Que promesa mas maravillosa se leera este fin de semana en todas las iglesias catolicas; El propio Dios ofreciendo a los suyos darles la vida eterna.
Ahora bien para que esa promesa se cumpla en nosotros hemos de tratar de ser una de sus ovejas. ¿Que que hemos de hacer para serlo? Jesucristo en persona nos lo dice, escuchar su voz y seguirle al igual que una oveja sigue a su rebaño y a su pastor. La certeza con que se nos ofrece la vida eterna viene colmada con la garantia de que nadie puede arrebatarnos de ese ala donde recoje la Gallinita celestial a sus pollitos. Leed pues vosotros tambien esta promesa divina para con todo su pueblo.
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Juan 10,27-30
27. Mis ovejas oyen la voz mía; y yo las conozco, y ellas me siguen.
28. Y yo les doy la vida eterna; y no se perderán jamás, y ninguno las arrebatará de mis manos.
29. Pues lo que mi Padre me ha dado*, todo lo sobrepuja; y nadie puede arrebatarlo de mano de mi Padre o de la mía.
30. Mi Padre y yo somos una misma cosa.
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Que Dios me los bendiga
Ahora bien para que esa promesa se cumpla en nosotros hemos de tratar de ser una de sus ovejas. ¿Que que hemos de hacer para serlo? Jesucristo en persona nos lo dice, escuchar su voz y seguirle al igual que una oveja sigue a su rebaño y a su pastor. La certeza con que se nos ofrece la vida eterna viene colmada con la garantia de que nadie puede arrebatarnos de ese ala donde recoje la Gallinita celestial a sus pollitos. Leed pues vosotros tambien esta promesa divina para con todo su pueblo.
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Juan 10,27-30
27. Mis ovejas oyen la voz mía; y yo las conozco, y ellas me siguen.
28. Y yo les doy la vida eterna; y no se perderán jamás, y ninguno las arrebatará de mis manos.
29. Pues lo que mi Padre me ha dado*, todo lo sobrepuja; y nadie puede arrebatarlo de mano de mi Padre o de la mía.
30. Mi Padre y yo somos una misma cosa.
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Que Dios me los bendiga