----------------------------------------------
Salud y bendición en la paz de Cristo.
Como veo que estás en una búsqueda personal... como me pasó a mi... te voy a compartir mi testimonio... por si te puede servir de algo y Dios lo quiera utilizar. Ya lo publiqué hace muchos años y por algún sitio de estos foros debe estar también... pero me ha sido más fácil encontrarlo en mi disco duro... pues lo tengo desde que lo compuse para hacer un folleto y echarlo en los buzones. Te lo pongo a continuación.
«A los veinte años estaba harto de la vida. Pensaba que la felicidad me la iba a dar el conseguir lo que quisiera y la busque en el placer, el dinero, las drogas, y cosas similares. Y lo conseguí... por lo menos para llevar una vida independiente de mis padres y hacer lo que me daba la gana.
Este tipo de vida la comencé a vivir con dieciocho años, para descubrir dos años mas tarde que no era más feliz sino que me encontraba en un pozo del cual era incapaz de salir. En mi desesperación clamé a Dios diciéndole que si podía ayudarme que me ayudara porque me veía sin salida. Y no recuerdo muy bien como llegó a mis manos un librito con los cuatro evangelios, pero cuando yo lo leía algo me decía en mi interior que lo que estaba leyendo era verdad y que necesitaba lo que Jesucristo me estaba ofreciendo. Llegué a un pasaje en el evangelio de Juan en el que Jesús decía: "al que a mi viene, no le echo fuera", yo dije para mi "te cojo la palabra y vengo a ti porque creo que solo tu puedes ayudarme". Desde aquel momento empezaron a pasar muchas cosas, algunas de ellas desagradables según mi gusto pero precisamente estas fueron donde mas vi la mano de Dios sacándome del pozo y encauzando mi vida hacia El.
Cuatro años después me encontré con una persona que me dijo que era cristiana, y le dije que yo también, a lo que me contestó que si yo vivía según las enseñanzas de Jesucristo y tuve que confesar que no, que yo vivía a mi aire aunque creía que Jesucristo era el Hijo de Dios y el Salvador que Dios había dado a los hombres, entonces el me respondió que si no entregaba mi vida a Dios como El la pedía no podía experimentar la vida que Cristo me ofrecía y volví a oír aquella voz o pensamiento interior que me decía que lo que me estaba diciendo era verdad, después de escucharle con atención el me dijo que si quería entregar mi vida a Jesucristo para vivir según su voluntad y le dije que sí, pero empecé a escuchar un pensamiento dentro de mi que me decía "ten cuidado, que este es de una secta y se van a aprovechar de ti" y yo dije para mi: "Señor este pacto lo hago contigo y no con esta persona y su grupo, tu vas a ser mi guía", entonces esta persona me dijo voy a orar en voz alta y si tú estás de acuerdo repite conmigo lo que yo diga, y me guió en una oración en la que pedía perdón a Dios por vivir yo ignorándolo y le pedía que por el sacrificio que su Hijo Jesucristo había hecho por mí, en la cruz, viniese a vivir en mi vida y me ayudase a vivir según su voluntad.
Después de aquello estuve seis años sin reunirme con nadie y viviendo según entendía lo que Jesús enseñaba en los evangelios y cuando le hablaba a la gente que me conocía de Jesús y de lo que creía me decían que me había quedado mal por abusar de las drogas, y yo le preguntaba a Dios si no había otra gente que tuviese la misma experiencia que yo.
Por aquel tiempo leyendo en los evangelios empecé a entender que Dios quería que me bautizase y yo me preguntaba ¿y donde me voy a bautizar?, los Católicos, pensaba, ya me habían bautizado, los Testigos de Jehová no creía que estuviesen en la verdad, de repente me acorde de la persona que me había invitado a entregar mi vida a Cristo y su grupo y pensé en que ellos me podían bautizar (aunque no tenia intención de juntarme con ellos) y con ese propósito fui para hablar con el pastor, pero por el camino sentí el deseo de encomendarme a Dios y me dirigí a Él en oración diciéndole que controlase todo lo que ocurriera. Cuando llegué, hablando con el pastor, me dijo que el no tenia ningún inconveniente en bautizarme porque se daba cuenta, por lo que hablábamos, que teníamos el mismo espíritu, y me preguntó si yo tenía algo que hacer esa tarde y le dije que no, entonces me invitó a una reunión que tenían y me fui con él. Mi gran sorpresa fue que cuando estaba allí alabando y bendiciendo a Dios junto con otras personas una voz interior como un pensamiento que me hablaba me dijo "estos son como tú" y entendí que Dios me respondía a la pregunta que le había hecho un tiempo atrás y decidí juntarme con ellos.
