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Han pasado 12 años desde que pise una iglesia cristiana por primera vez, mi fervor era grande y mis espectativas aun mayores, tenía 15 años, acabada de salir del bachillerato e ingresaba a la universidad.
Siempre he sido muy curioso y bastante estudioso, de tal forma que me empeze a empapar rapidamente de las doctrinas y enseñanzas cristianas, ya conocia la biblia porque desde pequeño me habia llamdo la atención su lectura.
Tres años depués ya era lider de jovenes y director de alabanza, aqui empece a comprender algunas cosas que ya habia visto a mi llegada a la iglesia, como el afan de poder de algunos lideres y la hipocrecia reinante en todos los aspectos, el pastor de esta congregacion me atacaba constantemente, luego, al leer una carta que le envio a una joven que yo cortejaba, comprendi el trasfondo del asunto. Como es de esperarse esta iglesia se vino a pique, yo me mude de ese barrio y decide congregarme en una pequeña iglesia.
Bueno realmente el cuento de las envidias y de los celos son propios de cualquier circulo social y no son relevantes. Lo triste es lo que tenia que ver todavia:
En mis labores de evangelizacion tuve que tratar con jovenes drogadictos y con expendedores de alucinogenos (aqui en colombia les decimos jibaros), con mucho esfuerzo se logro la conversion de un jibaro de bastante peso en el barrio, todo iba bien hasta que se nos ocurrio la gran idea de llevarlo a una de las iglesias mas grandes de Bogota a un culto de alabanza, la sorpresa que nos llevamos con otro hermano cuando descubrimos que el jefe del jibaro era nada mas y nada menos que uno de los lideres de esa iglesia, quien lo llamo aparte, lo insulto y lo saco de la iglesia, esto basto para que este joven nunca volviera a una iglesia y se pudriera en el vicio, de pasada esta situación provoco la deserción de varios hermanos que se enteraron de los acontecimientos.
Mas adelante fui a un seminario de sanidad, depues de cuatro dias de capacitacion debiamos ir al coliseo el salitre con el fin de poner en practica lo aprendido (que sorpresas estaba por llevarme) al finalizar la tarde una mujer me pidio que orara por su hijo que hacia 10 años no caminaba, claro con mucho gusto lo hice y que sorpresa, cuando este hombre se para de su silla de ruedas y empieza a caminar. Termino el sabado todos nos fuimos a casa y al siguiente dia al filo de las tres llegue nuevamente al coliseo, em ese momento habia un gran alboroto, un hombre que nunca habia caminado, se ponía en pie por primera vez, al observar hacia el pulpito distingui al hombre del dia anterior, todo era una farsa.
Yo siempre, a pesar de todos los escolllos y las cosas que a diario tenia que ver, pensaba en el Señor, ponía mis ojos en él y trataba de olvidar lo demas. El problema es que, por mas que se cierren los ojos es dificil dejar de percibir la luz del sol e impedir que te quemen sus rayos, pero llegaron situaciones que definitivamente ya no podía ignorar y comprendi que todo era una gran farsa.
Si quisiera enumerar la cantidad de situaciones que vi en las iglesias, tendria que escribir un libro, pero hay cosas que digo publicamente, porque no las pienso callar:
"Espero ansiosamente el dia de justicia en que he de ver a todos estos lobos vestidos de ovejas, a estos testaferros de mafiosos y de narcotraficantes detras de las rejas, anhelo profundamente el día en que sean desenmascardos sus rostros y sus crimenes salgan a la luz publica, es triste ver una sociedad tan violenta como la colombiana y es aun mas triste ver como estos lideres cristianos no tienen nada que enviadiarle a lo peor de esta sociedad, lo peor de todo es que los atentados que les hacen, pasan a la luz publica como una persución hacia la iglesia y estos picaros se vuelven martires, pero afortunadamente hay personas que sabemos de sus vinculos con los narcos y que hoy en dia en Colombía el mejor sitio para lavar dolares son las iglesias evangelicas, que verguenza"
Ahora... Cada quien decide su vida, habran algunos que teman la condenacion o prisiones eternas, yo lo que realmente temo es ser complice del robo que se hace a los desposeidos de este pais, de como en nombre de Dios les quitan lo poco tienen, mientras les pagan con desprecio, yendo un poco mas alla estoy convencido que 2000 años de cristianismo no le han dejado sino sangre, guerra y terror a este mundo (algo similar a lo que vivimos hoy en dia en Colombia).
