Hay un viejo himno que dice:<<El mundo no es mi hogar, soy peregrino aqui>>. Puesto que Dios nos ha prometido una nueva tierra (2P.3:13), es correcto que los cristianos digamos que estamos de paso por este mundo actual de camino a nuestro hogar final.
Aunque este mundo no es nuestro hogar final, hemos de hacer más que pasar por el. El Espiritu Santo vino el dia de Pentecontès (Hch. 2) a trabajar poderosamente en nosotros y por medio de nosotros como creyentes para influenciar nuestra sociedad. Jesús oró: <<Como tú me enviaste al mundo, asi yo los he enviado al mundo>> (Jn.17:18). Hemos de servir a los demas como lo hizo Él. Conocer a Dios y servirlo aqui en la tierra es la preparación perfecta para nuestro hogar allá en el cielo.
Aunque este mundo no es nuestro hogar final, hemos de hacer más que pasar por el. El Espiritu Santo vino el dia de Pentecontès (Hch. 2) a trabajar poderosamente en nosotros y por medio de nosotros como creyentes para influenciar nuestra sociedad. Jesús oró: <<Como tú me enviaste al mundo, asi yo los he enviado al mundo>> (Jn.17:18). Hemos de servir a los demas como lo hizo Él. Conocer a Dios y servirlo aqui en la tierra es la preparación perfecta para nuestro hogar allá en el cielo.