Señor Presidente: Católicos, Libres Pensadores
Y Protestantes,
¡Estamos de Acuerdo!
Por
Luis Rodríguez
1949
CAPÍTULO 1
LA BIBLIA ADULTERADA
En virtud de que los sacerdotes romanos han propagado intensamente entre sus
feligreses, que la Biblia protestante (de Valera) está adulterada, siendo este el motivo para
prohibir su lectura, he creído pertinente, por principio de cuentas, demostrar cuál es la
Biblia adulterada.
Oigamos al Clero Romano:
"Traducción Castellana.-Hemos adoptado la tantas veces publicada y recomendada por la
autoridad eclesiástica, que el P. José Miguel Petisco, S. J., tradujo de la "Vulgata Latina"
teniendo a la vista los textos originales, y que se conoce por la Biblia del Ilmo. Sr. D. Félix
Torres Amat, obispo dc Astorga, España, por haber sido quien la dispuso y la publicó.
Como él ponemos el texto bíblico en tipo ordinario, reteniendo las palabras que él intercaló,
para mejor inteligencia o explicación del texto y disminuir el número de notas; pero nótese
que todas esas palabras van en letra cursiva, para no alterar en lo más mínimo el texto
sagrado".[1]
Aquí tenemos la confesión del mismo Clero y he subrayado algunas palabras a fin de
hacer notar tres cosas:
1a. Que la Biblia Católica tiene notas marginales que el Clero
Romano indebida y atrevidamente ha puesto;
2a. Que la Biblia Católica tiene intercaladas entre los textos
sagrados, palabras en letra cursiva que el Clero Romano
atrevidamente puso, y
3a. Que lo que escribieron los autores sagrados aparece en letra
de tipo ordinario, por lo tanto, es lo único que se puede creer.
Para poder comprender esto que me propongo poner en claro, es necesario narrar el
siguiente ejemplo: Supongamos que el C. Presidente de la República, da una serie de
leyes para que las conozca toda la Nación; pero al imprimirse dichas leyes, los empleados
de la imprenta, por órdenes dcl conserje dcl palacio nacional, ponen notas marginales e
intercalan palabras de letra cursiva dizque para explicar cada inciso, cuando en honor a la
verdad son para desvirtuar el significado dcl texto, pregunto: ¿con qué derecho cl conserje
del palacio nacional modifica las leyes del soberano? ¿Tiene alguna autoridad para hacer
tal cosa? ¿Tal acto no sería una incalificable rebeldía? ¿No seria condenable tal proceder?
Prácticamente el conserje se colocó en el lugar de un juez calificador y consideró que al
Ciudadano Presidente le faltó sentido común y razonamiento, porque en sus leyes ha
hablado a la Nación en términos incomprensibles, y a los ciudadanos los juzgó como unos
tontos, quizá imbéciles, incapaces de comprender las leyes del Presidente.
Veamos ahora si es verdad que las notas y las palabras intercaladas son para explicar los
pasajes bíblicos.
El Clero Romano en la larga nota que pone al versículo 18 del capítulo 16 de San. Mateo,
en la Biblia de Torres Amat, dice que la palabra "cordero" significa simples fieles, y que
"ovejas", cuerpo sacerdotal, tal aseveración es una falsa afirmación, cosa que voy a
demostrar con abundancia de textos sagrados en el capítulo donde demuestro que Pedro
no fue instituido jefe apostólico.
Veamos ahora un versículo donde el Clero Romano ha intercalado palabras de su motu
propio, dizque para explicar, pero antes recordemos que todos los sacerdotes dicen que la
Virgen María fue la única hija de Santa Ana y San. Joaquín, es decir, que estos esposos,
no tuvieron más hijos, pero veamos lo que nos dice la Santa Biblia.
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Juan 19:25: Y estaban junto a la cruz de
Jesús su madre, y la hermana de su
Madre, María mujer de Cleofas, y María
Magdalena.
Juan 19:25: Estaban al mismo tiempo
junto a la cruz de Jesús su madre, y la
hermana o parienta de su madre, María,
mujer de Cleofas, y María Magdalena.
Observemos que las palabras de letra cursiva intercaladas son: "o", "parienta", "mujer",
pero la que desvirtúa lo dicho por el apóstol es la palabra "parienta", puesto que no es lo
mismo decir parienta a hermana, y esta última palabra es la que aparece en tipo ordinario,
es decir, es la que fue escrita por San Juan y debemos pensar que no todos los parientes
son hermanos, y es de uso común que, con la palabra parientes designamos a los
primos, sobrinos, tíos, etc., por lo tanto yo pregunto: ¿qué el apóstol Juan, discípulo amado
de Cristo, no conoció a la familia de la Virgen, mientras que los curas sí? ¿Quién la
conocería, éstos o aquél? ¿o acaso dicho apóstol con un fin premeditado escribió
hermana sabiendo que no lo era? ¿Qué él escribiría mentiras? Yo creo que tú, querido
lector, admitirás que el santo apóstol Juan conoció a la familia de la Virgen y que escribió
verdades, por lo tanto, los que dicen falsedades son los curas, quienes se empeñan en
decir que la Virgen no tuvo hermanos ni hermanas.
Con el fin de probar que el ilustrísimo Canónigo Torres Amat, adulteró el pasaje aludido,
pongo a continuación el mismo texto tomado de la Vulgata Latina, por ser esta Biblia
reconocida cono primera autoridad por la misma Iglesia Romana, por las razones que
después daré a conocer mientras tanto he aquí el pasaje:
Juan 19:25: Y estaban junto a la cruz de Jesús su Madre, y la
hermana de su Madre María de Cleofas, y María Magdalena.
Con esto queda demostrado que la Iglesia Romana ante la imposibilidad de probar
bíblicamente sus doctrinas, ha iniciado una labor de adulteración, puesto que con sus
notas y palabras intercaladas entre los textos sagrados, desvirtúa el significado de ellos.
Decía arriba que después daría a conocer las razones en las cuales me basaba para decir
que la Iglesia Romana reconoce como primera autoridad la Vulgata Latina, hélas aquí.
Recordemos que el rey gentil PTOLOMEO PHILADELPHO, sirviéndose de setenta sabios
ordenó fuesen trasladadas del Antiguo Testamento hebreo al griego todas las Escrituras
Sagradas, copia reconocida como auténtica por la Iglesia Romana. También es un hecho
histórico que en el año de 394, por insinuaciones repetidas de Lucenio, obispo (le Bética,
fueron de España a Belén seis acreditados escribientes para copiar al pie de la letra la
Santa Biblia, de la versión latina de San Jerónimo, obra que Gregorio el Grande declaró ser
copia fiel y exacta del original y como tal la reconoció la Iglesia latina. En consecuencia, la
Vulgata Latina bien se puede decir que es una copia en orden sucesivo de la de los
setenta sabios, habiendo a favor de mi dicho una circunstancia más, que en el año de
l546, el Concilio de Trento la reconoció como una copia fiel y auténtica de los Libros
Sagrados, conminando a los que pretendiesen rechazarla, declarando que la Iglesia
Romana la reconocía como legítima. Por lo expuesto, deducimos que la Santa Biblia
Vulgata Latina, cuya legitimidad reconoció el concilio tridentino, es de mayor autoridad que
la de Torres Amat.
El Clero Romano, además de poner notas a los versículos y de intercalar palabras de su
motu propio, comenzó ya a cambiar radicalmente algunos textos bíblicos, con el fin de
hacer creer a sus ovejas que Cristo o sus apóstoles dijeron tales o cuales cosas, pues en
la Biblia de Torres Amat, sexta edición de 1944, en el ejemplar que tengo, dice en Hebreos
10:12, "después de ofrecida una SOLA HOSTIA por los pecados", palabras puestas en
tipo ordinario, y es necesario repetir que la palabra hostia es completamente desconocida
en las Sagradas Escrituras, como prueba transcribo el mismo texto de la Vulgata Latina:
"mas habiendo ofrecido un SOLO SACRIFICIO por los pecados (edición de 1851), y no es
lo mismo decir una sola hostia a un solo sacrificio. Además, el autor sagrado se refiere al
solo sacrificio que Cristo se ofreció de sí mismo en la cruz para el perdón de nuestros
pecados.
Otro de los textos sagrados adulterados radicalmente por Torres Amat es el siguiente: "En
seguida, habiendo ordenado sacerdotes en cada una de las iglesias . . . " Hechos 14: 22,
la palabra indebidamente puesta en tipo ordinario es SACERDOTES, pues parece que es
necesario repetir que nuestro Señor Jesucristo no organizó su iglesia con sacerdotes, y
no porque no los hubiera, pues los había, sino que El no quiso llamarlos para que
predicaran su Evangelio por lo tanto, no es posible creer que San Pablo hiciera lo que el
Señor Jesús no quiso hacer.
