Re: EL APOCALIPSIS YA PASO
julio velasquez
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ORIGENES DE LA ESCATOLOGIA DISPENSACIONALISTA
Por José Grau
Lea la Base De Las Doctrinas Profeticas Del Dia De Hoy.
1. Margaret McDonald
Los orígenes de la escatología dispensacionalista se remontan a una pretendida
`revelación´ que una joven escocesa de 15 años, Margaret McDonald, tuvo el mes de
abril de 1830 en Port Glasgow, su ciudad natal. Según esta `revelación´, la segunda
venida de Cristo tendría lugar en dos etapas: la primera, para recoger a un grupo
selecto de creyentes, que sería arrebatado al cielo para ir al encuentro del Señor
antes de la aparición del Anticristo, antes de la gran tribulación. Un amigo de la
familia, R. Norton, escribió el relato de la `visión´, insistiendo en que era la primera
vez que alguien dividiese en dos la segunda venida. Estos escritos han estado fuera
de la circulación durante mucho tiempo, hasta que la labor infatigable de
investigadores como Dave McPherson dio su fruto con el hallazgo de los
documentos que prueban de modo irrefutable el verdadero origen de lo que
constituye el núcleo mismo del dispensacionalismo: el arrebatamiento secreto de la
Iglesia, para dar paso al cumplimiento final de todas las profecías relativas a Israel
2. John Darby
Las `visiones´ de Margaret McDonald fueron notorias en toda Escocia, y muy
especialmente entre los grupos interesados en los fenómenos `carismáticos´ que allí
se manifestaban. Entre los visitantes de Port Glasgow se hallaba John Darby, el
fundador de los `Hermanos Cerrados´, aunque por entonces no se había separado
todavía de otros dirigentes de las Asambleas -tales como Newton, Chapman y
Tregelles-, quienes diferían de él en varias cosas; entre ellas los nuevos conceptos
escatológicos, los cuales llegaron, sin embargo, a alcanzar luego un enorme grado
de penetración en los Hermanos.
3. Expansión de la `nueva doctrina´
Los primeros partidarios del pretribulacionismo, punto que, juntamente con el
`paréntesis´entre la semana sesenta y nueve y la setenta de Daniel, constituye la
premisa básica del dispensacionalismo, los primeros partidarios, repetimos, solían
llamarlo `una nueva doctrina´. Como escribe Dave McPherson: "Los partidarios del
punto de vista pretribulacional no pueden nombrar ni siquiera a una sola persona
que, desde los tiempos de Jesucristo hasta el año 1830, hubiese enseñado tal
doctrina."
Existe un marcado contraste entre la rapidez con que este nuevo esquema
profético se impuso entre los Hermanos de Inglaterra y USA -como lo había hecho
bajo los auspicios de la llamada `Iglesia Apostólica´- y la oposición que al principio
halló de hombres tan piadosos y eruditos como Newton, Tregelles y Müller. Este
último dijo: "Llegó un día en que tenía que tomar una decisión: o bien me apartaba de
la Biblia, o me alejaba de Darby. Escogí quedarme con mi preciosa Biblia."
Y en un editorial del número de julio de 1972 de la revista evangélica británica The
Witness podía leerse lo siguiente:
"Lo que nos llama la atención sorprendentemente es la ligereza con que doctrinas
totalmente desconocidas antes de Darby fuesen tan ampliamente aceptadas y
consideradas como casi fundamentales para la fe cristiana. Sin duda, desde el
principio hubo muchos hombres de influencia que desintieron de Darby. Baste
mencionar tan sólo a B. W. Newton o a R. Chapman, para demostrar que aún había
muchos que sostenían otros puntos de vista diferente sobre la profecía. Si no
hubiese sido por la dominante personalidad de Darby y sus dotes oratorias, los otros
puntos de vista hubieran coexistido al lado de los de Darby. El resultado hubiese
sido una menor intolerancia en relación con las opiniones distinatas de las
popularizadas por Darby. El hecho es que el propio Darby vaciló, al principio, antes
de tragarse el esquema que luego impuso tan tenazmente a los demás. Pero,
vencidas sus propias dudas, se aferró a la idea de que el Evangelio de Mateo era
judío y de carácter dispensacional. Por fortuna, hoy en día, un número creciente de
pensadores entre los Hermanos de las Asambleas se sienten con libertad para
sustentar otras opiniones proféticas muy distintas de las de Darby, sin el temor de
ser tildados de herejes."
