestro de Israel, ¿no sabes esto?” Como alguien que estaba bien versado en las Escrituras, era de esperarse que Nicodemo entendiese la alusión de inmediato.
En conclusión, las palabras de Jesús a Nicodemo no tienen como referencia primaria el bautismo en agua, sino la renovación espiritual anunciada por los profetas del Antiguo Testamento. Como notamos antes, este es un tema reiterado en los escritos de Juan. De igual modo, es significativo que también Pedro vincule el nuevo nacimiento o regeneración (griego anagennaö, “nacer de nuevo”) con el poder purificador de la Palabra de Dios antes que con el bautismo por inmersión en agua:
“Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos los unos a los otros entrañablemente, pues habéis renacido [anagegennëmenoi] , no de simiente corruptible. por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1 Pedro 1: 22-23).
Asimismo el Apóstol Pablo, quien no bautizó a muchos cristianos en Corinto (1 Corintios 1:14-17), declaró enfáticamente “en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio” (1 Corintios 4:15).
Tal regeneración o nuevo nacimiento espiritual no es producido por el bautismo en agua; éste es un signo o sacramento de la regeneración, pero en modo alguno reemplaza, ni mucho menos produce, la gracia interior que representa.
Diciembre de 1999
Notas
[1] G.R. Beasley-Murray, Baptism. En Colin Brown, Ed.: New International Dictionary of New Testament Theology. Grand Rapids: Zondervan, 1975-1978, 1: 144.
[2] James C. Vanderkam, The Dead Sea Scrolls Today. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1994, p. 168-170.
[3] C. Perrot, Los movimientos bautistas. En Augustin George y Pierre Grelot, Dir.: Intoducción Crítica al Nuevo Testamento. Barcelona: Herder, 1983; 1: 177-180.
[4] Joachim Jeremias, Teología del Nuevo Testamento. I. La predicación de Jesús, 4ª Ed. Salamanca: Sígueme, 1980, p. 73-74.
[5] Oscar S. Brooks, The Drama of Decision: Baptism in the New Testament. Peabody: Hendrickson, 1987, p. 160.
[6] Donald Bridge y David Phypers, The Water that Divides – The Baptism Debate. Leicester: InterVarsity Press, 1977.
[7] Michael Green, Baptism: Its purpose, practice and power. Downers Grove: InterVarsity Press, 1987. Véase también Oscar Cullmann, Baptism in the New Testament (London: SCM Press, 1950) y Andrés Manrique. O.S.A., Teología Bíblica del Bautismo – Formulación de la Iglesia Primitiva (Madrid: Editorial Biblia y Fe, 1977).
[8] Hipólito de Roma, La Tradición Apostólica, 21 (61).
[9] Tertuliano, De Baptismo, 18.
[10] F.F. Bruce, Answers to questions. Exeter: The Paternoster Press, 1972, p. 76
[11] Ibid., p. 84.
[12] Catecismo de la Iglesia Católica. Edición preparada bajo la presidencia del Arzobispo José Manuel Estepa Llaurens. Santo Domingo: Librería Juan Pablo II, 1992, # 1213 (p. 284).
[13] “Si alguno dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no contienen la gracia que significan, o que no confieren la gracia misma a los que no ponen óbice, como si sólo fueran signos externos de la gracia o justicia recibida por la fe y ciertas señales de la profesión cristiana, por las que se distinguen entre los hombres los fieles de los infieles, sea anatema.” (Concilio de Trento, Sesión VII del 3 de marzo de 1547; Cánones sobre los sacramentos en general, Canon 6). Según Enrique Denzinger, El Magisterio de la Iglesia – Manual de los símbolos, definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres. Traducción de Daniel Ruiz Bueno. Barcelona: Herder, 1963, # 849 (p. 241).
[14] Catecismo de la Iglesia Católica, # 1257 (p. 292).
[15] Ibid, # 1258-1260 (p. 292- 293).
[16] Ibid., # 1261 (p. 293).
[17] Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, 6ª Ed. Barcelona: Herder, 1969, p. 191-192.
[18] Eugenio IV – Concilio de Florencia; Decreto para los griegos de la Bula “Laetentur coeli” del 6 de julio de 1439; Denzinger # 693 (p. 201).
[19] Antonio Royo Marín, O.P., La Fe de la Iglesia – Lo que ha de creer el cristiano de hoy, 2ª Ed. Madrid: BAC, 1973, # 352 (p. 232).
IP: Guardada
 
Pegaquetepega..

Pegaquetepega..

Tal cual es costumbre en este forista, el texto que abre este epígrafe ha sido copiado de:

http://apologetica.org/bautismo-salvacion-gagnon.htm

Cualquier día de estos kristiano2003 abre un tema titulado "Rebatan esto", pegando allí el catecismo completo...
 
Cualquier día de estos kristiano2003 abre un tema titulado "Rebatan esto", pegando allí el catecismo completo


Lo cual demuestra que nis sus preguntas son ORIGINALES, sino que preguntan aquello que le dicen en su secta que pregunte.

¿Conoces el uso que hacen los TJ de un librito llamado "Razonamiento" en el que hay unas preguntas y las respuestas adecuadas?

¡¡ Estamos ante el mismo fenómeno !!

Decenas de webs criticando a los evangélicos y mostrando como se nos ha de responder.
 
Maripaz, si no te atrae hablar de este tema, en lugar de protestar diciendo que hay 300 lugares en los que ya se habla de esto, simplemente deberías abstenerte de participar, o bien, intentar VOS refutar algo de lo que se haya expuesto.
 
Toni, disfrutas leyendo la página de la cual sacaste ese gif?
 
Originalmente enviado por: catolicopalermo
Maripaz, si no te atrae hablar de este tema, en lugar de protestar diciendo que hay 300 lugares en los que ya se habla de esto, simplemente deberías abstenerte de participar, o bien, intentar VOS refutar algo de lo que se haya expuesto.


Gracias por el consejo ........pero no obedezco a hombres :D


Mi tiempo vale mucho, como para perder el tiempo en refutar un copy & paste.............compréndelo, son tres años en los foros y 10500 mensajes. ;)
 
Y no está de más decir que contestaré cuando me parezca oportuno.
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Gracias por el consejo ........pero no obedezco a hombres :D


Mi tiempo vale mucho, como para perder el tiempo en refutar un copy & paste.............compréndelo, son tres años en los foros y 10500 mensajes. ;)

Je je , pues no pierdas la oportunidad . Si se los contestaras , tuvieras un cerito mas entre 10 y el 5 . Y eso te harìa ùnica en esa clase y prohibida la reproducciòn .

Te quieren ver escribiendo las 120 horas del dia , y por los siglos de los siglos :D :D
 
Originalmente enviado por: Elisa
Je je , pues no pierdas la oportunidad . Si se los contestaras , tuvieras un cerito mas entre 10 y el 5 . Y eso te harìa ùnica en esa clase y prohibida la reproducciòn .

Te quieren ver escribiendo las 120 horas del dia , y por los siglos de los siglos :D :D



Si muchos supieran del poco tiempo que dispongo ultimamente.....
 
Originalmente enviado por: catolicopalermo
Toni, disfrutas leyendo la página de la cual sacaste ese gif?

La verdad que es una asquerosidad, ni la había leido, pero ya que estamos, debo decir que antaño otros si que disfrutaron llevando a la practica lo que nos representa ese gif...
 
La verdad que es una asquerosidad, ni la había leido, pero ya que estamos, debo decir que antaño otros si que disfrutaron llevando a la practica lo que nos representa ese gif...

Me da curiosidad saber si les sería posible hablar de un tema sin sacar a relucir la Iglesia Católica. ¿Es tan difícil? Y coincidimos, la página de la cual sacaste el gif es deplorable.
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Gracias por el consejo ........pero no obedezco a hombres :D


Mi tiempo vale mucho, como para perder el tiempo en refutar un copy & paste.............compréndelo, son tres años en los foros y 10500 mensajes. ;)

Vos lo has dicho, era un consejo, o una sugerencia, NO UNA ORDEN.

Disculpa, no tenía conocimiento acerca de lo valioso que es tu tiempo como para refutar un "copy-paste" que SEGURAMENTE no tendrías problemas en corregir :confused:

10500 mensajes, te felicito, hay que tener muuuuucho tiempo disponible para hacerlo, ya sea por tus mensajes en los que copias y pegas artículos, aquellos en los que comentas acerca de tu viaje o esos en los que pegas dibujitos ;) y alguno que otro en el que trates vos de refutar a alguien...

En serio tenés poco tiempo? Cuando yo empecé, llevabas mas o menos 10.000 mensajes, yo llevo 184 y vos ya sumaste más de 400 en este tiempo, aunque claro, seguramente mis tiempos son bastante menores que los tuyos.

Un abrazo en Cristo Rey
 
Un lapsus, eran 11.000 tus mensajes cuando llegué. Seguramente vos también quisiste decir 11.500, te olvidaste de 1000 mujer y me confundiste!!!!!
 
