De la tradición a la verdad (Richard Bennet - Ex-sacerdote católicorromano)

Fidelidad,

WOW! Que testiminio precioso. Me goce de gran manera. Las cosas que hace mi Señor Jesucristo son maravillosas. Y estan disponibles para todo el que cree.

Como comente en el epigrafe "Soy Catolico" estan disponibles para todo aquel que verdaderamente ama a Dios sobre todas las cosas. Para el que quiera seguir en tinieblas seguiran ocultas. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Y esto ha sucedido en toda la historia... no es nuevo.

Muchos son los llamados, y pocos los escogidos. Entre los escogidos ¿te encuentras tu que lees???

Asegurate que si!!
Shalom!
 
Actualizo esta apertura como complemento a las relacionadas, recientemente abiertas.

En Cristo
Rogelio
 
A que iglesia va el sr. bennett, donde por su testimonio no le debe obediencia al pastor.
O acaso se fundo su propia iglesia? Los noventas fueron un.decada donde se armaban muchas. No le habra sido dificil
 
  • Like
Reacciones: VALENCIA
(continúa del mensaje anterior)

El versículo citado fue escrito 750 años antes de la crucifixión de nuestro Señor. Poco después del sacrificio en la cruz, la Biblia declara, "quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia, y por cuya herida fuisteis sanados" (1 Pedro 2:24). (Señor Jesús, declaro que llevaste mis pecados en tu cuerpo. En esto, únicamente, confío).

Puesto que nosotros heredamos nuestra naturaleza pecaminosa de Adán, todos hemos
pecado y hemos sido destituidos de la gloria de Dios. ¿Cómo podríamos presentarnos
delante de un Dios santo—a menos que sea en Cristo—y aceptar que él murió en nuestro
lugar cuando nosotros deberíamos haber muerto? Dios es quien nos da fe para nacer de
nuevo, haciendo posible que aceptemos a Cristo como nuestro sustituto. Fue Cristo quien pagó el precio de nuestros pecados. El que no tenía pecado, no obstante fue crucificado. ¿Es la fe en este hecho suficiente para salvarnos? Efectivamente. La fe que produce el nuevo nacimiento es suficiente. Esa fe, nacida de Dios, dará como resultado las buenas obras, incluyendo el arrepentimiento: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas"(Efesios 2:10).

Al arrepentirnos, nosotros desechamos, por medio del poder de Dios, nuestro antiguo estilo de vida y los pecados anteriores. Esto no significa que nunca volveremos a pecar, pero sí significa que nuestra posición ante Dios ha cambiado. Somos llamados hijos de Dios, porque en verdad ahora lo somos. Si en la actualidad pecamos, esto crea un problema en nuestra relación con el Padre, y se puede solucionar. Pero no significa que hemos perdido nuestra relación como hijos de Dios en Cristo, puesto que esta posición es irrevocable. En Hebreos 10:10, la Biblia lo expresa en forma maravillosa, "...somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre". La obra de Cristo en la cruz es suficiente y completa. Cuando usted confía únicamente en este sacrificio consumado, una nueva vida, nacida del Espíritu, pasa a ser suya—usted nace de nuevo.

MI SITUACION ACTUAL

Hoy, en 1991, el Señor me ha preparado para el ministerio evangelístico, y me ha ubicado
en la zona del noroeste pacífico de los Estados Unidos. Lo que el apóstol Pablo le decía a sus conciudadanos judíos, yo lo digo a mis hermanos católicos: el deseo de mi corazón y mi oración a Dios es que los católicos también se salven. Puedo dar testimonio personal de que son celosos en cuanto a Dios, pero el celo no se basa en la Palabra de Dios sino en la tradición de la Iglesia. Si ustedes entendieran la devoción y la agonía que algunos de nuestros hermanos y hermanas en las Islas Filipinas y Sudamérica han puesto en su religión, entonces comprenderían el llanto de mi corazón. "Señor, danos compasión para entender el dolor y tormento que nuestros hermanos y hermanas experimentan en la búsqueda por complacerte. Cuando comprendamos el dolor dentro del corazón de los católicos, tendremos el deseo de mostrarles las Buenas Nuevas de la obra completa de Cristo en la cruz".

