Dónde está Dios cuando sufrimos ?

30 Noviembre 1998
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Dijo Dios a los hebreos esclavizados:

"Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios..." - Ex 3:7-8


Cuán necesitado se encuentra hoy el mundo de percibir la cercanía de Dios entre los que sufren. El hambre, la injusticia, la pobreza extrema y humillante, las guerras, la violencia entre las ciudades, las enfermedades, los huérfanos, los niños de la calle, las prostitutas, las familias desintegradas, los chavos banda; en fin existen entre nosotros miles de hombres y mujeres que sufren a diario y claman
al cielo: "¿Dónde está Dios?"

Si tan sólo hubiera suficientes manos dispuestas para hacerles saber que Dios está con quien sufre, que los acompaña y sufre con ellos.

El trabajo tiene que comenzar por la solidaridad, por la acogida incondicional, por el amor gratuito, por la ayuda concreta y eficaz. Así comenzó Jesús, curando sus
enfermedades y expulsando demonios para que comprendieran palpablemente la Buena Noticia:

"¡Dios está con nosotros!"

Creo que para hablar del sufrimiento es necesario dividirlo en dos tipos, según su origen:

El sufrimiento causado por la naturaleza misma, dónde encontramos las enfermedades, los niños que nacen con alguna deficiencia, las tragedias naturales, etc.;
y por otro lado, el sufrimiento causado por
la injusticia del hombre, es decir por el egoísmo, la avaricia, la inconsciencia y la insensibilidad de muchos; entre estos sufrimientos encontramos: la pobreza extrema, el hambre de millones, los actos deshumanizantes como lo son la prostitución, los niños de la calle asesinados o utilizados para la pornografía, el desempleo "sistemático", etc.

La presencia de Dios en ambas situaciones es evidente. El se ha revelado así, a lo largo de la historia humana, la misma historia de salvación. Esto lo constatamos en los diálogos que Dios ha sostenido con el hombre a través de profetas, reyes y su mismo Hijo, Jesucristo.
Nuestra fe no nos muestra un Dios ajeno a la historia humana; él sufre con el que sufre y goza con quien ha encontrado la felicidad
verdadera; Jesucristo se compadece del enfermo y por eso lo sana, así como también se goza porque su Padre le ha querido revelar su Verdad a los pequeños y humildes.

Pero esta presencia de Dios no es igual en ambas situaciones del sufrimiento. Sabemos que la presencia de Dios es también Palabra de Dios; es decir, donde Dios está, ahí está su Palabra.

Así, la Palabra divina tiene mensajes muy distintos para cada una de las situaciones de sufrimiento que enumeramos arriba.
En el caso del sufrimiento por la naturaleza misma, Dios está presente para consolar, para dar fortaleza y esperanza, para animar con el consuelo y la Paz que su Espíritu nos da.

Así, quien sufre en este sentido, encuentra en la Presencia de Dios la fuerza y la Paz para seguir caminando, asumiendo su sufrimiento como medio de santificación, de oblación, con la conciencia de compartir los sufrimientos que Cristo padeció por nosotros. El que sufre no deja de esperar el milagro que lo saque de esa situación, pero sabiendo que su fe lo lleva a mirar más allá del bienestar físico.
La presencia de Dios es óleo que cura la herida más profunda que un sufrimiento puede
causar, la desesperación, y llena al hombre con la Luz que conduce por el sendero de la paz y el consuelo.

En cambio, la presencia divina en las situaciones de injusticia posee un carácter muy distinto.
Su presencia es Palabra de denuncia, es presencia que interpela el corazón del hombre como lo hicieron los profetas (Amós, Oseas, Jeremías) ante las injusticias de los poderosos; su Palabra clama justicia.


Quienes sufren por estos motivos puede encontrar su identidad en el mismo Jesucristo que sufrió la muerte por las injusticias y las envidias de su pueblo; para ellos la presencia de Dios es aliento, esperanza, sostén para iniciar la denuncia de las injusticias. Han de saberse inspirados por el Espíritu Santo para no perder la esperanza, sabiendo que su misma vida es ya un testimonio que denuncia la injusticia y clama justicia silenciosamente, su misma vida es Palabra de Dios que clama un cambio, una conversión.

Dios está con nosotros, él fue anunciado así por el profeta Isaías como el Emmanuel,
El Dios con nosotros. Es este testimonio el que estamos llamados a llevar a nuestros hermanos. Pero para hacerlo debemos comenzar por experimentar en nuestras vidas tal Presencia.
 
Muy bueno el pensamiento Juan Manuel; realmente bueno.

Maripaz
 
El siempre esta con nosotros y aveces cuando sufrimos puede que sean pruebas que nos manda Dios para probar nuestra fe..
po eso hay que estar bien firmes en su palabra!!

espero que con esto me explique:
2Cor:1:1: PABLO, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo el hermano, á la iglesia de Dios que está en Corinto, juntamente con todos los santos que están por toda la Acaya:
2Cor:1:2: Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
2Cor:1:3: Bendito sea el Dios y Padre del Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación,
2Cor:1:4: El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar á los que están en cualquiera angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados de Dios.
2Cor:1:5: Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
2Cor:1:6: Mas si somos atribulados, es por vuestra consolación y salud; la cual es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos: ó si somos consolados, es por vuestra consolación y salud;
2Cor:1:7: Y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo sois de la consolación.
2Cor:1:8: Porque hermanos, no queremos que ignoréis de nuestra tribulación que nos fué hecha en Asia; que sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas de tal manera que estuviésemos en duda de la vida.
2Cor:1:9: Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios que levanta los muertos:
2Cor:1:10: El cual nos libró y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librará;
2Cor:1:11: Ayudándonos también vosotros con oración por nosotros, para que por la merced hecha á nos por respeto de muchos, por muchos sean hechas gracias por nosotros.
2Cor:1:12: Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros.
2Cor:1:13: Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, ó también conocéis: y espero que aun hasta el fin las conoceréis:
2Cor:1:14: Como también en parte habéis conocido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús.
2Cor:1:15: Y con esta confianza quise primero ir á vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia;
2Cor:1:16: Y por vosotros pasar á Macedonia, y de Macedonia venir otra vez á vosotros, y ser vuelto de vosotros á Judea.
2Cor:1:17: Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No?
2Cor:1:18: Antes, Dios fiel sabe que nuestra palabra para con vosotros no es Sí y No.
2Cor:1:19: Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él.
2Cor:1:20: Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á gloria de Dios.
2Cor:1:21: Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios;
2Cor:1:22: El cual también nos ha sellado, y dado la prenda del Espíritu en nuestros corazones.
2Cor:1:23: Mas yo llamo á Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía á Corinto.
2Cor:1:24: No que nos enseñoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estáis firmes.

que Dios los bendiga y los guerde!!!!
 
C.S. Lewis dijo aquello de: “el dolor (o sufrimiento) es el megáfono que usa Dios para hacerse oír en un mundo de sordos”

Es tremendamente fácil caer en el tópico: ¿porqué permite Dios tanto sufrimiento?, o lo que es peor ¿por qué son siempre los mismos, los más desprotegidos e indefensos, los que lo padecen? No son esas preguntas que yo me haga, pero, a pesar de compartir en gran parte vuestras observaciones, confieso que a veces no entiendo Su actitud.
Con todo el respeto lo digo, y desde la ignorancia que mi condición de humano lleva implícita.

Tomás.
 
Hola Tomás, me alegra leerte de nuevo.

Somos tan finitos, que evidentemente no podemos entender muchas veces, no los motivos en si que Dios tiene para permitir el sufrimiento, sino el OBJETIVO que pretende, lo que quiere enseñarnos por medio del dolor.

No olvidemos nunca, de todas formas; que aunque nuestro sufrimiento sea más o menos grande, hubo alguien que sufrió hasta la misma muerte mucho más por salvarnos; que siendo Dios, se hizo hombre para vivir en Su carne lo que siente el ser humano; para que hoy podamos acercarnos a Él cuando nos sentimos presionados y rodeados por el dolor.

¡¡¡¡Gloria a Dios por haberse hecho hombre en Jesucristo!!!!.

Maripaz
 
La Paz de Cristo!

Donde esta Dios?.........EL está ahì siempre junto con nosotros aún en los momentos de mas adversidades....el problema está en que nosotros estamos ciegos y solo vemos el problema,.....el sufrimiento.

El ha prometido estar con nosotros.....y como cristianos NOS OLVIDAMOS de algo elemental......mientras vivamos en este mundo regido por Satanas y estemos en esta naturaleza fisica pecadora por excelencia.....llevaremos MUCHAS AFLICCIONES y sufrimientos....queridos y queridas......si ha ustedes les han predicado el evangelio de "Bils i Paps"...es bueno que lo sepan de una vez por todas......el seguir a Cristo cuesta MUCHO !

Por ahi alguien dijo acertadamente que la Salvacion LA PAGO Cristo....pero nosotros teniamos que pagar en cuotas mensuales por todo el resto de nuestra vida esa SALVACION.

Los Sufrimientos y Aflicciones algunos la llevan de una forma..... otros de otra pero sea como sea lo importante es que "Jehova NOS LIBRARA de todas ellas".

Hace unos años atras leì en alguna parte un poema que se llamaba "Huellas" de una escritor anònimo y decía mas o menos así.

"Un hombre conversaba con el Señor
sobre la vida de éste.
El hombre le dijo al Señor:
Recuerdo que tu siempre estabas conmigo
porque yo veía tus huellas junto a las
mìas cuando caminabamos en la playa.

Sin embargo tengo que decirte Señor que
cuando estuve en sufrimientos y afliccio
nes....no vi mas que en la playa solo un
par de huellas......porque me abandonas-
te ??...donde estabas ?? ,,,,cuando mas
te necesitaba??.