Originalmente enviado por: catolicopalermo
Me da curiosidad saber si les sería posible hablar de un tema sin sacar a relucir la Iglesia Católica. ¿Es tan difícil? Y coincidimos, la página de la cual sacaste el gif es deplorable.

Si tal vez tu hubieras omitido tan desacertado comentario de que "si disfrutaba de esa web" posiblemente igual yo hubiera omitido el comentario posterior, quien tira la primera 'piedrita' eres tu, luego no te quejes de las consecuencias. Para poder reclamar algo, creo que hay que demostrar con el ejemplo...

Shalom!!
 
Si te pareció inapropiado mi comentario, disculpa, pero me parece bastante extraño que alguien utilice un gif de un sitio de esa naturaleza aquí. No entiendo cómo lo conseguiste sin acceder antes.

Y coincido con tu comentario final, aunque creo que deberías haber hecho eso y dar el ejemplo vos primero...

Un abrazo en Cristo Rey
 
para catolico palermo

para catolico palermo

Queridisimo hermano en CRISTO por lo que veo usted solo usa una serie de afirmaciones que a las cuales a usted le interesa, por lo que veo debe ser de estas personas que son tuertas y que sabiendo que en el reino de los ciegos el tuerto es el rey , por eso se autoelije
le tengo que recordar que en 2ª de S.PEDRO 3:15-16 dice text6ualmente TENED ENTENDIDO QUE LA PACIENCIA DE NUESTRO SR. ES PARA LA SALVADION ( cosa que dudo que entienda lo que significa estas palabras pero sigamos)COMO TAMBIEN PARA NUESTRO AMADO HERMANO PABLO, SEGUN LA SABIDURIA QUE LE HA SIDO DADA, OS HA ESCRITO---CASI EN TODAS SUS EPISTOLAS, HABLANDO EN ELLAS DE ESTAS COSAS; ENTRE LAS CUALES HAY ALGUNAS DIFICILES DE ENTENDER, LAS CUALES LOS INDOCTOS E INCONSTANTESTUERCEN,COMO TAMBIEN LAS ESCRITURAS, PARA SU PROPIA PERDICION .
Querido hermano si usted todavia no entiende estas lindas palabras es que esta ciego , pero usted mismo se cree tuerto para ser rey,. humillese delante de estas palabras y no quiera crear mas confusion de la que usted, querido hermano tiene sino yo tambien le dare otra cita .
vayase a isaias 5:20 y digame que vbe usted alli
atentamente su hermano en cristo maratonia
 
Originalmente enviado por: catolicopalermo
Si te pareció inapropiado mi comentario, disculpa, pero me parece bastante extraño que alguien utilice un gif de un sitio de esa naturaleza aquí. No entiendo cómo lo conseguiste sin acceder antes.

Y coincido con tu comentario final, aunque creo que deberías haber hecho eso y dar el ejemplo vos primero...

Un abrazo en Cristo Rey

Yo no utilizé el sitio, utilizé el gif, sin duda a ti si que te interesó ver la procedencia de esa imagen, yo ni siquiera había entrado esa repugnante web y si no me lo llegas a decir, no creo que hubiese entrado nunca, creo que en tu caso fué la curiosidad la que mató al gato.... pero lo que no se puede negar que esa es una de las imagenes que a representado a ti iglesia en tiempos no muy lejanos.

Echale un vistazo a: http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?s=&threadid=8080&highlight=hugonotes

Suerte tenemos de vivir en tiempos en los que tu iglesia no tiene el poder que tenía antaño, porque sino esa imagen.........

Dices que coincides con mi comentario, no lo demostraste en absoluto..... quizás el ver que alguien saca a la luz los GRANDES CRIMENES de tu iglesia, se ve que te molestó y creemé que te entiendo, debe dar algo así como un poquitin de verguenza que saquen los trapicos al sol... es la típica reacción humana cuando no hay posibilidad de defensión.

Shalom!!!
 
Le ruego, no se confunda estimado maratoniano, no tengo tantas aspiraciones.
Sobre el pasaje citado, así como el mismo es claro, también lo es aquél que dice que ninguna profecia de la Escritura es de interpretación privada (2Pe 1:20) La advertencia está. Más aún viendo la circunstancia de que quienes hacen lo que aquí se critica, no tienen las Llaves del Reino de los Cielos ni el poder de atar y desatar.
Qué relaciona del texto de Is 5:20 conmigo?

Un abrazo en Cristo Rey