!!!!!!CUIDADO CON LAS SECTAS!!!!!!..POR AQUI HAY VARIAS

10 Noviembre 2000
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Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción". (El apóstol Pedro 2 Pd. 2:19)

CRISIS DE VALORES Y FANATISMO

Nuestra civilización vive una crisis de valores y no sabe a
qué atenerse. Es la nuestra una sociedad post cristiana en la
que las ideologías que prometían alumbrar una nueva era se
derrumban estrepitosamente. El relativismo se impone,
dejando al hombre en la incertidumbre y el desamparo. Por su
parte, el consumismo y el avance tecnológico no se bastan
para llenar el vacío que queda en los corazones. Y así las
cosas, el hombre se siente amenazado y solo.
Estas circunstancias favorecen la proliferación de "profetas
iluminados" que esparcen sus proclamas de salvación a cambio
de una sujeción incondicional que deja a un lado la
capacidad humana de razonar. Es el fenómeno de las sectas.
Es tan amplia la gama de supuestos mesías que en este breve
texto no hay lugar más que para un repaso de las
características que identifican a todo grupo fanático y
sectario, sea los de nuevo cuño o de los más tradicionales.
Sirvan estas pautas para orientarnos:

IDENTIFICAR UNA POSTURA SECTARIA

­ La organización religiosa sectaria siempre tiene una
estructura jerárquica rígida y centralizada, tanto
geográficamente, en la sede, como personalmente, en el líder
supremo.
­ El líder, o grupo dirigente, es considerado como
representante infalible de Dios en la tierra y proveedor de
la revelación divina o único intérprete autorizado de los
libros sagrados. La veneración, obediencia y confianza de
los fieles hacia ellos son ciegas e incondicionales.
­ El beneficio económico (y en ocasiones el poder político)
figura siempre entre sus fines, cuando no es el primordial,
aunque lo escondan detrás de motivaciones más nobles, y a
pesar de que los "militantes de a pie" ignoren en muchos
casos el "tejemaneje". Es un negocio redondo: Los bienes a
la venta pueden adaptarse a la demanda y la mano de obra de
los fieles es gratuita y eficiente. De esta manera, negocios
como el editorial, con la venta de libros y revistas a
domicilio, rinde unos beneficios desorbitados. Además,
suelen argumentar que el Fisco no tiene por qué pedir
cuentas a los intereses del Reino de Dios.
­ En todos los casos las creencias que se inculcan son
inaccesibles por el raciocinio. Lo que entra en juego son
las emociones, manipuladas para descartar todo proceso
mental que exija racionalidad y dé a luz la crítica. Su fe
es un salto místico en el vacío de la sinrazón; un abandono
a los meros sentimientos, a la credulidad y a la
superstición.
­ Generalmente, nunca dan a conocer con honestidad al
público exterior quiénes son y lo que piensan. Hacen uso de
una "máscara" de presentación barnizada de caridad, de
cientifismo, de modernismo... o de lo que convenga. Algunos
incluso mienten con todo descaro.
­ Curiosamente un rasgo muy extendido es el menosprecio de
lo físico y el maltrato del cuerpo, a base de vigilias,
ayunos, mortificaciones, agotamiento, etc; prácticas que
conducen a un debilitamiento del intelecto y de la voluntad.
­ Dentro de las sectas más dañinas, el lavado de cerebro, la
despersonalización, es el método de convicción. Es un
proceso bien estudiado que conduce a la anulación de la
razón por medio de la manipulación de sentimientos como los
de culpa, soledad, indefensión o desilusión. El resultado es
un ejército de adocenados que han asimilado un mismo credo y
que en ocasiones hasta visten igual.
­ Para lograrlo se aísla al individuo de todos los vínculos
posibles con el mundo exterior, bien afectivos como la
familia o las amistades, bien informativos. El prosélito se
convierte en un ser programado para rehusar cualquier
material informativo que no provenga de la secta y está
incapacitado para mantener un diálogo que atienda a la
razón.
­ Un reclamo que algunos grupos utilizan para atraer a la
gente es el uso de pretendidos poderes milagrosos de
curación, exorcismo, lenguas extrañas y otras prácticas que
les conceden cierto aspecto de super espiritualidad.
­ En la mayoría de las sectas más destructivas las labores
de beneficencia no ocupan ni uno solo de sus esfuerzos. Un
indicio claro del verdadero móvil de los dirigentes: el
dinero. Es cierto, no obstante, que se han registrado
oficialmente casos de grupos religiosos que, con el pretexto
de rehabilitar toxicómanos, ocultan turbios manejos
económicos.
­ El sexo se utiliza como resorte para sujetar la voluntad
de los individuos y para mantener la estructura jerárquica y
sacerdotal, ya sea forzando al celibato y a matrimonios
dictados, ya sea promoviendo la promiscuidad sexual y aun la
"prostitución proselitista".
­ Toda postura sectaria, sin excepción, hace un hincapié
desmesurado en la necesidad de continuos esfuerzos humanos
(sean penitencias, ritos o buenas obras) para alcanzar la
salvación, y sumen a sus adeptos en la incertidumbre que
produce la amenaza de poder volver a condenarse.
­ Por último, la presión amenazante que sufre el que
abandona la organización crea un pánico en el individuo que
le disuade de la idea de la deserción.

