Ezequiel:
Todo lo relacionado con ritos, liturgia y normas de comportamiento, es un resultado de nuestra relación con Dios. Si no tienes una relación personal con Dios, todo lo relacionado con ritos, liturgia y normas de comportamiento, es basura, más aun, estiércol.
Luis:
La basura, en ese caso, será el corazón de la persona y no los ritos, liturgias y normas en sí mismas
Dije:
Ciertamente, cuando el creyente participa del rito o la liturgia de una manera superficial y, además, reduce toda su vida espiritual a esa superficialidad vacía, podemos decir que tal persona está lejos del ideal de la vida cristiana y, por tanto, lejos de Dios.
Ezequiel:
La secta romana puede jactarse hasta el día del juicio por la tarde de haber sino la que ha propiciado esta clase de “religiosos”, tan fuerte es su labor en este sentido que su influencia llega aun a los círculos protestantes.
Digo:
Me abstengo de entrar en el juego de responder a ese tipo de "argumentos".
Dije:
Meditemos en el hecho de que en la ecuación "amor a Dios-amor al prójimo" el orden de factores no altera el producto y nos encontraremos con que si alguno de esos factores falta o está "cojo", el otro no sirve para nada... ¿qué sale de todo ese análisis? ¡Que la verdadera religión no es solo una relación personal con Dios sino con todo aquel que está a nuestro lado!
Aquí está el error, porque el orden sí es importante y está documentado. Primero: Dios; después lo demás.
Comento:
Mateo 22,36-39
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
En Marcos 12,31 también dice que el SEGUNDO ES SEMEJANTE y que no hay otro mandamiento mayor que esos dos.
Por otra parte, tenemos 1 Juan 4,20-21:
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama al hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros renemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Se ve que Ezequiel está buscando la forma de encontrar algo en mis palabras a lo que pueda meter mano para criticarlo. Ha puesto énfasis en mi comentario sobre que el orden de los factores no altera el producto. Lo que no entiende Ezequiel es que yo no estoy diciendo que amor a Dios es igual a amor al prójimo sino que en la ecuación del cristianismo no puede desaparecer ninguno de dichos factores, porque inmediatamente el otro queda invalidado. O sea, pongámoslo en plan matemático:
amor a Dios (A) + amor al prójimo (B) = cristianismo (C)
Si quitas A o quitas B, el resultado nunca será C. Será otra cosa. Es más: A no puede ser sin B y B no puede ser sin A, de forma que la relación entre A y B podría ser considerada como simbiótica.
Puedo estar de acuerdo en que quizás mi expresión "el orden de los factores no altera el producto" no es la más adecuada semáticamente. Quizás podría haber dicho "los factores son semejantes e interdependientes entre sí, de forma que ambos han de ir juntos para que el producto sea el adecuado". Pero YO NO ESTOY QUERIENDO poner en una balanza el amor a Dios y el amor al prójimo para ver cuál de los dos es más importante. Lo que quiero decir es que si cualquiera de los dos amores se quita de la balanza, el otro se cae inmediatamente y el verdadero cristianismo desaparece.
Dije:
Ahora bien, no sé si estaréis de acuerdo en que la relación con Dios tiene mucho de componente "quietista" o, si se quiere, "místico" que práctico, es decir, es una relación en la que el creyente utiliza mucho más el corazón que las manos y los pies, mientras que la relación con el prójimo tiene un componente práctico mucho más acusado que consiste en ayudarle, hombro con hombro, en todas sus necesidades.
Ezequiel:
Aquí el autor de estas palabras no es claro para decir qué es lo que piensa al respecto, No es valiente en decir, “esto es lo que pienso y creo” “ . . . no sé si estaréis de acuerdo . . .” hace de su afirmación algo muy débil.
Digo:
Yo propongo una análisis personal de cómo es la naturaleza de la relación del creyente con Dios en comparación con la naturaleza del amor al prójimo. Y no sé porqué Don Ezequiel considera como una debilidad el no tener muy claro si el resto de foristas estará de acuerdo con eso que propongo. Me gustaría saber porqué Don Ezequiel cree que el no estar seguro de que todo el mundo va a estar de acuerdo con uno mismo sobre lo que esa significa que esa misma persona no esté segura de lo que afirma o propone. A ver si me lo aclara.
Dije:
A Dios no le podemos "ayudar" a que no pase hambre o a que atraviese por una situación personal difícil de la mejor forma posible. Al prójimo sí.
