Crecer en vida: transformar la madera en oro y plata

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5 Septiembre 2001
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ALIMENTO DIARIO
Leer con oración: 2 Ti. 2:20
"Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles" (2 Ti 2:20)
CRECER EN VIDA: TRANSFORMAR
LA MADERA EN ORO Y PLATA
En una casa grande hay vasos de oro, plata, madera y barro. El barro, es muy frágil, la madera, representa la naturaleza humana y la plata prefigura la naturaleza humana redimida y regenerada, pues la plata tiene que ver con la redención de Cristo. Después de ser salvos necesitamos vivir por la naturaleza humana redimida y regenerada. En la vida de la iglesia, nuestro objetivo es pasar de la etapa de madera a la de plata y de plata llegar a ser oro. Esta última etapa indica el crecimiento en vida.
En Adán somos vasos de barro. En el segundo período de dos mil años de la historia de la humanidad, en la era de la ley, el pueblo de Israel trató de cumplir la ley y no tuvo éxito al hacerlo por la naturaleza humana caída, representada por la madera. Entonces el Señor Jesús vino para redimimos del pecado con Su sangre y nos rescató de la ley. Él pagó un alto precio y nos compró de regreso. Entonces, la plata en la edificación de la iglesia representa la redención realizada por el Señor Jesús. De esta manera no vivimos más en la dispensación del Antiguo Testamento, la era de la ley, sino que vivimos en la era de la gracia. Todos los que creímos en el Señor fuimos comprados de regreso del pecado y rescatados de la ley.
La iglesia está compuesta por personas que fueron redimidas por Cristo, por tanto son vasos de plata. No obstante, aún necesitamos buscar tener más la naturaleza divina trabajada en nosotros por medio de la transformación, haciéndonos vasos de oro. Nosotros fuimos vasos de barro, frágiles y poco nobles. También éramos vasos de madera intentando agradar a Dios por nosotros mismos. Pero ahora el Señor nos rescató con plata, y recibimos una naturaleza humana redimida y regenerada como vasos de plata. Pero aún necesitamos avanzar. Por eso Dios nos puso en la vida de la iglesia para crecer y ser transformados en vasos de oro, llenos de la naturaleza divina. Para que esto ocurra así, necesitamos de la salvación orgánica, el proceso metabólico por el cual los elementos de la naturaleza divina entran en nosotros y sustituyen los elementos naturales de nuestra naturaleza humana.
Podemos usar como ejemplo la madera petrificada: parece madera, pero en verdad es piedra. Antes era vegetal, tenía la naturaleza de madera. Su estructura era de madera, pero fue sumergida en el agua, con los elementos minerales. Los elementos minerales existentes en la corriente del río se depositaron poco a poco en la madera. Después de mucho tiempo la madera se convirtió en piedra. Igualmente, en el proceso de transformación que el Espíritu realiza en nosotros, es añadida la naturaleza divina a la naturaleza humana.
En la iglesia, el vaso de oro es el más precioso. No sólo tenemos, la vida de Dios, debemos también edificar la iglesia con la naturaleza divina. El oro encontrado en la naturaleza contiene impurezas y necesita ser purificado. Hoy tenemos la naturaleza divina en nosotros, pero aún tenemos mucho de la naturaleza humana caída con sus impurezas. Necesitamos ser purificados de esas impurezas.
Pregunta: ¿Qué representa la plata y el oro?
Dong Yu Lan
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