Hola a todos:
Hace unos días, mientras este foro no estaba en funcionamiento, en otros foros publiqué:
Hoy, esa idea ha crecido en mí, y os incluyo copia del documento que he presentado en gobierno civil.
Al Sr. JOSÉ MARÍA AZNAR, PRESIDENTE DEL GOBIERNO ESPAÑOL
José Manuel Casalta Guillén, mayor de edad, provisto con documento nacional de identidad número **.***.***-A, con domicilio en la ciudad de Vila-real, en Callejón Estación Norte Número 4 (C.Postal: 12540), ante el Gobierno civil en Castellón, comparece y
E X P O N E:
En este alegato, hago una serie de razonamientos, que para poder llegar a comprenderlos, es imprescindible el creer en Dios, y además creer que la Biblia es algo más que un montón de mitos y leyendas. Incluso cumpliendo estas condiciones previas, mi decisión puede llegar a ser muy discutible. Así que no me ha de extrañar, que en el caso de no cumplirse estas condiciones básicas, estos razonamientos, solo se podrán considerar como los de una persona con sus facultades mentales perturbadas.
Hace unos años que volví a ser creyente, después de haber vivido como ateo durante muchos años. Y sin pertenecer a ninguna iglesia humana, ni secta, ni denominación alguna, el estudio personal de la Biblia, me indica o me sugiere un camino a seguir, y a ese camino me atengo.
Uno de los mandamientos de Dios dice: “No matarás” (Éxodo 20:13) Y por corto que este sea, a mi, su significado me resulta totalmente evidente. Pero para la mayoría de la cristiandad, eso no es así, pues pretenden justificar la participación de cristianos en los ejércitos y en las guerras, diciendo que: “Para defender la patria es lícito el matar”, otros pretenden asegurar que lo que realmente está indicado es: “No asesinarás”, pero que se ha traducido erróneamente. Si no tuviera las palabras de Cristo, los argumentos anteriores, podrían hacerme dudar, pero sin embargo, las palabras de Cristo son muy clarificadoras.
(Mateo 5:21-22)
21 Sabéis que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que mate será llevado a juicio. 22 Pero yo os digo que el que se irrite con su hermano será llevado a juicio; el que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo injurie gravemente será llevado al fuego.
(Mateo 5:38-47)
38 Sabéis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 y al que te quiera llevar a juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; 41 al que te obligue a ir con él un kilómetro, vete con él dos. 42 Da a quien te pida, y no vuelvas la espalda al que desea que le prestes algo.
43 Sabéis que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiaras a tu enemigos. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? ¿No hacen eso mismo los publicanos? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de especial? ¿No hacen eso también los paganos?
Tras estas palabras de Cristo, me parece imposible que cualquier persona u organización que pretenda llamarse “cristiana”, pueda intentar justificar cualquier tipo de guerra, ya sea injusta, “justa”, o preventiva.
Yo, como discípulo de Cristo, no tengo nada que ver, ni con la O.T.A.N., ni con cualquier ejercito nacional, o internacional. Ni con la guerra de Irak, ni con cualquier guerra, ya sea presente o futura. Sin embargo, mis palabras no son más que eso, palabras. Pues si España si que está relacionada con estos hechos, y yo soy español, por mucho que diga que no tenga nada que ver con ellos, sigo siendo tan responsable como cualquier otro, o como el mismo gobierno español.
¿Acaso tienen patria los discípulos de Cristo? Cuanto más leo y estudio la Biblia, más convencido estoy de que no debemos de tener ninguna, pues el propio Jesucristo dijo: “... Mi reino no es de este mundo...” (Juan 18:36) Y respecto a sus discípulos dijo:
(Juan 15:19)
19 Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, pues yo os elegí y os saqué del mundo, por eso el mundo os odia.
(Juan 17:16)
16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Ser español, además de lo indicado anteriormente, tiene alguna repercusión más, pues al pertenecer a esta nacionalidad, también dispongo de un D.N.I. o C.I.F., un número, una cifra, que sin la cual, no se puede ni comprar, ni vender.
(Apocalipsis 13:16-18)
16 Hizo que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha o en la frente, 17 de forma que ninguno pudiera comprar o vender si no había sido marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre. 18 Aquí la sabiduría. El que tenga inteligencia, que calcule la cifra de la bestia, una cifra de hombre. Su cifra es 666.
Después de haberme asesorado legalmente sobre la posibilidad de solicitar al gobierno español, que se me reconozca como apátrida, y habérseme informado de su imposibilidad legal, y además, que como discípulo de Cristo, no puedo estar sujeto a la decisión de un gobierno humano, solo me queda por poner en práctica el propio consejo bíblico.
(Apocalipsis 18:4)
4 Oí otra voz que venía del cielo y decía: Sal de ella, oh pueblo mío, para que no seas de sus pecados y no participes de sus plagas;
Por todo lo expuesto:
En virtud de lo anteriormente expuesto, les notifico que esta parte, de forma unilateral, he tomado la decisión de renunciar a mi nacionalidad española, declarándome apátrida. Y conjuntamente a este documento, les hago entrega del Documento Nacional de Identidad en vigor, que poseo en mi poder.
Inicialmente este documento debería de estar en perfecto estado, pero en el caso de que no se me fuera aceptado este, entonces sería cortado en varios trozos, y si aun así, aun me fuera rechazado, tendrían que saber, que los trozos resultantes habrían ido a parar a una papelera cualquiera.
Esta actitud mía, podría llegar a politizarse, y por eso vuelvo a insistir en que no hay ningún motivo de carácter político, en mi decisión. Cuando renuncio a esta nacionalidad, no lo hago para optar a cualquier otra, sino que renuncio a todas las nacionalidades posibles, habidas y por haber.
Vila-real a 5 de noviembre de 2003.
Hace unos días, mientras este foro no estaba en funcionamiento, en otros foros publiqué:
Hoy, esa idea ha crecido en mí, y os incluyo copia del documento que he presentado en gobierno civil.
Al Sr. JOSÉ MARÍA AZNAR, PRESIDENTE DEL GOBIERNO ESPAÑOL
José Manuel Casalta Guillén, mayor de edad, provisto con documento nacional de identidad número **.***.***-A, con domicilio en la ciudad de Vila-real, en Callejón Estación Norte Número 4 (C.Postal: 12540), ante el Gobierno civil en Castellón, comparece y
E X P O N E:
En este alegato, hago una serie de razonamientos, que para poder llegar a comprenderlos, es imprescindible el creer en Dios, y además creer que la Biblia es algo más que un montón de mitos y leyendas. Incluso cumpliendo estas condiciones previas, mi decisión puede llegar a ser muy discutible. Así que no me ha de extrañar, que en el caso de no cumplirse estas condiciones básicas, estos razonamientos, solo se podrán considerar como los de una persona con sus facultades mentales perturbadas.
Hace unos años que volví a ser creyente, después de haber vivido como ateo durante muchos años. Y sin pertenecer a ninguna iglesia humana, ni secta, ni denominación alguna, el estudio personal de la Biblia, me indica o me sugiere un camino a seguir, y a ese camino me atengo.
Uno de los mandamientos de Dios dice: “No matarás” (Éxodo 20:13) Y por corto que este sea, a mi, su significado me resulta totalmente evidente. Pero para la mayoría de la cristiandad, eso no es así, pues pretenden justificar la participación de cristianos en los ejércitos y en las guerras, diciendo que: “Para defender la patria es lícito el matar”, otros pretenden asegurar que lo que realmente está indicado es: “No asesinarás”, pero que se ha traducido erróneamente. Si no tuviera las palabras de Cristo, los argumentos anteriores, podrían hacerme dudar, pero sin embargo, las palabras de Cristo son muy clarificadoras.
