Re: ¿Debe un cristiano celebrar Halloween ?
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza."
Nuestra fortaleza a pesar de nuestra debilidad es la fuerza de Cristo, pues cuando somos débiles el es fuerte en nosotros.
"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."
Esta armadura de Dios no es tangible, es espiritual y más adelante se nos dice de que está constituida. Y de hecho es una armadura de Dios.
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
Nosotros que somos de carne y de sangre, no podemos intervenir en una lucha que no es contra carne ni sangre, pues es una lucha en regiones a las cuales nosotros todavía no tenemos acceso. De hecho el único que tiene ese derecho y ese acceso es Cristo mismo, pues el mismo fue constituido por sobre todo ese lugar y por sobre todos esos seres. Así lo dejó escrito el mismo Pablo al principio de esta misma carta a los Efesios:
"Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo."
Cristo mismo está por sobre todo principado, poder, y huested celestial de maldad en las regiones celestes. El es el que gobierna ese territorio, Supoder es sobre todo eso y su fuerza es la que por herencia, nos protege de todo aquello.
"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes."
La orden de resistir en una guerre o lucha, no es de atacar, sino de estar allí en espera de la oportuna ayuda que viene en camino, allí opera la fe. Estar firme es otra orden militar en la cual el soldado no debe moverse para nada y estar confiado en que el que le dio la orden, tiene todo bajo su control.
"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,"
Esta orden de estar firme, está basada en que nosotros estamos en la verdad que es Cristo y que al haber sido justificados por él, y habiendo clavado él el acta que nos era contraria en la cruz, podemos estar seguros de que tenemos una coraza de justicia que nos proteje.
"y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz."
¿Acaso dice el apresto del evangelio de la guerra, aunque sea espiritual? No, no. Esto lo que nos dice es que lo que a nosotros nos corresponde, no es hacer guerra, sino estar confiados en que si cumplimos nuestra parte que es predicar el evangelio, podemos estar seguros de que seremos protegidos por la fuerza del que está por sobre todo principado. Pablo loo dice así en Romanos: "!!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"
Con ese apresto es con lo que tenemos que calzar nuestros pies, con el evangelio de la paz, de buenas nuevas, no el de la guerra.
"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno."
La fe es un escudo inflanqueable, debemos estar totalmente seguros de que estamos en el hueco de la mano del Señor y que:
"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
!Que hermoso! ¿Como no tener esta certeza, esta fe.
"Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;"
El yelmo es lo que se usa sobre la cabeza. Este yelmo de la salvación es Cristo, quien es la cabeza de la Iglesia. El está sobre nuestras cabezas y el es nuestra salvación. Esta seguridad nos hace confesar en todo momento, nuestra salvación. Esa confesión es la palabra que como una espada de doble filo, penetra hasta los huesos de todos aquellos que la escuchen. Esta espada no es para blandir sobre o contra el enemigo, sino mas bien para anunciar las buenas nuevas de salvación.
Y como hacemos esto:
"orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;"
Esta oración en el espíritu, es una oración constante, de acción de gracias. No es una oración de guerra, con sonidos estridentes, ni vociferando en contra de lo que no conocemos, sino en la paz de nuestra fe y seguridad de salvación. Debe hacerse los unos por los otros como miembros de un mismo cuerpo.
"y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,"
Todo este discurso de Pablo a los Efesios, está basado en esto que pide al finalo. La razón de estas oraciones, de esta confinaza de toda esta armadura, es para que a la hora de compartir el evangelio y llevarlo hasta el fin del mundo, sea puesta gracia y denuedo en nuestras palabras, para que más y más conzcan y vengan a los pies de Cristo.
"por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar."
Todo lo que han llamado y han basado la mal llamada "Guerra espiritual", es más bien todo lo contrario, es un sentir de confianza, paz, seguridad y fe, de que Dios es nuestra fortaleza y nuestro pronto auxilio y que de el es la venganza y que solamente el dará el pago.
Nosotros lo que debemos hacer es:
"...resistid al diablo y el huirá de vosotros..."
Dios te bendice!
Greivin.