¿ALGUNA ALTERNATIVA?

Dicho esto, queda plantearse cuál es la alternativa a esta
esclavitud de la mentira. Muchísimos hoy en día optan por el
relativismo: "Nada es verdad ni mentira de forma absoluta".
Generalmente su postura se completa con el agnosticismo: "No
puede tenerse certeza de si hay Dios o no; y si lo hay, nada
sabemos de Él". Y, de entre esa mayoría, un buen número se
apunta a un cinismo amargo que se ríe de todo lo que tenga
un tinte religioso.
Ahora, cabe preguntarse que, si todo es relativo y no hay
verdad ni mentira, ¿con qué derecho llamamos a las sectas
falsas y embusteras?. Aún más: Si no hay Dios ni Instancia
Suprema que dicte las normas, ¿con qué autoridad o criterio
podemos condenar la injusticia, el atropello o el crimen?.
El hombre requiere criterios absolutos y valores
permanentes, igual que necesita refugio y seguridad.
Precisamente lo que van buscando algunos en las sectas. Sin
embargo, todo aquello que el hombre necesita para no andar
palpando a ciegas sólo puede hallarlo en su Creador. A Dios
nadie lo vio jamás, es cierto; pero su Hijo, Jesucristo, Él
le ha dado a conocer. En Él, Dios se nos ha revelado de
manera culminante. Y no de forma oscura, mística e
irracional. Apareció en la historia de los hombres y nos
dejó constancia de ello por los testimonios fidedignos de
quienes vivieron con Él. Para que no tengamos que ejercer
una fe ciega, sino basada en las evidencias. Ante esto, sólo
un cínico se reiría.
Jesús de Nazaret cumplió en su persona y obra multitud de
profecías del Antiguo Testamento. Delante de multitudes hizo
prodigios que nadie jamás ha hecho. Fue intachable en todo
como ningún hombre lo ha sido. Transformó la vida de los que
le siguieron y, finalmente, resucitó de los muertos.

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por IXOYE5472:
Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción". (El apóstol Pedro 2 Pd. 2:19)

CRISIS DE VALORES Y FANATISMO

Nuestra civilización vive una crisis de valores y no sabe a
qué atenerse. Es la nuestra una sociedad post cristiana en la
que las ideologías que prometían alumbrar una nueva era se
derrumban estrepitosamente. El relativismo se impone,
dejando al hombre en la incertidumbre y el desamparo. Por su
parte, el consumismo y el avance tecnológico no se bastan
para llenar el vacío que queda en los corazones. Y así las
cosas, el hombre se siente amenazado y solo.
Estas circunstancias favorecen la proliferación de "profetas
iluminados" que esparcen sus proclamas de salvación a cambio
de una sujeción incondicional que deja a un lado la
capacidad humana de razonar. Es el fenómeno de las sectas.
Es tan amplia la gama de supuestos mesías que en este breve
texto no hay lugar más que para un repaso de las
características que identifican a todo grupo fanático y
sectario, sea los de nuevo cuño o de los más tradicionales.
Sirvan estas pautas para orientarnos:

IDENTIFICAR UNA POSTURA SECTARIA

­ La organización religiosa sectaria siempre tiene una
estructura jerárquica rígida y centralizada, tanto
geográficamente, en la sede, como personalmente, en el líder
supremo.
­ El líder, o grupo dirigente, es considerado como
representante infalible de Dios en la tierra y proveedor de
la revelación divina o único intérprete autorizado de los
libros sagrados. La veneración, obediencia y confianza de
los fieles hacia ellos son ciegas e incondicionales.
­ El beneficio económico (y en ocasiones el poder político)
figura siempre entre sus fines, cuando no es el primordial,
aunque lo escondan detrás de motivaciones más nobles, y a
pesar de que los "militantes de a pie" ignoren en muchos
casos el "tejemaneje". Es un negocio redondo: Los bienes a
la venta pueden adaptarse a la demanda y la mano de obra de
los fieles es gratuita y eficiente. De esta manera, negocios
como el editorial, con la venta de libros y revistas a
domicilio, rinde unos beneficios desorbitados. Además,
suelen argumentar que el Fisco no tiene por qué pedir
cuentas a los intereses del Reino de Dios.
­ En todos los casos las creencias que se inculcan son
inaccesibles por el raciocinio. Lo que entra en juego son
las emociones, manipuladas para descartar todo proceso
mental que exija racionalidad y dé a luz la crítica. Su fe
es un salto místico en el vacío de la sinrazón; un abandono
a los meros sentimientos, a la credulidad y a la
superstición.
­ Generalmente, nunca dan a conocer con honestidad al
público exterior quiénes son y lo que piensan. Hacen uso de
una "máscara" de presentación barnizada de caridad, de
cientifismo, de modernismo... o de lo que convenga. Algunos
incluso mienten con todo descaro.
­ Curiosamente un rasgo muy extendido es el menosprecio de
lo físico y el maltrato del cuerpo, a base de vigilias,
ayunos, mortificaciones, agotamiento, etc; prácticas que
conducen a un debilitamiento del intelecto y de la voluntad.
­ Dentro de las sectas más dañinas, el lavado de cerebro, la
despersonalización, es el método de convicción. Es un
proceso bien estudiado que conduce a la anulación de la
razón por medio de la manipulación de sentimientos como los
de culpa, soledad, indefensión o desilusión. El resultado es
un ejército de adocenados que han asimilado un mismo credo y
que en ocasiones hasta visten igual.
­ Para lograrlo se aísla al individuo de todos los vínculos
posibles con el mundo exterior, bien afectivos como la
familia o las amistades, bien informativos. El prosélito se
convierte en un ser programado para rehusar cualquier
material informativo que no provenga de la secta y está
incapacitado para mantener un diálogo que atienda a la
razón.
­ Un reclamo que algunos grupos utilizan para atraer a la
gente es el uso de pretendidos poderes milagrosos de
curación, exorcismo, lenguas extrañas y otras prácticas que
les conceden cierto aspecto de super espiritualidad.
­ En la mayoría de las sectas más destructivas las labores
de beneficencia no ocupan ni uno solo de sus esfuerzos. Un
indicio claro del verdadero móvil de los dirigentes: el
dinero. Es cierto, no obstante, que se han registrado
oficialmente casos de grupos religiosos que, con el pretexto
de rehabilitar toxicómanos, ocultan turbios manejos
económicos.
­ El sexo se utiliza como resorte para sujetar la voluntad
de los individuos y para mantener la estructura jerárquica y
sacerdotal, ya sea forzando al celibato y a matrimonios
dictados, ya sea promoviendo la promiscuidad sexual y aun la
"prostitución proselitista".
­ Toda postura sectaria, sin excepción, hace un hincapié
desmesurado en la necesidad de continuos esfuerzos humanos
(sean penitencias, ritos o buenas obras) para alcanzar la
salvación, y sumen a sus adeptos en la incertidumbre que
produce la amenaza de poder volver a condenarse.
­ Por último, la presión amenazante que sufre el que
abandona la organización crea un pánico en el individuo que
le disuade de la idea de la deserción.

¿ALGUNA ALTERNATIVA?

Dicho esto, queda plantearse cuál es la alternativa a esta
esclavitud de la mentira. Muchísimos hoy en día optan por el
relativismo: "Nada es verdad ni mentira de forma absoluta".
Generalmente su postura se completa con el agnosticismo: "No
puede tenerse certeza de si hay Dios o no; y si lo hay, nada
sabemos de Él". Y, de entre esa mayoría, un buen número se
apunta a un cinismo amargo que se ríe de todo lo que tenga
un tinte religioso.
Ahora, cabe preguntarse que, si todo es relativo y no hay
verdad ni mentira, ¿con qué derecho llamamos a las sectas
falsas y embusteras?. Aún más: Si no hay Dios ni Instancia
Suprema que dicte las normas, ¿con qué autoridad o criterio
podemos condenar la injusticia, el atropello o el crimen?.
El hombre requiere criterios absolutos y valores
permanentes, igual que necesita refugio y seguridad.
Precisamente lo que van buscando algunos en las sectas. Sin
embargo, todo aquello que el hombre necesita para no andar
palpando a ciegas sólo puede hallarlo en su Creador. A Dios
nadie lo vio jamás, es cierto; pero su Hijo, Jesucristo, Él
le ha dado a conocer. En Él, Dios se nos ha revelado de
manera culminante. Y no de forma oscura, mística e
irracional. Apareció en la historia de los hombres y nos
dejó constancia de ello por los testimonios fidedignos de
quienes vivieron con Él. Para que no tengamos que ejercer
una fe ciega, sino basada en las evidencias. Ante esto, sólo
un cínico se reiría.
Jesús de Nazaret cumplió en su persona y obra multitud de
profecías del Antiguo Testamento. Delante de multitudes hizo
prodigios que nadie jamás ha hecho. Fue intachable en todo
como ningún hombre lo ha sido. Transformó la vida de los que
le siguieron y, finalmente, resucitó de los muertos.

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).
[/quote]

Subo este aporte porque me pareció muy bueno.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

<{{{><
 
AMEN IXOYE5472, COMENZANDO POR EL CATOLISISMO, CONTINUANDO CON LOS TESTIGOS DE JEHOVA, CON LOS MORMONES, CON LOS MISMOS SECTARIOS FANATICOS DE LOS CRISTIANOS, ¡¡VIVA CRISTO¡¡ ALELUYA, Y SU VERDADERA IGLESIA LOS QUE VIVEN EN ESPIRITU Y VERDAD, DICEN AL SEÑOR MARAN-ATHA,

Apocalipsis 22.17 - El Espíritu y la esposa dicen: "¡Ven!" El que oye diga: "¡Ven!" El que tiene sed, venga. El que quiere, tome del agua de vida gratuitamente.


