¿Cuál es la condición femenina en el Islam?
La condición de la mujer en los países islámicos está cambiando rápidamente. Los hombres pueden tener hasta cuatro mujeres, esto es algo raro en la actualidad y la mayoría tiene solo una. Ésto se debe que para tener cuatro mujeres debe tener suficiente dinero para mantenerlas y hoy en día es difícil mantener una y mucho más mantener cuatro.
La tradición dice que un hombre puede divorciarse de su mujer declarando tres veces oralmente que tiene la intención de divorciarse (el repudio), pero la mujer no puede hacer lo mismo. Sin embargo, las reformas en algunos países han permitido desde hace poco que la mujer pueda divorciarse bajo ciertas circunstancias, por ejemplo si el marido se casa con una segunda mujer después de haberse comprometido en el contrato de matrimonio a tener una sola.
Muchas mujeres visten según la tradición islámica, cubriéndose todo el cuerpo incluyendo manos, cara y pelo. Actualmente se permiten mostrar el rostro y las manos, y algunas incluso visten un discreto estilo occidental, aunque conservan su vestimenta islámica para acudir a la Mezquita y para oraciones en casa.
Hoy muchas mujeres jóvenes trabajan, algunas ocupan altos cargos en el gobierno o tienen sus propias empresas. No existen restricciones para el acceso de la mujer a la vida laboral y profesional, salvo para desempeñar la función de Cadí (Juez).
Pero hace unos años ésto no era tan así, la mujer musulmana se pasaba su vida en el aislamiento total del harem, en el que se ocupaban de cuestiones domésticas, de vigilar el trabajo de las criadas, de cuidar a los niños o de bordar. Su vida social estaba limitada a las reuniones de familia.
Lady Montague, mujer de un embajador inglés dice: "las ocupaciones principales de la mujer consisten en visitar a las vecinas, ir a los baños turcos, gastar con prodigalidad e inventar nuevos modelos de vestidos."
Las mujeres usan distinto tipo de ropa para estar en su casa y para salir. Para salir utilizan un velo que les cubre la cara y además llevaban una especie de chalvolante llamado charchaf. Había una variante de esa vestimenta que era una combinación del feradje y del yachmak; el primero era una especie de manto de formas imprecisas y el segundo un velo que dejaba los ojos al descubierto.
Por otra parte les está prohibido a las damas musulmanas ir en coche o pasearse a pie por los barrios, así como entrar al gran bazar y sentarse en las tiendas. Se les prohibe también reunirse en grupos públicamente, si la policía las ve es su deber invitar a las interesadas en dispersarse, se le dirá a la dama mayor de todas o a sus sirvientes, esto es a juicio del policía.
Otra regla es que los hombres que dirijan la palabra a una mujer o le hagan señas en la calle, serán castigados de acuerdo a determinados reglamentos ya establecidos.
Pero éstas disposiciones no fueron siempre aplicadas al pie de la letra, hubo una época llamada "de los tulipanes", en la segunda mitad del siglo XVIII, en que la mujer tuvo cierta libertad, vestida con un feradje asistían a fiestas y espectáculos al aire libre.
Poco a poco se introdujo la vida en el Harem en Persia y Bizancio, pero en el siglo XV se dividió éste en una sección de mujeres o Harem y una de hombres o Selamlik, en poco tiempo se convirtió en una costumbre de la población en las casas particulares.
Hasta que finalizó la primera Guerra Mundial hombres y mujeres viajaban separados en los vehículos de transporte público. Entre 1918 y 1923 fueron varios los cambios que sufrió la situación de la mujer.
Primeramente el éxito profesional correspondía únicamente al hombre; sin embargo aquellas mujeres que no carecían de habilidad ni de inteligencia, llegaron a realizar numerosos intentos para abolir la discriminación e imponer sus derechos en la sociedad.
A partir del momento que las mujeres musulmanas pudieron estudiar en liceos y universidades un gran número de ellas se orientó a las carreras más diversas pero solo se les permitía inscribirse en la facultad de Derecho o de Letras. Aquellas que aspiraron a estudias medicina no pudieron hacerlo, posteriormente aparecieron artículos en la prensa en que se informaba que era poco probable que las mujeres pudieran seguir esa carrera con éxito. Pero en Turquía fueron aprobadas las aspiraciones de éstas estudiantes y siete chicas se pudieron inscribir en setiembre de 1922 en la facultad de Medicina de la universidad de Estambul. Pero todavía estaban sometidas a las viejas costumbres de sus vestimentas, debían llevar velo en los anfiteatros y no lograron sacárselo hasta 1925.
Las alumnas terminaron sus estudios en 1927 y recibieron después de un año de práctica el diploma, primeramente trabajaron como médico general pero no pasó mucho tiempo en que quisieran perfeccionarse y continuar mejorando cada día más y pretendieron especializarse, por supuesto la mayoría de sus colegas masculinos se negaron diciendo que pese a los excelentes estudios que hicieron, en la práctica no resultaría. Con el tiempo las mujeres rompieron las barreras y se especializaron, demostrando su excelente capacidad también en éstas ramas.
Hoy en día encontramos mujeres musulmanas en todas las profesiones, desde diplomas universitarios hasta el teatro.
Desde el punto de vista familiar, la familia está sometida a la autoridad del padre. Éste posee numerosos derechos sobre la esposa. El tipo de familia más característico es la llamada familia extensa patriarcal (usra). Está compuesta por las familias monógamas constituidas por los hijos del mismo padre que viven bajo el mismo techo, todos juntos pueden sumar desde unos 20 a 50 miembros que permanecen unidos mientras viva el patriarca.
El matrimonio es endogámico, es decir se casan entre familiares. La mujer se casa muy pronto, apenas núbil, entre los 8 y 18 años, el varón entre los 14 y 18 años.
Primeramente se acuerda el casamiento entre los padres sin tener en cuenta a los jóvenes, por ello el repudio es tan generalizado. Es la madre del novio quien tiene que encontrar una esposa para su hijo; visita las familias y negocia el mahr (la dote) y el shart (los gastos de nupcias y el ajuar). No se permite el adulterio, y para las mujeres es difícil repudiar, ya que tiene que dar sus explicaciones de porqué, en cambio el hombre puede repudiar sin deshonrar a su familia.
Finalmente tenemos dos puntos de vista de la vida de la mujer en el mundo islámico, uno es el negativo donde culpa a la mujer de muchos delitos religiosos en los cuales también está involucrado el hombre. Y el otro es el positivo donde los iguala ante el Corán.
Comenzaremos el primero estableciendo la opinión del Dr. Yusuf al-Qaradawi. Éste musulmán dice que muchos han adoptado la ética de Judeo-Cristiana que ve a las mujeres como la fuente de la tragedia humana debido a su alegado papel bíblico, como las tentadoras que sedujeron a Adam en desobediencia a su Señor. Tentando a su marido a comer la fruta prohibida, ella no solamente desafió a Allah, sino que causó la expulsión de la humanidad del paraíso, instigando así todo el sufrimiento humano temporal.
Todas las personas que sostienen este mito bíblico y están contra las mujeres han hecho archivos Pseudo islámicos tales como hadices (hadith) falsos y débiles. Esto lleva a la creencia errónea de la inferioridad de la mujer y trae aparejado su discriminación.
Pero sin embargo no hay nada en la doctrina islámica o en el Corán que sostenga que las mujeres son responsables de la expulsión de Adam del paraíso o de la consiguiente miseria de la humanidad.
Aunque el Islam ha honrado y ha autorizado a la mujer en todas las esferas de la vida, hay sociedades enteras que han maltratado a sus miembros femeninos como resultado de la interpretación de hadices y de la negatividad general.
Un ejemplo de Pseudo hadith es: "consulta mujeres y haz lo contrario", esto podemos escucharlo hoy en día en nuestra civilización como un dicho "machista" pero no como en el mundo Árabe donde está escrito, no es lo mismo una opinión verbal que muchas veces no es tal como se piensa a una idea fija y escrita donde se toma con más respeto. Otro es: "la mujer es todo mal, y el mal más grande sobre ella es el que el hombre no puede hacer sin ella", esto es como decir que la mujer es un mal necesario y que el hombre tiene parte de culpa porque no puede vivir sin ella. Finalmente escribiremos otro para demostrar el peso que cae sobre las mujeres: "No he dejado un mayor daño a los hombres que mujeres", esto asume que el daño implica que las mujeres son una maldición que se soportará como se debe aguantar pobreza, hambre, enfermedad, muerte y miedo.
Pensar que esto parece muy vago pero realmente está escrito como un hadith que es parte del Corán pero no es un Corán verdadero sino falso e inventado por los hombres resentidos.
La mujer no ha tenido mucha suerte entre la mayoría de los pueblos de la antigüedad, en algunos diálogos de Platón éste nos recuerda como Sócrates la considera "Parte de los demás bienes, así el arado, la burra y la mujer".
Por otro lado, visto desde otro punto de vista, la economía islámica interesa a la mujer como musulmana, como productora y como consumidora. Es obvio que las mujeres "son semejantes a los hombres" ya que la vida religiosa y su destino dependen de las acciones de los musulmanes y de las musulmanas por igual, así está asentado en el verdadero Corán.
El problema fundamental es que es difuso el límite donde debe terminar lo material y comenzar lo moral para que la mujer musulmana pudiese cumplir con sus responsabilidades en una vida sana y feliz. Porque por ejemplo si un hombre musulmán paga a una mujer para hacer los quehaceres de la casa, ésta recibe lo material pero de be haber una armonía con respecto a su propio hogar, comenzaría aquí la moral.
