¿No te has fijado que cuando alguien nos habla por teléfono sin ningún motivo nos causa alegría?
O cuando te encuentras a algún amigo y te dice “Estuve pensando en ti” te hace pensar que te toman en cuenta.
Que bueno que esto sucediera con todos y todos los días pero la verdad es que sucede muy raramente.
Génesis 8:1 dice: “Y se acordó Dios de Noe”
A los hombres se nos pueden olvidar las cosas, las palabras, los amigos, las obligaciones, los compromisos, etc... Pero a Dios no se le olvida nada, la memoria de Dios no es como la de los hombres.
Así como Dios no perdió de vista a Noe en medio del diluvio, no nos pierde de vista a nosotros cuando estamos en medio de una tormenta.
Aunque nuestra tormenta sea oscura y fuerte, él nos está viendo y lo más importante es que pase lo que pase dentro de esa tormenta, Dios sabe cual es el momento preciso en que nos debe de rescatar.
Y cuando llegue el tiempo, él va a detener nuestra tormenta y nos va a llevar a tierra seca.
Dios no llevó a Noe al diluvio para dejarlo ahí sólo y olvidarlo, siempre estuvo con él.
Así, si en este momento nos encontramos en medio de una tormenta solamente debemos confiar en que él está con nosotros y esperar a que diga: el tiempo se cumplió y tu tormenta terminó.
Dios se acuerda de ti Salmo 139:7-10
¿Si Dios siempre se acuerda de mí, de qué manera me puedo acordar hoy de él?
A donde Dios nos mande él siempre nos acompañará.
O cuando te encuentras a algún amigo y te dice “Estuve pensando en ti” te hace pensar que te toman en cuenta.
Que bueno que esto sucediera con todos y todos los días pero la verdad es que sucede muy raramente.
Génesis 8:1 dice: “Y se acordó Dios de Noe”
A los hombres se nos pueden olvidar las cosas, las palabras, los amigos, las obligaciones, los compromisos, etc... Pero a Dios no se le olvida nada, la memoria de Dios no es como la de los hombres.
Así como Dios no perdió de vista a Noe en medio del diluvio, no nos pierde de vista a nosotros cuando estamos en medio de una tormenta.
Aunque nuestra tormenta sea oscura y fuerte, él nos está viendo y lo más importante es que pase lo que pase dentro de esa tormenta, Dios sabe cual es el momento preciso en que nos debe de rescatar.
Y cuando llegue el tiempo, él va a detener nuestra tormenta y nos va a llevar a tierra seca.
Dios no llevó a Noe al diluvio para dejarlo ahí sólo y olvidarlo, siempre estuvo con él.
Así, si en este momento nos encontramos en medio de una tormenta solamente debemos confiar en que él está con nosotros y esperar a que diga: el tiempo se cumplió y tu tormenta terminó.
Dios se acuerda de ti Salmo 139:7-10
¿Si Dios siempre se acuerda de mí, de qué manera me puedo acordar hoy de él?
A donde Dios nos mande él siempre nos acompañará.