Si eres de los cristianos que creen que satanás es el culpable de todos tus problemas, entonces este tema es para ti.
Si eres de los que tienes problemas en tu propia persona, o problemas familiares en tu casa, o problemas en el trabajo, y vas a la iglesia a reprender al diablo creyendo que el diablo es el culpable, este tema es para ti.
Uno de los mayores problemas que tiene la mayoría de las personas es:
"Que no son conscientes de las consecuencias que tuvieron sus acciones"
- Si haces el mal, no esperes bendiciones
- Si haces el bien, no esperes maldiciones
Si la religión a la que asistes te enseña que debes guerrear en oración contra el enemigo, pues comienza a considerar:
1- El enemigo sólo puede tentarte.
2- Tu eres el único responsable si caes en la tentación del enemigo
3- Si pecaste, observa cómo te sobrevienen las adversidades y comprende que fue el resultado de tus malas acciones, no de un ataque casual del enemigo.
4- Nuestra propia concupiscencia es el mayor enemigo a vencer.
Cuando comiences a comprender que no existen ataques del enemigo a tu vida, sino que todas las adversidades son el resultado de tus pecados, entonces tu cosmovisión cristiana cambiará totalmente y en pocos días aprenderás el evangelio desde otra perspectiva, y aplicando esta verdad, la Paz, el Shalom, reinará en tu vida, y habrás entrado en el reposo del Señor.
Bendiciones del Eterno
Si eres de los que tienes problemas en tu propia persona, o problemas familiares en tu casa, o problemas en el trabajo, y vas a la iglesia a reprender al diablo creyendo que el diablo es el culpable, este tema es para ti.
Uno de los mayores problemas que tiene la mayoría de las personas es:
"Que no son conscientes de las consecuencias que tuvieron sus acciones"
- Si haces el mal, no esperes bendiciones
- Si haces el bien, no esperes maldiciones
Si la religión a la que asistes te enseña que debes guerrear en oración contra el enemigo, pues comienza a considerar:
1- El enemigo sólo puede tentarte.
2- Tu eres el único responsable si caes en la tentación del enemigo
3- Si pecaste, observa cómo te sobrevienen las adversidades y comprende que fue el resultado de tus malas acciones, no de un ataque casual del enemigo.
4- Nuestra propia concupiscencia es el mayor enemigo a vencer.
Cuando comiences a comprender que no existen ataques del enemigo a tu vida, sino que todas las adversidades son el resultado de tus pecados, entonces tu cosmovisión cristiana cambiará totalmente y en pocos días aprenderás el evangelio desde otra perspectiva, y aplicando esta verdad, la Paz, el Shalom, reinará en tu vida, y habrás entrado en el reposo del Señor.
Bendiciones del Eterno