¿Estaba pensando el editorialista de The Witness en el profesor F. F. Bruce de
Manchester, uno de los eruditos bíblicos más importantes de nuestro siglo, que
pertenece a las Asambleas de Hermanos y es amilenial en su escatología? ¿O
pensaba quizás en otros, como Ellison y tantos otros miembros de las Asambleas
que han dejado de ser dispensacionalistas al profundizar más en el estudio de la
Biblia?
En la sección `Answers to Questions´ de la revista de los Hermanos en Gran
Bretaña The Harvester (abril de 1964) le preguntaron a Bruce "si hay algún soporte
bíblico para la idea de un arrebatamiento secreto de la Iglesia", a lo que contestó,
muy a la inglesa: "Quizá lo haya, pero aún no lo he encontrado..." En otra ocasión el
mismo Bruce manifestó que "la influencia combinada Darby-Scofield no ha sido para
bien en el Movimiento de los Hermanos. Hay muchos Hermanos -precisó- que no son
ni futuristas ni dispensacionalistas. Si uno acaba con el dispensacionalismo, acaba
con la Biblia Scofield."
Y en el número de mayo de 1976 pudimos leer en The Harvester : "Nunca
sabremos cuánto ha dañado, tanto como ha podido ayudar, la Biblia Scofield a las
Asambleas."
Otro de los que han abandonado la interpretación pretribulacional es O. J. Smith,
de la famosa Iglesia del Pueblo de Toronto (Canadá), quien en un folleto publicado
Tribulation or Rapture, Which? escribe:
"Ahora después de muchos años de estudio y oración, estoy absolutamente
convencido de que no habrá tal cosa como un arrebatamiento secreto de la Iglesia
antes de la tribulación; sino que, por el contrario, la Iglesia es llamada a enfrentarse
con el Anticristo, y que Cristo vendrá al final, y no al comienzo, de este terrible
período. Yo creí en otro tiempo en la teoría pretribulacional; fui enseñado en ella a
través del libro de W. E. Blackstone Jesús viene, de la Biblia Scofield, de las
Conferencias Proféticas y de ciertos Institutos Bíblicos. Pero cuando comencé a
escudriñar las Escrituras por mí mismo, llegué al convencimiento de que no hay un
solo versículo en toda la Biblia para defender la teoría pretribulacional; al contrario, la
enseñanza uniforme de la Palabra de Dios aboga por una postura postribulacional."
4. Las investigaciones de D. McPherson
Dave McPherson, en su libro The Incredible Cover-Up, regoge el resultado de sus
investigaciones sobre las fuentes del dispensacionalismo. De dicho libro ha escrito
el ya citado profesor F. F. Bruce: "Se trata de un valioso y chispeante realto, que los
estudiantes de la interpretación profética en el siglo XIX deberán considerar
seriamente." J. B. Payne ha manifestado también: "Es el estudio más profundo a
nuestra disposición, acerca de los orígenes históricos del pretribulacionismo." Y la ya
mencionada publicación The Witness, una de las revistas más antiguas de los
Hermanos de Inglaterra, tuvo que admitir en 1974, al comentar el libro de
McPherson: "consigue establecer, con éxito, la prueba de que el punto de vista en
cuestión fue primeramente propuesto por una tal Margaret McDonald".
Además de haber investigado en los archivos de Inglaterra y Escocia, y haber
escrito el libro definitivo sobre los orígenes del dispensacionalismo, McPherson
afirma:
"Dispongo de una lista de graduados del Seminario de Dallas (el único Seminario
del mundo donde se enseñaba la interpretación dispensacionalista de la Biblia), que
ahora son postribulacionistas. Uno de ellos es presidente de otro Seminario. Recibo
constantemente cartas de pastores que estudiaron en centros pretribulacionistas y
que luegon adoptaron diferentes puntos de vista. Recientemente, un pastor de
Virginia me escribió en estos términos: "Como graduado del Philadelphia College
of Bible, acepté el arrebatamiento pretribulacional, pero a lo largo de estos años de
estudio de las Escrituras he llegado a darme cuenta de que no existe base alguna en
la Biblia para semejante teoría"."
En el presente estudio nos servimos del libro de McPherson, con quien hemos
mantenido además una interesante correspondencia sobre el tema. No obstante,
hemos querido ampliar la perspectiva de nuestro trabajo remontándonos a la
prehistoria del Movimiento (o Movimientos) que dio lugar, en el transcuso del tiempo,
a lo que hoy se conoce como las características de la interpretación profética
dispensacional.
5. ¿Tiene el dispensacionalismo una especie de `prehistoria´?
Aunque fue Margaret McDonald quien por primera vez anunció una segunda
venida partida en dos, em medio de la cual situó, también por primera vez, el
arrebatamiento de algunos creyentes, como resultado de sus `visiones´ y
`revelaciones´ particulares, el hecho es que existe también una especie de
prehistoria, es decir, de factores históricos, de corrientes peculiares, que
preparaban el terreno para que finalmente hiciese eclosión todo el conjunto de
circustancias que, al darse cita en el siglo XIX, produjera la nueva interpretación
profética con sus novísimos puntos de vista. Los religiosos condicionamientos de
aquella época parecen haber hecho necesarias para algunos -entre ellos Darby- las
nuevas ideas. El futurismo, el sionismo, el sectarismo de Darby en lo tocante a
Eclesiología, etc., todo ello coadyudó al alumbramiento de la nueva escuela en Prt
Glasgow en abril de 1830, y a su presentación pública en las Conferencias de
Powerscourt a cargo de Darby, pocos años después.
Esta casi necesidad que se le imponía a Darby -dado su peculiar talante y las
corrientes que le empujaban- explica que, a pesar de la animadversión que sentía
contra la llamada "Iglesia Apostólica", acabara aceptando lo que esta Iglesia
bendecía y propugnaba (las `revelaciones´ de la McDonald), y también explica su
posterior silencio acerca de las fuentes en que había ido a buscar los primeros
elementos de la estructura que estaba componiendo. Se comprende igualmente el
cuidadoso afan por ocultar los orígenes de muchas de sus ideas proféticas, y la
insistencia en imponer, por el peso de su sola autoridad, algo cuyo nacimiento no
estaba en claro en modo alguno.
Es verdad que una doctrina no debe ser juzgada por su antigüedad o por su
modernidad, sino por la Palabra de Dios; pero no es menos cierto que, como
escribía D. P. Fuller, la "ignorancia es una especie de felicidad, y bien pudiera ser
que esta popularidad no fuese tan grande si los seguidores del sistema
dispensacional conociesen los antecedentes históricos de lo que enseña".
Vamos a indagar cuáles fueron estos antecedentes. La biografía consultada es
extensa. Seguir los avatares históricos de esta escuela de interpretación nos lleva
forzosamente a considerar la manera cómo la Biblia ha sido interpretada
-precisamente en sus secciones más difíciles- y, por ello, el tema no se reduce
simplemente a un ejercicio de curiosidad, a una indagación de anticuario, sino que
es de sumo interés tanto histórico como bíblico. Estudiaremos primero la prehistoria
del dispensacionalismo, con sus factores concurrentes y sus personajes más
sobresalientes, que estaban creando la atmósfera condicionante que halló expresión
a comienzos del siglo XIX. Y después estudiaremos la historia propiamente dicha
del dispensacionalismo, con especial atención a los sucesos que tuvieron lugar en
Port Glasgow, donde entre lipotimias, trances místicos y arrebatos visionarios la
joven Margaret McDonald daba a luz la nueva `revelación´ convertida en doctrina
básica de la fe cristiana no sólo por los discípulos de Irving (la Iglesia Apostólica),
sino por Darby y sus seguidores.
La descripción de estos sucesos no intenta ser, en ningún instante, un ataque
contra de nadie. Discutimos unas doctrinas, su fondo histórico, pero en modo alguno
es nuestro deseo atacar a quines sustentan tales doctrinas. Precisamente por amor
a estos hermanos, sentimos la necesidad de publicar estas páginas, esclarecedoras
de unos hechos y de unas corrientes religiosas, que arrojarán luz sobre nuestra
propia situación. Al escribirlas, se ha ido asegurando cada vez más mi firme
convencimiento de que es en la lectura de la Biblia, meditada con oración y
buscando la ayuda del Espíritu Santo, donde hemos de ir a buscar nuestra
escatología -al igual que el resto de nuestra teología-, no en éxtasis, exaltaciones ni
iluminismos fugaces.
PREHISTORIA DEL DISPENSACIONALISMO
Por José Grau
1. Consecuencias del literalismo radical
El premilenarismo radical -y literalista- de que hacen gala los modernos
dispensacionalistas se aparta bastante, por no decir casi totalmente, del sitema de
interpretación profética de los antiguos premilenaristas, también literalistas, de otras
épocas. Como ha escrito LeRoy Edwin Froom, "debería tenerse en cuenta que no
fue sino hasta la primera década del siglo XX cunado el dispensacionalismo, con
sus doctrinas características (la teoría del arrebatamiento de la Iglesia, la separación
de la semana setenta de las sesenta y nueve precedentes de Daniel 9, etc),
comenzó a extenderse y a generalizarse en ciertos sectores del ala fundamentalista
del Protestantismo. Ello se debió, sobre todo, a la difusión que alcanzó que alcanzó
la Biblia de Scofield y a las atrevidas y revolucionarias tesis de su autor, juntamente
con el apoyo que a estas teorías prestó el Moody Bible Institute de Chicago. No
olvidemos que esto ocurría a comienzos del siglo actual. Con ello se produjo un
énfasis muy distinto del que había prevalecido en las primeras confesiones
proféticas del siglo XIX". Los literalistas de comienzos del siglo XIX sostenían, en
efecto, el punto de vista histórico de interpretación profética. Creían que el
cumplimiento de las varias profecías bíblicas cubría todo el período de la Historia de
la Iglesia. Por otra parte, éste había sido siempre el punto de vista tradicional del
Protestantismo, así como de los primeros siglos de la Iglesia. La Iglesia primitiva, en
efecto, era historicista. La interpretación futurista -tanto como la retrospectiva al
pretérito- fue introducida por los jesuitas en la época de la Contrarreforma, como
veremos luego más extensamente.
Como suele pasar en momentos de polémica, los literalistas, empeñados en
combatir lo que ellos consideraban extrema espiritualización interpretativa del
postmileniarismo (en auge durante el siglo XVIII y parte del XIX), cayeron en
extremos opuestos y radicales. Su literalismo, exagerado por mor de la discusión,
tenía que conducir, a la larga, al futurismo. Si a ello se añade la introducción, en
muchos sectores, de la mentalidad talmúdica, sionista, de interpretación, tenemos ya
los factores básicos de la escatología dispensacionalista. La espera de un
cumplimiento literal, terreno, de las profecías mesiánicas en una nación hebrea
restaurada, condujo al mileniarismo judaizante, que tanta aceptación tiene hoy entre
un buen número de cristianos.
El énfasis en la restauración y conversión de los judíos -en conexion con la
segunda venida de Cristo- llegó a ser una característica de los literalistas, en
general. Begg, por ejemplo, esperaba una nación judía restaurada y preeminente,
con hegemonía absoluta sobre las demás durante el milenio. Entonces sería
reconstruido el templo de Jerusalén de acuerdo con la visión de Ezequiel, y serían
restaurados también los antiguos sacrificios levíticos de manera `conmemorativa´. El
resto de las naciones haría una peregrinación anual con motivo de la fiesta de los
Tabernáculos. Los postmilenialistas de aquel entonces, por el contrario, esperaban
la conversión de los judíos sobre la misma base que los gentiles, es decir, mediante
los métodos ordinarios de evangelización. El concepto de un reino judío redivivo
llevó, más y más, al futurismo. Pero, insistimos, el futurismo representa una clase de
premilenialismo totalmente diferente del que sostenían los antiguos literalistas.
2. Los factores concurrentes
Los factores que concurrieron en el nacimiento y expansión del
dispensacionalismo son varios y diferentes. A través del movimiento catolizante de
Oxford, cobró importancia dentro de las filas del anglicanismo la interpretación
futurista de la profecía, sostenida en el siglo XVI por los jesuitas. Del anglicanismo
pasó a ciertos clérigos que abandonaron la iglesia establecida inglesa, y a un buen
número de disidentes o incorfomistas, influidos por el judaísmo que les
atraía.Además, Irving (y el Movimiento que tomó su nombre) dio el `visto bueno´ a
cuantos pretendieron haber recibido `revelaciones´ celestiales para las innovaciones
exegéticas y hermenéuticas que desembocaron en el moderno dispensacionalismo.
Y, por extraño que parezca, el deseo de vindicar para los judíos según la carne las
profecías mesiánicas, condujo a puntos de vista que arrebataron a la Iglesia la mayor
parte de la Escritura, entregando al pueblo judío toda la esperanza profética y
tomando prestado de los jesuitas el sistema de interpretación del Apocalipsis que
éstos habían utilizado para enfrentarse a Lutero, Calvino y los demás reformadores.
Para mayor paradoja, la hermenéutica futurista apenas si es aceptada hoy por
ningún comentarista católico-romano
Características del dispensacionalismo actual
Por José Grau
1. Un futurismo `sui géneris´
El premilenarismo dispensacionalista moderno -tan diferente del premilenarismo
inmediatamente anterior- es fundamentalmente un futurismo sui géneris,
caracterizado por la teoría del `paréntesis de la Iglesia´, con las sesenta y nueve
semanas de Daniel desvinculadas de la última semana, un Anticristo futuro, un reino
judío con el santuario y los sacrificios judíos restaurados, y una dominación política
judía mundial. todo ello acompañado del gobierno de Cristo desde Jerusalén sobre
millones de seres humanos que interiormente no serán convertidos, pero que
prestarán acatamiento externo.
Genuinamente dispensacionalistas son, asimismo, los siguientes rasgos:
pretribualacionismo, con el arrebatamiento secreto de la Iglesia (el pueblo del
`paréntesis´), y una segunda venida dividida en dos partes; lo que lleva
prácticamente a la creencia de una tercera venida. Además, la Biblia tiene que ser
dividida en varios compartimentos dispensacionales, y estudiada de tal manera que
los cristianos sepan con certeza las porciones que son para ellos (la Iglesia) y las
que son para Israel y que constituyen la mayor parte. En el plano ético se da un
antinomianismo latente y siempre amenzante. Este es el sistema de docrtrina
promulgado por las últimas conferencias proféticas celebradas en Estados Unidos a
cominezos de siglo, y también por algunos Institutos Bíblicos.