El atrevimiento de haber cambiado radicalmente las palabras arriba anotadas, viene una
vez más a confirmar la profecía que dice: "Sus profetas son hombres furiosos y sin fe; sus
sacerdotes han profanado el santuario, han hecho violencia a la ley" (Sofonías 3:4). Se
describe aquí señores sacerdotes, vuestra triste celebridad, por los atentados que hacéis
contra la ley divina.
Autoridades de México y del mundo entero, castigáis a los individuos que adulteran los
alimentos, porque se tornan nocivos para el cuerpo humano, hacéis bien, pero ¿ por qué
no castigáis a los que adulteran las enseñanzas divinas? ved que con eso se envenena el
corazón y la mente del hombre, y las consecuencias son peores, en virtud de que los
hombres alimentados con el paganismo se convierten en hienas para los demás.
Yo convengo en que a los originales de las Sagradas Escrituras se les hayan borrado
algunas palabras debido a los dobleces y al poco cuidado que se tuvo con ellos durante
los primeros siglos, consecuencia de la sistemática persecución que sufrió el
cristianismo, y a eso se debe que inclusive en la Biblia protestante se hayan intercalado
algunas palabras de letra cursiva, pero como se puede ver, en nada desvirtúan lo dicho
por el autor sagrado.
Hecha pues la aclaración anterior, manifiesto que en los tres siguientes capítulos de esta
obra, cuyo objeto es demostrar las falsedades de las diferentes doctrinas de la Iglesia
Romana, transcribiré de ambas Biblias, de la católica y de la protestante, para probar que
en lo que respecta al texto sagrado dicen igual, pero advierto, no pondré ninguna de las
palabras de letra cursiva intercaladas que cambie el significado del texto bíblico.
Es muy oportuno ver lo que Dios por boca de su siervo Moisés dice en:
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Deuteronomio 4:2: No añadiréis a la
palabra que yo os mando, ni disminuiréis
de ella, para que guardéis los
mandamientos de Jehová vuestro Dios
que yo os ordeno.
Deuteronomio 4:2: No añadáis a las
palabras que yo os hablé, ni quitéis nada
de ellas; guardad los mandamientos del
Señor Dios vuestro, que os intimo.
Amado lector, ¿no te parece que Dios habla con suma claridad? ve que dice que no
agreguemos ni quitemos nada a sus mandamientos; veamos otro pasaje que también es
claro y a propósito.
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Deuteronomio 6:17: Guardad
cuidadosamente los mandamientos de
Jehová vuestro Dios, y sus testimonios, y
sus estatutos, que te ha mandado.
Deuteronomio 6:17: Observa los
preceptos del Señor Dios tuyo, y los
estatutos y ceremonias que te he
mandado.
¿Necesitaremos de un lenguaje más claro todavía para entender que debemos
"cuidadosamente" observar los mandamientos divinos?
Veamos ahora lo que el Apóstol San Pablo dice a la cristiandad en:
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
2a. Corintios 4:2: Antes quitamos los
escondrijos de vergüenza, no andando con
astucia, ni adulterando 'la palabra de Dios
sino por manifestación de la verdad
encomendándonos a nosotros mismos a
toda conciencia humana delante de Dios.
2a. Corintios 4:2: Antes bien
desechamos lejos de nosotros las
ocultas infamias no procediendo con
artificio, ni alterando la palabra de Dios,
sino alegando en favor nuestro para con
todos aquellos que juzguen de nosotros
según su conciencia la sinceridad con
que predicamos la verdad delante de
Dios.
Al hacer el santo apóstol tan categórica declaración, es porque de seguro que algunos
pseudo cristianos de Corinto, ya trataban de adulterar las enseñanzas del Salvador, es
decir, Satanás se había metido en el corazón de aquellas gentes y no podemos menos
que pensar que también se metió en el corazón de los curas romanos porque ellos si han
adulterado la palabra de Dios (la Santa Biblia) con el fin de enseñar a sus feligreses las
doctrinas anticristianas con apariencia de cristianas. Ante esta realidad, creo que no me
equivocaría si dijera que los sacerdotes se han convertido en la 5a. columna de Satanás
aquí en la tierra para engañar a la humanidad.