(Mateo 5:21-22)
21 Sabéis que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que mate será llevado a juicio. 22 Pero yo os digo que el que se irrite con su hermano será llevado a juicio; el que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo injurie gravemente será llevado al fuego.
(Mateo 5:38-47)
38 Sabéis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 y al que te quiera llevar a juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; 41 al que te obligue a ir con él un kilómetro, vete con él dos. 42 Da a quien te pida, y no vuelvas la espalda al que desea que le prestes algo.
43 Sabéis que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiaras a tu enemigos. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? ¿No hacen eso mismo los publicanos? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de especial? ¿No hacen eso también los paganos?
Tras estas palabras de Cristo, me parece imposible que cualquier persona u organización que pretenda llamarse “cristiana”, pueda intentar justificar cualquier tipo de guerra, ya sea injusta, “justa”, o preventiva.
Yo, como discípulo de Cristo, no tengo nada que ver, ni con la O.T.A.N., ni con cualquier ejercito nacional, o internacional. Ni con la guerra de Irak, ni con cualquier guerra, ya sea presente o futura. Sin embargo, mis palabras no son más que eso, palabras. Pues si España si que está relacionada con estos hechos, y yo soy español, por mucho que diga que no tenga nada que ver con ellos, sigo siendo tan responsable como cualquier otro, o como el mismo gobierno español.
¿Acaso tienen patria los discípulos de Cristo? Cuanto más leo y estudio la Biblia, más convencido estoy de que no debemos de tener ninguna, pues el propio Jesucristo dijo: “... Mi reino no es de este mundo...” (Juan 18:36) Y respecto a sus discípulos dijo:
(Juan 15:19)
19 Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, pues yo os elegí y os saqué del mundo, por eso el mundo os odia.
(Juan 17:16)
16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Ser español, además de lo indicado anteriormente, tiene alguna repercusión más, pues al pertenecer a esta nacionalidad, también dispongo de un D.N.I. o C.I.F., un número, una cifra, que sin la cual, no se puede ni comprar, ni vender.
(Apocalipsis 13:16-18)
16 Hizo que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha o en la frente, 17 de forma que ninguno pudiera comprar o vender si no había sido marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre. 18 Aquí la sabiduría. El que tenga inteligencia, que calcule la cifra de la bestia, una cifra de hombre. Su cifra es 666.
Después de haberme asesorado legalmente sobre la posibilidad de solicitar al gobierno español, que se me reconozca como apátrida, y habérseme informado de su imposibilidad legal, y además, que como discípulo de Cristo, no puedo estar sujeto a la decisión de un gobierno humano, solo me queda por poner en práctica el propio consejo bíblico.
(Apocalipsis 18:4)
4 Oí otra voz que venía del cielo y decía: Sal de ella, oh pueblo mío, para que no seas de sus pecados y no participes de sus plagas;
Por todo lo expuesto:
En virtud de lo anteriormente expuesto, les notifico que esta parte, de forma unilateral, he tomado la decisión de renunciar a mi nacionalidad española, declarándome apátrida. Y conjuntamente a este documento, les hago entrega del Documento Nacional de Identidad en vigor, que poseo en mi poder.
Inicialmente este documento debería de estar en perfecto estado, pero en el caso de que no se me fuera aceptado este, entonces sería cortado en varios trozos, y si aun así, aun me fuera rechazado, tendrían que saber, que los trozos resultantes habrían ido a parar a una papelera cualquiera.
Esta actitud mía, podría llegar a politizarse, y por eso vuelvo a insistir en que no hay ningún motivo de carácter político, en mi decisión. Cuando renuncio a esta nacionalidad, no lo hago para optar a cualquier otra, sino que renuncio a todas las nacionalidades posibles, habidas y por haber.
Vila-real a 5 de noviembre de 2003.