Parece que tu mismo no has entendido a lo que se refiere Efesios. En la mal llamada "Guerra espiritual" Que es un concepto que la biblia no acuña en ningún lado, pero te voy a dar una pequeña explicación:
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza."
Nuestra fortaleza a pesar de nuestra debilidad es la fuerza de Cristo, pues cuando somos débiles el es fuerte en nosotros.
"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."
Esta armadura de Dios no es tangible, es espiritual y más adelante se nos dice de que está constituida. Y de hecho es una armadura de Dios.
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
Nosotros que somos de carne y de sangre, no podemos intervenir en una lucha que no es contra carne ni sangre, pues es una lucha en regiones a las cuales nosotros todavía no tenemos acceso. De hecho el único que tiene ese derecho y ese acceso es Cristo mismo, pues el mismo fue constituido por sobre todo ese lugar y por sobre todos esos seres. Así lo dejó escrito el mismo Pablo al principio de esta misma carta a los Efesios:
"Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo."
Cristo mismo está por sobre todo principado, poder, y huested celestial de maldad en las regiones celestes. El es el que gobierna ese territorio, Supoder es sobre todo eso y su fuerza es la que por herencia, nos protege de todo aquello.
"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes."
La orden de resistir en una guerre o lucha, no es de atacar, sino de estar allí en espera de la oportuna ayuda que viene en camino, allí opera la fe. Estar firme es otra orden militar en la cual el soldado no debe moverse para nada y estar confiado en que el que le dio la orden, tiene todo bajo su control.
"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,"
Esta orden de estar firme, está basada en que nosotros estamos en la verdad que es Cristo y que al haber sido justificados por él, y habiendo clavado él el acta que nos era contraria en la cruz, podemos estar seguros de que tenemos una coraza de justicia que nos proteje.
"y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz."
¿Acaso dice el apresto del evangelio de la guerra, aunque sea espiritual? No, no. Esto lo que nos dice es que lo que a nosotros nos corresponde, no es hacer guerra, sino estar confiados en que si cumplimos nuestra parte que es predicar el evangelio, podemos estar seguros de que seremos protegidos por la fuerza del que está por sobre todo principado. Pablo loo dice así en Romanos: "!!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"
Con ese apresto es con lo que tenemos que calzar nuestros pies, con el evangelio de la paz, de buenas nuevas, no el de la guerra.
"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno."
La fe es un escudo inflanqueable, debemos estar totalmente seguros de que estamos en el hueco de la mano del Señor y que:
"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
!Que hermoso! ¿Como no tener esta certeza, esta fe.
"Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;"
El yelmo es lo que se usa sobre la cabeza. Este yelmo de la salvación es Cristo, quien es la cabeza de la Iglesia. El está sobre nuestras cabezas y el es nuestra salvación. Esta seguridad nos hace confesar en todo momento, nuestra salvación. Esa confesión es la palabra que como una espada de doble filo, penetra hasta los huesos de todos aquellos que la escuchen. Esta espada no es para blandir sobre o contra el enemigo, sino mas bien para anunciar las buenas nuevas de salvación.
Y como hacemos esto:
"orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;"
Esta oración en el espíritu, es una oración constante, de acción de gracias. No es una oración de guerra, con sonidos estridentes, ni vociferando en contra de lo que no conocemos, sino en la paz de nuestra fe y seguridad de salvación. Debe hacerse los unos por los otros como miembros de un mismo cuerpo.
"y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,"
Todo este discurso de Pablo a los Efesios, está basado en esto que pide al finalo. La razón de estas oraciones, de esta confinaza de toda esta armadura, es para que a la hora de compartir el evangelio y llevarlo hasta el fin del mundo, sea puesta gracia y denuedo en nuestras palabras, para que más y más conzcan y vengan a los pies de Cristo.
"por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar."
Todo lo que han llamado y han basado la mal llamada "Guerra espiritual", es más bien todo lo contrario, es un sentir de confianza, paz, seguridad y fe, de que Dios es nuestra fortaleza y nuestro pronto auxilio y que de el es la venganza y que solamente el dará el pago.
Nosotros lo que debemos hacer es:
"...resistid al diablo y el huirá de vosotros..."
Dios te bendice!
Greivin.
