DLB a todos: En las ultimas semanas muchos han criticado al Cardenal Ratzinger. En este articulo nos muestra su afecto hacia los pobres y margenados de este mundo.
tejano
DURA CRITICA DE RATZINGER AL NUEVO ORDEN MUNDIAL PROPUESTO POR LA ONU
Muestra cómo no se puede combatir la pobreza eliminando a los pobres
ROMA, 15 sep (ZENIT.org).- En la llamada Cumbre del Milenio de Naciones Unidas, el mayor encuentro de jefes de Estado y
Gobierno de la historia, celebrado en Nueva York del 6 al 8 de septiembre, se reflexionó sobre el papel que debe desempeñar este
organismo internacional y las reformas que se requieren para que cumpla su misión de paz y defensa de los derechos humanos.
Ahora, una voz autorizada, la del cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se alza para
hacer su reflexión sobre el papel de la ONU en este nuevo milenio.
Tras el fracaso del marxismo y las evidentes limitaciones del modelo liberal, constata el cardenal Ratzinger en un artículo que
aparece hoy en el diario italiano «Avvenire», surge el «Nuevo Orden Mundial», que encuentra expresión cada vez más evidente en la
ONU y en sus Conferencias internacionales.
Encuentros, como el que se celebró sobre la Población (en El Cairo, 1994) y sobre la mujer (en Pekín, 1995) ha quedado clara «una
verdadera y propia filosofía del hombre nuevo y del mundo nuevo».
Reducir los comensales de la mesa común
«Una filosofía de este tipo no tiene ya la carga utópica que caracterizaba el sueño marxista --explica--; por el contrario es muy
realista, en cuanto que fija los límites de los medios disponibles para alcanzarlo y recomienda, por ejemplo, sin por esto tratar de
justificarse, que no hace falta preocuparse por cuidado de aquellos que ya no son productivos o que no pueden ya esperar una
determinada calidad de vida».
Esta filosofía, continúa diciendo, no pide a los hombres, habituados a la riqueza y al bienestar, a hacer sacrificios para alcanzar un
bienestar general, «sino que propone estrategias para reducir el número de los comensales en la mesa de la humanidad, para que no
se vea afectada la pretendida felicidad que estos han alcanzado».
Mujer contra mujer
«La peculiaridad de esta nueva antropología, que debería constituir la base del Nuevo Orden Mundial --revela--, resulta evidente sobre
todo en la imagen de la mujer, en la ideología del "Women's empowerment" (la autorrealización de las mujeres), nacida de la
Conferencia de Pekín. Objetivo de esta ideología es la autorrealización de la mujer: sin embargo, los principales obstáculos que se
interponen entre ella y su autorrealización son la familia y la maternidad».
«Por esto --explica el cardenal alemán reflejando las posiciones de agencias de la ONU--, la mujer debe ser liberada, de modo
especial, de lo que la caracteriza, es decir, de su especificidad femenina. Esta última está llamada a anularse ante una "Gender
equity" (equidad de género) y "equality" (igualdad), ante un ser humano indistinto y uniforme, en la vida del cual la sexualidad no
tiene otro sentido si no el de una droga voluptuosa, de la que se puede hacer uso sin ningún criterio.
El ocaso de la «filosofía del amor»
«En el miedo a la maternidad que se ha apoderado de una gran parte de nuestros contemporáneos entra seguramente en juego
también algo todavía más profundo --aclara--: el otro es siempre, a fin de cuentas, un antagonista que nos priva de una parte de vida,
una amenaza para nuestro yo y para nuestro libre desarrollo».
