<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por ]_^[YO1]^_[:
Debemos tener cuidado de no desfigurar el evangelio (no por su propio poder, sino por nuestras fuerzas) de modo que se dañe, de defenderlo tan bien que fracase. No debemos afanarnos: el evangelio no necesita nuestra ayuda; es suficientemente fuerte en sí mismo. Dios lo elogia, porque lepertence... Por lo tantl, es una cosa tonta que esta débil brisa deba oponerse a los sofistas: ¿Qué lograría este murciélago con sus aletazos?
Sermón sobre "La fe y las buenas obras" en Reid, p.131.[/quote]
Una vez le escuché a un querido pastor bautista citar a Stanley Jones, quien dijo que la Palabra de Dios no es como un frágil cristal que debe ser cuidadosamente guardado para que no se quiebre. Es más bien, decía Jones, como un valeroso león que sólo necesita ser liberado para prevalecer sobre cualquier adversario.
Lo mismo puede aplicarse al Evangelio. Basta que sea proclamado; el Santo Espíritu de Dios hace el resto.
Oremos para ser hallados fieles en tal proclamación.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius