Introducción
Cristianismo Reformado/Calvinismo (ref. 1,2)
Este epígrafe sobre el Cristianismo Reformado ha sido preparado con la finalidad de informar muy brevemente de donde proviene su teología y por causa de muchas ideas preconcebidas y una terrible ignorancia respecto de la Teología Evangélica que sistematizó y ordenó el Reformador Juan Calvino y que ha venido a ser conocido más comúnmente como Calvinismo.
Es bueno decir que el Reformador no inventó nada nuevo, sino que con la Palabra de Dios en la mano y con el mayor rigor que se le puede pedir a un hombre, describió la Enseñanza Cristiana de forma ordenada y sistemática, doctrina por doctrina, cuando por el mundo habían sido difundidas impunemente como “cristianas” las enseñanzas de la filosofía aristotélica sustentadas por el sistema papal romano.
En el siglo XVI comenzó en Europa un movimiento espiritual conocido históricamente como la Reforma Protestante. Este movimiento quería reformar la iglesia, haciéndola volver a los principios Bíblicos, de los cuales se había apartado dramáticamente, sobre todo a contar del siglo X con el advenimiento de la doctrina escolástica fundamentada en la Aristotélica. Lamentablemente la iglesia terminó dividiéndose entre católicos romanos, que hasta hoy enseñan la doctrina escolástica y Evangélicos. A su vez el movimiento Evangélico tomó dos grandes vertientes: Un sector adoptó el nombre de Iglesia Luterana, inspirado en el trabajo de Martín Lutero (1483-1547). El otro adoptó sencillamente el nombre de Iglesia Reformada.
Si Lutero fue el padre del luteranismo, el hombre que marcó la vida y el pensamiento de la Iglesia Reformada fue el gran teólogo y exegeta francés, Juan Calvino (1509 1564). Cuando el 31 de Octubre de 1517 Lutero clavó sus 95 tesis en la catedral de Wittenberg, Calvino sólo tenía ocho años. Así que Juan Calvino pertenece a la segunda generación de Reformadores.
La Teología Cristiana Reformada empezó a tomar cuerpo en los escritos de Calvino, especialmente en su obra “Institución de la Religión Cristiana” (1ª edición 1536), posteriormente fue traducida al idioma castellano y editada con prólogo del reformador Cipriano de Valera, así como en abundantes Comentarios y Sermones sobre La Palabra de Dios. El centro de operaciones de Juan Calvino estuvo en Ginebra (Suiza), donde entre muchas cosas, organizó la Iglesia, fundó una universidad y su escuela de teología.
El Cristianismo Reformado se extendió por Europa y dio origen:
En Alemania bajo el amparo y encargo de Frederik III (1515-1576), los teólogos Zacarías Ursino (1534-1583) y Gaspar Olevianus (1536-1585), ambos catedráticos de la Universidad de Heidelberg, elaboraron y publicaron “El Catecismo de Heidelberg”, en idioma Alemán en el año 1563. Este documento destaca por su perfecta claridad y hermosa sencillez, siendo un precioso y efectivo instrumento para la Evangelización y educación cristiana.
En Suiza primero se redactó “La Confesión de fe de Basilea” (1534). Seguida por “La Segunda Confesión de Basilea” (1536), que posteriormente se llamó “Primera Confesión Helvética”. Henry Bullinger (1504-1575) en conjunto con Teodoro Beza (sucesor de Calvino en Ginebra) y también por encargo de Federik III, confeccionaron y editaron “La Segunda Confesión Helvética” (1566). Este tratado sobre la fe cristiana, fundamentado solo en la Palabra de Dios en conjunto con el Catecismo de Heidelberg, formó el lazo de unión de las Iglesias Reformadas de Suiza y Alemania.
En los Países Bajos, fue el teólogo, evangelista y mártir, Guido de Bres (1523 –1567), ayudado por otros tres creyentes Reformados, compuso en francés una confesión de fe. El documento fue revisado por un discípulo de Calvino, Francis Junius (1545-1602) y publicado en 1562. Se tituló “Confesión Belga”, dado que en aquel tiempo Holanda y Bélgica eran un solo país, hay que decir que la Confesión Belga y el Catecismo de Heildelberg han permanecido como los documentos más queridos de la fe reformada Neerlandesa.
Desde Escocia el teólogo John Knox (1505-1572), se trasladó a Ginebra para aprender sobre la teología de Calvino. Después volvió a su tierra con la finalidad de extender la fe Reformada. Pero por sus luchas con el romanismo, la fe Reformada adopto en Escocia el nombre de “Iglesia Presbiteriana”. Con esto se quería subrayar el hecho de que en contraste con el sistema monárquico del romanismo, los Reformados tienen un sistema de gobierno democrático representativo, constituidos por presbíteros. Fue bajo la dirección de John Knox que se elabora y publica “La Confesión de fe Escocesa” en 1560.
De Escocia la fe Reformada pasó a Inglaterra, donde el parlamento británico solicitó (1643) la formación de una asamblea de teólogos y laicos, que luego de cuatro años de trabajo de trabajo, se dio a la luz “La Confesión de Westminster” (Abril 1647), junto con sus catecismos: El catecismo Menor (Noviembre) y el catecismo Mayor (Abril 1648). Su nombre resulta del hecho de que la asamblea tuvo sus reuniones en la abadía de Westminster.
En Norteamérica el Cristianismo Reformado o Iglesia Presbiteriana adoptó en 1729 y 1788 la Confesión de Westminster.
EL ASUNTO ARMINIANO
Después de varios años de editada “La Institución de la Religión Cristiana” por el teólogo y reformador Juan Calvino, es que surge en Holanda Jacobo Arminio (1560–1609), profesor de teología de la universidad de Leyden, expresando que del amplio espectro de doctrinas calvinistas, él estaba en desacuerdo con CINCO de ellas. Del nombre de este teólogo se formaron las palabras: “arminiano”, “arminianismo”, para apuntar un movimiento que no estuvo de acuerdo con cinco de muchas doctrinas del Cristianismo Reformado.
Arminio pidió al gobierno que se convocara un Sínodo para debatir sus opiniones, pero murió antes que esto sucediese. Así que le correspondió a Janus Uytebogaert (1557-1644) poner por escrito los CINCO artículos arminianos en un documento que se denominó “Remonstrance” (protesta).
Finalmente se llevó a cabo, en la ciudad de Dordrecht, una asamblea sinodal que tuvo 154 reuniones formales, con la asistencia de por lo menos cien representantes de todo el país y de otros lugares (Escocia, Inglaterra, Francia, etc.). Esta asamblea confeccionó un documento que REAFIRMÓ las cinco doctrinas del Calvinismo, contra las cuales el partido arminiano había protestado, y CONDENÓ los nuevos cinco artículos que los arminianos proponían como sustitutos. A este documento se le llamó “Cánones de Dort “ (6 de mayo de 1619).
Algunos lo han llamado los cinco puntos del Calvinismo, pero esto no es correcto.
Primero, porque el Calvinismo no se compone de cinco puntos, su teología está constituida por una amplia gama de Doctrinas fundamentadas en la Palabra de Dios.
Segundo, porque hablar así implica un grave error histórico. Si el documento sinodal tiene cinco puntos sólo se debe a que el partido arminiano cuestionó CINCO doctrinas de la fe Reformada, proponiendo sustituirlas por otras cinco.
Luego de esto el arminianismo existió por mucho tiempo solamente como una herejía en los lindes de la verdadera religión ( semipelargismo) y no fue apoyado por una iglesia cristiana organizada sino hasta el año 1784, pasados 165 años desde el Sínodo de Dort, cuando llegó a ser incorporado en el sistema doctrinal de la Iglesia Metodista en Inglaterra. Esto generó la disputa entre Wesley, quien adoptó la teoría Arminiana, y Whitefield que conservó la Teología Reformada, de hecho, hasta ahora los Metodistas de Whitefield en Gales, fieles a la Doctrina Cristiana Reformada, llevan el nombre de “Metodistas Calvinistas”.
(Continuará con: LOS CANONES DE DORT)
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En Cristo
Rogelio
Ref.
(1) Humberto Casanova y Manuel Gajardo. “Manuel de Estudio, Iglesia Evangélica Presbiteriana”. Santiago de Chile.
(2) Lorraine Boettner. “La Predestinación” Libros Desafío CRC Wold Literature Ministries, Grand Rapids (1983), MI, USA. Publicado originalmente por: Presbyterian and Reformed Publishing Company, New Jersey USA. Titulo original “The Reformed Doctrine of Predestination” , Traducida al castellano por Manuel E. Gómez.
Cristianismo Reformado/Calvinismo (ref. 1,2)
Este epígrafe sobre el Cristianismo Reformado ha sido preparado con la finalidad de informar muy brevemente de donde proviene su teología y por causa de muchas ideas preconcebidas y una terrible ignorancia respecto de la Teología Evangélica que sistematizó y ordenó el Reformador Juan Calvino y que ha venido a ser conocido más comúnmente como Calvinismo.
Es bueno decir que el Reformador no inventó nada nuevo, sino que con la Palabra de Dios en la mano y con el mayor rigor que se le puede pedir a un hombre, describió la Enseñanza Cristiana de forma ordenada y sistemática, doctrina por doctrina, cuando por el mundo habían sido difundidas impunemente como “cristianas” las enseñanzas de la filosofía aristotélica sustentadas por el sistema papal romano.
En el siglo XVI comenzó en Europa un movimiento espiritual conocido históricamente como la Reforma Protestante. Este movimiento quería reformar la iglesia, haciéndola volver a los principios Bíblicos, de los cuales se había apartado dramáticamente, sobre todo a contar del siglo X con el advenimiento de la doctrina escolástica fundamentada en la Aristotélica. Lamentablemente la iglesia terminó dividiéndose entre católicos romanos, que hasta hoy enseñan la doctrina escolástica y Evangélicos. A su vez el movimiento Evangélico tomó dos grandes vertientes: Un sector adoptó el nombre de Iglesia Luterana, inspirado en el trabajo de Martín Lutero (1483-1547). El otro adoptó sencillamente el nombre de Iglesia Reformada.
Si Lutero fue el padre del luteranismo, el hombre que marcó la vida y el pensamiento de la Iglesia Reformada fue el gran teólogo y exegeta francés, Juan Calvino (1509 1564). Cuando el 31 de Octubre de 1517 Lutero clavó sus 95 tesis en la catedral de Wittenberg, Calvino sólo tenía ocho años. Así que Juan Calvino pertenece a la segunda generación de Reformadores.
La Teología Cristiana Reformada empezó a tomar cuerpo en los escritos de Calvino, especialmente en su obra “Institución de la Religión Cristiana” (1ª edición 1536), posteriormente fue traducida al idioma castellano y editada con prólogo del reformador Cipriano de Valera, así como en abundantes Comentarios y Sermones sobre La Palabra de Dios. El centro de operaciones de Juan Calvino estuvo en Ginebra (Suiza), donde entre muchas cosas, organizó la Iglesia, fundó una universidad y su escuela de teología.
El Cristianismo Reformado se extendió por Europa y dio origen:
En Alemania bajo el amparo y encargo de Frederik III (1515-1576), los teólogos Zacarías Ursino (1534-1583) y Gaspar Olevianus (1536-1585), ambos catedráticos de la Universidad de Heidelberg, elaboraron y publicaron “El Catecismo de Heidelberg”, en idioma Alemán en el año 1563. Este documento destaca por su perfecta claridad y hermosa sencillez, siendo un precioso y efectivo instrumento para la Evangelización y educación cristiana.
En Suiza primero se redactó “La Confesión de fe de Basilea” (1534). Seguida por “La Segunda Confesión de Basilea” (1536), que posteriormente se llamó “Primera Confesión Helvética”. Henry Bullinger (1504-1575) en conjunto con Teodoro Beza (sucesor de Calvino en Ginebra) y también por encargo de Federik III, confeccionaron y editaron “La Segunda Confesión Helvética” (1566). Este tratado sobre la fe cristiana, fundamentado solo en la Palabra de Dios en conjunto con el Catecismo de Heidelberg, formó el lazo de unión de las Iglesias Reformadas de Suiza y Alemania.
En los Países Bajos, fue el teólogo, evangelista y mártir, Guido de Bres (1523 –1567), ayudado por otros tres creyentes Reformados, compuso en francés una confesión de fe. El documento fue revisado por un discípulo de Calvino, Francis Junius (1545-1602) y publicado en 1562. Se tituló “Confesión Belga”, dado que en aquel tiempo Holanda y Bélgica eran un solo país, hay que decir que la Confesión Belga y el Catecismo de Heildelberg han permanecido como los documentos más queridos de la fe reformada Neerlandesa.
Desde Escocia el teólogo John Knox (1505-1572), se trasladó a Ginebra para aprender sobre la teología de Calvino. Después volvió a su tierra con la finalidad de extender la fe Reformada. Pero por sus luchas con el romanismo, la fe Reformada adopto en Escocia el nombre de “Iglesia Presbiteriana”. Con esto se quería subrayar el hecho de que en contraste con el sistema monárquico del romanismo, los Reformados tienen un sistema de gobierno democrático representativo, constituidos por presbíteros. Fue bajo la dirección de John Knox que se elabora y publica “La Confesión de fe Escocesa” en 1560.
De Escocia la fe Reformada pasó a Inglaterra, donde el parlamento británico solicitó (1643) la formación de una asamblea de teólogos y laicos, que luego de cuatro años de trabajo de trabajo, se dio a la luz “La Confesión de Westminster” (Abril 1647), junto con sus catecismos: El catecismo Menor (Noviembre) y el catecismo Mayor (Abril 1648). Su nombre resulta del hecho de que la asamblea tuvo sus reuniones en la abadía de Westminster.
En Norteamérica el Cristianismo Reformado o Iglesia Presbiteriana adoptó en 1729 y 1788 la Confesión de Westminster.
EL ASUNTO ARMINIANO
Después de varios años de editada “La Institución de la Religión Cristiana” por el teólogo y reformador Juan Calvino, es que surge en Holanda Jacobo Arminio (1560–1609), profesor de teología de la universidad de Leyden, expresando que del amplio espectro de doctrinas calvinistas, él estaba en desacuerdo con CINCO de ellas. Del nombre de este teólogo se formaron las palabras: “arminiano”, “arminianismo”, para apuntar un movimiento que no estuvo de acuerdo con cinco de muchas doctrinas del Cristianismo Reformado.
Arminio pidió al gobierno que se convocara un Sínodo para debatir sus opiniones, pero murió antes que esto sucediese. Así que le correspondió a Janus Uytebogaert (1557-1644) poner por escrito los CINCO artículos arminianos en un documento que se denominó “Remonstrance” (protesta).
Finalmente se llevó a cabo, en la ciudad de Dordrecht, una asamblea sinodal que tuvo 154 reuniones formales, con la asistencia de por lo menos cien representantes de todo el país y de otros lugares (Escocia, Inglaterra, Francia, etc.). Esta asamblea confeccionó un documento que REAFIRMÓ las cinco doctrinas del Calvinismo, contra las cuales el partido arminiano había protestado, y CONDENÓ los nuevos cinco artículos que los arminianos proponían como sustitutos. A este documento se le llamó “Cánones de Dort “ (6 de mayo de 1619).
Algunos lo han llamado los cinco puntos del Calvinismo, pero esto no es correcto.
Primero, porque el Calvinismo no se compone de cinco puntos, su teología está constituida por una amplia gama de Doctrinas fundamentadas en la Palabra de Dios.
Segundo, porque hablar así implica un grave error histórico. Si el documento sinodal tiene cinco puntos sólo se debe a que el partido arminiano cuestionó CINCO doctrinas de la fe Reformada, proponiendo sustituirlas por otras cinco.
Luego de esto el arminianismo existió por mucho tiempo solamente como una herejía en los lindes de la verdadera religión ( semipelargismo) y no fue apoyado por una iglesia cristiana organizada sino hasta el año 1784, pasados 165 años desde el Sínodo de Dort, cuando llegó a ser incorporado en el sistema doctrinal de la Iglesia Metodista en Inglaterra. Esto generó la disputa entre Wesley, quien adoptó la teoría Arminiana, y Whitefield que conservó la Teología Reformada, de hecho, hasta ahora los Metodistas de Whitefield en Gales, fieles a la Doctrina Cristiana Reformada, llevan el nombre de “Metodistas Calvinistas”.
(Continuará con: LOS CANONES DE DORT)
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En Cristo
Rogelio
Ref.
(1) Humberto Casanova y Manuel Gajardo. “Manuel de Estudio, Iglesia Evangélica Presbiteriana”. Santiago de Chile.
(2) Lorraine Boettner. “La Predestinación” Libros Desafío CRC Wold Literature Ministries, Grand Rapids (1983), MI, USA. Publicado originalmente por: Presbyterian and Reformed Publishing Company, New Jersey USA. Titulo original “The Reformed Doctrine of Predestination” , Traducida al castellano por Manuel E. Gómez.