El Señor le respondio:" Hijo mìo..cuando
pasabas por todas esas adversidades...YO
estaba contigo.....esas huellas que ves
profundamente marcadas sobre arena de la
playa SON LAS MIAS cuando te llevaba car
gado entre mis brazos en medio de los pro
blemas" .


El peregrino
 
Recordando lo mucho que escribió C.S. Lewis sobre el sufrimiento (dolor) y lo que habéis compartido, pienso que a través del sufrimiento propio, ajeno o compartido podremos llegar a darnos con mayor facilidad, combatiendo el encierro egoísta en nosotros mismos y dar así un paso agigantado hacia el verdadero conocimiento de la solidaridad y por tanto del amor verdadero. Como bien decía Maripaz, Jesús sufrió lo indecible en el acto más solidario que jamás pueda existir. Nos enseño la verdadera dimensión del amor.

Pero sería absurdo no reconocer que cuando nos hallamos postrados por el sufrimiento, las dudas revolotean ávidas a nuestro alrededor. Es entonces cuando más nos necesitamos, es entonces cuando nos damos cuenta que nos necesitamos.

Fija nuestra mirada en Cristo, aprendiendo a amar.

Tomás.
 
Quiero aclarar que lo que puse en el primer mensaje no es mío, lo leí y como me gustó lo puse en el foro.
No sea cosa que alguno piense que escribo tan bien !!!




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Ev. San Mateo cap. 28,18-20
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

Juan Manuel
 
Jesucristo en la cruz nos muestra la falsa idea de Dios como Todo-Poder y Todo-Justicia
como sus características principales.

Jesucristo en la cruz es el escándalo del
Dios-humillado, Dios-oprimido, Dios-sufriente, Dios-impotente, Dios-insignificante.

Por lo tanto El es Dios-Misericordia, Dios-Amor, Dios-de los pobres y humillados.

En fin el Dios de los cristos de hoy en día.

Todo anuncio del Evangelio que ignore esto, no es auténtica Buena-Noticia.

Los evangelios triunfalistas, de la prosperidad, del exito, del poder, NIEGAN LA CRUZ DE CRISTO.

El Crucificado es el Dios de los que sufren, pasan hambre, sufren la injusticia, el dolor, la explotación.

Los que buscan el dios de las retribuciones, no buscan al Dios de Jesus.

Rom 8,31b-34:
Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no" perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros,
¿cómo no nos dará todo con él?
¿Quién acusará a los elegidos de Dios?
Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?

¡El DIOS que no perdonó a su propio Hijo EN LA CRUZ!

Parece una exageración. Para resaltar hasta dónde llega el amor de Dios por nosotros, se atreve Pablo a decir que "por nosotros" Dios no perdonó, ni a su propio Hijo.

¡Dios está con nosotros! ¡Nada puede haber contra nosotros!

La confianza que Pablo expresa en el amor que Dios nos tiene bordea los límites de lo inconcebible. El amor de Dios hacia nosotros, el respeto hacia nuestra libertad, llega hasta el punto de quedarse paralizado ante la muerte del Hijo, y no actuar inmediatamente en su favor.

Dios Padre se ha jugado todo "por nosotros". ¿Cómo podemos desconfiar de Dios por muy perversos que seamos?

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Ev. San Mateo cap. 28,18-20
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré
siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

Juan Manuel
 
Aunque Dios permita que sufframos, no podemos decir que nos castiga,

yo creo que el es mi Papá Bueno que siempre está conmigo, y que nos dió a su Hijo Jesús para salvarnos.

A todos los que estén sufriendo les mando este mensaje:

Cream en Dios, oren con confiansa, Dios nunca nos abandona.

Yo se los digo porque tengo muchos testimonios de hermanos que recibieron sanidades y bendiciones al pedir con fe.

y que Jesús los acompanie en el sufrimiento.

Pepitillo
 
DLB a todos: Gracias Juan Manuel por tus aportes, especialmente el segundo.

En cuanto al primer aporte quisiera agregar, que en el momemto que experimentemos la Presencica del Senor, ese es el momento que debemos actuar de salir al mundo para ser las manos de Dios.

tejano
 
Hermanos:

Tenemos un Dios verdadero y TODOPODEROSO, el no desea que vivamos en medio de la pobreza, realmente desea que vivamos en abundancia ya que somos sus hijos y todo hijo de Rey es un Príncipe.
Entendiendo esto nosotros somos príncipes ó mejor dicho, somos reyes y sacerdotes (acuerdense que el Señor Jesús está preparando morada para nosotros para que donde EL esté, estemos tambien nosotros.)

De tal forma que yo y mi casa recibimos ésa promesa pero...primero es imprescindible SERVIRLE.
Ser humilde ante él SIEMPRE y dispuestos a depender total y absolutamente de Dios.

No se nos olvide esto Jamás.

Suyos en Cristo

Carlos y Silvia León
México D.F.

Pdta. Vean nuestra peticion en el mensaje denominado...RECUERDA... en el foro de peticiones, Dios los recompensará por sus oraciones a él ELEVADAS.