El sistema de escuelas residenciales fue establecido por el gobierno federal canadiense a partir de la década de 1870, como un medio para asimilar por la fuerza a los niños indígenas y despojarlos de los lazos familiares y culturales. Los católicos y miembros de otras denominaciones cristianas dirigían las escuelas, aunque la Iglesia Católica o los católicos supervisaban más de dos tercios de las escuelas. La última escuela residencial administrada por el gobierno federal cerró en 1996.
Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, un organismo canadiense creado para investigar los abusos en las escuelas, al menos 4.100 niños murieron por “enfermedad o accidente” en las escuelas. Uno de los llamamientos de la comisión fue una disculpa papal formal por el papel de la Iglesia en el sistema de escuelas residenciales.
En la sede de la antigua Escuela Residencial Indígena Kamloops en Columbia Británica, fueron descubiertos los restos de 215 niños indígenas el fin de semana del 22 de mayo, a través de un radar de penetración terrestre. No está claro cuándo ni cómo murieron los niños.
El 24 de junio, los líderes de la Primera Nación de Cowessess anunciaron que se habían descubierto 751 tumbas sin marcar en el sitio de la antigua Escuela Residencial Indígena Kamloops.
Un académico que trabajó con la Comisión de la Verdad y la Reconciliación emitió un informe tras el descubrimiento de Kamloops,
explicando que las escuelas históricamente no contaban con fondos suficientes, ni estaban reguladas por el gobierno federal. El especialista dijo que necesita más trabajo para documentar con precisión la ubicación de los cementerios de escuelas residenciales en medio del reciente descubrimiento de tumbas sin marcar.
El doctor Scott Hamilton, profesor en el Departamento de Antropología de la Universidad de Lakehead en Thunder Bay, escribió que
el gobierno federal durante décadas no estableció ni implementó regulaciones adecuadas de atención médica y cuidado de cementerios en las escuelas.
En al menos algunos casos,
el gobierno tenía la política de pagar solo por el transporte de los estudiantes de escuelas residenciales fallecidos, cuando el costo del transporte era menor que el costo de un entierro, señaló. Cuando el gobierno tomó el control de las escuelas residenciales de los grupos religiosos a fines del siglo XX, los cementerios no estaban debidamente documentados.
Como resultado, las ubicaciones de muchos cementerios podrían desaparecer de la memoria con el tiempo debido a la falta de regulación y documentación, dijo Hamilton, y las lápidas de tumbas individuales podrían haberse movido o sucumbido a los elementos.
Algunos obispos canadienses, junto con líderes indígenas, se reunirán con el Papa Francisco en el Vaticano en diciembre de 2021, según indicó la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (CCCB).
www.aciprensa.com
Dicho de otro modo, si los niños enfermaban y morían se enterraban allí mismo, lo considero una falta de respeto a la dignidad del ser humano, al derecho de ser enterrado por sus familiares, pero esto último estaba en control del gobierno federal no de la dirección de la escuela.
Es como si de pronto se te mueren unos pollitos del corral y los entierras alli sin muchas consideraciones, está mal porque no estamos hablando de animales, pero la prensa amarillista lo lleva un paso más lejos haciendo responsable al recinto de la tortura y muerte de las criaturas.
Si yo fuera un asesino serial no enterraría a mis victimas en el patio de mi casa, a menos que pasen estas dos cosas: que haya sido un suceso fortuito y que no tenga dinero ni posibilidad de un entierro digno.