<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por IXOYE5472:
Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción". (El apóstol Pedro 2 Pd. 2:19)

CRISIS DE VALORES Y FANATISMO

Nuestra civilización vive una crisis de valores y no sabe a
qué atenerse. Es la nuestra una sociedad post cristiana en la
que las ideologías que prometían alumbrar una nueva era se
derrumban estrepitosamente. El relativismo se impone,
dejando al hombre en la incertidumbre y el desamparo. Por su
parte, el consumismo y el avance tecnológico no se bastan
para llenar el vacío que queda en los corazones. Y así las
cosas, el hombre se siente amenazado y solo.
Estas circunstancias favorecen la proliferación de "profetas
iluminados" que esparcen sus proclamas de salvación a cambio
de una sujeción incondicional que deja a un lado la
capacidad humana de razonar. Es el fenómeno de las sectas.
Es tan amplia la gama de supuestos mesías que en este breve
texto no hay lugar más que para un repaso de las
características que identifican a todo grupo fanático y
sectario, sea los de nuevo cuño o de los más tradicionales.
Sirvan estas pautas para orientarnos:

IDENTIFICAR UNA POSTURA SECTARIA

­ La organización religiosa sectaria siempre tiene una
estructura jerárquica rígida y centralizada, tanto
geográficamente, en la sede, como personalmente, en el líder
supremo.
­ El líder, o grupo dirigente, es considerado como
representante infalible de Dios en la tierra y proveedor de
la revelación divina o único intérprete autorizado de los
libros sagrados. La veneración, obediencia y confianza de
los fieles hacia ellos son ciegas e incondicionales.
­ El beneficio económico (y en ocasiones el poder político)
figura siempre entre sus fines, cuando no es el primordial,
aunque lo escondan detrás de motivaciones más nobles, y a
pesar de que los "militantes de a pie" ignoren en muchos
casos el "tejemaneje". Es un negocio redondo: Los bienes a
la venta pueden adaptarse a la demanda y la mano de obra de
los fieles es gratuita y eficiente. De esta manera, negocios
como el editorial, con la venta de libros y revistas a
domicilio, rinde unos beneficios desorbitados. Además,
suelen argumentar que el Fisco no tiene por qué pedir
cuentas a los intereses del Reino de Dios.
­ En todos los casos las creencias que se inculcan son
inaccesibles por el raciocinio. Lo que entra en juego son
las emociones, manipuladas para descartar todo proceso
mental que exija racionalidad y dé a luz la crítica. Su fe
es un salto místico en el vacío de la sinrazón; un abandono
a los meros sentimientos, a la credulidad y a la
superstición.
­ Generalmente, nunca dan a conocer con honestidad al
público exterior quiénes son y lo que piensan. Hacen uso de
una "máscara" de presentación barnizada de caridad, de
cientifismo, de modernismo... o de lo que convenga. Algunos
incluso mienten con todo descaro.
­ Curiosamente un rasgo muy extendido es el menosprecio de
lo físico y el maltrato del cuerpo, a base de vigilias,
ayunos, mortificaciones, agotamiento, etc; prácticas que
conducen a un debilitamiento del intelecto y de la voluntad.
­ Dentro de las sectas más dañinas, el lavado de cerebro, la
despersonalización, es el método de convicción. Es un
proceso bien estudiado que conduce a la anulación de la
razón por medio de la manipulación de sentimientos como los
de culpa, soledad, indefensión o desilusión. El resultado es
un ejército de adocenados que han asimilado un mismo credo y
que en ocasiones hasta visten igual.
­ Para lograrlo se aísla al individuo de todos los vínculos
posibles con el mundo exterior, bien afectivos como la
familia o las amistades, bien informativos. El prosélito se
convierte en un ser programado para rehusar cualquier
material informativo que no provenga de la secta y está
incapacitado para mantener un diálogo que atienda a la
razón.
­ Un reclamo que algunos grupos utilizan para atraer a la
gente es el uso de pretendidos poderes milagrosos de
curación, exorcismo, lenguas extrañas y otras prácticas que
les conceden cierto aspecto de super espiritualidad.
­ En la mayoría de las sectas más destructivas las labores
de beneficencia no ocupan ni uno solo de sus esfuerzos. Un
indicio claro del verdadero móvil de los dirigentes: el
dinero. Es cierto, no obstante, que se han registrado
oficialmente casos de grupos religiosos que, con el pretexto
de rehabilitar toxicómanos, ocultan turbios manejos
económicos.
­ El sexo se utiliza como resorte para sujetar la voluntad
de los individuos y para mantener la estructura jerárquica y
sacerdotal, ya sea forzando al celibato y a matrimonios
dictados, ya sea promoviendo la promiscuidad sexual y aun la
"prostitución proselitista".
­ Toda postura sectaria, sin excepción, hace un hincapié
desmesurado en la necesidad de continuos esfuerzos humanos
(sean penitencias, ritos o buenas obras) para alcanzar la
salvación, y sumen a sus adeptos en la incertidumbre que
produce la amenaza de poder volver a condenarse.
­ Por último, la presión amenazante que sufre el que
abandona la organización crea un pánico en el individuo que
le disuade de la idea de la deserción.