Pero la mujer debe cumplir con todos los deberes que se les ha otorgado dando todo lo que puedan, en el Corán está escrito de la siguiente manera:
"Dios no pide nada a nadie, más allá de sus posibilidades".
Esto significa que no se exige a los seres humanos sino en la medida de su capacidad y como la mujer está frente al Corán igualada al hombre, por lo tanto ella tampoco debe ser exigida más allá de sus posibilidades.
Además un segundo planteamiento es que todo musulmán pueda superar su egoísmo permitiendo a su fiel hermana ejercer todos los derechos que la ley religiosa le ha concedido.
En la época de la Ignorancia, la mujer Árabe sufrió una situación de desastrosa humillación. Fue considerada como simple objeto entre las demás propiedades del hombre.
El Corán se hace cargo de ésta situación:
"Pues cuando se anuncia a uno de ellos el nacimiento de una hembra, su rostro se oscurece y se sofoca, se oculta de la gente a causa de la desgracia que fue anunciada. ¿Cogerá la criatura a pesar del deshonor, o la ocultará en el polvo?
¡Cuan malo lo que juzgan!"
Esto representa lo que ocurre cuando nace una niña a su padre, primeramente se enrojece de humillación, pero luego debe decidir lo peor, quedársela o matarla. En la época de la Ignorancia para un padre lo más humillante era tener una niña, vemos aquí el poco valor que tenía en aquel entonces una mujer. A pesar de todo el Corán continúa igualándolos porque finalmente dice, ¡Cuan malo es lo que juzgan!; claramente hace referencia tanto a la mujer como al hombre, pues siempre que menciona a éste hace referencia a ella, por ejemplo "Los musulmanes y las musulmanas".
En la edad de la Ignorancia la mujer era objeto de herencia, con el Islam se transformó en heredera, pudiendo disponer de sus propios bienes.
El Corán supuso para la mujer el reconocimiento del derecho a la nutrición y protección del mismo modo que al hombre, igualando los derechos entre ellos en todo aquello que puede considerarse básico en cualquier sociedad:
"Las mujeres tienen sobre los esposos idénticos derechos"
(Corán 2.228)
"... los creyentes varones o hembras que obren bien, entrarán en el Jardín y serán proveídos en él sin medida".
(Corán 40.40)
El filósofo Al Kindi dijo que la inteligencia está repartida por igual entre el hombre y la mujer, y es lo que distingue a los seres humanos en general.
Es muy interesante lo que agrega Muhammad Husanin Fadl Allah:
"La consideración de la participación activa de la mujer en la sociedad es variable y provoca polémicas, sobre todo si tenemos en cuenta las numerosas ideas inquietantes que la gente se forma sobre dicha cuestión, mayormente en el marco religioso islámico. Esto puede condicionar negativamente la integración de la mujer en la realidad social contemporánea, o bien llevarla a una pérdida de confianza en si misma, provocándole diversas sugestiones que modifiquen su sentir, su manera de percibe el entorno vital, e incluso poner en cuestión la responsabilidad que sobre ella recae".
Esto puede suceder con cualquier persona que se desmoralice haciéndole creer que no hace nada bien, ya que hay algo que juega un papel muy importante y es la autoestima que se puede tambalear y caer cuando otra persona insiste en que vos haces todo mal, es éste es el caso de la mujer islámica.
Según el Dr. Qaradawi Yusuf el tema de la mujer en nuestras sociedades islámicas constituye un ejemplo diáfano que provoca dos actitudes: la exageración y la insuficiencia".
La Dra. Muna Yaqún afirma que la mujer musulmana está aún muy lejos de poder ejercer su derecho y desarrollar el papel social y universal que le corresponde. Su arbitraria marginación limita su existencia, enturbia su quietud y la aparta de toda acción. Vemos así el problema del reconocimiento de la capacidad de su mujer de su participación y de su rechazo a una tutela ilimitada sobre ella, vienen a constituir los aspectos más destacados que preocupan su mente.
En la literatura islámica se trata la cuestión de la mujer, pero en éstos textos se observan ciertas peculiaridades:
En la mayoría de los textos predomina un estilo emocional y defensivo, escritos en contra a los prejuicios y problemas que generan las influencias no islámicas sobre la mujer en general. Porque en el momento de comprometerse con opiniones en un debate usando un discurso basándose en la imitación de la mujer occidental, parecería más adecuado partir directamente de los fundamentos islámicos, de sus formas de conocimiento y normativa, a la hora de abordar la cuestión de la mujer sin temor a susceptibilidades de la parte contraria, ya que la mujer occidental tiene muchas diferencias con la musulmana.
La mayoría de los textos islámicos sobre el tema de la mujer son escritos por el hombre y no por la mujer. Ciertamente, la crítica de esta actitud no implica necesariamente que el hombre tenga que despreocuparse del mundo de la mujer, ésta situación debería superarse tratando de conocer las propias valoraciones subjetivas de las mujeres, pues ellas se hallan más cerca del problema.
La forma más usual de tratar el problema es preguntándose si los principios de la religión musulmana favorecen, entorpecen, frenan o prohiben la participación de la mujer en las actividades económicas.
Esto nos lleva a hacernos algunas preguntas:
-El Islam, ¿es un factor de emancipación del individuo en la esfera familiar o por el contrario es un obstáculo?
- El freno al desarrollo de la mujer si es cierto que existe, ¿está ligado a la religión o a una cierta lectura del Islam hecha por los dirigentes políticos?
Si el Islam fuera solo religión, éste estudio sería sumamente sencillo, pero estamos tratando con un modo de vida y una sociedad colectiva regida por un sistema socio-político.
La madre de los creyentes Aïsha dijo:
"la rueca entre las manos de la mujer tiene más valor y mérito que la lanza entre las manos del combatiente en la vida de Dios".
Poco a poco la mujer fue logrando un lugar en la economía por el trabajo impuesto por las necesidades económicas de la familia.
Sin embargo se plantea otro problema cuando la mujer trabaja fuera del hogar: ¿quién se ocupará de éste y de los niños?. Quizás se ocupe la abuela, un pariente o el marido cuando el caso lo requiera. A pesar de ello nadie puede reemplazar a la mujer, a la madre.
Las cifras actuales sobre el trabajo femenino demuestran que la evolución es hoy por hoy, irreversible. La crisis económica, la inflación y la deuda, acentúan las contradicciones sociales y obligan a las mujeres a buscar un empleo.
La mujer asalariada trata de adaptarse a una forma de vida en la cual la autoridad familiar se restringe y en la que se ve obligada a asumir responsabilidades para poder administrar su vida.
Actualmente se defiende el trabajo de la mujer pero un trabajo decente y asalariado, reivindicando el derecho de la mujer a ocupar el lugar que le corresponden dentro de la sociedad y de la familia. La enseñanza aparecía como un medio de acceder a un mundo nuevo y a un mundo de producción moderno.
Para la mujer la enseñanza tenía un sentido profundo significaba liberación, emancipación y trabajo.
La mujer que trabaja se encuentra así confrontada a dos tipos de argumentos: una tesis tradicionalista que predica el ideal de mujer como madre y como espesa y un segundo argumento modernista que le concede el derecho al trabajo, a la formación, a la promoción profesional y que la considera como uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico y social de su nación, éstos dos argumentos proponen su liberación.
A pesar de todo ésto la mujer musulmana debe tomar conciencia de su papel de esposa y madre en el hogar, sin recelos hacia la posibilidad de aprender una profesión y ejercerla, e iniciarse en la vida económica de su país. Solo que el riesgo es grande si se produce su emancipación "fuera de un marco moral."
¿Habrá sitio para ésta organización social urbana donde la mujer se encuentre en la vida social y económica y que también tenga la posibilidad de asumir los problemas contemporáneos sin contradecir los principios islámicos?
Para que esto suceda se necesitará de un conocimiento de las teorías de la evolución histórica junto a un conocimiento de las doctrinas y de lo hechos sociales y económicos del mundo, gracias a Dios éstos conocimientos hasta el día de hoy se han dado.
Concluyendo podemos decir que no se pueden unir las mujeres occidentales con las orientales, ya que como hemos visto hay muchas diferencias de necesidades y religiones.
Cuando la novela o el cine occidentales han querido mostrarnos el misterio y la sensualidad no han tenido reparos en llevarnos de viaje al oriente, tierra remota donde siempre halló su fecundo contraste la agotada clase intelectual europea.
Esto nos lleva a ver de forma falsa la posición de la mujer en el oriente, ya que no podemos interferir en sus vidas distintas a las nuestras porque podríamos producir un "crack" social, un desconformismo de la mujer hacia su estado y éste ya está dispuesto por el Corán.
Por ejemplo a un lector que nunca ha leído nada o ha sido mal informado sobre ésta civilización puede parecerle repugnante la situación de la mujer, estando en toda su razón.
Actualmente se ha aprobado una ley de protección de la mujer en el oriente. Pero ésta protección es para protegerla de la influencia occidental. Ya que ésta a través de los medios de comunicación llega con sus adelantos hasta el oriente.
En realidad no es a favor de la mujer viéndolo desde nuestro punto de vista ya que ellos lo consideran "ilegal y poco religioso", porque el Corán tiene como igual a la mujer y al hombre y si ella se maquillara habría una diferencia que va más allá del sexo.
Trabajo enviado por:
[email protected]
La condición de la mujer en los países islámicos está cambiando rápidamente. Los hombres pueden tener hasta cuatro mujeres, esto es algo raro en la actualidad y la mayoría tiene solo una. Ésto se debe que para tener cuatro mujeres debe tener suficiente dinero para mantenerlas y hoy en día es difícil mantener una y mucho más mantener cuatro.
La tradición dice que un hombre puede divorciarse de su mujer declarando tres veces oralmente que tiene la intención de divorciarse (el repudio), pero la mujer no puede hacer lo mismo. Sin embargo, las reformas en algunos países han permitido desde hace poco que la mujer pueda divorciarse bajo ciertas circunstancias, por ejemplo si el marido se casa con una segunda mujer después de haberse comprometido en el contrato de matrimonio a tener una sola.
Muchas mujeres visten según la tradición islámica, cubriéndose todo el cuerpo incluyendo manos, cara y pelo. Actualmente se permiten mostrar el rostro y las manos, y algunas incluso visten un discreto estilo occidental, aunque conservan su vestimenta islámica para acudir a la Mezquita y para oraciones en casa.
Hoy muchas mujeres jóvenes trabajan, algunas ocupan altos cargos en el gobierno o tienen sus propias empresas. No existen restricciones para el acceso de la mujer a la vida laboral y profesional, salvo para desempeñar la función de Cadí (Juez).
Pero hace unos años ésto no era tan así, la mujer musulmana se pasaba su vida en el aislamiento total del harem, en el que se ocupaban de cuestiones domésticas, de vigilar el trabajo de las criadas, de cuidar a los niños o de bordar. Su vida social estaba limitada a las reuniones de familia.
Lady Montague, mujer de un embajador inglés dice: "las ocupaciones principales de la mujer consisten en visitar a las vecinas, ir a los baños turcos, gastar con prodigalidad e inventar nuevos modelos de vestidos."
Las mujeres usan distinto tipo de ropa para estar en su casa y para salir. Para salir utilizan un velo que les cubre la cara y además llevaban una especie de chalvolante llamado charchaf. Había una variante de esa vestimenta que era una combinación del feradje y del yachmak; el primero era una especie de manto de formas imprecisas y el segundo un velo que dejaba los ojos al descubierto.
Por otra parte les está prohibido a las damas musulmanas ir en coche o pasearse a pie por los barrios, así como entrar al gran bazar y sentarse en las tiendas. Se les prohibe también reunirse en grupos públicamente, si la policía las ve es su deber invitar a las interesadas en dispersarse, se le dirá a la dama mayor de todas o a sus sirvientes, esto es a juicio del policía.
Otra regla es que los hombres que dirijan la palabra a una mujer o le hagan señas en la calle, serán castigados de acuerdo a determinados reglamentos ya establecidos.
Pero éstas disposiciones no fueron siempre aplicadas al pie de la letra, hubo una época llamada "de los tulipanes", en la segunda mitad del siglo XVIII, en que la mujer tuvo cierta libertad, vestida con un feradje asistían a fiestas y espectáculos al aire libre.
Poco a poco se introdujo la vida en el Harem en Persia y Bizancio, pero en el siglo XV se dividió éste en una sección de mujeres o Harem y una de hombres o Selamlik, en poco tiempo se convirtió en una costumbre de la población en las casas particulares.
Hasta que finalizó la primera Guerra Mundial hombres y mujeres viajaban separados en los vehículos de transporte público. Entre 1918 y 1923 fueron varios los cambios que sufrió la situación de la mujer.
Primeramente el éxito profesional correspondía únicamente al hombre; sin embargo aquellas mujeres que no carecían de habilidad ni de inteligencia, llegaron a realizar numerosos intentos para abolir la discriminación e imponer sus derechos en la sociedad.
A partir del momento que las mujeres musulmanas pudieron estudiar en liceos y universidades un gran número de ellas se orientó a las carreras más diversas pero solo se les permitía inscribirse en la facultad de Derecho o de Letras. Aquellas que aspiraron a estudias medicina no pudieron hacerlo, posteriormente aparecieron artículos en la prensa en que se informaba que era poco probable que las mujeres pudieran seguir esa carrera con éxito. Pero en Turquía fueron aprobadas las aspiraciones de éstas estudiantes y siete chicas se pudieron inscribir en setiembre de 1922 en la facultad de Medicina de la universidad de Estambul. Pero todavía estaban sometidas a las viejas costumbres de sus vestimentas, debían llevar velo en los anfiteatros y no lograron sacárselo hasta 1925.
Las alumnas terminaron sus estudios en 1927 y recibieron después de un año de práctica el diploma, primeramente trabajaron como médico general pero no pasó mucho tiempo en que quisieran perfeccionarse y continuar mejorando cada día más y pretendieron especializarse, por supuesto la mayoría de sus colegas masculinos se negaron diciendo que pese a los excelentes estudios que hicieron, en la práctica no resultaría. Con el tiempo las mujeres rompieron las barreras y se especializaron, demostrando su excelente capacidad también en éstas ramas.
Hoy en día encontramos mujeres musulmanas en todas las profesiones, desde diplomas universitarios hasta el teatro.
Desde el punto de vista familiar, la familia está sometida a la autoridad del padre. Éste posee numerosos derechos sobre la esposa. El tipo de familia más característico es la llamada familia extensa patriarcal (usra). Está compuesta por las familias monógamas constituidas por los hijos del mismo padre que viven bajo el mismo techo, todos juntos pueden sumar desde unos 20 a 50 miembros que permanecen unidos mientras viva el patriarca.
El matrimonio es endogámico, es decir se casan entre familiares. La mujer se casa muy pronto, apenas núbil, entre los 8 y 18 años, el varón entre los 14 y 18 años.
Primeramente se acuerda el casamiento entre los padres sin tener en cuenta a los jóvenes, por ello el repudio es tan generalizado. Es la madre del novio quien tiene que encontrar una esposa para su hijo; visita las familias y negocia el mahr (la dote) y el shart (los gastos de nupcias y el ajuar). No se permite el adulterio, y para las mujeres es difícil repudiar, ya que tiene que dar sus explicaciones de porqué, en cambio el hombre puede repudiar sin deshonrar a su familia.
Finalmente tenemos dos puntos de vista de la vida de la mujer en el mundo islámico, uno es el negativo donde culpa a la mujer de muchos delitos religiosos en los cuales también está involucrado el hombre. Y el otro es el positivo donde los iguala ante el Corán.
Comenzaremos el primero estableciendo la opinión del Dr. Yusuf al-Qaradawi. Éste musulmán dice que muchos han adoptado la ética de Judeo-Cristiana que ve a las mujeres como la fuente de la tragedia humana debido a su alegado papel bíblico, como las tentadoras que sedujeron a Adam en desobediencia a su Señor. Tentando a su marido a comer la fruta prohibida, ella no solamente desafió a Allah, sino que causó la expulsión de la humanidad del paraíso, instigando así todo el sufrimiento humano temporal.
Todas las personas que sostienen este mito bíblico y están contra las mujeres han hecho archivos Pseudo islámicos tales como hadices (hadith) falsos y débiles. Esto lleva a la creencia errónea de la inferioridad de la mujer y trae aparejado su discriminación.
Pero sin embargo no hay nada en la doctrina islámica o en el Corán que sostenga que las mujeres son responsables de la expulsión de Adam del paraíso o de la consiguiente miseria de la humanidad.
Aunque el Islam ha honrado y ha autorizado a la mujer en todas las esferas de la vida, hay sociedades enteras que han maltratado a sus miembros femeninos como resultado de la interpretación de hadices y de la negatividad general.
Un ejemplo de Pseudo hadith es: "consulta mujeres y haz lo contrario", esto podemos escucharlo hoy en día en nuestra civilización como un dicho "machista" pero no como en el mundo Árabe donde está escrito, no es lo mismo una opinión verbal que muchas veces no es tal como se piensa a una idea fija y escrita donde se toma con más respeto. Otro es: "la mujer es todo mal, y el mal más grande sobre ella es el que el hombre no puede hacer sin ella", esto es como decir que la mujer es un mal necesario y que el hombre tiene parte de culpa porque no puede vivir sin ella. Finalmente escribiremos otro para demostrar el peso que cae sobre las mujeres: "No he dejado un mayor daño a los hombres que mujeres", esto asume que el daño implica que las mujeres son una maldición que se soportará como se debe aguantar pobreza, hambre, enfermedad, muerte y miedo.
Pensar que esto parece muy vago pero realmente está escrito como un hadith que es parte del Corán pero no es un Corán verdadero sino falso e inventado por los hombres resentidos.
La mujer no ha tenido mucha suerte entre la mayoría de los pueblos de la antigüedad, en algunos diálogos de Platón éste nos recuerda como Sócrates la considera "Parte de los demás bienes, así el arado, la burra y la mujer".
Por otro lado, visto desde otro punto de vista, la economía islámica interesa a la mujer como musulmana, como productora y como consumidora. Es obvio que las mujeres "son semejantes a los hombres" ya que la vida religiosa y su destino dependen de las acciones de los musulmanes y de las musulmanas por igual, así está asentado en el verdadero Corán.
El problema fundamental es que es difuso el límite donde debe terminar lo material y comenzar lo moral para que la mujer musulmana pudiese cumplir con sus responsabilidades en una vida sana y feliz. Porque por ejemplo si un hombre musulmán paga a una mujer para hacer los quehaceres de la casa, ésta recibe lo material pero de be haber una armonía con respecto a su propio hogar, comenzaría aquí la moral.
Pero la mujer debe cumplir con todos los deberes que se les ha otorgado dando todo lo que puedan, en el Corán está escrito de la siguiente manera:
"Dios no pide nada a nadie, más allá de sus posibilidades".
Esto significa que no se exige a los seres humanos sino en la medida de su capacidad y como la mujer está frente al Corán igualada al hombre, por lo tanto ella tampoco debe ser exigida más allá de sus posibilidades.
Además un segundo planteamiento es que todo musulmán pueda superar su egoísmo permitiendo a su fiel hermana ejercer todos los derechos que la ley religiosa le ha concedido.
En la época de la Ignorancia, la mujer Árabe sufrió una situación de desastrosa humillación. Fue considerada como simple objeto entre las demás propiedades del hombre.
El Corán se hace cargo de ésta situación:
"Pues cuando se anuncia a uno de ellos el nacimiento de una hembra, su rostro se oscurece y se sofoca, se oculta de la gente a causa de la desgracia que fue anunciada. ¿Cogerá la criatura a pesar del deshonor, o la ocultará en el polvo?
¡Cuan malo lo que juzgan!"
Esto representa lo que ocurre cuando nace una niña a su padre, primeramente se enrojece de humillación, pero luego debe decidir lo peor, quedársela o matarla. En la época de la Ignorancia para un padre lo más humillante era tener una niña, vemos aquí el poco valor que tenía en aquel entonces una mujer. A pesar de todo el Corán continúa igualándolos porque finalmente dice, ¡Cuan malo es lo que juzgan!; claramente hace referencia tanto a la mujer como al hombre, pues siempre que menciona a éste hace referencia a ella, por ejemplo "Los musulmanes y las musulmanas".
En la edad de la Ignorancia la mujer era objeto de herencia, con el Islam se transformó en heredera, pudiendo disponer de sus propios bienes.
El Corán supuso para la mujer el reconocimiento del derecho a la nutrición y protección del mismo modo que al hombre, igualando los derechos entre ellos en todo aquello que puede considerarse básico en cualquier sociedad:
"Las mujeres tienen sobre los esposos idénticos derechos"
(Corán 2.228)
"... los creyentes varones o hembras que obren bien, entrarán en el Jardín y serán proveídos en él sin medida".
(Corán 40.40)
El filósofo Al Kindi dijo que la inteligencia está repartida por igual entre el hombre y la mujer, y es lo que distingue a los seres humanos en general.
Es muy interesante lo que agrega Muhammad Husanin Fadl Allah:
"La consideración de la participación activa de la mujer en la sociedad es variable y provoca polémicas, sobre todo si tenemos en cuenta las numerosas ideas inquietantes que la gente se forma sobre dicha cuestión, mayormente en el marco religioso islámico. Esto puede condicionar negativamente la integración de la mujer en la realidad social contemporánea, o bien llevarla a una pérdida de confianza en si misma, provocándole diversas sugestiones que modifiquen su sentir, su manera de percibe el entorno vital, e incluso poner en cuestión la responsabilidad que sobre ella recae".
Esto puede suceder con cualquier persona que se desmoralice haciéndole creer que no hace nada bien, ya que hay algo que juega un papel muy importante y es la autoestima que se puede tambalear y caer cuando otra persona insiste en que vos haces todo mal, es éste es el caso de la mujer islámica.
Según el Dr. Qaradawi Yusuf el tema de la mujer en nuestras sociedades islámicas constituye un ejemplo diáfano que provoca dos actitudes: la exageración y la insuficiencia".
La Dra. Muna Yaqún afirma que la mujer musulmana está aún muy lejos de poder ejercer su derecho y desarrollar el papel social y universal que le corresponde. Su arbitraria marginación limita su existencia, enturbia su quietud y la aparta de toda acción. Vemos así el problema del reconocimiento de la capacidad de su mujer de su participación y de su rechazo a una tutela ilimitada sobre ella, vienen a constituir los aspectos más destacados que preocupan su mente.
En la literatura islámica se trata la cuestión de la mujer, pero en éstos textos se observan ciertas peculiaridades:
En la mayoría de los textos predomina un estilo emocional y defensivo, escritos en contra a los prejuicios y problemas que generan las influencias no islámicas sobre la mujer en general. Porque en el momento de comprometerse con opiniones en un debate usando un discurso basándose en la imitación de la mujer occidental, parecería más adecuado partir directamente de los fundamentos islámicos, de sus formas de conocimiento y normativa, a la hora de abordar la cuestión de la mujer sin temor a susceptibilidades de la parte contraria, ya que la mujer occidental tiene muchas diferencias con la musulmana.