2. El `paréntesis de la Iglesia´
De todas estas características la más sobresaliente es la llamada el `paréntesis
de la Iglesia´ (conocido vulgarmente como la gap theory), según la cual todos los
pasajes proféticos de la Escritura saltan por encima de la `dispensación cristiana´
sin afectarla en lo más mínimo, dado que dicha dispensación -en el período entre la
cruz y la futura y venida secreta del Señor en el arrebatamiento de la Iglesia-
constituye un paréntesis en los planes de Dios; paréntesis que rompe la conexión
entre la semana sesenta y nueve y la semana setenta de Daniel 9. Así, H. A. Ironside
dice: "En el momento en que el Mesías murió en la cruz, el reloj profético se detuvo.
Ni un solo tic se ha oído de dicho reloj, ni un solo movimiento de las manecillas en
diecinueve siglos. No volverá a funcionar de nuevo hasta que toda la presente era
haya llegado a su fin, e Israel, una vez más, sea tomado por Dios." Scofield, por su
parte, escribe: "La profecía no se interesa en la historia como tal, sino solamente en
cuanto a la relación que ella pueda tener con Israel y la Tierra Santa." De ahí que
consideren al libro de Apocalipsis como una obra que sólo tiene que ver con el
tiempo que seguirá a la supuesta `tribulación´, en la que no habrá de participar la
Iglesia, la cual ya habrá sido arrebatada invisiblemente a los cielos, al tiempo del fin
-que durará, en su opinión, unos siete años o más- y que media entre la
dispensación cristiana y el milenio. Entonces las profecías mesiánicas y grandes
porciones del Nuevo Testamento (como los Evangelios Sinópticos) se aplicarán a
los judíos que vivirán en el reino milenial judaico.
3. Las `novedades´ del actual premilenialismo dispensacionalista
Cualquier resumen que hagamos del premilenialismo actual, y luego lo
comparemos con los premilenialismos que le predecieron, nos descubre las
abismales diferencias que median entre ellos. Floyd E. Hamilton hizo un resumen de
diez puntos que, en síntesis, recoge objetivamente las `novedades´ del
dispensacionalismo en el campo de la interpretación profética:
1) La segunda venida se convierte en una esperanza doble; se divide en dos
partes:
a) Cristo vendrá por la Iglesia, en secreto e invisiblemente, al comienzo
de la supuestamente
diferida semana setenta de Daniel 9;
b) Cristo vendrá con la Iglesia, siete años más tarde por lo menos, en una
venida que concierne a
Israel y al mundo.
En resumen: una segunda y una tercera venida de Cristo
2) En la resurrección de los justos de todas las edades, los redimidos que
estén vivos serán
arrebatados para subir a estar con Cristo y participar en las bodas del
Cordero durante siete años.
La mayoría de autores dispensacionalistas sostiene que este
arrebatamiento será en secreto.
3) La Iglesia escapará a la `gran tribulación´ que sobrevendrá bajo la égida
del Anticristo (unos pocos
dispensacionalistas creen que la Iglesia tendrá que pasar también por esta
tribulación final -son
postribulacionistas-, siendo arrebatada arriba luego).
4) El Espíritu Santo será quitado del mundo en la segunda venida, es decir, en
el momento del
`arrebatamiento´. Entonces los judíos que moren en Palestina seguirán en
incredulidad, aunque un
remanente permanecerá fiel al Señor y predicará el Evangelio del Reino (no
el evangelio de la era
cristiana. Scofield llega a enumerar hasta cuatro Evangelios, o cuatro
`formas del Evangelio´, en su
Biblia, nota a Apocalípsis 14:6) durante la segunda mitad de aquella
semana.
5) Después de los siete años los mártires de dicha tribulación serán
resucitados (ellos no forman, sin
embargo, parte de la Iglesia).
6) Se librará la batalla de Armagedón, en la que se enfrentarán los creyentes
gentiles en contra del
Anticristo y sus huestes. Cristo aparecerá con su Iglesia, hará el juicio para
separar las ovejas de los
cabritos (sobre la base del trato que las naciones hayan dado a los
`hermanos de Cristo´: los judíos,
según los dispensacionalistas). Entonces el remanente vivo y las `naciones´
gentiles inaugurarán el
milenio con cuerpos no glorificados.