¿ALGUNA ALTERNATIVA?

Dicho esto, queda plantearse cuál es la alternativa a esta
esclavitud de la mentira. Muchísimos hoy en día optan por el
relativismo: "Nada es verdad ni mentira de forma absoluta".
Generalmente su postura se completa con el agnosticismo: "No
puede tenerse certeza de si hay Dios o no; y si lo hay, nada
sabemos de Él". Y, de entre esa mayoría, un buen número se
apunta a un cinismo amargo que se ríe de todo lo que tenga
un tinte religioso.
Ahora, cabe preguntarse que, si todo es relativo y no hay
verdad ni mentira, ¿con qué derecho llamamos a las sectas
falsas y embusteras?. Aún más: Si no hay Dios ni Instancia
Suprema que dicte las normas, ¿con qué autoridad o criterio
podemos condenar la injusticia, el atropello o el crimen?.
El hombre requiere criterios absolutos y valores
permanentes, igual que necesita refugio y seguridad.
Precisamente lo que van buscando algunos en las sectas. Sin
embargo, todo aquello que el hombre necesita para no andar
palpando a ciegas sólo puede hallarlo en su Creador. A Dios
nadie lo vio jamás, es cierto; pero su Hijo, Jesucristo, Él
le ha dado a conocer. En Él, Dios se nos ha revelado de
manera culminante. Y no de forma oscura, mística e
irracional. Apareció en la historia de los hombres y nos
dejó constancia de ello por los testimonios fidedignos de
quienes vivieron con Él. Para que no tengamos que ejercer
una fe ciega, sino basada en las evidencias. Ante esto, sólo
un cínico se reiría.
Jesús de Nazaret cumplió en su persona y obra multitud de
profecías del Antiguo Testamento. Delante de multitudes hizo
prodigios que nadie jamás ha hecho. Fue intachable en todo
como ningún hombre lo ha sido. Transformó la vida de los que
le siguieron y, finalmente, resucitó de los muertos.

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).
[/quote]
 
Y TERMINANDO CON LO PROTESTANTES, PENTECOSTALES,ADVENTISTAS Y EVANGELICOS QUE SE CREEN DUEÑOS DE LA PALABRA DE DIOS

------------------
el Hermano
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por HERMANO:
Y TERMINANDO CON LO PROTESTANTES, PENTECOSTALES,ADVENTISTAS Y EVANGELICOS QUE SE CREEN DUEÑOS DE LA PALABRA DE DIOS

[/quote]

Estimado "Hermano":

¿Y quien le dijo que nos creemos dueños de la Palabra de Dios?

Ninguno de los grupos que menciona reclama para sí el monopolio de la recta interpretación de la Biblia.

En cambio SI lo hacen en sus declaraciones doctrinales oficiales tanto el catolicismo romano, como el mormonismo y la Sociedad Atalaya de los testigos de Jehová.

Estas tres instituciones tienen muchas diferencias entre sí, pero poseen en común la absoluta convicción de ser los únicos intérpretes fieles y autorizados de la Palabra de Dios, cosa que no reclama para sí ninguna Iglesia protestante.


Bendiciones en Cristo,

Jetonius

<{{{><
 
Bueno, la secta mas sanguinaria y peligrosa de todos los tiempos (De ahi su condenación en Apoc. 17)Y casi, casi tan nefasta como la de los Testígos de Jehová, es la católica. Nunca ha habido una secta mas dañina que la católica, que ha condenado a millones de pobres que no saben disernir entre su mano izquierda y su mano derecha. (Comprobado)

Mizpa
Daniel Ortega
 
Hermano "HERMANO" no te ofendas, lo que trato de dar a entender que se necesita leer la Biblia, con mucha oración, con mucha pasión, con mucha entrega, y sobre todo con la convicción plena de que HAREMOS COMO DIOS MANDA, y no como los hombres dicen, y para quHermano "HERMANO" no te ofendas, lo que trato de dar a entender que se necesita leer la Biblia, con mucha oración, con mucha pasión, con mucha entrega, y sobre todo con la convicción plena de que HAREMOS COMO DIOS MANDA, y no como los hombres dicen, y para que nadie NOS TOME EL PELO Y NOS ENGAÑE, NECESITAMOS CADA UNO DE NOSOTROS ¡¡¡¡PREPARACION BIBLICA!!!!, y entonces si congregarse para hacerle frente a las FALSAS DOCTRINAS, ¿AMEN?, en cualquier iglesia que se denomine CRISITIANA, entiendase esto por catolicos y protestantes, RECUERDA LA SALVACION ES PERSONAL Y NO SE VALE QUE TE LA ROBEN CON FALSAS DOCTRINAS.
Tu mismo lo confirmaste al aceptar que a la Guadalupana la adoran millones de mexicanos, asi que los que nos decimos ser CRISTIANOS no aceptamos otra cosa que se desvie de la correcta adoracion en ESPIRITU VERDAD, a Dios Padre.