Empecé a reunirme todos los días que era posible y un domingo en la que se iba a proceder a la Santa Cena (Eucaristía) como yo pensaba que no podía participar por no estar bautizado todavía, oré a Dios diciéndole algo así como "Dios mío aunque no puedo participar físicamente de esta celebración me gustaría participar espiritualmente", de repente me encontré llorando y en una comunión muy intima con Dios y mientras yo estaba en esa situación, como en un mundo aparte, alguien entre los creyentes estaba diciendo algo por el Espíritu del Señor, aunque como yo estaba experimentando lo que me ocurría no le preste atención y tampoco en aquel momento sabía que era aquello que estaba ocurriendo, mas tarde con el tiempo me di cuenta que estaba profetizando. (1 Corintios 14:1-3).
Después de aquella experiencia fue como si me hubiese enamorado de Dios y de su Hijo Jesucristo, para mi ser cristiano era lo mas fácil del mundo y lo deseaba con todo mi ser. Había experimentado lo que Cristo llama el nuevo nacimiento (Juan 3:6-7). Hasta tal punto que por aquel entonces empecé a trabajar con un hermano en Cristo y este me comentaba que estaba pasando por pruebas y que tenía batallas, y yo me preguntaba a mi mismo si este hermano se había convertido de verdad porque ser cristiano ¡era tan fácil!. Luego con el tiempo me di cuenta que sin pruebas y batallas el cristiano no madura y que lo que a mi me estaba pasando no era otra cosa que el primer amor (Apocalipsis 2:4) que yo lo comparo a algo así como es una Luna de Miel en el matrimonio.
Jesucristo es el gran tesoro que Dios ha dado a los hombres y yo doy testimonio que es la vida de Dios en las personas que lo reciben. Mi único propósito al compartir contigo todo esto es que tu llegues a tener la misma experiencia y conocer a Jesucristo de una manera personal e intima y de esta manera tener esa vida eterna que El te ofrece y te aseguro que no es solo para después de la muerte sino que empieza ya aquí. Si eres consciente que la vida que tienes no es lo que Dios quiere para ti y quieres reconciliarte con Dios para vivir según su voluntad haz esta oración: "Señor Jesús yo creo que te dieron muerte por mi culpa y pecado y que por medio de Ti soy perdonado y reconciliado con Dios Padre, te pido perdón y deseo que entres en mi vida y me salves. Guíame, porque yo no sé cuál es la voluntad perfecta de Dios para mi, y dame tu Espíritu, porque sin su ayuda no podría perseverar hasta el fin. Gracias por todo lo que has hecho por mi."
Lo que Dios hizo por mi lo quiere hacer por cualquiera que venga a Él arrepentido (1 Timoteo 2:4-5; Hechos 10:34-35). Dios y su Hijo Jesucristo no mienten y además tienen el poder para hacer lo que dicen. Las Sagradas Escrituras o Biblia son los libros a través de los cuales Dios revela la verdad a todos aquellos que le buscan con un corazón sincero (Juan 7:17; 2 Timoteo 3:16-17; Juan 5:39-40). Si tu has invitado a Jesucristo a entrar en tu vida consulta estos textos en la Biblia (Apocalipsis 3:20; Juan 1:12; Juan 3:36; Juan 14:6, 23 y 26; Mateo 11:27) para que sepas que todo esto que has hecho tiene el fundamento en lo que Dios ha dicho y hecho para ti y El se encargará de llevarlo a buen termino si tú le dejas hacerlo en tu vida. (Filipenses 1:6; 1 Tesalonicenses 5:23-24).
Si Dios te ha bendecido a través de este escrito haz una fotocopia y dásela a quien creas que la necesita. "De gracia recibisteis, dad de gracia." (Mateo 10:8).»
Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad