En otro foro, iniciado por el artículo de opinión: ¿Ha llegado el cambio para la Iglesia? escrito por una persona de apellido Sucre y publicado en la Prensa de Panamá, el 7 de octubre pasado, un participante de dicho foro con el nick de ´Pichistrufo´, católico él, a quien concedí que, siendo Roma la Gran Ramera apocalíptica, pues, había parido de sus fornicaciones el gran ´ramerío´ del que se quejaba y no pudiendo, me dijo, adivinar (como buen hijo del Monte del Vaticinio, Vaticano o de la adivinación) a qué secta pertenecía yo, me ordenó: Identifícate. A qué secta de las miles que hay perteneces. Yo soy católico, -me dijo- a mucha honra. Después de aclararle varias cosas y de que yo no recibía órdenes suyas, le agradecí la oportunidad y le contesté: Soy cristiano de la secta de Pablo. Como se nos llamó por los judíos de Roma. Lo cual se recoge en el versículo 22 del capítulo 28 del Libro de los Hechos. Y ustedes, ¿Que opinan? ¿Hay algún problema o sienten ofensivo que a los cristianos nos llamen: Secta?