Alejandro
[email protected]
Han pasado 12 años desde que pise una iglesia cristiana por primera vez, mi fervor era grande y mis espectativas aun mayores, tenía 15 años, acabada de salir del bachillerato e ingresaba a la universidad.
Siempre he sido muy curioso y bastante estudioso, de tal forma que me empeze a empapar rapidamente de las doctrinas y enseñanzas cristianas, ya conocia la biblia porque desde pequeño me habia llamdo la atención su lectura.
Tres años depués ya era lider de jovenes y director de alabanza, aqui empece a comprender algunas cosas que ya habia visto a mi llegada a la iglesia, como el afan de poder de algunos lideres y la hipocrecia reinante en todos los aspectos, el pastor de esta congregacion me atacaba constantemente, luego, al leer una carta que le envio a una joven que yo cortejaba, comprendi el trasfondo del asunto. Como es de esperarse esta iglesia se vino a pique, yo me mude de ese barrio y decide congregarme en una pequeña iglesia.
Bueno realmente el cuento de las envidias y de los celos son propios de cualquier circulo social y no son relevantes. Lo triste es lo que tenia que ver todavia:
En mis labores de evangelizacion tuve que tratar con jovenes drogadictos y con expendedores de alucinogenos (aqui en colombia les decimos jibaros), con mucho esfuerzo se logro la conversion de un jibaro de bastante peso en el barrio, todo iba bien hasta que se nos ocurrio la gran idea de llevarlo a una de las iglesias mas grandes de Bogota a un culto de alabanza, la sorpresa que nos llevamos con otro hermano cuando descubrimos que el jefe del jibaro era nada mas y nada menos que uno de los lideres de esa iglesia, quien lo llamo aparte, lo insulto y lo saco de la iglesia, esto basto para que este joven nunca volviera a una iglesia y se pudriera en el vicio, de pasada esta situación provoco la deserción de varios hermanos que se enteraron de los acontecimientos.
Mas adelante fui a un seminario de sanidad, depues de cuatro dias de capacitacion debiamos ir al coliseo el salitre con el fin de poner en practica lo aprendido (que sorpresas estaba por llevarme) al finalizar la tarde una mujer me pidio que orara por su hijo que hacia 10 años no caminaba, claro con mucho gusto lo hice y que sorpresa, cuando este hombre se para de su silla de ruedas y empieza a caminar. Termino el sabado todos nos fuimos a casa y al siguiente dia al filo de las tres llegue nuevamente al coliseo, em ese momento habia un gran alboroto, un hombre que nunca habia caminado, se ponía en pie por primera vez, al observar hacia el pulpito distingui al hombre del dia anterior, todo era una farsa.
Yo siempre, a pesar de todos los escolllos y las cosas que a diario tenia que ver, pensaba en el Señor, ponía mis ojos en él y trataba de olvidar lo demas. El problema es que, por mas que se cierren los ojos es dificil dejar de percibir la luz del sol e impedir que te quemen sus rayos, pero llegaron situaciones que definitivamente ya no podía ignorar y comprendi que todo era una gran farsa.
Si quisiera enumerar la cantidad de situaciones que vi en las iglesias, tendria que escribir un libro, pero hay cosas que digo publicamente, porque no las pienso callar:
"Espero ansiosamente el dia de justicia en que he de ver a todos estos lobos vestidos de ovejas, a estos testaferros de mafiosos y de narcotraficantes detras de las rejas, anhelo profundamente el día en que sean desenmascardos sus rostros y sus crimenes salgan a la luz publica, es triste ver una sociedad tan violenta como la colombiana y es aun mas triste ver como estos lideres cristianos no tienen nada que enviadiarle a lo peor de esta sociedad, lo peor de todo es que los atentados que les hacen, pasan a la luz publica como una persución hacia la iglesia y estos picaros se vuelven martires, pero afortunadamente hay personas que sabemos de sus vinculos con los narcos y que hoy en dia en Colombía el mejor sitio para lavar dolares son las iglesias evangelicas, que verguenza"
Ahora... Cada quien decide su vida, habran algunos que teman la condenacion o prisiones eternas, yo lo que realmente temo es ser complice del robo que se hace a los desposeidos de este pais, de como en nombre de Dios les quitan lo poco tienen, mientras les pagan con desprecio, yendo un poco mas alla estoy convencido que 2000 años de cristianismo no le han dejado sino sangre, guerra y terror a este mundo (algo similar a lo que vivimos hoy en dia en Colombia).
Alejandro
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