Doy gracias a Dios por un milagro hermoso que el Señor hizo en mi cuerpo la semana pasada. Artus fue testigo presencial de este hecho, y mil personas más.
Yo nací, como mucha gente, con una pierna más corta que la otra. Con el tiempo me había empezado a ocasionar problemas. El traumatólogo ya me había dicho que necesitaba una especie de cuña de 4 milímetros en mi pie izquierdo para que ya no sintiera tantas molestias.
Durante un servicio donde el Espíritu Santo se manifestó maravillosamente, el predicador invitó a pasar al frente a todas aquellas personas que tenían un problema como el mío. Yo no me encontraba presente, pues estaba afuera con mi pequeña. Mi esposo corrió a hablarme y me dijo: Abril, están orando por aquellos que tienen una pierna más corta que la otra.¡Ve por tu milagro! Y, hermanos y amigos, yo corrí y pasé hasta el frente. Ahí me descalcé y me senté en una silla. El predicador sólo vio mis pies y me dijo: ¡¿Lista?! Le dije que sí, y pude ver cómo mi pie se fue emparejando con el otro. ¡Gloria a Dios! Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Para aquellos escépticos que piensen que se hipnotiza o sugestiona a las personas y cosas por el estilo, les diré lo siguiente:
Esta mañana me puse pantalón, y siempre que me ponía pantalón se notaba la diferencia en el largo de las piernas, ¡¡Hoy lloré de gozo al ver por primera vez en mi vida que el largo de mis pantalones estaba igual!!!
Ayer uno de mis niños (Un joven de 17 años),dio el mismo testimonio pero acerca de él mismo, y su problema era más grande que el mío. ¡¡¡Te amo, Señor!!! Porque eres Mi Dios, Mi Padre, Mi Salvador; Mi Sanador; Mi Libertador, Mi Proveedor, Mi Escudo, Mi Fortaleza, Mi Roca Fuerte, Mi Paz, y tantas cosas más. Gracias, Señor. Porque eres Hacedor de Maravillas.
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Silabita
Yo nací, como mucha gente, con una pierna más corta que la otra. Con el tiempo me había empezado a ocasionar problemas. El traumatólogo ya me había dicho que necesitaba una especie de cuña de 4 milímetros en mi pie izquierdo para que ya no sintiera tantas molestias.
Durante un servicio donde el Espíritu Santo se manifestó maravillosamente, el predicador invitó a pasar al frente a todas aquellas personas que tenían un problema como el mío. Yo no me encontraba presente, pues estaba afuera con mi pequeña. Mi esposo corrió a hablarme y me dijo: Abril, están orando por aquellos que tienen una pierna más corta que la otra.¡Ve por tu milagro! Y, hermanos y amigos, yo corrí y pasé hasta el frente. Ahí me descalcé y me senté en una silla. El predicador sólo vio mis pies y me dijo: ¡¿Lista?! Le dije que sí, y pude ver cómo mi pie se fue emparejando con el otro. ¡Gloria a Dios! Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Para aquellos escépticos que piensen que se hipnotiza o sugestiona a las personas y cosas por el estilo, les diré lo siguiente:
Esta mañana me puse pantalón, y siempre que me ponía pantalón se notaba la diferencia en el largo de las piernas, ¡¡Hoy lloré de gozo al ver por primera vez en mi vida que el largo de mis pantalones estaba igual!!!
Ayer uno de mis niños (Un joven de 17 años),dio el mismo testimonio pero acerca de él mismo, y su problema era más grande que el mío. ¡¡¡Te amo, Señor!!! Porque eres Mi Dios, Mi Padre, Mi Salvador; Mi Sanador; Mi Libertador, Mi Proveedor, Mi Escudo, Mi Fortaleza, Mi Roca Fuerte, Mi Paz, y tantas cosas más. Gracias, Señor. Porque eres Hacedor de Maravillas.
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Silabita