Originalmente enviado por: Eddy González
Hola Tobi:
Ya localicé el documento referente a los cánones del IV Concilio de Constantinopla, el cual tu sugeriste que yo leyera y comentara. Espero que todavía te acuerdes que hablamos del tema de las imágenes en el mes de julio del 2002. Al igual que tú, yo también he tenido unas largas, agradables y merecidas vacaciones.
Al llegar al cánon #3 que se refiere a los iconos sagrados, no dice nada que implique que debemos una adoración hacia ellos en sí tal como tú lo dijiste. Tal como yo trataba de explicar, solamente habla de una veneración hacia ellos, especialmente hacia el icono de nuestro Señor Jesucristo, con el mismo honor que le damos al libro de los evangelios, según lo indica el mismo cánon #3. Mas no habla de adoración alguna.
¿Porqué deberíamos darle veneración a los iconos sagrados? Según el mismo cánon #3, por la razón de que así como a través de las palabras escritas contenidas en el libro todos obtendremos salvación, así también a través de la influencia que los colores en una pintura ejercitan en la mente, todos nos beneficiamos. Así como el lenguaje enseña y demuestra a través de las sílabas, así también lo hace la pintura por medio de los colores. Entonces está correcto, de acuerdo con la verdadera razón y muy antigua tradición, que los iconos sean honrados y venerados en una manera derivativa debido al honor que es dado a sus arquetipos, y debe ser igual al que se le da al libro sagrado de los santos evangelios y la representación de la preciosa cruz.
Al contrario de lo que tú dices, este cánon de ninguna manera contradice la enseñanza contenida actualmente en el catecismo católico sobre las imágenes. A pesar de que se trata de un documento antiguo, todavía tiene vigencia hoy día para los creyentes católicos. Lo que dice ese documento ha sido históricamente, y sigue siendo, la posición católica. Por eso yo no me siento anatemizado, porque eso concuerda, gracias a Dios, con lo que yo creo acerca de las imágenes. Lo que yo necesito aprender sobre mis creencias, y el porqué de ellas, está contenido y explicado en el catecismo (el cual no va contra la Palabra de Dios) y no se me exige que lo aprenda leyéndo los documentos (que son largos de leer) de los diferentes concilios, pero es bueno saber que están disponibles para aquellos que así quieran hacerlo.
¡QUÉ LA PAZ DEL SEÑOR SIGA HABITANDO EN TU CORAZÓN!