S. Lucas 21:5-6
[5]Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo:
[6]En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.
El Señor predijo la destrucción total del templo, pero el mundo religioso (llámese, católico, evangélico, protestante, musulmán, ortodoxo y las otras quinicientas denominaciones religiosas existentes) se afana en edificar nuevos templos 'diz que para adorar a Dios...'
Además de predecir la completa destrucción del templo que servía de 'adoración', también Él nos dejó Testimonio de cómo debía ser la verdadera adoración a Dios:
S.Juan 4:21-23
[21]Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
[22]Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
[23]Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
La verdadera adoración es 'en espíritu y en verdad', no en un templo de madera, piedra, ladrillo o bloque. Adoremos pues como Él nos demanda y no como aquellos hipócritas a quienes Él condenó y vaticinó su destrucción juntamente con su templo. Si en verdad queréis adorar a Dios, destruid vuestros 'templos' y edificad allí albergue para los necesitados y comedores para los hambrientos, pues haciendo esto le hacéis un servicio a Él:
S. Mateo 25:34-40
[34]Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
[35]Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
[36]estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
[37]Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
[38]¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
[39]¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
[40]Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
No digo que vayais y le pongais una bomba al templo que visitais (iríais derechito a la cárcel por terrorismo), sino que lo desechéis del todo y os volváis a la adoración que quiere y espera Dios de nosotros, a saber, en el corazón.
Destruid vuestros 'templos', edificad uno nuevo en vuestros corazones.
[5]Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo:
[6]En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.
El Señor predijo la destrucción total del templo, pero el mundo religioso (llámese, católico, evangélico, protestante, musulmán, ortodoxo y las otras quinicientas denominaciones religiosas existentes) se afana en edificar nuevos templos 'diz que para adorar a Dios...'
Además de predecir la completa destrucción del templo que servía de 'adoración', también Él nos dejó Testimonio de cómo debía ser la verdadera adoración a Dios:
S.Juan 4:21-23
[21]Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
[22]Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
[23]Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
La verdadera adoración es 'en espíritu y en verdad', no en un templo de madera, piedra, ladrillo o bloque. Adoremos pues como Él nos demanda y no como aquellos hipócritas a quienes Él condenó y vaticinó su destrucción juntamente con su templo. Si en verdad queréis adorar a Dios, destruid vuestros 'templos' y edificad allí albergue para los necesitados y comedores para los hambrientos, pues haciendo esto le hacéis un servicio a Él:
S. Mateo 25:34-40
[34]Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
[35]Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
[36]estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
[37]Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
[38]¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
[39]¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
[40]Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
No digo que vayais y le pongais una bomba al templo que visitais (iríais derechito a la cárcel por terrorismo), sino que lo desechéis del todo y os volváis a la adoración que quiere y espera Dios de nosotros, a saber, en el corazón.
Destruid vuestros 'templos', edificad uno nuevo en vuestros corazones.