CUAL ES TU MISION Y TUS FRUTOS EN LA VIDA ?
Aquella persona que ha pasado 40 años al menos en una carcel, y no hay
esperanzas de que vuelva a ver el mundo por fuera, pensando que los años que le
quedan por vivir los terminara irremediablemente encerrado; se preguntara amargamente, esta es mi mision en la vida?, para esto vine a este mundo?.
Un ex presidiario en sus 65 anos, decia al dejar su encierro, despues haber
pasado ahi por espacio de 40 años, por haber asaltado varios bancos, y ahora
que hare?, este no es el mundo que deje cuando tenia 25 anos, todo es nuevo para mi, como me ganare la vida ahora?, los bancos son diferentes, su seguridad es mas sofisticada, desde 1950 a 1990 habia un abismo de tiempo de diferencia.
Su vida, aparentemenre, era imposible de restaurar, el pidio que lo regresaran al presidio, porque ahi se sentia seguro, el de afuera, era un mundo que no le pertenecia ya.
Cuantas veces nos hemos preguntado, Dios mio, para esto vine al mundo?, a
sufrir ?, yo no pedi venir, por que hay tantas injusticias?, aun entre los religiosos ?.
Las leyes de la vida son inexorables, no dan marcha atras, cada cosa en este
mundo sigue su irrefrenable curso y destino. La vida no puede detenerse, ni el mundo cerrarse en un pañuelo.
Hay cosas que parecieran estar marcadas en la vida, como que cada uno tenemos un destino intocable, aunque otros señalan que cada quien es el autor de su propio destino.
Hay seres que tienen actividades muy conspicuas, o bien remuneradas, o muy
populares, o muy reconocidas. Otros viven en el anonimato haciendo grandes
cosas para terceros, como aquellos que preparan los discursos de hombres famosos. O aquellos que trabajan en proyectos de servicio social para las grandes mayorias; trabajando con intensidad y calidad, pero nunca reconocidos.
Aunque hay ciertos trabajos poco remunerados, pero que dan tremendas
satisfacciones trabajando en el anonimato, con conocimiento y apreciacion solo de Dios. Ese es el mayor gozo que sienten quienes los realizan.
Son nuestras actividades realmente significativas ?, tenemos una mision
personal que cumplir en esta vida, determinada por nosotros mismos ?, o impuesta por otros ?.
Quien pueda responder afirmativamente a estas cuestiones, es un bendecido de
Dios. Porque encontrara gozo, satisfaccion y trascendencia en lo que hace, y delante de Dios sobre todo.
Vivir sin tener una mision en la vida, es vivir al paso, pasajeramente, como un
peregrino de lado a lado, sin trascendencia, sin semillas sembradas, sin fruto que recoger algun dia.
Los frutos, son la seµmal de una vida fructifera, rica, abundante de amor y
entrega; siempre dando, siempre creando, siempre compartiendo, siempre dando soporte, siempre, escuchando, siempre devolviendo bien por mal, siempre en actitud de espera, en esperanza, de fe en Dios, en amor, en bondad, en mansedumbre, en
gozo, en caridad, en humildad, en perdon, en comprension, en motivacion, en positiva energia animica.
Una vida llena de ojos sonrientes y de palabras sanas que alimentan el alma de esos rios de agua viva que vienen del Espiritu de Dios. Una mision que
descubrir y cumplir en la vida, nos aguarda en los destinos de cada uno.
El Señor nos bendiga a todos.
Aquella persona que ha pasado 40 años al menos en una carcel, y no hay
esperanzas de que vuelva a ver el mundo por fuera, pensando que los años que le
quedan por vivir los terminara irremediablemente encerrado; se preguntara amargamente, esta es mi mision en la vida?, para esto vine a este mundo?.
Un ex presidiario en sus 65 anos, decia al dejar su encierro, despues haber
pasado ahi por espacio de 40 años, por haber asaltado varios bancos, y ahora
que hare?, este no es el mundo que deje cuando tenia 25 anos, todo es nuevo para mi, como me ganare la vida ahora?, los bancos son diferentes, su seguridad es mas sofisticada, desde 1950 a 1990 habia un abismo de tiempo de diferencia.
Su vida, aparentemenre, era imposible de restaurar, el pidio que lo regresaran al presidio, porque ahi se sentia seguro, el de afuera, era un mundo que no le pertenecia ya.
Cuantas veces nos hemos preguntado, Dios mio, para esto vine al mundo?, a
sufrir ?, yo no pedi venir, por que hay tantas injusticias?, aun entre los religiosos ?.
Las leyes de la vida son inexorables, no dan marcha atras, cada cosa en este
mundo sigue su irrefrenable curso y destino. La vida no puede detenerse, ni el mundo cerrarse en un pañuelo.
Hay cosas que parecieran estar marcadas en la vida, como que cada uno tenemos un destino intocable, aunque otros señalan que cada quien es el autor de su propio destino.
Hay seres que tienen actividades muy conspicuas, o bien remuneradas, o muy
populares, o muy reconocidas. Otros viven en el anonimato haciendo grandes
cosas para terceros, como aquellos que preparan los discursos de hombres famosos. O aquellos que trabajan en proyectos de servicio social para las grandes mayorias; trabajando con intensidad y calidad, pero nunca reconocidos.
Aunque hay ciertos trabajos poco remunerados, pero que dan tremendas
satisfacciones trabajando en el anonimato, con conocimiento y apreciacion solo de Dios. Ese es el mayor gozo que sienten quienes los realizan.
Son nuestras actividades realmente significativas ?, tenemos una mision
personal que cumplir en esta vida, determinada por nosotros mismos ?, o impuesta por otros ?.
Quien pueda responder afirmativamente a estas cuestiones, es un bendecido de
Dios. Porque encontrara gozo, satisfaccion y trascendencia en lo que hace, y delante de Dios sobre todo.
Vivir sin tener una mision en la vida, es vivir al paso, pasajeramente, como un
peregrino de lado a lado, sin trascendencia, sin semillas sembradas, sin fruto que recoger algun dia.
Los frutos, son la seµmal de una vida fructifera, rica, abundante de amor y
entrega; siempre dando, siempre creando, siempre compartiendo, siempre dando soporte, siempre, escuchando, siempre devolviendo bien por mal, siempre en actitud de espera, en esperanza, de fe en Dios, en amor, en bondad, en mansedumbre, en
gozo, en caridad, en humildad, en perdon, en comprension, en motivacion, en positiva energia animica.
Una vida llena de ojos sonrientes y de palabras sanas que alimentan el alma de esos rios de agua viva que vienen del Espiritu de Dios. Una mision que
descubrir y cumplir en la vida, nos aguarda en los destinos de cada uno.
El Señor nos bendiga a todos.