«Al día de hoy no existe ya una "filosofía del amor" --concluye Ratzinger--, sino solamente una "filosofía del egoísmo". Es justamente
en esto donde el hombre es engañado. En efecto, en el momento en el que se le desaconseja amar, se le desaconseja, en último
análisis, ser hombre. Por este motivo, a este punto del desarrollo de la nueva imagen de un mundo nuevo, el cristiano --no sólo él,
pero de todos modos él antes que los otros-- tiene el deber de protestar».
tejano
DURA CRITICA DE RATZINGER AL NUEVO ORDEN MUNDIAL PROPUESTO POR LA ONU
Muestra cómo no se puede combatir la pobreza eliminando a los pobres
ROMA, 15 sep (ZENIT.org).- En la llamada Cumbre del Milenio de Naciones Unidas, el mayor encuentro de jefes de Estado y
Gobierno de la historia, celebrado en Nueva York del 6 al 8 de septiembre, se reflexionó sobre el papel que debe desempeñar este
organismo internacional y las reformas que se requieren para que cumpla su misión de paz y defensa de los derechos humanos.
Ahora, una voz autorizada, la del cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se alza para
hacer su reflexión sobre el papel de la ONU en este nuevo milenio.
Tras el fracaso del marxismo y las evidentes limitaciones del modelo liberal, constata el cardenal Ratzinger en un artículo que
aparece hoy en el diario italiano «Avvenire», surge el «Nuevo Orden Mundial», que encuentra expresión cada vez más evidente en la
ONU y en sus Conferencias internacionales.
Encuentros, como el que se celebró sobre la Población (en El Cairo, 1994) y sobre la mujer (en Pekín, 1995) ha quedado clara «una
verdadera y propia filosofía del hombre nuevo y del mundo nuevo».
Reducir los comensales de la mesa común
«Una filosofía de este tipo no tiene ya la carga utópica que caracterizaba el sueño marxista --explica--; por el contrario es muy
realista, en cuanto que fija los límites de los medios disponibles para alcanzarlo y recomienda, por ejemplo, sin por esto tratar de
justificarse, que no hace falta preocuparse por cuidado de aquellos que ya no son productivos o que no pueden ya esperar una
determinada calidad de vida».
Esta filosofía, continúa diciendo, no pide a los hombres, habituados a la riqueza y al bienestar, a hacer sacrificios para alcanzar un
bienestar general, «sino que propone estrategias para reducir el número de los comensales en la mesa de la humanidad, para que no
se vea afectada la pretendida felicidad que estos han alcanzado».
Mujer contra mujer
«La peculiaridad de esta nueva antropología, que debería constituir la base del Nuevo Orden Mundial --revela--, resulta evidente sobre
todo en la imagen de la mujer, en la ideología del "Women's empowerment" (la autorrealización de las mujeres), nacida de la
Conferencia de Pekín. Objetivo de esta ideología es la autorrealización de la mujer: sin embargo, los principales obstáculos que se
interponen entre ella y su autorrealización son la familia y la maternidad».
«Por esto --explica el cardenal alemán reflejando las posiciones de agencias de la ONU--, la mujer debe ser liberada, de modo
especial, de lo que la caracteriza, es decir, de su especificidad femenina. Esta última está llamada a anularse ante una "Gender
equity" (equidad de género) y "equality" (igualdad), ante un ser humano indistinto y uniforme, en la vida del cual la sexualidad no
tiene otro sentido si no el de una droga voluptuosa, de la que se puede hacer uso sin ningún criterio.
El ocaso de la «filosofía del amor»
«En el miedo a la maternidad que se ha apoderado de una gran parte de nuestros contemporáneos entra seguramente en juego
también algo todavía más profundo --aclara--: el otro es siempre, a fin de cuentas, un antagonista que nos priva de una parte de vida,
una amenaza para nuestro yo y para nuestro libre desarrollo».
«Al día de hoy no existe ya una "filosofía del amor" --concluye Ratzinger--, sino solamente una "filosofía del egoísmo". Es justamente
en esto donde el hombre es engañado. En efecto, en el momento en el que se le desaconseja amar, se le desaconseja, en último
análisis, ser hombre. Por este motivo, a este punto del desarrollo de la nueva imagen de un mundo nuevo, el cristiano --no sólo él,
pero de todos modos él antes que los otros-- tiene el deber de protestar».