Bendiciones a todos


<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por HERMANO:
Y TERMINANDO CON LO PROTESTANTES, PENTECOSTALES,ADVENTISTAS Y EVANGELICOS QUE SE CREEN DUEÑOS DE LA PALABRA DE DIOS

[/quote]
 
Originalmente enviado por Jetonius:
Estimado "Hermano":

¿Y quien le dijo que nos creemos dueños de la Palabra de Dios?

Ninguno de los grupos que menciona reclama para sí el monopolio de la recta interpretación de la Biblia.


Muy apreciado Jetonius:

Siempre he apreciado lo que escribes y de ello he aprendido mucho.

ESta vez escribo para agradecer que hayas defendido a las iglesias que se han mencionado, entre las cuales está mi iglesia: la Adventista del 7mo. Día.

Por muchos años, más de 4 décadas, he militado en esta iglesia. He corroborado por la Biblia todo lo que ella enseña y he hallado que es correcto. Puede uno rechazar algunas cosas, pero indicar que tal iglesia es una secta, habrá que probarlo.

El que inició este tema explicó muy bien y completo lo que es una secta, por lo cual valla a él mi felicitación. Ninguna de esas características es cumplida por el adventismo.

Es cierto que apreciamos en lo que vale los escritos de Elena White, pero no somos whitistas, sino cristianos. La Biblia es nuestra única autoridad. Cada enseñanza nuestra tiene su base en la Biblia.

Cuando el señor Martin escribió el libro "El Reino de las Sectas", el cual es muy completo, no colocó a los adventistas entre las sectas y explicó por qué. Sencillamente, en todas las doctrinas evangélicas, los adventistas están firmemente anclados. Aunque es cierto que tenemos doctrinas peculiares, en lo fundamental, estamos unidos al concepto evangélico.

Sólo quiero que sepas que agradezco tus aportaciones. Aprovecho para desearte un año nuevo lleno de bienandanzas.



------------------
Luis G. Cajiga
 
Disculpame Jetonius pero alguien en este foro que se auproclama Cristiano me dijo que la Iglesia Catolica a algunas Religiones Protestantes no las consideraba Sectas y es cierto asi que no vengan a decir que la Iglesia Catolica se cree dueña unica de la palabbra si acepta que algunas organizaciones como Los Adventistas, Pentecostales, Luteranos etc (TODOS CRISTIANOS) llevan la Palabra de Dios y tambien pueden alcanzar la salvacion asi que no inventen.

En cambio los mormones y testigos de Jehova no aceptan otra organizacion que no sea la suya "veras averigüen"

------------------
el Hermano
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por HERMANO:
Disculpame Jetonius pero alguien en este foro que se auproclama Cristiano me dijo que la Iglesia Catolica a algunas Religiones Protestantes no las consideraba Sectas y es cierto asi que no vengan a decir que la Iglesia Catolica se cree dueña unica de la palabbra si acepta que algunas organizaciones como Los Adventistas, Pentecostales, Luteranos etc (TODOS CRISTIANOS) llevan la Palabra de Dios y tambien pueden alcanzar la salvacion asi que no inventen.

En cambio los mormones y testigos de Jehova no aceptan otra organizacion que no sea la suya "veras averigüen"

[/quote]

Estimado "Hermano":

Es cierto que la Iglesia de Roma no considera sectas a muchas iglesias derivadas de la reforma, en particular aquellas con las que ha establecido buenas relaciones, como la luterana y anglicana. En ningún momento ha sido mi intención negar esto.

Por otra parte, aún las congregaciones a las cuales reconoce como no sectarias, según el reciente documento oficial Dominus Iesus no son reconocidas como iglesias, sino como "comunidades cristianas".

Ahora bien, lo que dije es simplemente que, al igual que (a su modo) el mormonismo y la Sociedad Atalaya, la Iglesia de Roma afirma ser la única intérprete válido de la Palabra de Dios.

Entre muchas otras declaraciones que podrían citarse está esta:

"«El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo» (Dei Verbum 10). es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma."

(Catecismo de la Iglesia Católica, # 85)

´Note las palabras "auténticamente" y "sólo". Esto excluye no solamente a las iglesias protestantes, sino también a las ortodoxas, tan antiguas como la romana.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

<{{{><

¡Sola Gracia,
Sola Fe,
Solo Cristo,
Sola Biblia,
Sólo a Dios la Gloria!
 
Queridos Hermanos les doy a todos las gracias porsus valiosas opiniones.a todos que Dios les de Paz: Pero quiero que lean con mucho cuidado la parte del estudio donde hablo de Jesus y que entendamos que en ciertas ocaciones podemos caer en el vacio del sectarismo:

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).
 
Huy HERMANO de verdad mide tus palabras y lee con cuidado el estudio, en el no estoy hablando de ninguna denominacion, a menos que te sientas aludido?

Dios te Guarde
 
DTB IXOYE5472


NADIE se dio por aludido, de hecho al empezar al leerte tenia mis dudas si tu eras Catolico, luego JETONIUS TAMPOCO dice NADA, pero ROBERTO MATEOS QUIROZ es quien NO se da por aludido, sino que DIRECTA Y EXPRESAMENTE nos inculye y nos pone encabezando a un grupo "elite" de Mormones, T.J., y SECTARIOS FANATICOS DE LOS CRISTIANOS.
Este RMQ "curiosamente" no incluye a los Adventistas, y si mal no recuerdo celebra de forma similar a los Judios, NO celebra la Navidad, y creo que no cree en la Trinidad.
¿Curioso verdad?

Luego JETONIUS dice:
Ninguno de los grupos que menciona reclama para sí el monopolio de la recta interpretación de la Biblia

Y tanto el como Ud. esta en Sud America mientras que HERMANO y un servidor en Mexico, mas precisamente en el NORTE, donde por ovias razones tenemos un alto porcentaje de Evangelicos, y la realidad es que cada vez ya sea de forma TACITA o EXPLICITA estos grupos se autoproclaman POSEEDORES de la Verdad Absoluta, y otras lindezas.
Temo que en si sigue (cosa que dudo) el avance Evangelico en Sud America dentro de 20 años vera, vivira en carne propia lo que le estoy diciendo, si tiene dudas por favor escuche en LIVING PROGRAMING en www.laradiocristiana.com lo que esta cadena de mas de 30 estaciones de radio estan enseñando y proclamando, ¿Ha visto ENLASE o T.B.N.? vera la punta del Iceberg que aqui vemos de forma mas completa.


Atentamente en XTO y Maria su hno. karolusin

PD. HERMANO solo salio en defensa propia contra el ataque del cual eramos objeto por parte de RMQ & Co.
 
Disculpenme pero aqui donde yo vivo como dice Karolusin las personas de lo grupos protestantes que conozco creen que ellos nomas pueden entender la palbra de Cristo

No se en Sudamerica ,el Caribe o en España pero aqui en Mexico si

------------------
el Hermano
 
Entiedo su apreciacion y me parece bien interesante..pues aqui en Colombia..tambien ya han surgido movimientos que se consideran los unicos y los cuales tienen la verdad..A esso les digo que el unico que es verdad es Cristo..El No Vino a fundar denominaciones..Ahora Bien La Pregunta cual es la verdadera Iglesia de Jesucristo en estos Tiempos?: Aquella que predique el verdadero Evangelio de Jesus basado en el amor y la restauración para salvacion de todos los que en el creen.

Dios les guarde..Y nos ayude de caer en el sectarismo.
 
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por IXOYE5472:
Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción". (El apóstol Pedro 2 Pd. 2:19)

CRISIS DE VALORES Y FANATISMO

Nuestra civilización vive una crisis de valores y no sabe a
qué atenerse. Es la nuestra una sociedad post cristiana en la
que las ideologías que prometían alumbrar una nueva era se
derrumban estrepitosamente. El relativismo se impone,
dejando al hombre en la incertidumbre y el desamparo. Por su
parte, el consumismo y el avance tecnológico no se bastan
para llenar el vacío que queda en los corazones. Y así las
cosas, el hombre se siente amenazado y solo.
Estas circunstancias favorecen la proliferación de "profetas
iluminados" que esparcen sus proclamas de salvación a cambio
de una sujeción incondicional que deja a un lado la
capacidad humana de razonar. Es el fenómeno de las sectas.
Es tan amplia la gama de supuestos mesías que en este breve
texto no hay lugar más que para un repaso de las
características que identifican a todo grupo fanático y
sectario, sea los de nuevo cuño o de los más tradicionales.
Sirvan estas pautas para orientarnos:

IDENTIFICAR UNA POSTURA SECTARIA

­ La organización religiosa sectaria siempre tiene una
estructura jerárquica rígida y centralizada, tanto
geográficamente, en la sede, como personalmente, en el líder
supremo.
­ El líder, o grupo dirigente, es considerado como
representante infalible de Dios en la tierra y proveedor de
la revelación divina o único intérprete autorizado de los
libros sagrados. La veneración, obediencia y confianza de
los fieles hacia ellos son ciegas e incondicionales.
­ El beneficio económico (y en ocasiones el poder político)
figura siempre entre sus fines, cuando no es el primordial,
aunque lo escondan detrás de motivaciones más nobles, y a
pesar de que los "militantes de a pie" ignoren en muchos
casos el "tejemaneje". Es un negocio redondo: Los bienes a
la venta pueden adaptarse a la demanda y la mano de obra de
los fieles es gratuita y eficiente. De esta manera, negocios
como el editorial, con la venta de libros y revistas a
domicilio, rinde unos beneficios desorbitados. Además,
suelen argumentar que el Fisco no tiene por qué pedir
cuentas a los intereses del Reino de Dios.
­ En todos los casos las creencias que se inculcan son
inaccesibles por el raciocinio. Lo que entra en juego son
las emociones, manipuladas para descartar todo proceso
mental que exija racionalidad y dé a luz la crítica. Su fe
es un salto místico en el vacío de la sinrazón; un abandono
a los meros sentimientos, a la credulidad y a la
superstición.
­ Generalmente, nunca dan a conocer con honestidad al
público exterior quiénes son y lo que piensan. Hacen uso de
una "máscara" de presentación barnizada de caridad, de
cientifismo, de modernismo... o de lo que convenga. Algunos
incluso mienten con todo descaro.
­ Curiosamente un rasgo muy extendido es el menosprecio de
lo físico y el maltrato del cuerpo, a base de vigilias,
ayunos, mortificaciones, agotamiento, etc; prácticas que
conducen a un debilitamiento del intelecto y de la voluntad.
­ Dentro de las sectas más dañinas, el lavado de cerebro, la
despersonalización, es el método de convicción. Es un
proceso bien estudiado que conduce a la anulación de la
razón por medio de la manipulación de sentimientos como los
de culpa, soledad, indefensión o desilusión. El resultado es
un ejército de adocenados que han asimilado un mismo credo y
que en ocasiones hasta visten igual.
­ Para lograrlo se aísla al individuo de todos los vínculos
posibles con el mundo exterior, bien afectivos como la
familia o las amistades, bien informativos. El prosélito se
convierte en un ser programado para rehusar cualquier
material informativo que no provenga de la secta y está
incapacitado para mantener un diálogo que atienda a la
razón.
­ Un reclamo que algunos grupos utilizan para atraer a la
gente es el uso de pretendidos poderes milagrosos de
curación, exorcismo, lenguas extrañas y otras prácticas que
les conceden cierto aspecto de super espiritualidad.
­ En la mayoría de las sectas más destructivas las labores
de beneficencia no ocupan ni uno solo de sus esfuerzos. Un
indicio claro del verdadero móvil de los dirigentes: el
dinero. Es cierto, no obstante, que se han registrado
oficialmente casos de grupos religiosos que, con el pretexto
de rehabilitar toxicómanos, ocultan turbios manejos
económicos.
­ El sexo se utiliza como resorte para sujetar la voluntad
de los individuos y para mantener la estructura jerárquica y
sacerdotal, ya sea forzando al celibato y a matrimonios
dictados, ya sea promoviendo la promiscuidad sexual y aun la
"prostitución proselitista".
­ Toda postura sectaria, sin excepción, hace un hincapié
desmesurado en la necesidad de continuos esfuerzos humanos
(sean penitencias, ritos o buenas obras) para alcanzar la
salvación, y sumen a sus adeptos en la incertidumbre que
produce la amenaza de poder volver a condenarse.
­ Por último, la presión amenazante que sufre el que
abandona la organización crea un pánico en el individuo que
le disuade de la idea de la deserción.

¿ALGUNA ALTERNATIVA?

Dicho esto, queda plantearse cuál es la alternativa a esta
esclavitud de la mentira. Muchísimos hoy en día optan por el
relativismo: "Nada es verdad ni mentira de forma absoluta".
Generalmente su postura se completa con el agnosticismo: "No
puede tenerse certeza de si hay Dios o no; y si lo hay, nada
sabemos de Él". Y, de entre esa mayoría, un buen número se
apunta a un cinismo amargo que se ríe de todo lo que tenga
un tinte religioso.
Ahora, cabe preguntarse que, si todo es relativo y no hay
verdad ni mentira, ¿con qué derecho llamamos a las sectas
falsas y embusteras?. Aún más: Si no hay Dios ni Instancia
Suprema que dicte las normas, ¿con qué autoridad o criterio
podemos condenar la injusticia, el atropello o el crimen?.
El hombre requiere criterios absolutos y valores
permanentes, igual que necesita refugio y seguridad.
Precisamente lo que van buscando algunos en las sectas. Sin
embargo, todo aquello que el hombre necesita para no andar
palpando a ciegas sólo puede hallarlo en su Creador. A Dios
nadie lo vio jamás, es cierto; pero su Hijo, Jesucristo, Él
le ha dado a conocer. En Él, Dios se nos ha revelado de
manera culminante. Y no de forma oscura, mística e
irracional. Apareció en la historia de los hombres y nos
dejó constancia de ello por los testimonios fidedignos de
quienes vivieron con Él. Para que no tengamos que ejercer
una fe ciega, sino basada en las evidencias. Ante esto, sólo
un cínico se reiría.
Jesús de Nazaret cumplió en su persona y obra multitud de
profecías del Antiguo Testamento. Delante de multitudes hizo
prodigios que nadie jamás ha hecho. Fue intachable en todo
como ningún hombre lo ha sido. Transformó la vida de los que
le siguieron y, finalmente, resucitó de los muertos.

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).
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