Ahora, es de suma importancia que todo feligrés de la Iglesia Romana conozca una
tremenda sentencia dicha por el Salvador dcl mundo, oigámosla:
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Apocalipsis 22:16, 18, 19
16 Yo Jesús he enviado mi Ángel para
daros testimonio de estas cosas en las
iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David,
la estrella resplandeciente, y de la mañana.
Apocalipsis 22:16, 18, 19
16 Yo, Jesús, envié mi Ángel a
notificaros estas cosas en las iglesias.
Yo soy la raíz y la prosapia de David, el
lucero brillante dc la mañana.
18 Porque yo protesto a cualquiera que oye
las palabras de la profecía de este libro; Si
alguno añadiere a estas cosas, Dios
pondrá sobre él las plagas que están
escritas en este libro.
18 Ahora bien, yo protesto a todos los
que oyen las palabras dc la profecía de
este libro, que si alguno añadiere a ellas
cualquiera cosa, Dios descargará sobre
él las plagas escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del
libro de esta profecía, Dios quitará su parte
del libro de la vida, y de la santa ciudad, y
de las cosas que están escritas en este
libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del
libro de esta profecía, Dios lo quitará a él
del libro de la vida y de la ciudad santa, y
no le dará parte en lo escrito en este
libro.
El versículo 16 nos dice que es el Señor el que habla y quien ha-ce las advertencias en el
versículo 18, de que Dios castigará a aquellos que añadan cosas a su santo libro y en el
versículo 19 Cristo nos dice que también se castigará a los individuos que quiten palabras.
¿Habremos de pedir todavía un lenguaje más claro para comprender estos pasajes
sagrados?
Lector, si tu eres uno de esos individuos que mutilan las leyes de Dios o agregan palabras
para desvirtuar su significado, ¡arrepiéntete y pídele perdón en el nombre de nuestro
Salvador y El te lo otorgará!
La verdad desnuda es ésta, que los curas romanos no quieren que sus feligreses lean la
Biblia Evangélica (protestante) porque contiene la palabra limpia y luminosa de Dios, de su
Santísimo Hijo y de los Santos apóstoles y temen que sus ovejas abran los ojos ante la luz
y vean la oscuridad en que han vivido y los abandonen.
Creo que es oportuno referir un incidente de la vida, que en esta ocasión nos ayudará
también a comprender mejor las maquinaciones del clero.
Cierto día, vinieron a mi casa, por la noche, dos señores proponiéndome calzado en venta,
diciéndome, como todo aquel que quiere realizar su mercancía, que era (le primera clase
su material y la hechura. Yo tomé un zapato y lo examiné por fuera y por dentro y me
parecían bonitos; pero cuando les pedí que me demostraran que no tenían cartón, con la
promesa de que les compraría todo el calzado, presentaron excusas falsas. Entonces
comprendí que ellos trataban de engañarme, que el calzado no era de primera clase como
decían, y que no querían hacerme la demostración que les pedía, para que no descubriera
su falsedad, entonces les dije: vengan mañana para examinar el calzado a la luz del día.
Se fueron y nunca más regresaron.
Exactamente así sucede con la religión de la Iglesia Romana, pues los curas dicen que no
hay otra religión mejor que la de ellos, que es la verdadera religión de Cristo; pero cuando
alguien quiere pensar un poco sobre ciertas doctrinas, ellos dicen: "No, no preguntes ni
pienses en esas cosas, no quieras reflexionando profundizarte en ellas porque pecas
mortalmente", y si alguien pretende examinar la religión romana a la luz de la Palabra de
Dios (la Santa Biblia), los sacerdotes se oponen a ello, diciendo que es un libro de difícil
interpretación y luego le mencionan "petate del muerto": "te excomulgo", y es muy natural
que los feligreses, como son muy obedientes, ante la sentencia de "pecas mortalmente" y
"te excomulgo" se dobleguen y obedezcan ciegamente a sus directores espirituales.
Como tú sabes, amado lector, excomulgar quiere decir que quedas fuera de la religión
católica romana, es decir, que no tienes derecho a confesarte ni a comulgar; en una
palabra, que ya no puedes recibir ninguna cosa de esas que los sacerdotes
pomposamente llaman "beneficios espirituales", pero ellos si seguirán recibiendo todo el
dinero que les regales. Ahora tú debes tener presente que dichas palabras no te hacen el
menor daño, porque Dios no hace causa común con los enemigos de su Santísimo Hijo.
