Estimado Alissa, no quisiera que esté intercambio, afectará de alguna manera nuestra relación como personas, que en realidad lo sentiría muchísimo.¿Eran los sacerdotes de Israel hechiceros? ¿No acaso echaban el Urim y Tumim , esas piedras que llevaban en el pectoral, para conocer la voluntad de Dios? ¿No acaso untaban y rociaban mobiliario de su templo con la sangre de animales degollados? ¿Era José adivino porque interpretaba el significado de los sueños en Egipto?
¿Fueron actos de brujería los que ejecutaron los israelitas alrededor de las murallas de Jericó psra precipitar su caída?
Pues bien, todos estos rituales y simbolismos podrían haber parecido “hechicería” a personas ajenas a la religión, como Herodoto.
Lo mismo pensaban los romanos que relataban que los primeros cristianos “comían” el cuerpo de su Maestro y “bebían” su sangre.
Repito: la astrología era vital para los pueblos y mezclaba tanto nociones correctas como erróneas, pues no se conocía el método científico. No podemos juzgarla con los ojos actuales. Desde el relato de la creación en Génesis se nos dice que el propósito por el que Dios creo los astros fue “servir de señal para las estaciones, los días y los años”. Desde ahí nos damos cuenta de la importancia de la astrología para los autores de la Torah.
Los testigos de Jehová, como adoradores de un solo Dios, no de una Trinidad, deberían reconocer en sus publicsciones la valiosísima contribución de Zoroastro a la humanidad, al darle la primera religión revelada firmemente monoteísta que registra la historia. Su negativa a reconocerlo se debe a que les parece imposible aceptar que exista revelación divina fuera de los 66 libros del canon bíblico. Por eso le ven cara de “paganos” a todos los que no eran israelitas.
Asimismo todos y cada uno deberíamos analizar concienzudamente, en que o en quien depositamos nuestra fe, ya que “el mundo entero está en poder del inicuo” 1Jn. 5: 19, y él “sigue transformándose en ángel de luz” 2 Corr. 11: 14, porque es “el gobernante de este mundo” Jn. 12: 31.
Todo lo que enumeras en primera instancias, fueron hechos aprobados por Jehová.
Si bien el movimiento de las constelaciones servían de señales, no se debía utilizar para predecir hechos o acontecimientos futuros, como la astrología.
No se que tiene que ver los testigos de Jehová en todo esto, pues lo expuesto anteriormente no proviene de ellos, sino de reconocidas personas estudiosas.
Te refieres a (sic)
“la valiosísima contribución de Zoroastro a la humanidad, al darle la primera religión revelada firmemente monoteísta que registra la historia”,
Cuando no es así, pues el Zoroastrismo tiene sus comienzos en el siglo sexto A. C. mientras los primeros escritos de la Biblia se remonta a los siglos XV antes de Cristo, casi un milenio de diferencia, desde cuándo Egipto era potencia mundial hasta cuando Roma dominaba el mundo.
Un respetuoso saludo.