La mayoría de los textos islámicos sobre el tema de la mujer son escritos por el hombre y no por la mujer. Ciertamente, la crítica de esta actitud no implica necesariamente que el hombre tenga que despreocuparse del mundo de la mujer, ésta situación debería superarse tratando de conocer las propias valoraciones subjetivas de las mujeres, pues ellas se hallan más cerca del problema.
La forma más usual de tratar el problema es preguntándose si los principios de la religión musulmana favorecen, entorpecen, frenan o prohiben la participación de la mujer en las actividades económicas.
Esto nos lleva a hacernos algunas preguntas:
-El Islam, ¿es un factor de emancipación del individuo en la esfera familiar o por el contrario es un obstáculo?
- El freno al desarrollo de la mujer si es cierto que existe, ¿está ligado a la religión o a una cierta lectura del Islam hecha por los dirigentes políticos?
Si el Islam fuera solo religión, éste estudio sería sumamente sencillo, pero estamos tratando con un modo de vida y una sociedad colectiva regida por un sistema socio-político.
La madre de los creyentes Aïsha dijo:
"la rueca entre las manos de la mujer tiene más valor y mérito que la lanza entre las manos del combatiente en la vida de Dios".
Poco a poco la mujer fue logrando un lugar en la economía por el trabajo impuesto por las necesidades económicas de la familia.
Sin embargo se plantea otro problema cuando la mujer trabaja fuera del hogar: ¿quién se ocupará de éste y de los niños?. Quizás se ocupe la abuela, un pariente o el marido cuando el caso lo requiera. A pesar de ello nadie puede reemplazar a la mujer, a la madre.
Las cifras actuales sobre el trabajo femenino demuestran que la evolución es hoy por hoy, irreversible. La crisis económica, la inflación y la deuda, acentúan las contradicciones sociales y obligan a las mujeres a buscar un empleo.
La mujer asalariada trata de adaptarse a una forma de vida en la cual la autoridad familiar se restringe y en la que se ve obligada a asumir responsabilidades para poder administrar su vida.
Actualmente se defiende el trabajo de la mujer pero un trabajo decente y asalariado, reivindicando el derecho de la mujer a ocupar el lugar que le corresponden dentro de la sociedad y de la familia. La enseñanza aparecía como un medio de acceder a un mundo nuevo y a un mundo de producción moderno.
Para la mujer la enseñanza tenía un sentido profundo significaba liberación, emancipación y trabajo.
La mujer que trabaja se encuentra así confrontada a dos tipos de argumentos: una tesis tradicionalista que predica el ideal de mujer como madre y como espesa y un segundo argumento modernista que le concede el derecho al trabajo, a la formación, a la promoción profesional y que la considera como uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico y social de su nación, éstos dos argumentos proponen su liberación.
A pesar de todo ésto la mujer musulmana debe tomar conciencia de su papel de esposa y madre en el hogar, sin recelos hacia la posibilidad de aprender una profesión y ejercerla, e iniciarse en la vida económica de su país. Solo que el riesgo es grande si se produce su emancipación "fuera de un marco moral."
¿Habrá sitio para ésta organización social urbana donde la mujer se encuentre en la vida social y económica y que también tenga la posibilidad de asumir los problemas contemporáneos sin contradecir los principios islámicos?
Para que esto suceda se necesitará de un conocimiento de las teorías de la evolución histórica junto a un conocimiento de las doctrinas y de lo hechos sociales y económicos del mundo, gracias a Dios éstos conocimientos hasta el día de hoy se han dado.
Concluyendo podemos decir que no se pueden unir las mujeres occidentales con las orientales, ya que como hemos visto hay muchas diferencias de necesidades y religiones.
Cuando la novela o el cine occidentales han querido mostrarnos el misterio y la sensualidad no han tenido reparos en llevarnos de viaje al oriente, tierra remota donde siempre halló su fecundo contraste la agotada clase intelectual europea.
Esto nos lleva a ver de forma falsa la posición de la mujer en el oriente, ya que no podemos interferir en sus vidas distintas a las nuestras porque podríamos producir un "crack" social, un desconformismo de la mujer hacia su estado y éste ya está dispuesto por el Corán.
Por ejemplo a un lector que nunca ha leído nada o ha sido mal informado sobre ésta civilización puede parecerle repugnante la situación de la mujer, estando en toda su razón.
Actualmente se ha aprobado una ley de protección de la mujer en el oriente. Pero ésta protección es para protegerla de la influencia occidental. Ya que ésta a través de los medios de comunicación llega con sus adelantos hasta el oriente.
En realidad no es a favor de la mujer viéndolo desde nuestro punto de vista ya que ellos lo consideran "ilegal y poco religioso", porque el Corán tiene como igual a la mujer y al hombre y si ella se maquillara habría una diferencia que va más allá del sexo.
Trabajo enviado por:
[email protected]