Mi testimonio muestra lo difícil que fue para mí como católico el abandonar la tradición de
la Iglesia; pero cuando el Señor demanda esto en su Palabra, tenemos que obedecerle. La
"apariencia piadosa" que distingue a la Iglesia Católica Romana ha hecho sobradamente difícil que el católico pueda ver dónde está el verdadero problema. Cada uno de nosotros debe determinar por cuál autoridad hemos de conocer la verdad. La Iglesia Católica Romana alega que sólo por su autoridad se puede conocer la verdad. En sus propias palabras, en la sección 1 del código 212, dice: "Los fieles, conscientes de su propia responsabilidad, están obligados a seguir, por obediencia cristiana, todo lo que los pastores sagrados, como representantes de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen como rectores de la iglesia" (Concilio Vaticano II, Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan
Pablo II, 1983). Sin embargo, según la Santa Biblia, sólo la Palabra de Dios es la autoridad por la cual la verdad puede llegar a conocerse. Fueron las tradiciones inventadas por los hombres las que hicieron que los reformadores exigieran "Sólo la Escritura, sólo mediante la fe, sólo mediante la gracia".

LA RAZON PORQUE COMPARTO MI TESTIMONIO

Yo sufrí durante 14 años porque nadie tuvo el valor de hablarme de la verdad. Comparto
estas verdades con usted ahora a fin de que pueda conocer el camino de la salvación que
Dios nos ha dado. Nuestra falla fundamental como católicos está en creer que de alguna
forma podemos responder de nuestra propia cuenta a la ayuda que Dios nos da para estar
bien en su presencia. Esta presuposición que muchos de nosotros hemos mantenido por
muchos años se define adecuadamente en el Catecismo de la Iglesia Católica (1994)
#2021: "Gracia es la ayuda que Dios nos da para responder a nuestra vocación de volvernos sus hijos adoptivos..."

Mi oración es que Dios Padre le otorgue la gracia para poder aceptar que Cristo murió en la cruz en su lugar, y que sepa que su sacrificio es suficiente para convertirlo en una nueva criatura en él. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (San Juan 3:16).

Con semejante actitud, sin saberlo estábamos respetando una enseñanza que la Biblia
continuamente condena. Esa definición de la gracia es una sutil invención del hombre,
porque la Biblia consecuentemente declara que la posición correcta del creyente con Dios es
"sin obras" (Romanos 4:6), "sin las obras de la ley" (Romanos 3:28), "no por obras" (Efesios 2:9), "pues es don de Dios" (Efesios 2:8). Tratar de hacer que la respuesta del creyente sea parte de su salvación y que considere que la gracia es "una ayuda", es negar categóricamente la verdad de la Biblia, que declara: "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia..." (Romanos 11:6).

El simple mensaje de la Biblia es que "el don de la justicia" en Cristo Jesús es un regalo, y descansa en el sacrificio omnisuficiente que él consumó en la cruz, "Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo,
Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia"(Romanos
5:17).

Por lo tanto, es como Jesucristo lo dijo en persona, él murió en lugar del creyente, "para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10:45). Así como cuando declaró, "...esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada…" Pedro proclamó lo mismo, "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios..." (1 Pedro 3:18).

La predicación de Pablo se resume al final de 2 Corintios 5:21, "Al que no conoció pecado,
por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2 Corintios 5:21).

Este hecho, estimado lector, se presenta claramente en la Biblia. Dios ahora ordena que lo aceptemos, "...arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:15)

El arrepentimiento más difícil para nosotros los católicos intransigentes es cambiar nuestra forma de pensar de "merecer", "ganar", "ser bueno lo suficiente" a simplemente aceptar con las manos vacías el don de justicia en Cristo Jesús. Negarse a aceptar lo que Dios manda es el mismo pecado en que incurrieron los judíos religiosos en los días de Pablo: "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a
la justicia de Dios" (Romanos 10:3).