Es prudente que recordemos aquel pasaje hermoso en el cual se narra que, cuando los
escribas y fariseos llevaron a aquella mujer adúltera ante la augusta presencia de Cristo,
para ver si él aprobaba la actitud antihumana de ellos, pues como sabido es, la querían
matar a pedradas, el Señor Jesús, lejos de aprobar el intento satánico de aquellas gentes,
les dijo: "El que de vosotros se halle sin pecado, tire contra ella la primera piedra", y
cuando todos se hubieron ido el Salvador dice a la mujer: "¿dónde están tus acusadores?
¿Nadie te ha condenado?" y ella respondió: "Ninguno Señor" y Cristo con un dulce acento
de compasión, le dice: "Pues ni yo te condeno".
¡Oh! Querido lector, ardientemente anhelo que estas últimas palabras del Salvador se
graben en tu corazón y que a cada instante las recuerdes, para que no temas las
amenazas y maldiciones de los sacerdotes. Recuerda también que no obstante que El
estaba clavado en la cruz y que todas sus heridas sangraban abundantemente, se dirigió
al Padre Eterno diciéndole: "PADRE, PERDONALOS PORQUE NO SABEN LO QUE
HACEN".
Con toda confianza puedes estar seguro de que Cristo es tu mejor amigo, y para decirle
todo, es tu UNICO SALVADOR, acude a El y cuéntale todos tus problemas, sufrimientos y
angustias y pídele que interceda por ti ante el Padre Eterno. Amén.
Sea este capitulo una enérgica protesta por la labor de adulteración que de las Sagradas
Escrituras está llevando a cabo la Iglesia Romana y espero que todo el mundo proteste
por tan maligna obra destructora.
La Iglesia Romana, además de adulterar las Sagradas Escrituras con notas y palabras de
letra cursiva, ha recurrido a los libros apócrifos, y creo prudente manifestar que se ha
llegado a la conclusión de que dichos libros no son de inspiración divina por muchas y bien
fundadas razones; pero como este capítulo no tiene por objeto dar a conocer la no
divinidad de los aludidos libros, solo daré a conocer los siguientes detalles para que se vea
que no son de inspiración divina:
Primero, porque dicen que el dinero es el que salva, contradiciendo la palabra divinamente
inspirada, pruebas:
Libros divinamente inspirados
Libros apócrifos
Romanos 3:24: Siendo justificados
gratuitamente por su gracia, por la
redención que es en Cristo Jesús.
Tobías 4:11: Por cuanto la limosna libra
de todo pecado y de la muerte y no
dejará caer el alma en las tinieblas.
1ª Pedro 1:18, 19
18 Sabiendo que habéis sido rescatados
de vuestra vana conversación, la cual
recibisteis de vuestros padres, no con
cosas corruptibles, como oro y plata.
19 Sino con la sangre preciosa de Cristo,
como de un cordero sin mancha y sin
contaminación.
Tobías 12:9
Porque la limosna libra de la muerte, y es
la que purga los pecados, y alcanza la
misericordia y la vida eterna.
¿Cómo pues vamos a creer que el libro de Tobías es de inspiración divina si contradice
los libros del Nuevo Testamento?
Segundo, porque además de los detalles contradictorios, tiene cosas fuera de la razón,
pruebas:
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Eclesiastés 9: 5, 10
5 Porque los que viven saben que han de
morir: mas los muertos nada saben ni
tienen más paga porque su memoria es
puesta en olvido.
10 Todo lo que te viniere a la mano para
hacer, hazlo según tus fuerzas; porque
en el sepulcro, adonde tú vas, no hay
obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.
Eclesiástico 49:16-18
16 No nació en la tierra otro hombre
semejante a Henoc; el cual fue también
arrebatado de ella.
17 Ni otro comparable a José, nacido para
ser el príncipe de sus hermanos, el sostén
de la nación, guía de sus hermanos y
firme apoyo de su pueblo;
18 cuyos huesos fueron visitados y
profetizaron después de su muerte.
Notemos que según el autor del libro apócrifo, los huesos de José profetizan, ¿seria digna
de creerse tal aseveración? ¿Sí o no?
Lector, si te interesas en conocer otros muchos detalles, compra el libro: "Los Libros
Apócrifos Contenidos en la Biblia Católica no son de Inspiración Divina", por Benjamín
Díaz. Apartado Postal 124, León, Gto., yo te aconsejo que obtengas dicho libro, pues
contiene un estudio sumamente interesante y es sumamente barato.
