I Cor. 14:6-14
Ahora pues, hermanos, si yo fuese a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? Ciertamente los instrumentos que producen sonido como la flauta, la guitarra o la cítara, si no dieran distinción de voces, ¿cómo se reconocería que es un sonido de la flauta, de la guitarra o de la cítara?...
Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. Tantas clases de idiomas hay en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. Pero si yo ignoro el valor exacto de las palabras marcado en su procedencia, porque es que en todo caso tienen la cualidad de ser contextuales, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento se queda sin fruto.
La trompeta es un instrumento muy antiguo; se usó como un instrumento deportivo. Se medía por el volumen que podía producir. También se implementó para usos militares, dicen que daba 43 sonidos distintos, al respecto registra la Biblia que si la trompeta diera un sonido incierto, quién se iba a preparar para la batalla?
