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2 Reyes 6:16-17

> "El profeta respondió: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Señor, que abras sus ojos para que vea. Entonces el Señor abrió los ojos del criado, y miró, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo."
Salmo 23:4

> "Aunque pase por valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento."
Romanos 8:31

> "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?"
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Hace unos años, una hermana de la iglesia atravesaba una lucha muy dura: su esposo estaba enfermo, las deudas aumentaban y había perdido su trabajo. Una noche, mientras oraba en lágrimas, abrió su Biblia al azar y leyó 2 Reyes 6. En ese momento sintió en su corazón que Dios le decía: "No te dejes engañar por lo que ves, porque estoy peleando por ti".
Días después, contra toda lógica, su esposo mejoró, llegó una oportunidad laboral inesperada y personas de la congregación comenzaron a ayudarle sin que ella pidiera nada. Esa experiencia le enseñó que muchas veces el milagro ya está en camino, aunque nuestros ojos aún no lo vean.
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En la vida cristiana, la visión espiritual es más importante que la visión física. Lo que vemos no siempre es la verdad completa; hay un Dios invisible que está rodeando, protegiendo y guiando a Sus hijos en cada batalla.
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1. ¿Estamos viviendo con los ojos espirituales abiertos o solo reaccionando a lo que vemos con los ojos naturales?

2. ¿Reconocemos la presencia y protección de Dios aun cuando no sentimos nada?

3. Si hoy Dios nos rodea con Su poder, ¿por qué seguimos actuando como si estuviéramos solos?

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