Como los sacerdotes son muy comodines (valga la expresión), cuando los libros apócrifos
condenan alguna afirmación clerical, entonces dicen, debemos rechazarla, pruebas:
"Como poco conformes a la realidad han de rechazarse ciertas afirmaciones tomadas de
los evangelios apócrifos respecto de la asistencia de María a las escuelas, y las pinturas
en las que aparece Santa Ana enseñando a su divina Hija".
Los curas no aceptan que la virgen tuvo que estudiar porque ellos mismos dicen que ella
nació con ciencia, que todo sabia, cosa que no pueden demostrar.
Queda pues de manifiesto que los sacerdotes aceptan el dicho de los libros apócrifos
únicamente cuando les conviene. ¿Qué chistosos, verdad?
Como la Iglesia Romana no acepta la Santa Biblia como única regla de fe, sino que
también se apoya en la tradición, creo que debo decir algo sobre este asunto.
El pueblo judío observaba varias reglas no escritas en la Ley divina, pero que llegaron a
ser verdaderas costumbres, y en muchas ocasiones por obedecer sus reglas
tradicionales, desobedecían el precepto de Dios.
Por tradición los judíos antes de comer se lavaban muchas veces las manos y por eso se
escandalizaron cuando vieron que los discípulos de Cristo no lo hacían, y trataron de
reprocharle a El esa falta, diciéndole
Biblia Protestante Cipriano de Valera
Biblia Católica Félix Torres Amat
Marcos 7:1-9
1 Y se juntaron a él los Fariseos, y
algunos dc los escribas, que habían
venido de Jerusalén;
Marcos 7:1-9
1 Acercándose a Jesús los fariseos y
algunos de los escribas venidos de
Jerusalén.
2 Los cuáles, viendo a algunos de sus
discípulos comer pan con manos
comunes, cabe saber, no lavadas, los
condenaban.
2 Y habiendo observado que algunos de
sus discípulos comían con manos
inmundas, esto es, sin habérselas lavado,
se lo vituperaron.
3 (Porque los Fariseos y todos los
Judíos teniendo la tradición de los
ancianos, si muchas veces no se lavan
las manos, no comen.
3 Porque los fariseos, como todos los
Judíos, nunca comen sin lavarse a
menudo las manos, siguiendo la tradición
de sus mayores;
4 Y volviendo de la plaza, si no se
lavaren, no comen. Y otras muchas
cosas hay, que tomaron para guardar,
como las levaduras de los vasos y de los
jarros, y de los vasos de metal, y de los
lechos.)
4 y si han estado en la plaza, no se ponen
a comer sin lavarse primero; y observan
otras muchas ceremonias que han
recibido por tradición, como las
purificaciones de los vasos y de las jarras,
de los utensilios de metal y de los lechos.
5 Y le preguntaron los Fariseos y los
escribas: ¿Por qué tus discípulos no
andan conforme a la tradición de los
ancianos, sino que comen pan con
manos comunes?
5 Preguntáronle, pues, los escribas y
fariseos: ¿Por qué razón tus discípulos no
se conforman con la tradición de los
antiguos, sino que comen sin lavarse las
manos?
6 Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, como
está escrito: Este pueblo con los labios
me honra, mas su corazón lejos está de
mí.
6 Mas Jesús les dio esta respuesta: ¡Oh,
hipócritas! Bien profetizó de vosotros
Isaías en lo que dejó escrito: Este pueblo
me honra con los labios, pero su corazón
está lejos de mí.
7 Y en vano me honran enseñando como
doctrinas mandamientos de hombres.
7 En vano, pues, me honran enseñando
doctrinas y ordenamientos de hombres.
8 Porque dejando cl mandamiento de
Dios, tenéis la tradición de los hombres:
las lavaduras de los vasos y de los jarros
y hacéis otras muchas cosas
semejantes.
8 Porque vosotros, dejando el
mandamiento de Dios, observáis con
escrupulosidad la tradición de los hombres
en lavatorios de jarros y de vasos, y en
otras muchas cosas semejantes que
hacéis.
9 Les decía también: Bien invalidáis el
mandamiento de Dios para guardar
vuestra tradición.
9 Y añadíales: Bellamente destruís el
precepto de Dios para observar vuestra
tradición.
Notemos que Cristo les llama en el verso seis hipócritas y prácticamente en los siguientes
versículos condena la tradición, pues dice en el noveno que por darle crédito a la tradición
nulifican el precepto divino.