7) Los judíos mirarán a Cristo y serán salvos. También ellos entrarán en el
milenio con cuerpos no
glorificados.
8) Durante mil años el reino pertenecerá a los judíos, y serán ellos quieren
dispondrán de toda
autoridad y poder en la tierra, ejerciendo una hegemonía total sobre todos
los pueblos. El templo
será reconstruido, y los sacrificios levíticos restaurados de nuevo en
Jerusalén. EL pecado será
castigado con mano firme; habrá una reprensión simbolizada por el látigo
de hierro que define la
normativa con la que serán regidas las naciones.
9) Satán, que había sido atado al término de los siete años, será desatado al
final del milenio. Reunirá
a los pueblos para la rebelión final, pero será destruido por fuego. Viene
luego el juicio del gran trono
blanco y el establecimiento del Reino eterno.
10) La relación entre la Iglesia glorificada y la tierra no queda clara, pues han
existido gran diversidad
de opiniones. Algunos dicen que la Iglesia participará en el milenio, pero la
mayoría se inclina por
creer que su hogar está en los cielos, aunque puede hacer visitas a la
tierra.
4. El milenio dispensacionalista será un reino judío
En el esquema que precede es evidente que los judíos ocupan un lugar
prominente. Todas las profecías les tienen por objetivo. El milenio será un reino judío.
Lo que tienen que pasarles a ellos es lo que ocupa mayormente a los profetas y a las
porciones proféticas del Antiguo Testamento, así como la mayor parte de los
Evangelios y otros escritos novotestamentarios. Si hacemos la cuenta, nos
percatamos de que, según el esquema dispensacional, hay más páginas bíblicas
para los hebreos que para la Iglesia cristiana. Pero el caso es que, según este
sistema, ni siquiera los judíos que vivan en el milenio serán regenerados. En fin de
cuentas, todo ello es el resultado de un literalismo extremo en conexión con el reino
judío, identificado con el Reino del Mesías. La Iglesia es, siempre, un capítulo aparte.
C. C. Ryrie afirma: "...lo que hace a la Iglesia distinta, y no un Israel espiritual... Los
redimidos en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia de esta dispensación, son la
continuación de la línea de redimidos de otras edades, pero forman un cuerpo
distinto de la Sión Celestial". Ryrie cita seguidamente Hebreos 12:22-24, que, bien
leído y a tenor de una exégesis seria, dice precisamente lo contrario de lo que él
pretende afirmar en su defensa del dispensacionalismo. Pero, en esto como casi en
todo, Ryrie sigue a Scofield. Tal vez el lector, como yo, no había pensado nunca que
Dios pudiera hacer tales discriminaciones, o muros de separación, en la eternidad.
Para mí, tal idea es del todo inaceptable. Pero veamos qué es lo que afirma el
mismo autor: "Si el énfasis dispensacionalista en la distintividad de la Iglesia parece
resultar en una `dicotomía´, dejémosle estar en pie mientras sea resultado de una
interpretación liberal." En otras palabras, la interpretación literalista lo justifica todo.
Al literalismo le está permitido todo, aunque llegue a conclusiones que chocan con la
analogía de la fe y el consenso genral del mensaje bíblico.
Mas, como ya indicamos, todos estos elementos genuinamente
dispensacionalistas de la nueva manera de interpretar las profecías se apoyan,
sobre todo, en una visión futurista del cumplimiento profético. Es decir: los grandes
eventos profetizados se cumplirán al final, sin excepciones. Todo es para el final,
luego que la Iglesia haya desaparecido del escenario terrestre. En el esquema de
los jesuitas Ribera, Bellarmino y Lacunza que sirvió a la Contrarreforma y que los
dispensacionalistas toman prestados de ellos.