Originalmente enviado por daniel brion:
<STRONG>Si me permiten una humilde opinión .... ,
Dado el tenor de lo discutido en el epígrafe al presente, se hace necesario definir que es la felicidad.
¿Es ella un sentimiento humano basado en un placer de índole sensible y según la considera el mundo? Dice a propósito la Escritura:
Ml 3,15. Más bien, llamamos felices a los arrogantes: aun haciendo el mal prosperan, y aun tentando a Dios escapan libres.
O mas bien es un estado espiritual, producto de la ayuda del Espíritu mediante la fe, el cual nos hace concientes (aunque solo en la medida en que nuestra carne nos lo permite) de que somos REALMENTE hijos de Dios y de lo que esto implica?
¿No nos da felicidad el vivir en la fe, la esperanza y la caridad?
Lc 1,45. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Tt 2,13. aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
Hch 20,35. En todo os he enseñado que es así, trabajando, como se debe socorrer a los débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en dar que en recibir.»
¿No nos da felicidad el saborear en esperanza el futuro eterno que Dios nos ha querido regalar a nosotros, sus hijos?
Sal 146,5. Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahveh su Dios,
¿No nos da felicidad el saber según Apocalipsis 22 el destino de los elegidos que nos aguarda?
¿No nos da felicidad que EL es el SIEMPRE FIEL y que no nos abandonará JAMAS?:
Sal 33,12. ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!
Ciertamente que la vida nos va dejando heridas y que ciertamente el pecado se enseñorea en la Creación y aún en nosotros y esto nos pesa, pero aún Job nos comparte:
Jb 5,17. ¡Oh sí, feliz el hombre a quien corrige Dios! ¡No desprecies, pues, la lección de Sadday!
Y Santiago nos recuerda:
St 1,12. ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman.
El "secreto" de la felicidad nos lo da Dios desde el Antiguo Testamento:
Dt 4,40. Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que Yahveh tu Dios te da para siempre.
Dt 6,3. Escucha, Israel; cuida de practicar lo que te hará feliz y por lo que te multiplicarás, como te ha dicho Yahveh, el Dios de tus padres, en la tierra que mana leche y miel.
Y el mismo Señor en los Evangelios lo ratifica:
Lc.11,27. Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!»
28. Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»
Pero la felicidad es para gozarla YA, EN ESTA TIERRA:
Mc 10,29. Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,
30. quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.
Mt.5,12. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
Señor Jesús, haznos comprender en que consiste la verdadera alegría de la Buena Noticia de la Salvación y envíanos tu Espíritu para que no busquemos complacernos en aquella efímera que el mundo nos promete engañosamente y podamos, en cambio, disfrutar AHORA de la eterna alegría del Cielo.
Por Jesucristo Nuestro Señor,
AMEN !!.</STRONG>