Ezequiel:
Aquí el autor quiere fantasiar y dice cosas sin sentido.
Digo:
Veo que Don Ezequiel no me ha entendido. Quizás es que me expliqué mal. A ver si ahora me entiende:
En nuestra relación personal con el prójimo hay cosas prácticas que podemos hacer por él como muestra de nuestro amor. Podemos darle de comer si tiene hambre. Podemos consolarle en caso de que esté apenado, etc, etc. Sin embargo, ese tipo de cosas NO SON POSIBLES en nuestra relación personal con Dios porque da la casualidad de que Dios no pasa hambre ni tiene dolores de barriga. ¿A cuento de qué digo yo estas cosas? Pues a cuento de mi anterior proposición en la que decía que la naturaleza del amor a Dios tiene unas variantes diferentes a las del amor al prójimo. Ahora bien, quizás Don Ezequiel podría haberme dicho: "¡¡eh, autor!! recuerda que cuando mostramos amor al prójimo, estamos mostrando amor a Dios, ya que Cristo dejó eso muy claro en su predicación del Evangelio". Bien, entonces yo tendría que haberle dado la razón a Don Ezequiel y haber buscado una forma más "depurada" de decir lo que quería decir. Y como parece, repito, que Don Ezequiel exige de mí una perfección total en la forma de expresar mis ideas, yo podría reelaborar aquellas afirmaciones que Don Ezequiel suponía que yo hacía con cobardía.
Dije:
Por otra parte, recordemos que la propia Palabra de Dios, en el libro de Santiago, dice:
"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo"
Ezequiel:
Tenemos que recordar a qué audiencia está hablando Santiago. El habla a “religiosos” que quieren comprar los favores de Dios. La teología de Santiago está en perfecta armonía con Pablo y hay que examinarlos juntos de lo contrario vamos a enseñar HEREJIAS.
Digo:
Santiago habla A CRISTIANOS COMO NOSOTROS, algunos de los cuales estaban pensando que con una fe sin obras podían salvarse. Santiago no dice "vuestras obras os salvan". Lo que dice es que "vuestra fe sin obras NO OS SALVA". Y precisamente de las obras de las que Santiago habla son esas obras en las que se muestra el amor por el prójimo de forma MUY CONCRETA y no con meras palabras bonitas.
Bendiciones
Todo lo relacionado con ritos, liturgia y normas de comportamiento, es un resultado de nuestra relación con Dios. Si no tienes una relación personal con Dios, todo lo relacionado con ritos, liturgia y normas de comportamiento, es basura, más aun, estiércol.
Luis:
La basura, en ese caso, será el corazón de la persona y no los ritos, liturgias y normas en sí mismas
Dije:
Ciertamente, cuando el creyente participa del rito o la liturgia de una manera superficial y, además, reduce toda su vida espiritual a esa superficialidad vacía, podemos decir que tal persona está lejos del ideal de la vida cristiana y, por tanto, lejos de Dios.
Ezequiel:
La secta romana puede jactarse hasta el día del juicio por la tarde de haber sino la que ha propiciado esta clase de “religiosos”, tan fuerte es su labor en este sentido que su influencia llega aun a los círculos protestantes.
Digo:
Me abstengo de entrar en el juego de responder a ese tipo de "argumentos".
Dije:
Meditemos en el hecho de que en la ecuación "amor a Dios-amor al prójimo" el orden de factores no altera el producto y nos encontraremos con que si alguno de esos factores falta o está "cojo", el otro no sirve para nada... ¿qué sale de todo ese análisis? ¡Que la verdadera religión no es solo una relación personal con Dios sino con todo aquel que está a nuestro lado!
Aquí está el error, porque el orden sí es importante y está documentado. Primero: Dios; después lo demás.
Comento:
Mateo 22,36-39
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
En Marcos 12,31 también dice que el SEGUNDO ES SEMEJANTE y que no hay otro mandamiento mayor que esos dos.
Por otra parte, tenemos 1 Juan 4,20-21:
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama al hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros renemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Se ve que Ezequiel está buscando la forma de encontrar algo en mis palabras a lo que pueda meter mano para criticarlo. Ha puesto énfasis en mi comentario sobre que el orden de los factores no altera el producto. Lo que no entiende Ezequiel es que yo no estoy diciendo que amor a Dios es igual a amor al prójimo sino que en la ecuación del cristianismo no puede desaparecer ninguno de dichos factores, porque inmediatamente el otro queda invalidado. O sea, pongámoslo en plan matemático:
amor a Dios (A) + amor al prójimo (B) = cristianismo (C)
Si quitas A o quitas B, el resultado nunca será C. Será otra cosa. Es más: A no puede ser sin B y B no puede ser sin A, de forma que la relación entre A y B podría ser considerada como simbiótica.
Puedo estar de acuerdo en que quizás mi expresión "el orden de los factores no altera el producto" no es la más adecuada semáticamente. Quizás podría haber dicho "los factores son semejantes e interdependientes entre sí, de forma que ambos han de ir juntos para que el producto sea el adecuado". Pero YO NO ESTOY QUERIENDO poner en una balanza el amor a Dios y el amor al prójimo para ver cuál de los dos es más importante. Lo que quiero decir es que si cualquiera de los dos amores se quita de la balanza, el otro se cae inmediatamente y el verdadero cristianismo desaparece.
Dije:
Ahora bien, no sé si estaréis de acuerdo en que la relación con Dios tiene mucho de componente "quietista" o, si se quiere, "místico" que práctico, es decir, es una relación en la que el creyente utiliza mucho más el corazón que las manos y los pies, mientras que la relación con el prójimo tiene un componente práctico mucho más acusado que consiste en ayudarle, hombro con hombro, en todas sus necesidades.
Ezequiel:
Aquí el autor de estas palabras no es claro para decir qué es lo que piensa al respecto, No es valiente en decir, “esto es lo que pienso y creo” “ . . . no sé si estaréis de acuerdo . . .” hace de su afirmación algo muy débil.
Digo:
Yo propongo una análisis personal de cómo es la naturaleza de la relación del creyente con Dios en comparación con la naturaleza del amor al prójimo. Y no sé porqué Don Ezequiel considera como una debilidad el no tener muy claro si el resto de foristas estará de acuerdo con eso que propongo. Me gustaría saber porqué Don Ezequiel cree que el no estar seguro de que todo el mundo va a estar de acuerdo con uno mismo sobre lo que esa significa que esa misma persona no esté segura de lo que afirma o propone. A ver si me lo aclara.
Dije:
A Dios no le podemos "ayudar" a que no pase hambre o a que atraviese por una situación personal difícil de la mejor forma posible. Al prójimo sí.
Ezequiel:
Aquí el autor quiere fantasiar y dice cosas sin sentido.
Digo:
Veo que Don Ezequiel no me ha entendido. Quizás es que me expliqué mal. A ver si ahora me entiende:
En nuestra relación personal con el prójimo hay cosas prácticas que podemos hacer por él como muestra de nuestro amor. Podemos darle de comer si tiene hambre. Podemos consolarle en caso de que esté apenado, etc, etc. Sin embargo, ese tipo de cosas NO SON POSIBLES en nuestra relación personal con Dios porque da la casualidad de que Dios no pasa hambre ni tiene dolores de barriga. ¿A cuento de qué digo yo estas cosas? Pues a cuento de mi anterior proposición en la que decía que la naturaleza del amor a Dios tiene unas variantes diferentes a las del amor al prójimo. Ahora bien, quizás Don Ezequiel podría haberme dicho: "¡¡eh, autor!! recuerda que cuando mostramos amor al prójimo, estamos mostrando amor a Dios, ya que Cristo dejó eso muy claro en su predicación del Evangelio". Bien, entonces yo tendría que haberle dado la razón a Don Ezequiel y haber buscado una forma más "depurada" de decir lo que quería decir. Y como parece, repito, que Don Ezequiel exige de mí una perfección total en la forma de expresar mis ideas, yo podría reelaborar aquellas afirmaciones que Don Ezequiel suponía que yo hacía con cobardía.
Dije:
Por otra parte, recordemos que la propia Palabra de Dios, en el libro de Santiago, dice:
"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo"
Ezequiel:
Tenemos que recordar a qué audiencia está hablando Santiago. El habla a “religiosos” que quieren comprar los favores de Dios. La teología de Santiago está en perfecta armonía con Pablo y hay que examinarlos juntos de lo contrario vamos a enseñar HEREJIAS.
Digo:
Santiago habla A CRISTIANOS COMO NOSOTROS, algunos de los cuales estaban pensando que con una fe sin obras podían salvarse. Santiago no dice "vuestras obras os salvan". Lo que dice es que "vuestra fe sin obras NO OS SALVA". Y precisamente de las obras de las que Santiago habla son esas obras en las que se muestra el amor por el prójimo de forma MUY CONCRETA y no con meras palabras bonitas.
Bendiciones