Mi peregrinaje de fe me ha llevado a depender solamente en Jesucristo y su Palabra. Si él
sólo es su pastor, no necesitará nada más. Le perdonará sus pecados y lo convertirá en una
nueva criatura Pídale a Dios que le otorgue la gracia y la fe para aceptar su Palabra., Si usted le pide de todo corazón, él pondrá en usted la voluntad y el propósito de confiar en él. Lo acercará a él mediante su gracia, y hará que comprenda que ha nacido de nuevo, que tiene una nueva vida y un nuevo propósito, porque "lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que nacido del Espíritu, espíritu es" (San Juan 3:6). ¡Gloria al Señor!

Richard P. Bennett

Si desea comunicarse conmigo, escriba a:

Richard P. Bennett

P. O. Box 55353
Portland, OR 97238-5353
E. U.A.

Richard Bennett of Berean Beacon

The ministry’s Internet web page is: http://www.integrityonline.com/cl/berean

To contact him, e-mail him at [email protected] or
[email protected] or write to him c/o Berean Beacon, P. O. Box 55353,
Portland, OR 97238.USA

Puede copiarse

-----------------------

3d5cc1ff793a02a5c65543bc82f20d22.jpg
 
Si tienes rabo de paja no te acerques a la candela:

Esas palabras me molestaron por algún tiempo porque las luces, los banderines, la música de la gente, las guitarras y los tambores me gustaban mucho. Probablemente ningún otro sacerdote en la isla de Trinidad tenía sotanas, vestimentas y adornos tan coloridos como los que tenía yo. Era evidente que yo no deseaba renunciar a esta "apariencia de piedad". Así pues, por esas razones no quería poner en vigor lo que me revelaban mis ojos.

Por supuesto, el diablo resquebraja al que vive segun las apariencias y no segun el Espíritu.
 
Lo curioso es que con el caso del señor Bennett, los católicos no pueden usar ese su argumento torpe de "Católico ignorante, futuro protestante".
 
Lo curioso es que con el caso del señor Bennett, los católicos no pueden usar ese su argumento torpe de "Católico ignorante, futuro protestante".
claro, se hizo pentecostal...
No. Se hizo presbiteriano. O sea calvinista. No encaja en tu perfil de iglesia cristiana ...
Pobre sr. bennett, sale de La Iglesia pero algunos evangelicos no lo quieren.
 
Realmente un hermoso testimonio el de este señor Richard Bennet. Una de las conversiones más impactantes desde el catolicismo romano hasta los pies de Cristo.
 
20 mitos católicos

referentes al Cristianismo Evangélico

por Daniel Sapia




2. «El Protestante se fue de la Iglesia Católica porque la desconocía. Ya lo dice la frase popular: “Católico ignorante, seguro Protestante”...»

Falso. Imagino lo duro que debe ser para un Católico que ama a su Iglesia el saber que alguien salió de ella teniendo justificados motivos para hacerlo. Para eludir esta (poco deseada) circunstancia, lo más sencillo es desacreditar al sujeto respecto de sus conocimientos sobre la Santa Madre Iglesia. Lo curioso es que cuando quien sale es un sacerdote ordenado, este argumento ya no funciona, y entonces se esgrime otro argumento, como que se volvió loco o apostató de su fe “por una pollera”. En mi caso particular ASEGURO que conozco más de la Iglesia de Roma ahora, que mientras pertenecía a ella (durante 32 años). Y esta circunstancia, lejos de ser un factor de “arrepentimiento” por la decisión tomada, ha contribuido a confirmar lo acertada de la misma. Es más, MUCHOS han salido de la Iglesia Católica Romana precisamente por haberla conocido, habiendo contrastado sus enseñanzas, dogmas y tradiciones con lo que la Biblia enseña.

Fuente: https://www.conocereislaverdad.org/mitos.htm